ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

ESBOZO DE LA HISTORIA DE ISRAEL

Carlos Ruz Saldívar (CV)
Universidad Veracruzana

Volver al índice

La caída de Babilonia  y el surgimiento de Persia.

La fuerza y el dominio del imperio babilónico fue escaso, aunque realizó una rápida y aplastante derrota de los demás reinos vecinos, esta fue fugaz, el imperio se había creado por Nabucodonosor y su padre en una rebelión en contra de los asirios, pero a la muerte de Nabucodonosor, veinticinco años después de la caída de Jerusalén alrededor del 562 a.e.c. ya se estaba desmoronando, al parecer no había una estructura que garantizara la estabilidad en el reino, los problemas de siempre: falta de apego, de valores, de nacionalismo y religiosos, es decir, los elementos de cohesión que permiten subsistir a los reinos, prueba de ello es que en el espacio de seis años el poder en el reino cambió cuatro veces, primero con  Awel-marduk, hijo de Nabucodonosor 562-560, el Evil-Merodak que libertó de la prisión a Jeconías, dos años después subió al trono su cuñado Nergal-sar-usur (Neriglissar), quien murió al cabo de cuatro años, dejando como tercer relevó en el reino a su hijo Labasi-Marduk, despojado del trono por Nabu-na’id o Nabonides 556-539, cuyo reinado creó grandes diferencias religiosas ya que era adorador del Di-os lunar Sin, por lo que los sacerdotes de Marduk le consideraban como hereje. Cambio su residencia al oasis de Teima, en el desierto de Arabia, al sudeste de Edom, dejando los negocios de Babilonia en manos de su hijo Bel-sarusur o Baltasar. Nabonides durante su estancia en el desierto árabe, logró el control de una cadena de oasis a lo largo de la ruta de caravanas del sur, hasta la misma Medina o Yatrib, que tendría fama posterior con Mohamed, el rasul1 árabe, Bright considera que en el contingente militar que acompañaba a Nabonides, había población y tropa judía, los que generaron asentamientos en la península de arabia y que después ocuparían algunas líneas del Corán. Al parecer las reformas religiosas de Nabonides que enfrentaban las creencias populares y el hecho de ser un rey considerado ilegítimo, propiciaron condiciones de molestia y división en el pueblo, por lo que estaba mal preparada para hacer frente a una emergencia nacional (Bright, 2003, págs. 454 - 456).
Con el clima de inestabilidad política de los babilonios, veamos que sucedía con sus antiguos socios, los medos, debemos recordar que los babilonios mantuvieron un acuerdo con ellos y como se ha señalado, fueron en un plan estratégico en contra de los asirios y se dividieron su imperio.  Los medos construyeron un Estado compacto y casi de manera inmediata, durante el rey Astiages 585 – 550 a.e.c., se toparon con dificultades para mantener su poder, ya que apareció una nueva potencia en su frontera, los persas, eran provenientes del sur de Irán y estaban encabezados por Ciro, perteneciente a la dinastía de los Aqueménidas, emparentada con los reyes medos, y es que conforme a la mitología y leyenda que envuelve tanto a Medos y Persas, ambos pertenecían a los Arios (Cantú, 2004, pág. 82), alrededor del 550 a.e.c. los persas derrotan a los medos y hacen suyo el imperio. En Babilonia Nabonides, con el fin de prepararse para la guerra forma una alianza con Amasis, faraón de Egipto 570-526, y Creso rey de Lidia 560-546, pero los persas estaban bien preparados para la guerra y alrededor del 547/6, Ciro ataca y toma Lidia (Bright, 2003, pág. 457). En el transcurso de los años siguientes, Ciro no inicia las hostilidades en contra de Babilonia, en lugar de ello decide ampliar su reino hasta zonas de lo que hoy es Afganistán, formando un gran imperio y es probable que estuviera preparándose para hacer frente a una dividida Babilonia, lo que por fin ocurre en el 539 a.e.c. (Meyers & Burt, 2011, pág. 218) y al parecer con mucha facilidad, es probable que los babilonios admitieran a los conquistadores sin mucha lucha en función de la propia división interna del reino.

1 Mohamed es la pronunciación más adecuada de acuerdo a la lengua árabe, pero en occidente se le conoce más como Mahoma, el término rasulpor su parte significa enviado, los árabes distinguen a los profetas de los enviados, dando el carácter de enviados a solo tres personajes: Moisés, Jesús y Mohamed. Nota del autor.