Las verbenas en Las tunas constituyen núcleo de atención de este capítulo- desde los contextos epocales que permiten el desarrollo de la tradición vista en sus marcos espacio temporales, sus rasgos aportes culturales hasta su incidencia en la formación de la memoria histórica de la región en el siglo XX.
Las verbenas como fiesta popular tradicional son acompañadas de distintas formas de transferencia cultural, manifestada en elementos de la cultura material y espiritual y en manifestaciones de la vida social en un plano asociativo como las instituciones culturales sociales y religiosas, sus costumbres y tradiciones, la descendencia étnica, entre otros, la cual se manifestó en un complejo de relaciones y vínculos etnoculturales.
Para la obtención de datos e información factográfica, se utilizaron fuentes documentales procedentes de archivos, estudios de la iconografía de las fiestas y entrevistas a participantes vivos.
La sociedad cubana de finales del siglo XIX e inicios del XX está sometida a profundos cambios estructurales en el proceso de consolidación del etnos nación: los cambios económicos que llevan a la transformación del modelo de plantación esclavista en semicolonial maquinizado.
En este contexto se produce un proceso creciente de inversiones norteamericanas que van dirigidas en primer lugar al sector azucarero: desplazándose hacia el este, que comprendía la zona oriental que al decir del historiador Oscar Zanetti ¨ había sido un escenario marginal de la plantación esclavista¨(Zanetti Lecuona 2003; 115)
Este proceso analizado por Ramiro Guerra, Pino Santos y sobre todo por Juan Pérez de la Riva 1 plantea el desplazamiento de las inversiones hacia la zona central y oriental del país, donde existían miles de caballerías de tierras semi vírgenes. En la obra del último autor mencionado “Los Culies Chinos en Cuba” al referirse al mismo señala:
“Al desaparecer de la isla el odioso régimen español, la situación cambió radicalmente, y durante el primer cuarto del siglo XX, Cuba se convierte en uno de los principales países de immigración; posiblemente es aquel que más immigrantes recibe por kilometro cuadrado: más de un millón en tres décadas.Esto corresponde al período de auge del imperialismo yanki, y se debe tanto al fomento de nuevas empresas como al desarrollo de un nuevo tipo de civilización en nuestra isla; campañas sistemáticas de saneamiento y creación de los nuevos bateyes azucareros. Este tipo de fomento agrario, que alguna vez hemos llamado Canadian Pacific, a falta de otro nombre mejor tuvo un extraordinario éxito, pero no pudo resistir la gran crisis económica de los años 30.(Perez de La Riva 2000; 76)
Al caracterizar el modelo de desarrollo sociocultural empleado por los EU, durante la expansión azucarera de inicios del siglo XX, Juan Pérez de La Riva parte de que el batey constituyó foco de desarrollo de nuevas comunidades cuya estructura y composición representaba perfectamente la estructura clasista, y el papel de los actores representados en la vida social y cultural de los mismos, así como su constitución es escenarios para el surgimiento de nuevas tradiciones culturales.
Al analizar la aplicación de este modelo que Juan Pérez de la Riva denominó Canadian- Pacific, su estudio lleva a la comprensión de la estructura económico, social y cultural establecida y al entendimiento de los procesos etnoculturales que rodean todo el ciclo de la tradición pues los bateyes, dejan su huella en la introducción de algunos hábitos y costumbres e incluso de tipos que marcan el desarrollo urbano de estos asentamientos poblacionales para su gente, la imagen del batey es un espacio vital, donde transcurre la vida llena de esperanzas y de sueños.
En los inicios del siglo XX el territorio que ocupa la actual provincia de Las Tunas se encontraba dividido en dos términos municipales: Puerto Padre y Victoria de Las Tunas, a su vez estos términos estaban demarcados en barrios, los actuales municipios de Amancio Rodríguez y Colombia pertenecían a la vecina provincia de Camaguey.
El término municipal de Victoria de Las Tunas se crea por estatuto provincial el 19 de diciembre de 1907 respaldado por Ley del Congreso de la república publicado en la Gaceta Oficial el 2 de julio de de 19102 y queda establecido el 1 de diciembre de 1910 con un ayuntamiento estable, contando con catorce barrios rurales y dos urbanos.
