RELACIONES LABORALES PATERNALISTAS EN LA INDUSTRIA DEL CEMENTO

RELACIONES LABORALES PATERNALISTAS EN LA INDUSTRIA DEL CEMENTO

Griselda Lemiez (CV)
Instituto de Estudios Histórico Sociales "Prof. Juan Carlos Grosso"

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1.2  La industria en Olavarría.

            Olavarría1 , como núcleo poblacional fundado en 1867, tuvo un origen militar, siendo en sus primeras épocas un fortín encargado de vigilar y proteger a las caravanas de comerciantes que se atrevían a cruzar territorios aborígenes. 2 La ciudad tenía, al parecer, destino de convertirse en la gran ciudad del centro de la provincia, pero la industria de la piedra fue generando otros pueblos, algunos con fecha de fundación incierta porque comenzaron siendo pequeños conglomerados en las cercanías de las canteras. 3  Años más tarde con el afianzamiento de su población y la llegada del Ferrocarril del Sud, la ciudad se fue conformando como un enclave que afirmaba la expansión territorial y la articulación con un vasto mercado económico.4 La producción del Partido se basó, casi desde  sus inicios, fundamentalmente en la actividad industrial al descubrir que esas rocas de granito, caliza y dolomita representaban la posibilidad de comenzar a explotar un recurso que además de necesario para la construcción, sería el gran motor de la expansión económica de la zona.
            En tal sentido, la explotación minera significó un foco de atracción de mano de obra, determinando un consecuente crecimiento poblacional. A las pequeñas explotaciones mineras le siguieron, en la década del 20´, las grandes industrias extractivas productoras de cemento y cal, el desarrollo de comunidades industriales y la configuración de una cultura industrial.5 La caracterización del subsistema minero de la ciudad de Olavarría esta dada por las transformaciones de la base material, que bajo procesos de cambio de enorme complejidad, dieron formas productivas y el estilo de vida característico de las microsociedades serranas, conformando culturas industriales que desde su estado pro-industrial (1880-1917) y hasta las etapas de gran complejidad tecnológica, que se desarrolla por el asentamiento de grandes capitales industriales en las dos primeras décadas del siglo XX, incidirán en la creación de un ecosistema productivo de enorme magnitud. 6
            La asociación directa entre vivienda y trabajo representa un momento frecuente en los albores de la industrialización y se manifiesta comúnmente en algunos tipos de de actividades, como por ejemplo la minería. 7 El problema de la industrialización, su impacto urbano y su relación con el crecimiento de la población, el de la ciudad y las distintas soluciones al tema de la vivienda obrera se puede visualizar a través del análisis de un sistema de industria con villa obrera y sus distintas variantes, tomando como ámbito de estudio la región bonaerense.
            El paisaje olavarriense, en cuanto al ambiente construido, está enmarcado por distintas estructuras fabriles cercanas espacialmente. A partir de la localidad de Loma Negra (Villa Alfredo Fortabat) y hacia el Noreste, comienzan a observarse en primer término, la fábrica cementera de Cementos Avellaneda, luego la Planta de Cementos San Martín y entre ellas numerosas caleras y canteras pequeñas de dolomita, arcilla, piedra caliza y granito.8 Es el lugar de asentamiento de villas obreras o comunidades de fábrica, entre ellas encontramos Villa Alfredo Fortabat, Sierras Bayas y otras ya desaparecidas como el caso que aquí se analiza: la Villa Obrera von Bernard, perteneciente a la fabrica de cal y cementos Calera Avellaneda. Todas estas villas obreras nacieron en el momento mismo de la llegada del capital industrial y se consolidaron con la implantación de grandes plantas cementeras en la zona.
            En un primer nivel de análisis la actividad desarrollada en el cordón serrano olavarriense por las grandes industrias cementeras, también dedicadas a la producción de la cal y cerámicos, habrían afectado el desarrollo económico-productivo de las pequeñas empresas mineras como las caleras y canteras que se dedicaban a la explotación de la piedra desde el siglo XIX.
            Así, el crecimiento de la industria permitió la creación de poblaciones cercanas a las grandes plantas industriales, convertidas hoy en verdaderos pueblos satélites de la ciudad de Olavarría.9 Desde la puesta en funcionamiento de la primera planta cementera por la texana “Lone Star Corporation” (Sierras bayas, 1919), seguida poco después por los alemanes de “Calera Avellanada S.A.”, y los legendarios Fortabat de “Loma Negra CIASA”-la empresa emblemática del explosivo desarrollo olavarriense-, la ciudad había vivido un crecimiento económico sostenido que la llevo a ostentar orgullosamente en toda la provincia el título de “Ciudad del Trabajo”. 10
            La instalación de la industria extractiva en la zona serrana olavarriense motivó la iniciación del desarrollo económico-productivo local que  actuó como disparador de atracción de población, conformando un enorme mercado de trabajo que era hasta ese momento inexistente.

