CIENCIA, INNOVACIÓN Y PRODUCTO

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Luis Héctor Perego (CV)

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Dinámica Sistémica

A modo de breve ilustración  y con el objetivo de presentar cuales son los patrones prevalentes que gobiernan los sistemas, a continuación se enuncian las 7 leyes que dominan a la Dinámica de los Sistemas:

  • Ley de la fragmentación: dice que si dividimos un sistema en sus partes componentes, este pierde dinámica o se enlentece.
  • Ley de las presiones: cuando más se presiona a un sistema, más presiona este en sentido inverso. Podría asemejarse al principio de acción y reacción de Newton.
  • Ley de las mejoras aparentes: cuando presionamos a un sistema, este mejora inicialmente para después empeorar.
  • Ley de las demoras: existe un tiempo entre la decisión y el resultado. Este tiempo (t) es la demora que se produce hasta lograr el resultado esperado. Si no sabemos entender y esperar esta demora, tomaremos medidas equivocadas, por un exceso de presión sobre el sistema.
  • Ley de los ciclos: establece que un ciclo positivo será seguido por un ciclo negativo, luego otro positivo y así sucesivamente.
  • Ley del límite al crecimiento: todo sistema tiene por lo menos un límite al crecimiento. Nada crece para siempre.
  • Ley de la palanca: si eliminamos el límite más importante o más potente, el sistema ganará dinamismo en forma más que proporcional.

Para facilitar la comprensión de lo antedicho respecto del pensamiento sistémico (Serra y Col. 2000), es que plantearemos algunos ejes de comportamiento o reglas que nos permitan recordar y/o utilizar las mencionadas leyes:

  • Todo está conectado con todo: No existen los eventos aislados ni las variables independientes. Estamos inmersos en un mundo complejo, en el que todos los sistemas se conectan con otros en algún punto.
  • No se puede hacer una cosa sola: si todos los sistemas tienen conexiones y no existen eventos aislados, es imposible pretender que al modificar una variable esto no tenga efectos colaterales en algún otro punto en el tiempo y espacio. Si intentamos eliminar un problema, probablemente la situación no se resuelva, ya que la eliminación puede generar un nuevo problema.
  • No hay que esperar recibir algo por nada: siempre hay costos escondidos u ocultos. La solución sintomática, que suele parecer la más sencilla y la más económica, a menudo es la más costosa en el largo plazo.
  • La naturaleza sabe que es lo mejor: las interrelaciones en los sistemas complejos muchas veces están ocultas.
  • Eliminar o alterar una parte de un sistema vivo puede ser mucho más peligroso de lo que parece a simple vista. Siempre es preferible buscar soluciones naturales a los problemas.
  • No trate de controlar a los jugadores, cambie las reglas de juego: el control trae aparejado una pérdida del grado de libertad de los jugadores, lo que lleva a una actitud de menor acción, pudiendo generar posturas peligrosamente burocráticas y falta de dinamismo. El control de los competidores no es posible, ya que en el momento que ellos se sienten controlados, notan la pérdida de libertad y buscan formas nuevas y diferentes para cambiar el modelo de negocio y reglas de juego. Lo ideal es lograr la mayor libertar posible de todos los jugadores y cambiar las reglas de juego antes de que las cambie el competidor.
  • No imponga reglas que no puedan ser aplicadas: si las reglas son difíciles de respetas se crea una condición donde la gente se acostumbra a romperlas y esto reduce el respeto por las leyes en general, creando un ámbito propicio para la corrupción. El intento de lograr un control absoluto sobre un sistema conduce al efecto contrario.
  • No hay soluciones simples: los sistemas reales son complejos, con múltiples interrelaciones. La teoría del caos, dice que hay que observar todos los detalles al mismo tiempo que observamos el todo y que las soluciones deber ser simples y complejas al mismo tiempo.
  • Las buenas intenciones no son suficientes: hay que pensar permanentemente en términos de complejidad. Una decisión aislada, por mejor intencionada que sea, no será buena si no se trabaja con todas las variables interrelacionadas.
  • No hay respuestas finales: en un entorno estable, simple, sin cambios, una decisión puede ser mantenida y repetida en el tiempo. En un entorno complejo y cambiante, la ventaja es para quienes sabes modificar su postura y están preparados para adaptarse y cambiaran teniendo tan abiertos como sea posible.
  • Toda solución crea nuevos problemas: la complejidad de la que hablamos y las conexiones de los sistemas crean esta espiral sin fin. Los eventos y sus soluciones no están aislados. Pero es importante conocer esta realidad y anticipar los posibles nuevos problemas, para tomar decisiones con mayor información sobre las consecuencias venideras.
  • Los sistemas libre son generalmente mejores: un sistema con menor cantidad de controles puede parecer más desorganizado, pero generalmente es más fácil que llegue al equilibrio que uno plagado de controles. A mayor grado de libertad, mayor dinamismo y mayores posibilidades de autocontrol.
  • Malos límites generan malos gobiernos: un sistema necesita tener una fuerza que tenga responsabilidad total sobre el proyecto o problema. De lo contario, las luchas entre los distintos subsistemas que lo componen pueden erosionar el resultado del sistema total.
  • Anticiparse siempre es ganar en el largo plazo: es necesario tener una visión y conocer las posibles alternativas que pueden surgir de los cambios que tomamos y de los que toma el resto de los sistemas que nos afectan. Imaginar el futuro y participar en su creación es la mejor manera de sobrevivir.