BIBLIOTECA VIRTUAL de Derecho, Economía y Ciencias Sociales

EVALUACIÓN DEL PROYECTO MONTEMEDITERRÁNEO

José M. Ramos Sánchez


 

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VIII.3. OPINIÓN DE EXPERTOS SOBRE EL PROYECTO

VIII.3.1. RESULTADOS DEL ANÁLISI DELPHI Y DISCUSIÓN

Primera ronda

El tratamiento estadístico de los 41 ítems de la primera ronda resultó sencillo. Los resultados obtenidos se exponen en ilustraciones en el anexo. Estos resumen, para cada una de las preguntas del cuestionario, los ítems discutidos, así como los valores de las variables estadísticas utilizadas para dicho análisis, mostrando el grado de consenso alcanzado en cada caso. En la primera ronda los resultados de los valores medios fueron los siguientes:

En el anexo (págs. 559 y 560) se muestran los principales estadísticos obtenidos a partir del tratamiento de las variables mediante el programa G - Stat student:

Las primeras 11 preguntas del cuestionario (41 ítems) tenían como objetivo identificar la opinión sobre las oportunidades, déficits, necesidades y carencias para la consecución de la marca “Turismo monte andaluz”. Los valores medios son los siguientes:

Los expertos se muestran casi totalmente (4,0) de acuerdo en que existen oportunidades para emprender dentro de la marca “Turismo monte andaluz”, como marca relacionada con los parques naturales de Andalucía. Ya que se da un aumento considerable de las oportunidades de emprender en los últimos años en los parques naturales de Andalucía, coinciden en que es necesaria una investigación de mercado “ex -ante” y que el empresario turístico se comprometa a desarrollar un plan de actuaciones en materia ambiental. Consideran que es una forma de conservar el Medio ambiente, el bosque, la dehesa y sus actividades tradicionales. En todos estos casos el consenso es bueno, ya que el recorrido intercuartílico no rebasa el 1,0.

La opinión sobre si el proyecto es cosmético, con mucha retórica y poca aplicación práctica es sorprendente. No consideran que lo sea de forma clara (3,0), ni alcanzan consenso entre ellos ya que el recorrido intercuartílico se sitúa en el 2,0.

El que la empresa turística esté certificada con alguno de los sistemas de gestión ambiental o de calidad de reconocimiento internacional o nacional sea útil tiene una buena posición general (4,0), pero presenta un evidente discenso entre los expertos. (2,0).

Que el alojamiento, restauración y actividades sean los factores de éxito de este proyecto no muestra un consenso evidente (1,0), quedando en una valoración de rango medio (3,0).

Si bien existe acuerdo general sobre la utilidad de que la empresa turística esté certificada con alguno de los sistemas de gestión ambiental o de calidad de reconocimiento internacional o nacional (4,0) no existe consenso entren todos los expertos (2,0).

Que el proyecto se enfoca en la oferta y no a la demanda no alcanza ni consenso (1,0), ni una valoración sino medio entre los expertos (3,0).Tampoco existe consenso (2,0) en que la pertenencia en este proyecto sea un instrumento valido de desarrollo empresarial y territorial, no validándose por un amplio acuerdo.(3,0).

Si bien los expertos consideran que existen riesgos de falta de continuidad del proyecto (4,0) no existe consenso suficiente entre los panelistas. (2,0).

En el segundo grupo (7 preguntas) se trataba de recabar sus opiniones sobre la percepción acerca de las empresas y empresarios que se integrarían en este proyecto, sobre la base de sus capacidades emprendedoras y el aprovechamiento de sus oportunidades.