De las cabeceras municipales, la ciudad de Victoria de las Tunas se encontraba en desventaja con relación a Puerto Padre, su población urbana se había deprimido como consecuencia lógica de los destrozos de las guerras, parte de sus edificaciones estaban en estado deplorable, no obstante a partir de 1907 el ayuntamiento comienza un proceso de urbanización y mejora ambiental del perímetro urbano.
Este fenómeno en una zona caracterizada por espacios rurales, pocas vías de comunicación y una contracción demográfica heredada del siglo XIX se expresa de la forma siguiente:
“Con el ferrocarril central y el fomento de las grandes plantaciones azucareras en las provincias de Camaguey y Oriente, en los años 1905-1925, se dirige hacia esas regiones el grueso de la inmigración: los nuevos braceros españoles que vienen libremente en busca de mejores condiciones de vida.(Pérez de La Riva 2000; 86)
En el aspecto sociocultural en estos años se producen cambios en la estructura social imperante, parte de la urbanización se lleva a vías de hecho a través de los bateyes azucareros, y en las zonas rurales surgen nuevos núcleos humanos en las colonias, mientras tanto en las cabeceras de los municipios se expanden los perímetros urbanos, y se mejora el trazado y mantenimiento de calles.
En estos años se amplían las vías de comunicación construyéndose nuevos caminos de hierro: como el ferrocarril central, el ramal Martí _Bayamo y posteriormente el ramal de Manatí y algunos caminos vecinales, todos estos cambios facilitan el acceso a la región y crea nuevas fuentes de empleo.
Se incrementa la red educativa con la creación de aulas, algunas escuelas públicas y academias privadas, estas evidencias se observan en actas de los gobiernos municipales y registros de asociaciones que se encuentran en los archivos históricos de Las Tunas y Santiago de Cuba.
Como consecuencia directa de la expansión económica y las inversiones se produce un incremento demográfico cuya explicación se origina de un creciente flujo migratorio de procedencia variada, al ser la región tunera receptora del mismo_ es escenario de un intercambio de influencias recíprocas entre culturas populares, que transforma el mapa étnico cultural tunero, donde cada grupo incorpora nuevas costumbres, prácticas y visiones.
Los españoles emigración favorecida constituyen una masa numerosa de emigrantes cuyos años cumbres son: 1908, 1912, 1918: comienzan su trabajo la construcción y quedan como trabajadores, primero llegan hombre solos y luego se establecen con sus familias en un espacio generalmente urbano y suburbano.
Las tradiciones culturales de los españoles tienen una significativa influencia en los nuevos poblados, siendo los mismos de filiación religiosa católica en su generalidad es por ello que desde los inicios se auspiciaban servicios religiosos como bautizos, bodas y otras prácticas culturales, costumbres y creencias que con el paso del tiempo convergen como focos culturales y la aparición de nuevas tradiciones.
De las restantes etnias se hace referencia a los chinos, antillanos delimitando su procedencia en anglófonos y haitianos ambos ubicados en labores de la zafra, pero los anglófonos (jamaicanos, barbadenses, y otras islas como) con un nivel cultural más alto y prácticas culturales y normas éticas familiares diferentes a los segundos, se ubicaron en perímetros urbanos y semi urbanos, mientras que los paisanos de Loverture, son confinados sólo a los barracones y bateyes de las colonias cañeras.
Los anglófonos traen sus templos episcopales y bautistas, donde funcionaban aulas, hablaban familiarmente y en el culto el inglés y organizaban sus familias con matrimonios entre naturales o hijos de ellos, crearon sociedades culturales y de ayuda mutua donde practicaban su vida y costumbres sociales, realizando un activo intercambio entre grupos de emigrantes asentados en diferentes pueblos de la región.
Los chinos llegaron sucesivamente como trabajadores para las construcciones ferroviarias y luego se desempeñan en oficios de verduleros, tenderos, lavanderos, vendedores ambulantes en espacios urbanos, algunos solteros, otros formaron familias, y de igual modo crearon sociedades culturales mutuales.
Como resultado de este proceso dialéctico de fusión cultural surge una realidad nueva, independiente y original, que no puede confundirse con la acumulación mecánica de caracteres, se trata de una transición activa de culturas que aportan elementos propios y dan lugar al surgimiento de de una nueva realidad. De estas mezclas de usos y costumbres procedentes de grupos étnicos diferentes en un espacio geográfico común existen ejemplos en la cultural material y espiritual, de la que resulta evidencia la fiesta cuyo estudio se realiza, en un universo festivo donde predominaban escenarios rurales.