a) Inmigración y mercado de trabajo.
            Uno de los fenómenos mas destacados del siglo XlX es el de las migraciones. Por primera vez en la historia, miles de personas se trasladaron hacía otras zonas donde la tierra era abundante y la vida menos dura. La población europea que había aumentado considerablemente durante el siglo XIX, se planteo la opción de emigrar a zonas lejanas y que prometían óptimas condiciones de vida.
            Las migraciones jugaron un rol decisivo en la expansión del mercado de trabajo11 . En sostenido fluir, los inmigrantes fueron plantando sus casas, siempre en permanente construcción y ensanchando sin querer las fronteras urbanas de la ciudad en decenas de nuevos barrios. La inmigración de europeos ha sido un rasgo distintivo de la historia argentina.12
            En primera instancia, hacia 1920, la inmigración cumplió un papel destacado en la conformación de la fuerza de trabajo de la actividad minera. La antigua forma de producción, envasado, distribución y comercialización del cemento, requería gran cantidad de mano de obra, que además debía residir cerca de la fábrica debido a las características del ciclo continuo de producción del cemento.
            Las fábricas de cemento tenían que estar cerca de la cantera, debido a la materia prima que utilizaban y por la forma de producción que tenían. El escaso desarrollo de tecnologías en el transporte y de infraestructura de caminos, también se visualizaba en la inestabilidad de la mano de obra.13 La necesidad de contar con mano de obra estable y permanente, que se insertara en el proceso de industrialización, era evidente. Gracias a las ventajas económicas, y socioculturales otorgadas por las posibilidades laborales que ofrecía nuestro país, y debido a la demanda exterior durante la segunda mitad del siglo XX, cambiaron las condiciones de trabajo del territorio argentino, y desde diversos países comenzaban a llegar trabajadores. 14
            Así, en los alrededores de Olavarría, el nacimiento de  las denominadas villas serranas, levantadas casi a la sombra de cada fábrica, fueron producto de la necesidad de contar con un mercado de trabajo estable. 15
            La importancia de la zona en cuanto a sus posibilidades productivas, ha constituido un referente muy importante para todo el desarrollo regional y muy especialmente para el Partido de Olavarría. El carácter familiar de la migración condicionó determinados factores, como el acceso a la vivienda, la promoción laboral o la necesidad de dotaciones sociales. Este mismo carácter facilitó, sin embargo, el primer contacto con la ciudad, a través de los denominados mediadores sociales - familiares o vecinos ya asentados - que sirvieron para introducir a los recién llegados en la nueva realidad laboral y social de la provincia.16
            Con la llegada de inmigrantes, la transformación del espacio social dio lugar a la aparición de nuevos ámbitos de relación e intercambio de experiencias. Las casas regionales impulsadas por los trabajadores inmigrantes se convirtieron en uno de los espacios de relación social más activos de la zona, acelerando la formación de nuevos grupos y espacios de sociabilidad.
            En cualquier caso, el puesto de trabajo no sólo conformó una realidad de tipo social, sino un espacio de carácter productivo, con unos rasgos muy específicos. La llegada de una gran masa de mano de obra con escasa o nula calificación laboral hizo necesaria la adopción de una política formativa por parte de las empresas, donde los mecanismos de control no fueron siempre tan directos. Nació así una política de corte paternalista adoptada por gran parte de las empresas de la región, que desplegaron mecanismos similares al momento de llevarlos a la práctica.
            La extensión de las obras sociales trató de conseguir el necesario consenso que evitase o al menos limase los posibles problemas derivados de toda relación laboral. La vivienda, o la contratación de los familiares directos de los trabajadores fueron algunos de los elementos más importantes de esta política.
            Todo ello incidió en la propia percepción de los trabajadores de la zona empleados en las grandes empresas hasta ir perfilando una identidad estrechamente vinculada a ellas y diferenciadas entre sí. La preferencia en la contratación de los hijos de los trabajadores contribuyó decisivamente a estrechar estos márgenes hasta constituir auténticas comunidades donde concurrían factores tanto económicos como afectivos. Ello no quiere decir que las empresas lograsen una identificación total de los trabajadores con la dirección, pero sin duda alguna pesó decisivamente en la formación de la identidad de amplios sectores obreros.