Este segundo grupo de preguntas son valoradas en su mayoría de forma muy positiva (5,0), salvo en las preguntas sobre la posibilidad de emprender en este proyecto aún en este contexto de crisis (2,0) y sobre si los emprendedores iniciarán el proyecto aunque no reciban ayudas públicas (2,0). Sin embargo el consenso fluctúa, siendo más amplio en las preguntas referidas a que las oportunidades por ser un proyecto apoyado por la Junta de Andalucía y otras administraciones públicas y a que la formación para capacitar en ser autosuficiente y emprendedor no sea necesario (0,0). Que el empresario turístico se debe comprometer a desarrollar un plan de actuaciones certificadas en materia ambiental obtiene el menor consenso. (3,0)

Las 8 preguntas siguientes tratan de conocer que características del producto deberían ofrecerse bajo el paraguas de este proyecto.

El grado de valoración es muy alto (5,0) entre los panelistas, considerando que debe existir información a disposición de los clientes donde se les marquen las pautas para un comportamiento respetuoso con el medio tanto en el interior del alojamiento como en la finca, manteniendo la arquitectura tradicional del entorno, el uso de materiales tradicionales y las características climáticas del entorno, de forma que se consiga la mayor eficiencia energética posible y ofertando recetas tradicionales y platos elaborados con productos ecológicos. Por lo general el grado de consenso es medio y alto en relación a la primera cuestión. El grado de consenso y valoración es alto (1,0) – (4,0), en cuanto a que las actividades a ofertar deben estar relacionadas con la propia actividad agroganadera de la finca y a que se trate de obtener una renta complementaria a la actividad principal de la finca.

Sin embargo, tratar de obtener beneficios directos por la explotación de los servicios turísticos y que la oferta debe estar enfocada a uno o varios segmentos de población determinado (3,0) no son ideas con valoración alta, lo cual es respaldado por un buen consenso (1,0).

El consenso es total (0,0) en que este tipo de actividades no se puede realizar señalizando recorridos para que los clientes realicen las actividades por su cuenta (2,0)

En las preguntas 27 a 33 se pregunta sobre la evaluación que hacen los expertos de la incidencia de las políticas gubernamentales en la configuración del proyecto.

Alcanza un valor alto (5,0) que las políticas de las diferentes Consejerías compiten sobre el mismo modelo de desarrollo y se encuentran descoordinados, pero el consenso de los expertos no es claro (2,0).

La valoración sobre que los programas gubernamentales que dan soporte a las empresas nuevas y nacientes sean efectivos y que el ordenamiento del sector turístico rural sea una prioridad en las acciones del gobierno regional es baja (2,0). El grado de consenso es muy claro, sobre todo en la segunda afirmación (0,0).

Coinciden en que el GDR es el que debe supervisar la correcta integración de cada finca en el proyecto y que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte debe hacer suyo y mantener la promoción de este “club de producto” (4,0), y el consenso es casi absoluto en esas afirmaciones (1,0).

Las preguntas 34 a 39 tratan de obtener opiniones sobre la demanda, la comercialización y el marketing.

Que colocar en el mercado un tipo de producto tan específico va a necesitar de una gran inversión en promoción (5,0 – 1,0) y que desde el punto de vista de la comercialización puede ser considerado como “club de productos” (5,0 – 0,0) son frases de amplia valoración y consenso.

Menos consenso (2,0) y valoración (3,0) se encuentra en afirmar que cada empresa turística debe acogerse a cuantas asociaciones y colectivos de empresarios en los que tenga cabida.

Obtienen amplia valoración (4,0) pero poco consenso (2,0) la valoración de que cada empresa turística es la principal responsable de la promoción y comercialización de sus productos y de que el producto debe seguir contando con el apoyo de las AA.PP. para la promoción, aunque esta última ofrezca más consenso (1,0).

Las últimas dos preguntas tratan sobre las oportunidades del proyecto dentro de la Estrategia de Turismo Sostenible.

El consenso y la valoración sobre si hay que integrar nuevos conceptos etnográficos y saber comunicar la singularidad del territorio es neutra (3,0), con poco discenso entre los expertos (1,0). Sin embargo, en la última el consenso es mucho menor, alcanzando el 0,0.

Los expertos incluyeron una serie de factores que, no habiendo aparecido en los cuadros anteriores, o habiendo aparecido deseaban resaltar, pudiendo influir en el desarrollo de la marca “MONTEmediterráneo”. Estos son:

Coyuntura económica, agudización de la crisis.

