QUINTO SEMINARIO DE DESARROLLO LOCAL Y MIGRACIÓN

QUINTO SEMINARIO DE DESARROLLO LOCAL Y MIGRACIÓN

Eduardo Meza Ramos (CV), Lourdes C. Pacheco Ladrón de Guevara, Ricardo Becerra Pérez, Francisco J. Robles Zepeda y Karla S. Barrón Arreola. Coordinadores
Universidad Autónoma de Nayarit

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Remesas colectivas de los clubes oriundos del estado de Nayarit y su impacto en los municipios de origen

Introducción
La emigración de mexicanos hacia Estados Unidos de Norteamérica (EEUU) ha sido un proceso continuo desde  finales del siglo XIX, se intensificó durante todo el siglo XX y se mantuvo ascendente hasta el año 2008 del siglo XXI. Los patrones migratorios al igual que los efectos de este proceso se han transformado gradualmente. Uno de los cambios más trascendentes es sin duda el registro sistematizado de los envíos de dinero en efectivo y a través de los mecanismos financieros binacionales que se han conceptualizado para su análisis como remesas. La práctica de enviar dinero a México desde EEUU se había mantenido al nivel de migrante-familia por muchas décadas; sin embargo, a partir de la década de 1980, los migrantes comenzaron a aportar recursos económicos para mejorar la imagen de las iglesias, escuelas, plazas y panteones de sus pueblos de origen.
Fue así que gradual y espacialmente se fue constituyendo una nueva forma de colectividad transnacional para obtener recursos económicos en EEUU para invertirlos en infraestructura social en los pueblos de origen de los migrantes organizados en clubes de oriundos.  Primero fueron los migrantes solos quienes cubrían los costos de las obras, a lo que se podría denominar remesas colectivas de los migrantes. Posteriormente, el estado de Zacatecas se integró al programa al aportar la misma cantidad que enviaran los migrantes por lo que se denominó el programa 1x1. Con el éxito obtenido con el estado, los municipios también se integraron con sus aportaciones por lo que se multiplicaba por dos cualquier cantidad que aportaban los migrantes y se denominaba 2x1. En el año 2002, el gobierno federal estableció algunas reglas de operación para que el programa se elevara como 3x1 incluyendo a todos los estados de la República Mexicana y de esta forma cualquier aportación de los migrantes se multiplicaba por 4 ya que participan actualmente los 3 niveles de gobierno junto a los migrantes. El programa debería llamarse 1+3 ya que cada parte aporta un 25% del costo de las obras.
El escrito se divide en 3 partes. En la primera se expone una breve revisión teórica sobre los alcances y limitaciones del modelo de desarrollo local basado en remesas colectivas, y se relata la experiencia del P.3x1 en México. En la segunda parte se describen los principales indicadores de desempeño del programa respecto a: crecimiento real, distribución del gasto, inversión per cápita, complejidad e intensidad de la participación de los clubes de oriundos. Finalmente, en la tercera parte se presentan algunas conclusiones sobre el impacto de las remesas colectivas en los municipios Nayaritas.
La presente ponencia se basó en un análisis de escritorio, en particular se trabajó con información proporcionada por la Secretaría de Desarrollo Social sobre el ejercicio del P.3x1 en Nayarit de 2005 a 2012. Dicho análisis, se apoya en los datos de Gómez (2012) sobre el empoderamiento de los clubes de oriundos nayaritas en Los Angeles, California.  