            El trabajador inmigrante, incluso por encima de determinadas expresiones de clase y vinculadas a su propia familia a la que hacía partícipe de los beneficios sociales, suponía la pertenencia a una u a otra empresa, garantizando la permanencia en el lugar, es decir, la estabilidad de la mano de obra necesaria.
b) La construcción de la villa obrera como estrategia de atracción de mano de obra estable  y adaptación productiva.
            Como hemos señalado, la necesidad de tener la mano de obra próxima a la fábrica hizo que la compañía emprenda la construcción de una villa obrera. Vivir cerca de la villa significaba, no solo acceder a casas de mejor calidad que el resto del pueblo, sino también a servicios que los demás no poseían: calles asfaltadas, luz eléctrica y agua corriente, en aquel momento, un bien escaso y deseable.17 Al relacionar estas prácticas con la estructura social, se puede observar el proceso de reproducción social en el momento de producción de la acción cotidiana. A partir de la instalación de la fábrica y la villa obrera, se observa como la esfera de la producción -relación capital/trabajo, que implica las formas de pago, la modalidad de contratación y la modalidad de trabajo en general- y la esfera de la reproducción de los trabajadores -vivienda, educación, ocio, salud- se hallan unificadas bajo el dominio de la empresa. 18
            La concentración de la mayor parte de los trabajadores en los pueblos que nacieron alrededor de la empresa, hacía que también estuviera en manos de esta la organización del tiempo libre.19 La dimensión de los terrenos estaba calculada como para que en ellas pudiera cultivarse productos de huerta y plantarse árboles frutales. Ello ayudaría a crear ciertos hábitos propios de las sociedades campesinas y serviría al mismo tiempo para proveer a las familias de algunos alimentos para el autoconsumo. Además, desde la empresa, se fueron organizando diversas actividades recreativas como fútbol, natación, tenis y golf.
            La fábrica adoptaba una forma de trabajo donde los obreros debían adecuarse al ritmo de la máquina. Se trabajaba por turnos, entrando cuando sonaba la sirena de la fábrica y saliendo cuando ésta volvía a sonar. La "sirena" establecía los tiempos de la familia, los horarios de comida, de reposo, de diversión etc.
            Es lafábricala que pudo tener un lugar preponderante con una complejidad que se apartaba de la tradicional forma de explotación de la piedra. Con estas innovaciones los trabajadores están insertos en un nuevo contexto que cambia rotundamente su concepción del trabajo, modificando las relaciones sociales de producción. Por otra parte, se fue acentuando la relación entre lugar de trabajo y vivienda en un nuevo estilo de reproducción de la mano de obra.
            La villa obrera surge entonces como estrategia de la industria. Resulta evidente la conveniencia de tener a disposición y en las mejores condiciones posibles a la mano de obra, siendo el aprovechamiento de la fuerza laboral uno de los componentes en el rendimiento y también para la comodidad del propio trabajador, que se va beneficiando con los componentes sociales que son insertados por las empresas en las villas obreras.
            La asociación entre la fábrica y la villa obrera forma parte de un modelo de industrialización frecuente, no sólo en la primera etapa de desarrollo industrial, sino también utilizado preferentemente en las industrias ligadas a los recursos naturales, como por ejemplo, las agro-industrias. Como adelantábamos, al localizarse la fábrica en áreas despobladas o con muy poca población, la ausencia de un mercado de trabajo previo obligó a la industria a crear y organizar  ese mercado, fijando  a su personal a través de la construcción de viviendas. Para la elaboración del producto  era necesario contar con una población trabajadora próxima, que estuviera ahí en los momentos que la empresa los necesitara.
            Existía un fuerte vínculo entre los trabajadores y la empresa que garantizaba, por otra parte, la permanencia del personal necesario para el buen funcionamiento de la producción industrial. “La gente que vivía en la villa obrera, era la que trabajaba en la fabrica” 20. Los obreros estaban ahí, cerca, sabiendo que iban a ser convocados en caso de cualquier imprevisto a solucionar en la fábrica.
            Por otra parte, la empresa se encargaba de capacitar y formar a sus propios trabajadores, que en un futuro se convertirían en la mano de obra especializada necesaria para la producción.