Cambios en las prioridades de los fondos estructurales.

Cambios en el perfil agroganadero de las y de los empresarios de las fincas.

Cambios en la titularidad de los gestores de las fincas.

Regulaciones medioambientales.

La actitud del conjunto de los agentes: ayuntamientos, otros propietarios no involucrados pero territorialmente cercanos.

Es conveniente crear una marca propia.

El peso de la actividad principal debe ser mayor que otras actividades.

El diseño del producto se deber hacer atendiendo a los segmentos de demanda.

La difusión en el territorio y los beneficios que han apartado a los establecimientos participantes como forma de promoción y desarrollo de la marca.

Los recortes en el gasto público, fruto del déficit público.

Voluntad social de implantarlo y desarrollarlo.

Iniciativa y actuaciones conjuntas público privadas.

Un club de producto solo puede salir adelante si existe cierta madurez empresarial y el destino está consolidado.

Definición explícita de la marca Monte mediterráneo. ¿Cuál es su atractivo y qué ofrece de nuevo frente a otros desarrollos de productos agroalimentarios y en el ámbito del turismo rural? En el dossier no queda nada claro las singularidades, sólo que estamos hablando de espacios adehesados y de las singularidades de su paisaje y producciones. Si se pretende vincular e integrar las diferentes actividades que se desarrollan en estos territorios, se hace necesario identificar o en su caso diseñar mecanismos para integrar en esos espacios las diferentes posibilidades y desarrollos de su potencial (creación, desarrollo y consolidación de redes, enraizadas en esos territorios).

Definición de estándares de calidad vinculados a la marca Monte mediterráneo para los productos vinculados a unas prácticas mínimas de gestión ambiental, que la diferencie de otras marcas.

Medidas de intervención (políticas o instrumentos) dirigidos al estímulo y al sistema, no al agente individual, a fin de evitar las situaciones de buscadores de renta y el desarrollo y consolidación a largo plazo del proyecto.

Segunda ronda

El tratamiento estadístico de los 13 ítems de la segunda ronda no resultó demasiado complejo. Los resultados obtenidos se exponen en el anexo. Estos resumen, para cada una de las preguntas del cuestionario, los ítems discutidos, así como los valores de las variables estadísticas utilizadas para dicho análisis, mostrando el grado de consenso alcanzado en cada caso. En la segunda ronda los resultados fueron los siguientes:

Ilustración X.3. Valores medios de la segunda ronda

Fuente: Elaboración propia

Las primeras preguntas del cuestionario (13 ítems) tenían como objetivo identificar la opinión sobre si el proyecto les parece cosmético, con mucha retórica y poca aplicación práctica. La falta de acuerdo entre los tres expertos es total. No alcanzan un consenso entre ellos ya que el recorrido intercuartílico llega al 3,0.

Se alcanza consenso (0,0) en que la pertenencia en este proyecto puede ser un instrumento valido de desarrollo empresarial y territorial, validándose por un amplio acuerdo (5,0).

Los expertos consideran de manera consensuada (1,0) que existen riesgos de falta de continuidad del proyecto (4,0). Todos ellos consideran (5,0) por un amplio consenso (1,0) que “TURISMO MONTE ANDALUZ “ no sólo es una marca turística, sino una forma de conservar el Medio ambiente, el bosque, la dehesa y sus actividades tradicionales.

En el segundo grupo (4 preguntas) se trataba de recabar sus opiniones sobre la percepción acerca de las empresas y empresarios que se integrarían en este proyecto, sobre la base de sus capacidades emprendedoras y el aprovechamiento de sus oportunidades.

En el caso de las preguntas sobre la posibilidad de emprender en este proyecto aún en este contexto de crisis (4,0) y que los emprendedores iniciarán el proyecto aunque no reciban ayudas públicas (3,0) es obvio que los expertos no muestran excesiva confianza, sobre todo en el caso de la segunda. Sin embargo el grado de consenso es muy evidente (1,0 – 0,0), y sobre todo en esta última.

