BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

EL SISTEMA HACCP. BARRERAS Y ACCIONES PARA SU IMPLEMENTACIÓN DESDE UNA PERSPECTIVA CTS

Daniellys Villalobos Sánchez y otros




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Selección de los expertos para trabajos de evaluación, argumentación y/o validación.

Este es un paso importante que muchas veces no se le presta la debida atención. No se trata de seleccionar un experto por intuición o referencias de los integrantes del grupo de trabajo.

Es necesario definir qué se entiende en lo sucesivo por experto tanto a un individuo en sí como a un grupo de personas u organizaciones capaces de ofrecer valoraciones conclusivas de un problema y formular recomendaciones a partir de su competencia en el tema.

Sobre la cantidad de expertos que integran el grupo, la literatura especializada y la experiencia no aportan definiciones exactas.

Algunos autores recomiendan utilizar el modelo binomial para la selección de la cantidad de expertos mediante la expresión (1). Los valores de cada uno de los componentes de la expresión dependen de las expectativas que se plantee, desde el punto de vista estadístico, el grupo de investigación. Se utilizan con mayor frecuencia aquellos valores que responden a un porcentaje de errores (p) igual a 0.01, una precisión de la estimación (i) igual a 0.05 y el valor de α igual a 0.05 para un valor del percentil de la distribución normal estándar (Zα/2) de 1.96.

Otros textos y autores especializados coinciden en considerar como confiable y permisible cifra iguales o mayores de 7 expertos, preferentemente seleccionados en números impares (7, 9, 11, 13 …), para evitar votaciones divididas en cantidades iguales y poder adoptar decisiones a partir de la consideración de la mitad más uno de los votos emitidos por los expertos. Algunos estudiosos recomiendan incluso revisar la relación entre la cantidad de expertos y el error obtenido a partir del procesamiento de los criterios aportados por éstos. A continuación se muestra, en la figura 12, la relación que reporta el Dr. Tomás Crespo Borges de la Universidad Pedagógica “Félix Varela” de Santa Clara, Cuba.

De forma general, para la selección de los expertos debe considerarse su nivel de competencia, su creatividad, la disposición a participar en la encuesta, su capacidad de análisis y de pensamiento holístico y su espíritu colectivista y autocrítico evitando considerar a una persona como experto por el grado científico, el título académico o el cargo que ocupa.

El equipo de investigación puede entonces, teniendo en cuenta los criterios discutidos con anterioridad, identificar una serie de especialistas para:

• identificar la prioridad en el tratamiento de las barreras descritas durante el diagnóstico.

• someter a juicio el plan de acciones que se propone presentar.

Como se dijo arriba, los especialistas identificados deben responder a los criterios de selección descritos con anterioridad e incluir todos los que, a juicio del equipo de investigación, sean necesarios. Por ejemplo, en el caso estudiado, pueden incluirse los siguientes criterios de selección:

• conocimiento demostrado del proceso que se analiza,

• poseer años de experiencia en la actividad,

• conocer, desde el punto de vista práctico o teórico las particularidades del sistema HACCP,

• estar familiarizados con los instrumentos utilizados en el diagnóstico.

Para determinar el nivel de competencia de cada uno de ellos, y poder seleccionar aquellos que el equipo de trabajo incluirá como miembros en lo sucesivo y le dará el tratamiento de expertos en la formulación y/o validación de propuestas, se les pide al grupo de especialistas seleccionados que completen el cuestionario clásico de autovaloración sobre los conocimientos que posee del tema. Para ello cada uno selecciona, en una escala como la mostrada en la tabla 5, el nivel que le corresponde individualmente teniendo en cuenta que el valor cero se identifica con la ausencia de conocimiento y el valor 10 con el máximo conocimiento e información sobre el tema.

En ese mismo instrumento se le pide al especialista que valore el grado de influencia que han tenido cada una de las fuentes de argumentación que se le presentan y el papel que ha desempeñado cada una en la adquisición de los conocimientos y los criterios que posee sobre el tema mencionado (tabla 6).

Pueden ser incluidas tantas fuentes como se considere por el equipo de trabajo. Para ello debe tenerse en cuenta que a cada uno de los niveles en cada una de las fuentes de argumentación se le asigna una puntuación (valor) de manera que la suma vertical por cada nivel no supere para el nivel alto la unidad, para el nivel medio 0.8 y para el nivel bajo 0.5 puntos. En el ejemplo mostrado en la tabla 7 se evidencia que los valores asignados a los niveles por fuentes de argumentación le confieren la mayor relevancia a aquellas relacionadas con la experiencia profesional – laboral de cada encuestado. En la tabla 8 se muestra otro ejemplo de valores asignados en porcentajes.

Este instrumento se aplica, en el caso de estudio (establecimiento X) a un total de 18 especialistas procedentes del propio establecimiento y de otras instituciones.

La emisión de juicios sobre de la competencia de los especialistas participantes en el proceso de selección de los expertos se sustenta en la definición del coeficiente de competencia (K) que se determina mediante la expresión (2):

KC – coeficiente de conocimiento determinado a partir de la expresión (3) y la tabla 5.

KA – coeficiente de argumentación determinado por la expresión (4) y la tabla 6.

Estos coeficientes, KC y KA, se determinan a partir de la autovaloraración del propio especialista donde:

AC – Valor numérico correspondiente a la autoevaluación del conocimiento tomado de la tabla 5.

Ci – Valor correspondiente al nivel (alto, medio, bajo) seleccionado por el especialista para cada i fuente de argumentación de las tablas 6, 7 u 8.

Con estos valores se determina el valor del coeficiente de competencia de cada especialista. El código para la interpretación del coeficiente de competencia según varios autores establece que:

Si entonces el coeficiente de competencia es alto

Si entonces el coeficiente de competencia es medio

Si entonces el coeficiente de competencia es bajo

La literatura recomienda utilizar expertos que obtienen, a partir de la autovaloración de su propia competencia, niveles medio o alto.

Continuando con el caso estudiado en el establecimiento X, se seleccionan 18 especialistas a los que se le aplican los instrumentos propuestos arriba, y del análisis posterior se obtiene que 8 tienen un coeficiente de competencia alto (resaltados en rojo en la tabla 9), lo que representa un 44,4 % y 10 tienen un coeficiente medio, lo que representa un 55,5 % (tabla 9).

El grupo de investigación puede entonces decidir entre los 8 especialistas que logran el mayor coeficiente de competencia o incorporar también a los 10 restantes con niveles medio de competencia.

Se invitó a los expertos a que identificaran la prioridad para el tratamiento de las barreras y limitaciones que afectan la implementación del Sistema HACCP. El resultado de la aplicación de la técnica UTI se muestra en la tabla 10.


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