c) Características del proceso de trabajo, producto  y disciplina productiva: Calera Avellaneda.

            Cuando nos referimos a las  características del proceso de trabajo, más allá de los aspectos meramente económicos y técnicos relacionados a la producción, el objetivo es mostrar el nexo existente entre esas características y las condiciones de  vida de los trabajadores que en esos procesos  intervienen, al tomar en consideración todo el entorno en el cuál se reproduce un elevado porcentaje de la fuerza de trabajo.
            El proceso de trabajo de la industria en general,  ha ido variando notablemente  a lo largo del tiempo. Lo definimos como el acto específico donde la actividad humana efectúa, con la ayuda de los medios de trabajo, una modificación deliberada de los objetos de trabajo, de acuerdo con una finalidad, para generar bienes  de uso que tienen un valor social. La relación entre la fuerza de trabajo y los objetos de trabajo, actúa mediante los diversos medios de trabajo que han ido emergiendo históricamente, y han sufrido profundas transformaciones. 21
            La complejidad del trabajo humano se visualiza a través de sus diversas dimensiones materializándose a través de las relaciones que  establece el trabajador en si mismo y con los demás trabajadores y con la sociedad en general, asumiendo una particularidad  propia de la  organización de trabajo.   De aquí que considerar el trabajo implica concebirlo como un proceso entre el hombre y la naturaleza, a partir del cuál se generan bienes y servicios, pudiendo contribuir al desarrollo de la personalidad del trabajador, según las condiciones del trabajo, y constituyendo un hecho social, ya que el trabajador en todas sus relaciones forma parte de una realidad colectiva actuando con otros seres humanos que cooperan de manera simple o compleja. 22
            Lo que puso al capital y al trabajo frente a frente, y los unió, fue la relación de comprar y vender; entonces, para seguir con vida, cada una de las partes debió mantenerse en forma para esa transacción: los dueños del capital debían ser capaces de seguir comprando mano de obra, y los dueños de la mano de obra debían mantenerse alerta, con el suficiente atractivo para no alejar  a los potenciales compradores ni resultarles una carga. 23
            Es sabido que la racionalización de la producción industrial se fue modificando a lo largo del tiempo.  La aplicación de los principios taylorista y fordista en la producción, posibilitó la posterior emergencia y articulación de las innovaciones que permitieron las modificaciones en el  proceso de trabajo y en la organización de las empresas. Con Taylor se produce la entrada del reloj en el  taller, y con la medida de los tiempos y los movimientos fue posible la sustitución progresiva del obrero profesional de oficio por obreros carentes de calificación y organización. La ley del cronómetro barre así el principal obstáculo que a comienzos del siglo XX encuentra la acumulación del capital. Por otro lado, la cadena de montaje de Ford es el paso siguiente, el gesto obrero reducido a movimientos elementales se ve sometido a la normalización de las piezas abriendo la producción a grandes series. De esta forma, las condiciones salariales y de consumo se van transformando por la generalización de la producción masiva. 24
            Taylor, Ford  y detrás de ellos, el ejército de los cronometradores y analizadores han conseguido desde la década de 1920 una nueva economía que regula los aparatos de producción, y con ella, la sociedad civil en su conjunto parece presa de un ritmo nuevo y singular. 25 Tanto el taylorismo como el fordismo buscaron lograr una economía de tiempo de trabajo con medios diferentes. Primero, el taylorismo, mediante la asignación de tiempos predeterminados y estandarizados en virtud de los estudios de tiempos  y movimientos y la división social y técnica del trabajo, relacionando el rendimiento con la remuneración. Segundo, el fordismo lo hizo imponiendo los tiempos y la decadencia de los operarios, actuando de manera exterior, “objetiva” y  mecánica, por medio de la cadena de montaje cuya cadencia es regulada según los objetivos de los responsables de la producción. 26
            Una de las principales ideas de Taylor es que la fuente de riqueza no la constituye el dinero, sino el trabajo. Asegura que la  riqueza proviene del suelo y de lo que se encuentra en el suelo, y después, del trabajo del hombre. En efecto, solo un aumento de la productividad del trabajo puede favorecer el desarrollo de la acumulación de capital 27. De allí, debemos partir para comprender la dinámica productiva de las diversas empresas.
            Se trataría sobre todo de distanciar al obrero del proceso de trabajo, del poder  y la  libertad que este tendría para decidir e influir en el mismo, y en su lugar establecer normas patronales que dirijan completamente el proceso de trabajo. Además, debemos tener cuenta que, dentro de las fábricas, los trabajadores no necesitaban manejar cono cimientos específicos, sino que  fundamentalmente contaban con su disposición al trabajo  y su servicio a la empresa. De esta manera,  las formas productivas adoptadas por el taylorismo y el fordismo se diferencian notablemente de las experiencias originarias. Las dificultades que tuvieron para adaptarse de manera rígida, copiando simplemente el modelo original, dieron lugar  a numerosas adaptaciones para hacerlos operacionales28 . De esta forma, fue posible la entrada masiva de trabajadores no especializados en la producción, quedando expulsado de la fábrica no solo el obrero de oficio, sino también el obrero organizado, que resultaba peligroso para la concepción  de disciplina que se buscaba implementar.
            La redefinición de las estrategias empresariales vinculadas a la gestión de los recursos humanos se vincula entre otras cosas, a la  organización del trabajo y el interés se centra en interpretar a través de  distintos puntos de vista los cambios más significativos de dichas estrategias aplicadas al proceso de producción. Las diversas formas de producción y  de la organización del trabajo en forma masificada han permitido ver la existencia de situaciones heterogéneas, que no lograban ser vistas con claridad tiempo atrás. La diferenciación y visualización de procesos particulares, constituye entonces una manera muy rica de encarar el estudio de casos, enfatizando el análisis de procesos locales, que si bien están inscriptos en la evolución general del trabajo y la producción, pueden asumir características específicas por la incidencia de circunstancias propias, como las  estrategias de los actores a través de su conformación histórica, la especificidad de la producción y las características del medio natural29
