NUEVO PARADIGMA DE LA DROGA EN CABO VERDE

Jorge da Costa Sousa Fernandes Semedo

  ¿Método Sociológico Comportamental del Hombre?

La vida social es enteramente realizada por representaciones y procesos como ya referimos, en que no es posible eliminar el elemento mental de la Sociología a partir de la cual se van restaurando los procesos de discusión en que pueden juzgarse, emitir opiniones, establecer principios, referirse a experiencias y también construir sistemas.
Es evidente que las fórmulas en el futuro deben ser modificadas. De hecho, lo son, por una práctica profesional forzosa que supone la dinámica de transformaciones influenciadas por la propia experiencia de la realidad social correspondiente y el avance científico en las diferentes ramas de esta, que no tiene por que hacerse coincidir en sus resultados o estancamientos.
En cuestiones de métodos, nada se puede hacer que no sea provisional, lo que no impide que en los últimos anos, la causa de la sociología objetiva, especifica y metódica, haya ganado terreno sin interrupción, dado que abarca todo el dominio de la ciencia augurando en lo que puede convertirse en el futuro inmediato.
Todos los hechos sociales deben ser tratados como cosas, proposición esta, que desde la base misma y a pesar de las controversias que haya podido suscitar es viable, para analizar las cuestiones del mundo social exterior,  dada la singularidad manifiesta, pues, los hechos sociales no son solamente materiales.
Puede cuestionarse que todo objeto del conocimiento que no es naturalmente penetrable o impenetrable por la inteligencia, mientras no podamos adquirir una noción adecuada por un simple proceso de análisis mental, requiere mayores estudios. Todo lo que el espíritu consigue comprender en la condición de salir de si propio por vía de observaciones y experimentaciones pasando además, progresivamente de las características mas exteriores y accesibles a las menos visibles y mas profundas, va comprendiendo un orden de cosas.
Su clasificación en una categoría real por ejemplo, también requiere de un análisis mental, además de las clasificaciones que puedan irse estableciendo para adecuar un mejor acercamiento al fenómeno que se trate de abordar, partiendo siempre del principio que se ignora por completo lo que son en realidad, hasta sus propiedades y características, además de sus causas desconocidas de las cuales  dependen, no lleguen a ser descubiertas por la introspección necesaria de su movilidad social.
Puede decirse que, todo el objeto de la ciencia que trata del hombre y sobre todo en sociología, es una cosa, desde el más simple a los más complejos. Todavía, los hechos propiamente dichos, son necesarios para nosotros en el momento que emprendemos su estudio, desconociendo cosas ignoradas, ya que las representaciones que de ellos adquirimos en la vida diaria, han sido realizadas con crítica en ocasiones, otras con métodos, y de otra manera sin este también.
Hasta los mismos hechos de la psicología individual presentan esta característica y deben ser considerados bajo este aspecto, aunque  no hayan sido definidos con conciencia de revelar su naturaleza interna o su génesis, mantenida hasta cierto punto en el plano de las sensaciones como primer contacto, dígase además, impresiones confusas, pasajeras, subjetivas, y hasta sin conceptos explicativos o nociones poco claras y distintas, razón que llevó a la fundación de la psicología objetiva ,cuya regla fundamental es estudiar los hechos mentales del exterior, también como cosas.

