PRINCIPIOS DE ECONOMÍA VITAL

PRINCIPIOS DE ECONOMÍA VITAL

Mario Blacutt Mendoza (CV)

Partamos de la afirmación marginalista neoclásica:
La curva de Oferta del empresario está conformada por el segmento de la curva del Costo Marginal a partir del punto de cierre de la empresa.

Si eso fuera así, entonces el incremento del precio, al motivar el aumento de la producción, se expresaría tanto en la curva del Costo Marginal como en la Curva de Oferta. Por el lado de la curva de Costo Marginal, la unidad extra tendría un costo mayor; por el lado de la curva de oferta, tendría un precio mayor. Dado que se asume la identidad de la curva del Costo Marginal con la curva de la Oferta, resulta que el costo de la última unidad producida es igual al incremento del precio de mercado por esa misma unidad; por lo tanto, el empresario no ganaría absolutamente nada de un aumento del precio de mercado para la última unidad del bien, pues ese aumento sería absorbido por el incremento de su costo.

Todo esto es extraño, muy extraño. También vimos que el consumidor confiere a la próxima unidad del bien una valuación menor que la anterior, porque, según la teoría, le es menos útil. Pero eso no tiene importancia para los Caballeros de la Gran Orden del Espiritismo, les basta lucubrar sobre curvas de oferta y demanda para  afirmar que se ha logrado el equilibrio. En cambio, el modelo operativo del Principio de Razonabilidad, en vez de la curva del Costo Marginal, identifica el segmento descendente de la curva del Costo Medio como la Curva de Oferta de la empresa.

El Equilibrio Neoclásico del Mercado

En la gráfica 2.5 se muestra el equilibrio entre “las fuerzas de la demanda y las fuerzas de la oferta”.  La teoría dice que las acciones de los compradores y vendedores hacen que el mercado de helados tienda al equilibrio de la oferta y la demanda de mercado, es decir, al precio de P0 por unidad, tanto la demanda como  la oferta de mercado están dispuestas a comprar y vender, respectivamente, Q0 unidades de helados. Este equilibrio se mantendrá hasta que nuevos movimientos en el mercado respectivo determine un nuevo punto de equilibrio. ¿Cómo se supone que se ha llegado a ese punto? De acuerdo con el modelo-vudú, de la siguiente manera.

Primero, se afirma que el heladero opera en un mercado de Competencia Perfecta, aunque la curva de demanda individual por helados de Catalina tiene pendiente negativa, esto quiere decir, que el heladero cobra un precio superior al ingreso marginal, lo que hace que el mercado en el que opera sea de competencia imperfecta.

Segundo, dicen que la curva de Demanda que enfrenta el empresario-heladero será la suma de todas las curvas de demanda individuales, las que, como vimos en la anterior conclusión, tienen los atributos que caracterizan a las curvas de demanda de mercados imperfectos, aunque hay una decisión arbitraria que establece la permanencia de un solo precio de los helados dado para siempre. Esta afirmación oculta, sólo en parte, el hecho teórico de que la curva de demanda que enfrenta el heladero tiene también pendiente negativa, al igual que las que se le atribuye a las corporaciones transnacionales.

Tercero, la Curva de Oferta del empresario-heladero sería el segmento ascendente de su curva de Ingreso Marginal a partir del punto de cierre, lo que significa que el heladero opera en el rango ascendente de la curva del costo medio y aun así obtiene ganancias. ¡Es admirable las cosas que suceden en el mundo de los espíritus!

Cuarto, el ansiado equilibrio de mercado se logra en la intersección de la curva de demanda del mercado y la curva de oferta. La primera está conformada por la suma de las demandas de cada uno de los consumidores, los que otorgan a la última unidad consumida menor valor que a todas y cada una de las anteriores. La curva de oferta resulta de la suma de todas las ofertas de las empresas, en la cual esa última unidad, la menos valorada por los consumidores, tiene para los productores un costo superior a todas y cada una de las unidades anteriores. Estas afirmaciones no son aceptadas ni por el Principio de Razonabilidad ni por las poblaciones de los países subdesarrollados, los que necesita modelos que reflejen la realidad de cada país