            La predominancia de establecimientos fabriles en la zona serrana próxima a  Olavarría, desde el origen de la explotación minera, imprime rasgos muy singulares a la organización del trabajo, que junto con las particularidades del medio natural y la especificidad de la producción, componen una compleja trama de situaciones que marcan un sistema de funcionamiento singular.      
            Podemos preguntarnos, ¿cuál fue el motivo de la instalación de empresas cementeras  en Olavarría y cómo desplegaban  su particular funcionamiento?
            Un  factor relacionado con el origen de las ciudades esta determinado por la proximidad de los recursos naturales. En el caso de Olavarría, como hemos señalado,  un elemento natural de importancia crucial es la existencia de materia pétrea apta para la extracción, producción y comercialización. La región serrana del Partido, está ubicada en el centro geográfico de la Provincia de Buenos Aires y  esta  situada en la región geográfica de la Llanura Pampeana y dentro de ella está comprendida en la subregión de la Pampa Alta, denominada así  por estar atravesada por el sistema de Tandilia. Desde sus características holográficas, podemos decir que esta zona se hundió en la Era Paleozoica y se depositaron aquí sedimentos marinos, arcilla, dolomitas y calizas30 . Esta condición explica en gran parte la  elección de esta zona para la explotación de cal  y cemento. De su actividad económica basada principalmente en la producción minera,  provendrá una imagen que se proyectará en el imaginario hegemónico expresada en el eslogan  de la “ciudad del cemento”, que actualmente se difunde dentro y fuera de la región. 31
            Cinco años más tarde de su fundación, ocurrida en 1867, se establece en Olavarría la primera industria calera, luego de un frustrado intento en la zona de Azul (distrito vecino al anterior). Desde ese momento se gestará el original desarrollo de la minería a cielo abierto, hasta 1917, seguida de una etapa posterior de una gran complejidad tecnológica, de 1920 hasta la actualidad. 32
            Uno de los precursores en  explotación de canteras  fue la familia Aust, a partir de 1870 aproximadamente. Alfonso Aust elaboró por primera vez cal hidráulica pulverizada  y apagada, con métodos similares a los que se utilizaban en Europa,  también descubrió la posibilidad de fabricar cemento Pórtland a partir de las piedras calizas de la zona. A pesar de poseer el conocimiento técnico, la materia prima y el empuje humano para tal emprendimiento, por falta de recursos financieros Aust no pudo emprender la construcción de la fábrica. Por tal motivo, inició contactos con capitales norteamericanos que son los que finalmente instalan la Compañía Argentina de Cementos Pórtland, en el año 1919. Alfonso Aust, habría asesorado e incentivado  a la empresa Calera Avellaneda, para la adquisición de la cantera que paso ser un establecimiento de gran capacidad de producción. 33
            Otro de los grandes pioneros de la zona fue Alfredo Fortabat, quien contaba con recursos diferentes a los de Aust, materia prima en cantidad en los extensísimos campos de su  familia, capital y más que nada acceso al crédito. Los conocimientos técnicos le serán brindados por extranjeros, principalmente alemanes y austriacos, y  logró así  levantar su propia fábrica en Loma Negra, en 1926.34 Tanto Alfonso Aust como Alfredo Fortabat constituyen ejemplos de individuos con poder, más allá de que sus trayectorias tuvieron resultados diferentes, para generar cambios estructurales en cuanto al desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de producción capitalista en la zona 35 De modo más impersonal, la instalación de la filial argentina de Lone Star, de origen norteamericano, también produjo cambios importantísimos en la región, ya que demandó gran cantidad de mano de obra desde la construcción misma de la fábrica.
            En el año 1933, se suma Calera Avellaneda a un distrito que ya se había constituido en el primer productor de cemento del país. 36 La fabrica de cal y cementos  que aquí se analizará, está situada en San Jacinto, en la región serrana del Partido de Olavarría, y fue fundada por la Calera Avellaneda Sociedad Anónima en 1921, año en que la sociedad adquirió las Canteras de San Jacinto, en su tiempo, propiedad de los señores Serrano y Cía.37 La cantera  encerraba, aparte de los yacimientos de arcilla, loess, cuarzo y 75 hectáreas de piedras calcáreas en compacta formación. Ante tales circunstancias, esa enorme cantidad de materia prima, y la riqueza de la piedra, se inició la obra de organizar una  moderna fábrica de cemento Pórtland. 38
            Las actividades de la empresa que adquirió la cantera en el Paraje San Jacinto, habían comenzado con una pequeña fábrica de cal en la ciudad de Avellaneda (provincia de Buenos Aires); de esta ubicación inicial y de su ramo de actividad surgió la denominación Social “Calera Avellaneda S.A.”, que luego habría de tomar otros rumbos y dimensiones. 39
            En sus inicios, la piedra provenía de las canteras, arrendadas primero  y adquiridas más delante, junto a las cuales se trasladó la planta industrial. Una vez instalada en la ciudad de Olavarría, la cantera de la entonces precaria fábrica,  se convirtió en un establecimiento de gran capacidad productiva. Pero no solo se concretó la producción de cal, sino que viendo las grandes posibilidades que ofrecía la piedra de ese paraje, instaló hornos  para la producción de cemento Pórtland. 40
            La calidad del producto que elaboraba Calera Avellaneda SA en San Jacinto era de primerísima calidad, así lo demuestra la gran demanda que recibía del mercado consumidor. Además, formaba parte de la explotación del establecimiento el suministro de piedras calcáreas en forma bruta y trabajada, piedras para veredas, pisos, cordones para calles, pedregullo y granza para obras en general. En el año 1929, las perforaciones efectuadas, para establecer la riqueza aprovechable de los yacimientos calcáreos de San jacinto, daban resultados que superan a todas las tasaciones anteriores. Las mejoras introducidas se verificaron a partir de la inversión en instalaciones y maquinarias.41