Al iniciar el siglo las tradiciones festivas populares que predominaban en la región eran de procedencia rural, vinculadas con celebraciones del santoral católico y africano; los guateques campesinos, en algunos lugares llamados pingüinos, donde se ofertaba música campesina, en canturías de poetas, baile, comidas criollas, dulces caseros: en los adornos predominaban los elaborados con las pencas de coco, yaguas y guano.
El crecimiento de nuevos centros urbanos agrega nuevas formas de vida, determinadas por relaciones sociales diferentes a las del campo, pero en estos nuevos poblados de marcado acento cultural rural se quiere por los sectores acomodados imitar costumbres y prácticas de las ciudades la programación de los Liceum, sociedades españolas y otras instituciones surgidas en la época constituyen ejemplos, esto se observa en el vestuario, los muebles, adornos gustos y preferencias.
Se entiende este proceso como de modernización de la sociedad al calor de la expansión del capitalismo dominante: la aparición de redes ferroviarias, comerciales, plazas y parques, correos y telégrafos; cines teatros, escuelas, hoteles en una sociedad dividida en clases y estamentos donde las actividades culturales y recreativas estaban incluidas en los bateyes y poblados se realizaban prácticas deportivas náuticas y de tenis, privativas para los altos empleados de las compañías y las familias norteamericanas, donde resultaban invitados las familias más pudientes.
En la región existía un limitado horizonte espiritual para los pobladores, por ello que en el de cursar de los años surgen dentro de la estructura social existente, diferentes organizaciones e instituciones culturales de carácter clasista, como casinos, liceums y asociaciones de instrucción y recreo, las cuales tratan de resolver la necesidad de una vida cultural y social; pero no obstante los sectores marginados y pobres carecían de un espacio donde expresar sus alegrías y tristezas.
Los españoles reunían en las localidades de la región, a los más ricos y acaudalados los liceos y sociedades españolas eran el núcleo de la burguesía blanca, a la cual se unían las familias norteamericanas que vivían en los bateyes azucareros. Los negros y mulatos que lograban solvencia económica, se organizaron en sociedades de instrucción y recreo de carácter mutualista con el objetivo de recrearse y lograr un mayor nivel cultural.
El marco de la expansión económica y demográfica de inicios del siglo XX, la construcción de centrales azucareros y el surgimiento de nuevos núcleos poblacionales urbanos y la consiguiente aparición del batey azucarero como modelo de desarrollo sociocultural y la confluencia de diversas culturas en espacios comunes constituye el escenario sociocultural que permite el desarrollo de la tradición en la región, en un momento de consolidación en la formación de la región histórico cultural.
Cada grupo humano era portador de su cultura, historia, memoria, creencias religiosas, que en el proceso de intercambio continuo con el resto y en el nuevo escenario cultural se funden adquiriendo a partir de lo particular nuevas formas y contenido de lo específicamente cubano, mientras este proceso se desarrolla en la cultura material: se extrapola al pensamiento, al plano de las ideas de los actores de aquel momento.
La fiesta como catalizadora de las expresiones culturales populares sintetiza en su figura prácticas y ritos que constituyen reflejo de una época. Al surgir en espacios urbanos donde se carecía de una tradición festiva que llenara el horizonte espiritual de una población: las verbenas vienen a llenar ese espacio como tradición festiva popular en un ciclo vital que duró más de 70 años.
1 Juan Pérez de la Riva: historiador, demógrafo y sabio cubano que hace importantes aportaciones para el estudio de la plantación esclavista en Cuba en sus dos fases, incorpora nuevos criterios a los estudios sociales de A. Latina en las décadas del 60 y 70 del siglo XX, fundamentalmente se le considera un clásico en los estudios migratorios, en el caso que nos ocupa tomamos muy en cuenta sus estudios sobre las m migraciones de inicios del siglo XX en la región oriental y sus estudios sobre el batey azucarero como modelo de desarrollo sociocultural en las primeras dos décadas del siglo XX.
2 En el archivo histórico provincial de las Tunas, se encuentran en expedientes clasificados del gobierno municipal de Victoria de Las Tunas, organizados por años que constituyeron una fuente referencial muy rica en esta investigación por los datos que aporta sobre la celebración de las fiestas.