Remesas Colectivas
Las remesas colectivas son aquellos recursos económicos que reúnen y donan las organizaciones de migrantes para promover obras-acciones de diversa índole en sus comunidades de origen.1  En nuestro país, una estrategia de remesas colectivas se materializa a través del Programa 3x1 para Migrantes (P.3x1), el cual tiene como objetivo promover la participación de los clubes de oriundos y las autoridades locales en la realización de obras y acciones que contribuyan al mejoramiento de la imagen y/o fachadismos urbanos o que impacten  la calidad del nivel de vida de la población.  
Por ello, algunas investigaciones ponen énfasis en las formas de organización y los efectos que tienen los clubes migrantes en el desarrollo de sus localidades de origen (Hernández, 2006; Vega y González, 2009); otras, se centran en evaluar el diseño y la implementación del programa (Díaz, 2009; Ruíz-Ochoa, 2009); asimismo, llaman la atención otros estudios que destacan elementos clientelares en la operación del P.3x1 entre las organizaciones migrantes y las autoridades municipales (González y González, 2011).
Independientemente de sus enfoques, estas investigaciones destacan que los resultados positivos del P.3x1 consisten, por un lado, en multiplicar los esfuerzos de organización social de los migrantes, y por otro, en constituir una fuente de financiamiento para la construcción de obras y acciones de beneficio social. No obstante, el conjunto de investigaciones también coincide, por lo menos, en dos inconvenientes fundamentales: primero, los resultados del programa tienen un impacto más político y social que económico; y segundo, existe una débil representación y acción de las localidades beneficiadas (Canales, 2004; Hernández, 2006; González y González, 2005; García, 2006; Ruíz-Ochoa, 2009; Díaz, 2009).
Por lo anterior, el objetivo de este trabajo es valorar el desempeño que ha tenido en los últimos años el P.3x1 en Nayarit, a la luz de las conclusiones y recomendaciones que emitieron algunas investigaciones sobre esta estrategia de remesas colectivas en México. Para abordar este propósito partimos de la premisa que, las obras y acciones realizadas con el P.3x1 son resultado de los intercambios entre organizaciones migrantes y las autoridades municipales. Del lado de las organizaciones migrantes, lo anterior significa que su impacto en el desempeño del programa depende de factores asociados con sus formas y niveles de participación: ingresos, tiempos, gustos, costos, intereses, condiciones migratorias y percepciones de lo que consideran prioritario para sus comunidades de origen. Por su parte, el impacto de las autoridades locales en el desempeño del programa también depende de las capacidades financieras y técnicas que tienen los ayuntamientos para elaborar los proyectos de obra pública. Asimismo, es importante considerar que los gobiernos municipales promueven obras y acciones acordes a lo que consideran su “visión del desarrollo”.
Por tanto, se ha determinado valorar el desempeño del programa respecto a dos ejes: 1) el impacto de la inversión en términos de: crecimiento real (cantidades deflactadas con el IPC 2004), distribución del gasto 2005-2012 e inversión per cápita municipal; 2) el impacto que pudiera tener la participación de los clubes de oriundos para transferir mayores inversiones del programa a sus municipios de origen. Para cumplir con el segundo eje se utilizan los indicadores de impacto desarrollados por Cabrero y Zabaleta (2011).
Remesas colectivas: el caso del programa 3x1 para migrantes
Históricamente, se han manifestado tres posturas teóricas diferenciadas acerca del impacto que tienen las remesas en el desarrollo de países con altos niveles de intensidad migratoria, entre ellos México (Canales, 2004; Márquez, 2006). En la década de los ochenta se manifestó una postura calificada como pesimista, por considerar que las remesas tienen un impacto negativo en el crecimiento económico de las localidades receptoras. Posteriormente en los noventa, surgió una postura optimista que no solo revirtió el análisis teórico de la perspectiva anterior, sino que actualmente es estandarte del modelo de desarrollo local basado en remesas promovido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Esta última perspectiva destaca el potencial de las remesas como fuente de inversión productiva, principalmente en el ámbito rural, cuyos efectos multiplicadores se manifiestan no solo en la economía sino también en la reducción de la desigualdad social.2  
Recientemente una posición crítica, según Canales (2004), asume: a) que las remesas no podrán considerarse como fuente de desarrollo regional o local, mientras éstas no se orienten a la inversión productiva; b) difícilmente podrán destinarse a inversiones productivas, porque dada su naturaleza, las remesas constituyen un fondo salarial que las familias destinan para el consumo; c) si bien una parte de las remesas se invierte en actividades productivas, dicha inversión sirve para crear negocios pequeños cuyos beneficios permiten solventar el consumo de las familias de los migrantes, y no claramente, como beneficios generalizados en el ámbito local o regional; y d) no basta con orientar el gasto en inversión productiva si ésta última no viene acompañada de estrategias para el fomento de la cultura empresarial.     
En este contexto, se busca un cambio en la concepción del desarrollo basado en la disponibilidad de remesas al desarrollo local basado en el migrante colectivo, como una estrategia “en la que se contemple el uso de la fuerza de trabajo como un mecanismo para invertir las capacidades productivas en los procesos de acumulación local, para no sólo desactivar la fábrica de migrantes y contener el oneroso proceso de despoblamiento sino para impulsar efectivamente alternativas de desarrollo en esos ámbitos geográficos” (Márquez, 2006: 328).
En ese sentido, las remesas colectivas son “aquellas remesas que reúnen las organizaciones de migrantes y envían a sus comunidades de origen para realizar diversas obras sociales de infraestructura o beneficencia colectiva que se convierten en complemento o sustituto de las inversiones públicas” (Guevara, 2008:15). Desde sus orígenes, el P.3x1 tiene como objetivo promover la participación de las organizaciones migrantes en la realización de obras y acciones que permitan mejorar las necesidades de infraestructura social, comunitaria y productiva de sus comunidades de origen. En la práctica, cumplir los objetivos del programa demanda un esfuerzo de coordinación institucional entre órganos de gobierno, porque además de la aportación económica que cada uno realiza, se requiere capacidad técnica para elaborar/evaluar los proyectos en los municipios y en los Comités de Validación y Atención Migrantes (COVAM).
Como consecuencia, el diseño del programa permite al migrante colectivo tomar parte en las decisiones del gobierno local, y también, otorga un papel fundamental al ayuntamiento por ser el órgano de gobierno más cercano a los problemas que enfrentan sus comunidades de origen. De esa manera, el programa brinda a los migrantes y a las autoridades locales la posibilidad de proponer obras-acciones para el mejoramiento de sus localidades, siendo los gobiernos municipales quienes apoyan en la elaboración técnica de los proyectos, para posteriormente enviarlos a la delegación local de Sedesol y a los COVAM donde se evalúa la posibilidad de apoyo.  
En los últimos años, Zacatecas, Michoacán y Jalisco son las entidades federativas que mayores inversiones del programa han logrado capitalizar, esto gracias a que, las organizaciones migrantes de estos estados han consolidado altos niveles de participación política y social. Pero esto no se observa en todos los estados con alta presencia de población migrante en Estados Unidos, como señala Díaz (2009) en el caso de Guerrero, aunque es una entidad con altos índices de intensidad migratoria sus organizaciones migrantes no han logrado consolidar niveles de participación o capital social más amplios. A pesar de lo anterior, se estima que la inversión del programa en México tiende a disminuir en términos reales (Ruíz-Ochoa, 2009).