            El producto elaborado era destinado a obras públicas nacionales  de todo el país. ¿Qué es el Cemento Pórtland? Es el aglomerante hidráulico que se obtiene pulverizando  el “clinker” formado por la calcinación, hasta principio de fusión, de una mezcla ínfima de materiales calcáreos  y arcillosos, convertidos previamente en polvo fino. No se admite la adición de otras sustancias después de la cocción, exceptuando el sulfato de calcio y de agua que se agregan con fines especiales. Contiene, como mínimo, 1, 7 partes de óxido de calcio para una parte de sílice soluble, más óxido de aluminio, más sesquióxido de gierrón. Para ser aprobado, debe responder a estas pautas establecidas.
            Para lograr mantener la uniformidad de la calidad del cemento se requiere un estricto y permanente control durante todo el proceso de elaboración, por lo cuál todas las fábricas debían contar con personal técnico permanentemente alerta. Ellos analizaban el cemento hora por hora, detectando cualquier dificultad que pudiera surgir en la producción. Las muestras extraídas eran estudiadas en los laboratorios. Lo mismo sucede con todos los productos terminados, los cuales son sometidos  las pruebas de resistencia a la tracción, comprensión, elasticidad, etc. 42   Lo que resulta interesante ver es como la elaboración de este producto  pasó a modificar el proceso de producción  y por consiguiente, a regular la vida de quienes estaban encargados de  su producción.
            Calera Avellaneda  comenzó con la producción de cal,  para luego dedicarse casi exclusivamente  a la producción de cemento. Esta  consistía en un proceso dividido y articulado en fases o subprocesos de trabajo, que detallamos  a continuación:
             Las piedras, de grandes dimensiones, eran extraídas de la cantera para luego ser trituradas en la “rompedora primaria”. Luego, el producto era trasladado a  la “rompedora secundaria” y  esas piedras en tamaños reducidos llegaban a la sección conocida como “sala de piedra”. Allí, se clasificaban las piedras según el producto que se deseaba elaborar, algunas destinadas a la producción de cal  y otras a la de cemento.       El paso siguiente para la elaboración de cemento Pórtland, era la fase conocida como “molino de crudo”, donde el producto llegaba al horno para su posterior cocción, dando origen al clinker. Este producto se trasladaba, una vez frío,  al “molino de cocido”, donde finalmente era convertido en polvo y se la incorporaba  un 3% de yeso crudo. Luego,  se almacenaba en silos  a donde llegaba  por medio de elevadores. Los silos se encontraban ubicados en el mismo lugar donde  estaba la embolsadora, conocida como la “zona de despacho”, y desde allí el producto salía de dos formas: a granel o embolsado. Este era el último paso del proceso de la producción de cemento y desde allí el producto salía a la venta. 43 La producción de cal  y cemento, constituye un proceso de producción lineal y continuo, donde es imprescindible la concentración de todas las fases o secciones de producción en un mismo lugar .
            Tal como segura Neiburg,  las necesidades de localización de la industria que mantiene un carácter extractivo, obliga a su establecimiento  a un lugar cercano al del yacimiento, del mismo modo que la industria minera. La industria del cemento combina dos procesos: el de extracción del mineral (piedra caliza) en canteras a “cielo abierto”,   y el de transformación del mineral en cemento. El primero es un proceso “minero”, mientras que el segundo claramente industrial. Por razones de rentabilidad es conveniente que entre uno  y otro no haya mucha distancia física, por lo que el proceso de producción tiende a ser un “flujo continuo” desde la delocación del explosivo en la mina, hasta el expendio del producto terminado (cal  o cemento) en bolsas a granel. 44
            La producción de cal, requería  un proceso productivo más simple que la producción de cemento. Cuando la fábrica se lanza a la producción de cemento, se hizo necesaria la incorporación de una cantidad mayor de trabajadores, y la región comenzó a recibir oleadas inmigratorias que multiplicaron la población existente. ¿Quiénes eran esos inmigrantes? ¿qué experiencia laboral tienen? Dentro de ese complejo sistema productivo, ¿cómo se adapta al mismo el trabajador industrial?
            Los trabajadores inmigrantes que llegaron a trabajar en Calera Avellaneda en el período estudiado eran españoles, italianos,  polacos, rusos, checoslovacos, pero la gran mayoría provenía de la zona de  Portugal. 45 No contaban con la experiencia necesaria para trabajar la piedra pero, tal como indican los testimonios,  se adaptaron rápidamente al trabajo industrial minero.  
             Una vez llegado el trabajador, el capital modificó, a favor suyo y por mucho tiempo, el estado de conjunto de las relaciones de clases. 46 La relación laboral paternalista  formó parte de esa modificación aplicada a la producción. Debemos tener presenta que el trabajador, que debía necesariamente atraer las fábricas de cemento, debía ser de rápida adaptación al trabajo industrial.  Por lo tanto era necesario adaptarlo a una disciplina que se desplegaba dentro y fuera de la fábrica, como arte integrante de un proceso de sometimiento de los trabajadores.
            Ante todo había que fijar en torno a las nuevas concentraciones industriales a esas formidables masas de hombres campesinos, inmigrantes  y después, había que convertirlos en obreros fabriles, conseguir su sumisión a la nueva disciplina de la fábrica. En pocas palabras, la máquina no solo posee la virtud económica de hacer el trabajo más productivo, sino que sobre todo puede ser instrumento de regularización y sometimiento de los trabajadores.47
            Sin dudas, una de las singularidades del proceso de industrialización en la Argentina al menos hasta 1930 fue el rol jugado en ella por los inmigrantes. 48 Los trabajadores de Calera Avellaneda, fueron en sus inicios inmigrantes que llegaban  a la zona atraídos por la necesidad de mano de obra. Un testigo nos cuenta que recuerda un cartel ubicado en la entrada de la villa obrera que decía “Se necesitan peones”. 49 La mayoría llegaba al lugar por medio de la invitación de familiares o amigos ya instalados allí,  quienes habían empezado a disfrutar del beneficio de un trabajo estable  y  de un hogar propio.