Así, la consciencia no puede ser mas competente para conocer estos que su vida propia relacionada, aún y cuando pudiera objetarse son obra nuestra, tenemos que tomar consciencia de nosotros mismos para saber como los hemos formado.
La mayor parte de las instituciones sociales han sido legadas por las generaciones anteriores, y por consiguiente, nos interrogamos como podemos descubrir las causas que estas nos legaron o que dieron inicio a sus investigaciones con una óptica similar o diferente en dependencia del grado alcanzado del fenómeno social a estudiar y su determinación influenciado  en el método mas próximo o preciso para ello.
Además de eso, cuando colaboramos en su génesis afirmando lo ya constatado por estas, en que radica la dificultad de la que nos percatamos en cuanto a la inexactitud, las verdaderas razones que nos determinarán a accionar sobre su naturaleza y que inciden en nuestro comportamiento privado cuando juzgamos móviles egoístas, irreflexivos, desinteresados u otros preconceptos de carácter facultativo para discernir con mayor claridad las causas, cuanto mas complejas y procedentes de la colectividad y puede hasta escapársenos otras consecuencias.
Lo que se reclama es un sociólogo despojado de conceptos metafísicos, que ponga el espíritu dirigido hacia un espacio inexplorado, que penetre lo desconocido, en presencia de hechos cuyas leyes son tan desconocidas como las de la vida misma, preparado para descubrir cosas que lo sorprenderán o lo desconcertaran.
La sociología está aún lejos de llegar a esa maduración intelectual por si sola, mucho menos a un dominio científico de todo el universo social acontecido en cualquier sociedad, si es que llegamos a enfocar dicho contexto de una forma más especifica al nivel del país, para entender  o estructurar mejor las formas investigativas trazadas, a partir por supuesto, de un contexto también unificado por circunstancias culturales o de otra naturaleza, de acuerdo su composición.
En cuanto el científico tiene bajo su responsabilidad el sentimiento vivo de resistencia que toda ciencia le opone para triunfar, parece en verdad que el sociólogo se mueve en el medio de las cosas inmediatamente transparentes al espíritu y la facilidad con que debe resolver las cuestiones más oscuras.1
En el estado actual de la ciencia, no sabemos verdaderamente cuales son las principales instituciones sociales, como el Estado y la Familia, el Derecho de Propiedad y el Contrato, la Pena y la Responsabilidad Social de estas, a partir del Estado mismo como sujeto incitador de su estudio para conocer de cuales causas dependen, las funciones que desempeñan en momentos históricos determinados y las leyes de su evolución socializada.
Razones suficientes para considerarnos obligados a dogmatizar sobre problemas al mismo tiempo, como enjuiciar el poder que se tiene sobre las mismas, al desconocer sus esencias y solo tratar de revertir el problema pensando que con medidas provenientes del mismo Estado pudieran convertirse en prácticas colectivas lo que muchas veces continúa oculto y con poca claridad.
La idea de prácticas colectivas reconocidas, además de que no siempre son así estimadas por la mayoría, sea por desconocimiento o falta de estudios suficientes,  es conveniente sea estudiada desde el exterior, pues lo que importa saber no es la manera como el  pensador individual imagina cada institución, mas si la concepción que de ella tiene el grupo, lo que puede tener un efecto social mas eficaz, visto que no se encuentra solamente en este, sino también, es preciso encontrar algunas señales exteriores del colectivo para poder tornarla sensible a su reconocimiento, incluso por el Estado mismo que no siempre coincide con propuestas originadas en estas, y tampoco aprecia el papel de futuro que el método debe recorrer previo a esa coacción normativa que supera muchas veces las expectativas a ese reconocimiento colectivo, al imponerse sin mecanismos estructurales apropiados, como las leyes emergentes por ejemplo, que tratan de modificar el fenómeno mismo o lo abarcan desde aplicaciones coactivas poco convencionales y  provocan su intensificación como problema social, al revés de su erradicación al menos atenuada.
Otra cuestión es presentar los fenómenos sociales como exteriores a los individuos. Hoy en día, es importante considerar los hechos de la vida individual y los de la  vida colectiva como heterogéneos, coincidencia muy generalizada, al menos, unánime en lo que respecta a establecer ese punto de análisis. La sociedad no es compuesta sino por individuos, y la vida social no puede ser de otro modo.
Siempre que cualquiera de los elementos que se hallan en la sociedad se combinen, provocan fenómenos nuevos, y es preciso concebirlos desde su propia formación metodológica, ya que las repeticiones no son prueba suficiente de que es efectiva, aunque revista las mismas propiedades hasta el momento histórico en que se decidió abordar de otra manera. Como por ejemplo, el enfoque más amplio del fenómeno del delito no debe ser concebido solo desde una visión de la sociología u del Derecho, sino de ambas.