El desempeño del Programa 3x1 para Migrantes en Nayarit

Crecimiento real
En el Estado de Nayarit, la inversión ejercida con recursos del P.3x1 tiene un incremento real de 16.83 por ciento desde 2005: pasando de 24 millones en 2005 a 29 millones en 2012. En el siguiente cuadro podemos apreciar que la inversión real del programa en esta entidad federativa presenta dos periodos ambivalentes, primero un incremento real mayor a 60 por ciento de 2005 a 2010 y segundo, una disminución real mayor a 60 por ciento en los últimos dos años.
Distribución del Gasto
Existe una prioridad del gasto hacia obras de infraestructura urbana y posteriormente se observa una apuesta por obras de desarrollo comunitario y social (Gráfica 1). Empero, la siguiente gráfica también muestra el bajo porcentaje de inversión destinada a promover actividades productivas, que representa sólo el 2% de la inversión realizada con el programa de 2005 a la fecha. Ello indica que el P.3x1 en Nayarit está lejos de consolidar procesos de desarrollo local, y por tanto, lejos de provocar un impacto en la reducción del flujo migratorio hacia estados unidos.

Inversión Per Cápita del P.3x1
Este indicador permite evaluar con mayor precisión, el carácter distributivo del programa en los municipios a partir de la cantidad de recursos que reciben por habitante. De no hacerlo así, corremos el riesgo de valorar erróneamente la inversión del programa en los municipios, como si éstos fueran todos homogéneos en cuanto a su tamaño de población, capacidades administrativas y financieras. En realidad los que conocemos Nayarit sabemos que, no es lo mismo invertir 31 millones de pesos del programa en Tepic que invertirlos en como Tecuala, Huajicori o La Yesca.
En la siguiente gráfica podemos observar la distribución de los municipios nayaritas, ordenados de mayor a menor según la inversión per cápita que realizan con el P.3x1. Asimismo, podemos destacar que los municipios con mayores índices de intensidad migratoria (CONAPO, 2010), no necesariamente son aquellos municipios que captan mayores recursos del programa. Como se analizará más adelante, ser un municipio con alta presencia de población migrante en Estados Unidos resulta poco significativo para capitalizar mayores recursos del programa, si no hay organización del migrante transnacional y si tampoco existe organización por parte de la autoridad local.
Los clubes de oriundos del Estado de Nayarit y su impacto en los municipios de origen
Para iniciar, es importante aceptar dos limitantes del análisis. En primer lugar, ignora particularidades del programa, por ejemplo, muchas de las obras consideradas como inversión comunitaria o recreativa, se sabe que son canalizadas con fines religiosos y que no son congruentes con los objetivos del programa.
En segundo lugar, ignora particularidades de las organizaciones migrantes: tipos de participación (social, comunitaria, política, etc.,) y formas de participación (asisten a reuniones, son líderes, aportan dinero, qué tan frecuente promueven obras o qué tanto esas obras son resultado de negociaciones entre presidentes municipales y líderes). A pesar de ello, se siguió la propuesta de indicadores desarrollada por Cabrero y Zabaleta (2011) para analizar el impacto de las organizaciones migrantes y gobiernos municipales en el desempeño del P.3x1.
Cuadro 2. Indicadores básicos para analizar el desempeño del programa


Nombre

Descripción

Método de Cálculo o Análisis

Complejidad de la Participación

Se utilizará para valorar si mayor número de clubes migrantes, mayor es la inversión per cápita promedio que transfieren a sus municipios de origen.