1 El Partido de Olavarría se encuentra ubicado en el centro de la Provincia de Buenos Aires, Argentina, cuenta con una superficie de 7.715 km2 y poco más de 100.000 habitantes. Olavarría, la ciudad cabecera, fue fundada el 25 de noviembre de 1867 y se ubica sobre la ruta nacional 226 y provincial 51, a 40 Km. de la ruta nacional 3. Posee una zona de influencia comercial de aproximadamente 400.000 personas. Tiene fácil comunicación vial con el Mercosur y todos los puntos del país, ágil acceso a puertos marítimos y ofrece al inversor un amplio campo económico conformado principalmente por las actividades minera, agropecuaria, industrial y comercial. Además de la ciudad cabecera, el Partido de Olavarría está integrado por las localidades deSierra Chica, Sierras Bayas, Colonia Hinojo, Hinojo, Colonia San Miguel, Colonia Nieves, Cerro Sotuyo, La Providencia, Loma Negra, Espigas, Recalde, Santa Luisa, Durañona, Pourtalé, Rocha, Mapis, Muñoz, Iturregui y Blanca Grande,  en Paz, Carlos; ob. cit., pág. 3.

2 Ídem, pág. 4.

3 El Popular de Olavarría, Edición especial, 1899-1999, pág. 13.

4 Paz, Carlos; ob. cit.,  pág.3

5 Rosendo, Ricardo: “Disciplina y control social del trabajo en tiempos de la producción postfordista”, en Antropología social y política. Hegemonía y poder: e mundo en movimiento. Eudeba. Universidad de Buenos Aires, 1999, pág. 237.

6 Paz, Carlos., ob., cit., pág. 3

7 Neiburg, Federico: Fabrica y Villa Obrera: Historia social y antropológica de los obreros del cemento/1. Centro Editor de América Latina S.A. Tucumán 1736, Buenos Aires, 1988, pág. 50.

8 Paz, Carlos; ob. cit., pág. 5.

9 Ídem., pág. 5.

10 Informe de la Memoria. Realizado por la Comisión especial por la Memoria. Olavarría, junio de 2004, pág. 22.

11 Miguez, Eduardo: “La frontera de Buenos Aires en el siglo XX. Población y mercado de trabajo”, en Reguera, Andrea y Mandrini, Raúl (comp.) Huellas en la tierra. Tandil, IHES, 1993, pág.20.

12 Devoto, Fernando: “Movimientos inmigratorios: Historiografía y problema”. Bs. As. CEAL, 1992,  pág.7.

13 Villafañe, Alicia: “Procesos de transformación del espacio rural-urbano pampeano. El caso de la conformación de localidades minero- agrarias en el partido de Olavarría, provincia de Buenos Aires, Argentina”. Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires. Trabajo presentado a las VII Jornadas Interescuelas/Departamento de Historia, Neuquén, Argentina, 22-24 de septiembre de 1999, pág 6.

14 Devoto, Fernando; ob., cit., pág. 14.

15 Estas fábricas se encuentran ubicadas en localidades aledañas del Partido de Olavarría: Sierras Bayas, Loma Negra, Sierra Chica, Hinojo, Colonia Hinojo y Colonia San Miguel, según los censos de evolución de la población y vivienda, correspondientes a la Municipalidad de Olavarría.