Es necesario admitir que los hechos específicos residen en cualquier sociedad que los produce, son por lo tanto, exteriores, del mismo modo que los caracteres distintivos de la vida son exteriores a la propia sociedad en que habitan, en las personas que sean sus miembros. Los hechos psíquicos no difieren apenas de los sociológicos,  aunque tengan diferentes sustratos y evolucionen en el mismo medio, dependen de las mismas condiciones sociales.
Puede ser que un estado de conciencia individual sea de naturaleza diferente de los estados de conciencia colectiva por ser representaciones de otro tipo diferente, mas no significa que pueda existir al margen de una misma sociedad en que han sido desarrollados o adquiridos, de la misma forma en que el grupo piensa que en sus relaciones con los objetos que los afectan pertenecen a una naturaleza diferente en que el individuo ya como tal adquirió por su cuenta, si se puede denominar así, o resultó afectado dependiendo de las mismas causas en que el grupo apareció.
Los mitos, leyendas populares, concepciones religiosas, creencias morales y otras manifestaciones sociales, expresan una realidad, y pueden agregarse o desagregarse en dependencia del contenido de las representaciones generales que hayan logrado establecer a ese nivel. De la misma manera en que se comportan sus relaciones mutuas como las sensaciones, imágenes o ideas en el individuo, sin que signifique excluir la contigüidad, sensaciones y semejanzas entre contrastes y antagonismos lógicos que aparecen en otras sociedades que puedan enfrentar fenómenos interpuestos por el criterio común sociedad/individuo.
Para hablar rigurosamente del estado actual de nuestros conocimientos y llevarlos a una concepción categórica en una ciencia determinada, llamese sociología o derecho, tenemos que procurar como se combinan las ideas tanto individuales como colectivas y las proposiciones muy generales o vagas en apariencia en el sentido de lograr la asociación de ideas, con objeto definido y designando la especie generalizadora variada e imprecisa de este , desde el punto de vista causal, que es en definitiva lo que va a investigarse, que puede además, compararse con otras investigaciones temáticas que traten el mismo fenómeno desde posiciones diferentes.
En tanto, la falta de una certeza probable de que existen semejanzas entre especies de leyes, aunque las diferencias sean menos marcadas, puede provocar efectos en sus modos de actuación entre ciencias. Es cierto, los psicólogos hablan de ideas de asociación, los sociólogos de socializar ideas y los juristas de argumentación jurídica, mas puede tenerse una concepción de un sentimiento de especificidad por alguna de estas ciencias, contrastando incluso, con ciertas leyes  de la mentalidad social habituada a alguna forma, más o menos ignorada por esa falta de compenetración para investigar tal especificidad convertida así por el método, y no precisamente porque el fenómeno se haya presentado seleccionando este predeterminadamente, es decir, el método  es escogido por el investigador no por el problema a investigar.
Los resultados pueden ser contradictorios por la mezcla de estos, aún y cuando sean separados, pero, no  puede considerarse que dejen de ser significativos para el pensamiento propositivo de las soluciones. Antes bien, todo pensamiento colectivo tanto en su forma como en su materia debe ser estudiado en si mismo con el sentimiento que tiene de especial y no dejar al futuro en cuales  medidas es semejante con el pensamiento de los particulares, cuestión que pertenece al estudio científico de los hechos sociales.
Trátase de delimitar el campo de pesquisa lo más bien posible, y no de otorgar una prioridad metódica para destacar lo significativo de su aplicación. Se dice, por ejemplo, que hecho social es todo lo que es producido dentro y por la sociedad o que afecta al grupo, como también decir lo que interesa  a la sociedad por afectar de cualquier modo el grupo. Pero, no se puede saber si la sociedad es o no la causa de un hecho, o si este tiene efectos sociales, hasta tanto la ciencia está  más avanzada.
Tales definiciones no pueden servir por tanto, para determinar el objeto de la investigación que comienza, aunque podemos utilizarla en el estudio de hechos sociales cuya extensión en el tiempo ya suficientemente notable han mostrado por consiguiente, medios previos para reconocer su necesaria atención académica. Pues, todo lo que es real tiene una naturaleza definida por la cual definimos los fenómenos sociales y las maneras colectivas y científicas de accionar o pensar conforme a una realidad exterior en cada momento histórico donde se va conformando la existencia propia de algún método que haga posible su mejor determinación. Un intento pudiera ser la sociología y el derecho.


1 Braga da Cruz. 2004. Pág. 304

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