Se clasificaron en grupos, aquellos municipios que tienen de 1, 2, 3 y 4 clubes de oriundos en Estados Unidos.

Intensidad de la Participación

Se utilizará para valorar si los clubes con relaciones de confianza más duraderas logran transferir mayor inversión per cápita hacia sus municipios de origen.

Se asignó valor de 1 a los municipios que tienen por lo menos un club de migrantes con antigüedad incluso anterior a la creación del P.3x1 y 0 en caso contrario.

Fuente: indicadores tomados de Cabrero y Zabaleta (2011)


Cuadro 3. Grupos de municipios según su indicador de participación

Complejidad de la Participación

 

 

Intensidad de la Participación

Núm. Clubes

Municipios

 

 

Antigüedad

Municipios

1

Acaponeta, Bahía de Banderas, Huajicori, Jala, Rosamorada, Ruíz, San Blas, Tecuala, Tuxpan y Xalisco

 

 

Si

Acaponeta, Amatlán de Cañas, Compostela, Ixtlán, Ruíz, San Pedro Lagunillas, Santiago Ixcuintla, Tecuala, Tuxpan, La Yesca

2

 

Ahuacatlán, Amatlán de Cañas, Ixtlán, Santa María del Oro y Tepic

 

 

3

 

Compostela, San Pedro Lagunillas

 

 

No

San Blas, Ahuacatlán, Bahía d Banderas, Huajicori, Jala, Rosamorada, Santa María del Oro, Tepic y Xalisco.

4

 

Santiago Ixcuintla, La Yesca

 

 

 

Fuente: elaboración propia.

Complejidad e Intensidad de la Participación
Como se señaló en la introducción de este escrito, el objetivo del P.3x1 es multiplicar los esfuerzos de organización social de los migrantes. De acuerdo con Hernández (2006), cuando mayores son las relaciones de confianza, diversificadas las formas de participación y de reconocimiento social, mayor es la capacidad de los clubes de migrantes para incrementar el beneficio económico de sus acciones, y por tanto, mayor el impacto en sus comunidades de origen.
Para los propósitos de nuestro análisis lo anterior significa que, cuando más compleja (diversificadas las formas de participación) e intensa (relaciones de confianza duraderas) es la participación de los clubes de oriundos nayaritas, mayores son los beneficios transferidos a sus municipios de origen a través del P.3x1. Dado que no contamos con información detallada sobre las formas de participación de los clubes nayaritas, por complejidad entendemos el número de clubes que tiene un municipio nayarita en Estados Unidos. Asimismo, por intensidad entendemos los clubes que tienen mayor antigüedad y que apoyaban a sus municipios de origen incluso antes del P.3x1.
Puede observarse con cierta claridad cómo, conforme los municipios tienen más clubes de oriundos en Estados Unidos capitalizan mayores inversiones del programa (Gráfica 3). Resulta además interesante que solo cuatro municipios nayaritas tienen entre 3 y 4 clubes: San Pedro Lagunillas y Compostela tienen 3, Santiago Ixcuintla y La Yesca tienen 4. Conjuntamente, se sabe que los clubes migrantes de estos municipios realizan actividades de manera constante para promover obras en sus localidades de origen.
Esto último es particularmente consistente con la Gráfica 4, la cual muestra cómo los clubes con mayor antigüedad acumulan una gran proporción de los recursos del programa. De los 19 municipios que ejercieron recursos de 2005 a 2012, diez tienen por lo menos un club de migrantes que operaba antes de la creación del programa en 2003 (75.52 por ciento de la inversión). En particular, destacamos a los municipios de La Yesca y San Pedro Lagunillas porque en conjunto suman el 40.45 por ciento de la inversión per cápita transferida a los municipios nayaritas.
Con todas las restricciones y limitaciones de nuestro análisis, tal parece que cuando los clubes de migrantes son más organizados y participativos, mayores son los beneficios transferidos a sus municipios. Si esto no ocurre así, suponemos que los clubes de migrantes consolidan un mayor poder de negociación frente a las autoridades locales, lo que les permite ceder e intercambiar unas obras por otras. Así, se sabe que muchos clubes apoyan a sus gobernantes locales en la construcción de caminos, pavimentos y empedrados a cambio de que, por ejemplo, se rehabiliten iglesias o centros comunitarios.
Asimismo, cuando hay varios clubes que pertenecen o se identifican con un municipio, mayores son las probabilidades de ese municipio para atraer inversión del programa. En términos generales, el P.3x1 parece alcanzar su objetivo de multiplicar los esfuerzos migrantes para generar obras de beneficio social, empero, está lejos de consolidar procesos de desarrollo en el ámbito local.  