16 Pérez, José Antonio: “Las transformaciones del mundo laboral en el área industrial de Gran Bilbao 1958-1977. La visión histórica del Desarrollismo”. Scripta Nova. Revista electrónica de geografía y ciencias sociales. Universidad de Barcelona ISSN: 1138-9788. Vol. 6, num. 119 .Agosto, 2002, pág. 2.

17 García, Maribel: La villa von Bernard. Entre violetas, aromos y recuerdos. Edición del autor, pág 33.

18 Neiburg, Federico; ob. cit, pág. 60.

19 Barbero, María Inés y Ceva, Mariela: “La vida obrera en una empresa paternalista”, en Devoto, F. y Madero, M (dir.): Historia de la vida privada en la Argentina. La Argentina entre multitudes y soledades. De los años treinta a la actualidad, T3, Taurus, Buenos Aires, 1999, pág. 179.
 

20 Testimonio de un ex obrero de Calera Avellaneda y ex vecino de la villa obrera von Bernard: Alberto Soraisz, Olavarría, 06/ 02 / 2007.

21 Neffa, Julio: Los paradigmas productivos Taylorista y Fordista y su crisis: Una contribución a su estudio desde la teoría de la Regulación. Asociación Trabajo y Sociedad. Programa de investigaciones económicas sobre tecnología y empleo. (CONIUCET) Editorial LUMEN, Argentina,  Septiembre de 1998, pág. 15.

22 Galafassi, Guido: “Reestructuración productiva, organización del proceso de trabajo y manejo de tecnologías: Un estudio de caso en la producción frutícola y forestal”, en Mundo Agr. vol.2 Nº4 La Plata. Jun. 2002, pág.1.

23 Bauman, Zygmunt: Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica, Argentina, 2002,  pág. 153.

24 Neffa, Julio; ob. cit.,  pág. 87.

25 Ídem, pág. 88.

26 Ídem, pág. 18.

27 Sapeli, Giulio: “La empresa como sujeto histórico”, en Barbero, María Inés. Estudio preliminar y presentación. Historia de empresas. Aproximaciones historiográficas y problemas en debate. Centro Editor de América Latina, 1993. pág. 34.

28 Neffa Julio; ob. cit.,  pág. 12.

29  Galafassi, Guido; ob. cit., pág 1.

30  Paz, Carlos; ob. cit, pág. 2.

31 Gravano, Ariel. “Palimpsesto urbano. Sobre escrituras de huellas diacrónicas de a ciudad imaginada”. Revista Etnia. Números 42-43/ 1998-1999. Olavarría. ISSN 0046-2632, pág. 58.

32 Angueira, María del Carmen y Paz, Carlos: “Olavarría: Zona de frontera, relaciones interétnicas, inmigración y características socioproductivas en  el período de 1867-1930”. Trabajo presentado en las Jornadas de Antropología Social del Centro Bonaerense. U.N.C.P.B.A, F. C. S., Olavarría, Diciembre de 2005, pág. 159.

33 García, Maribel; ob. cit., pág. 7.

34Neiburg, Federico; ob. cit., pág. 158.

35 Villafañe, Alicia; ob. cit , pág. 15.

36 Gravano, Ariel; ob., cit,  pág. 59.

37 El Popular, de Olavarría,  26/05/1929.

38 El Popular, de Olavarría, Anuario 1935, pág. 108.

39 El Popular, de Olavarría,  26/05/1929

40 García, Maribel; ob. cit.,  pág. 8.

41 El Popular, de Olavarría, 26/05/ 1929

42 El Libro de Oro de La ciudad de Olavarría, 1867-1967. Municipalidad de Olavarría. Copyright Ediciones Aniversario, 1968, pág. 144.

43 Testimonio de un trabajador de Cementos  Avellaneda: Leonardo Lemiez,  Olavarría, 07/02/ 2007. La reconstrucción del proceso de producción ha sido realizado por medio de testimonios ya que en el siguiente trabajo se prioriza la fuente oral debido a la ausencia de fuentes escritas.

44 Neiburg, Federico; ob. cit., pág. 43.

45 García, Maribel; ob. cit., pág. 20.

46 Coriat, Benjamín: El Taller y el cronómetro. Ensayo sobre el taylorismo y el fordismo y la producción en masa. Siglo veintiuno editores, España 1988,  pág. 3.

47 Ídem,  pág. 17.

48 Barbero, María Inés Y Falder, Susana: “Los obreros italianos de la Pirelli Argentina, 1920-1930. Universidad de Buenos Aires y Centro de Estudios Migratorios”. Revista CEMLA,  1992,  pág. 203.

49 Testimonio de un obrero de calera Avellaneda y ex vecino de la villa obrera von Bernard: Alberto Soraisz, Olavarría, 06/02/ 2006.