EL NACIMIETO DEL LIBERALISMO ECONÓMICO EN ANDALUCÍA

EL NACIMIETO DEL LIBERALISMO ECONÓMICO EN ANDALUCÍA

Eduardo Escartín González (CV)
Francisco Velasco Morente
Luis González Abril

Universidad de Sevilla

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Interdependencia de los hechos económicos: PIB, RN y GB

Antes de entrar en las causas de las crisis conviene recordar los fenómenos económicos más importantes y sus magnitudes. En la Figura 1 representamos un sistema económico elemental. En los vértices del pentágono están los colectivos profesionales que satisfacen las cinco necesidades más indispensables para la subsistencia humana (que se agrupan en tres: alimentación, vestimenta y cobijo). Los lados del polígono y las líneas de puntos que unen un vértice con todos los demás indican relaciones mercantiles de distribución y de intercambio, establecidas entre los diversos grupos para asignar los factores de la producción y adjudicar los productos elaborados.
           
                    Figura 1. Interdependencia económica
Consideremos que en un periodo todo lo producido por los albañiles (viviendas, construcciones en general y sus reparaciones) es vendido y adquirido por los demás grupos, incluidos ellos mismos. Es lógico pensar que cuanto más se produzca en este sector más albañiles encontrarán empleo. Igual ocurre con los sastres, zapateros, agricultores y ganaderos: lo elaborado por ellos durante el periodo considerado es comprado íntegramente por ellos mismos y los demás. De la venta del producto final, los asalariados, los rentistas y los productores por cuenta propia cobran sus remuneraciones y los capitalistas perciben sus beneficios, aunque parte de ellos hayan sido anticipados; con estos emolumentos es posible comprar todo lo producido. O sea, lo pagado por los consumidores finales se ingresa y distribuye entre los intervinientes en todas las producciones, aun las intermedias. En estas condiciones simplistas de autarquía, y debido a la íntima relación entre la producción final, su venta y consumo y los ingresos percibidos por toda la producción que luego se gastan en comprar los productos finales, es obvio que, prescindiendo de algunos matices, el Producto Interior Bruto (PIB), o valor al precio de mercado de la producción final elaborada en el interior de un país durante un periodo, es exactamente igual a la Renta Nacional (RN), o ingresos percibidos por los residentes del país durante ese mismo periodo, e idéntico al gasto interior bruto (GB), o consumo final realizado en el interior del país en dicho periodo.
Así, podemos establecer una igualdad básica entre tres elementos:
                                        PIB = RN = GB                                                  (1)
Toda la gente de un país sobrevive del PIB originado por los que están ocupados (si descontamos la producción para el autoconsumo y la clandestina); pero, hoy por hoy, la condición sicológica de la mayoría de las personas adultas les lleva a preferir ganar el pan con su trabajo antes que se lo regalen, porque genera independencia económica; pero in extremis, se opta por esto último antes que morirse de inanición. Crear empleo tiene una gran trascendencia porque la gente percibe como digno ganarse la vida trabajando. Socialmente, vivir en la pobreza y de caridad se considera ignominioso; se exceptúa recibir un subsidio de cualquier administración pública, por vejez, orfandad, viudedad y paro, u otras subvenciones. Si hogaño se consume mucho más que hace cien años y tenemos una población superior a la de entonces es porque actualmente se produce más que antaño; o sea, a mayor oferta mayor demanda. Obviamente, la venta de una producción cuantiosa permite sobrevivir a una población numerosa y trabajar a una parte considerable de ella.
El sistema capitalista produce mucho, pero necesita vitalmente que se consuma todo lo producido; y, para ello, se requiere que los agentes económicos tengan el suficiente poder adquisitivo, es decir, los ingresos adecuados, para poder retirar toda la producción. Lo que no se venda en el interior del país habrá que expenderlo fuera; mas los extranjeros que efectúen esas adquisiciones reducen la capacidad de compra de los productos de su país (o sea, se traslada a otro lugar el problema).