Conclusiones
El P.3x1 forma parte de la política social que impulsó el gobierno federal desde la transición política del año 2000 en nuestro país. Se basó en un supuesto fundamental: asumió que existe mayor propensión migratoria en aquellas localidades donde son menores los niveles de ingreso, educación e infraestructura básica. No obstante, se ha observado que la intensidad migratoria en nuestro país frecuentemente no está asociada a la marginación, y cómo vimos en este documento, tampoco existe una relación positiva entre alta migración y alta inversión del programa en los municipios. 
Por otro lado, el diseño del programa bajo otro supuesto, tal vez implícito, otorga un papel fundamental a los gobiernos municipales como iniciadores del desarrollo local (basado en remesas), por ser el órgano de gobierno más cercano a los problemas que enfrentan los ciudadanos. El dilema es que los municipios enfrentan problemas de diversa índole, muchos de los cuales carecen de capacidades para impulsar tales políticas de desarrollo. Así, es posible que ayuntamientos con mayores capacidades financieras y operativas puedan sortear con las reglas del programa para atraer mayor inversión a sus municipios, aunque sus clubes no estén tan consolidados como otros.
Ahora bien, el programa es también una fuente de financiamiento municipal para la construcción de obras y acciones de beneficio social. Según González y González (2005) “en algunos casos la propuesta de obra proviene de intereses de los migrantes, en otras de las necesidades expresas de la comunidad expuestas a los miembros del club, y en no pocas ocasiones es resultado de negociaciones abiertas entre la presidencia municipal y el club de migrante” (González y González, 2005: 94). Además, se ha concluido que las acciones realizadas con el programa producen un efecto más político y social que económico (Canales, 2004; Hernández, 2006; González y González, 2005; García, 2006; Ruíz-Ochoa, 2009).
Dado que las acciones realizadas con el programa son resultado de los intercambios entre organizaciones migrantes y gobernantes municipales, es probable que en algunos casos dichas acciones sean reflejo de la visión de desarrollo de los migrantes y en otros casos prevalezca la visión de los alcaldes. Por la razón social de los clubes migrantes es posible que éstos prefieran las obras con impacto más comunitario y social que político (construcción y rehabilitación de plazas públicas, centros comunitarios, iglesias, casas de la tercera edad, etcétera). Por su parte, los gobernantes municipales prefieren construir obras de mejoramiento urbano porque éstas son más “visibles” y les retribuyen mayores dividendos políticos (pavimentación, puentes vehiculares, pasos peatonales, adoquinamiento, empedrados, etcétera). Como consecuencia de lo anterior, el gasto del programa es más concentrado en obras de mejoramiento urbano, desarrollo comunitario y social, tal como sugiere nuestro análisis sobre el ejercicio del P.3x1 en Nayarit durante el periodo 2005-2012.
Finalmente, nuestro trabajo deja algunos pendientes sobre las remesas colectivas de los clubes de oriundos nayaritas y su impacto en los municipios de origen. En el corto plazo, es importante construir indicadores que permitan valorar si aquellos clubes de migrantes más consolidados, logran  un poder de negociación mayor ante las autoridades municipales. Más allá de eso, es necesario ampliar nuestro conocimiento sobre cómo operan las organizaciones de migrantes, sobre todo si queremos dirigir sus causas hacia las metas del desarrollo local. De momento, el modelo de desarrollo local basado en remesas colectivas, materializado a través del P.3x1 parece haber ganado en el terreno ideológico, pero no necesariamente ha triunfado en el campo de los resultados.    


Bibliografía

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1 Principalmente obras y acciones de infraestructura básica, desarrollo comunitario y actividades comerciales.

2 De acuerdo con Márquez (2006), dentro de la postura pesimista de “remesas improductivas” se identifican autores como Reichert (1981), Struart y Kearney (1981), Mines (1981) y Wiest (1984); por su parte la postura optimista de “remesas productivas” está ampliamente identificada con autores como Durand (1994), Jones (1995), Durand, Massey y Parrado (1996) y Massey y Parrado (1998).