Sin embargo el consenso fluctúa, y sigue siendo muy reducido para la afirmación de que existen posibilidades de éxito para el proyecto al ser de tipo innovador. Así la valoración conjunta es pobre (3,0) y el discenso continua siendo obvio (2,0)

Que el empresario turístico se debe comprometer a desarrollar un plan de actuaciones certificadas en materia ambiental sigue obteniendo poco consenso. (2,0). Sin embargo se reduce el discenso en un punto. Aunque el grado de valoración mejora hasta el punto más alto entre la opinión de los panelistas (5,0).

Las dos preguntas siguientes tratan de conocer que características del producto deberían ofrecerse bajo el paraguas de este proyecto. Estas alcanzan un gran consenso permitiendo que el conjunto de la segunda ronda alcance un nivel apropiado para señalar un grado de acuerdo que permita la finalización en el uso de esta técnica.

El grado de valoración es muy alto (5,0) entre los panelistas, considerando que debe existir información a disposición de los clientes donde se les marquen las pautas para un comportamiento respetuoso con el medio tanto en el interior del alojamiento como en la finca, de forma que se oferten recetas tradicionales y platos elaborados con productos ecológicos. El grado de consenso es alto (0,0) en ambas cuestiones.

En la pregunta 27 se pregunta sobre la evaluación que hacen los expertos de la incidencia de las políticas gubernamentales en la configuración del proyecto.

Alcanza un valor alto (5,0) la opinión de que las políticas de las diferentes Consejerías compiten sobre el mismo modelo de desarrollo y se encuentran descoordinadas, y el consenso de los expertos ya es mucho más claro (1,0).

La valoración sobre que los programas gubernamentales que dan soporte a las empresas nuevas y nacientes sean efectivos y que el ordenamiento del sector turístico rural sea una prioridad en las acciones del gobierno regional es baja (2,0). El grado de consenso es muy claro, sobre todo en la segunda afirmación (0,0).

Coinciden en que el GDR es el que debe supervisar la correcta integración de cada finca en el proyecto y que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte debe hacer suyo y mantener la promoción de este “club de producto” (4,0), y el consenso es casi absoluto en esas afirmaciones (1,0).

Las preguntas 36 y 37 se incluían dentro de aquellas que trataban de obtener opiniones sobre la demanda, comercialización y marketing.

Mayor consenso (1,0) y valoración (5,0) se encuentra en afirmar que cada empresa turística debe acogerse a cuantas asociaciones y colectivos de empresarios en los que tenga cabida.

Obtiene menor valoración (2,5) pero mayor consenso (1,0) la valoración de que cada empresa turística es la principal responsable de la promoción y comercialización de sus productos.

Si partimos de las aportaciones de los expertos encontramos que están casi totalmente de acuerdo en que existen oportunidades para emprender dentro de la marca “Turismo monte andaluz”, como marca relacionada con los parques naturales de Andalucía. Y ello por el considerable aumento de las oportunidades de emprender en los parques naturales de Andalucía, en caso de que el empresario turístico se comprometa a desarrollar un plan de actuaciones en materia ambiental. Consideran que la marca y el proyecto pueden ser un instrumento de conservación del Medio ambiente, el bosque, la dehesa y sus actividades tradicionales. Este proyecto puede ser un instrumento valido de desarrollo empresarial y territorial, aunándose bajo necesarios criterios de sostenibilidad.

Pero también presienten que existen riesgos de falta de continuidad del proyecto, y entre ellos que se enfoque demasiado en la oferta y no en la demanda, acentuando la falta de atracción existente en la actualidad por una oferta sobredimensionada o que sea un proyecto cosmético al uso para justificar actuaciones que deberían ser más urgentes o rotundas.

Los expertos opinan que es una buena baza contar con el apoyo de la Junta de Andalucía y otras administraciones públicas y consideran que la formación para capacitar en ser autosuficiente y emprendedor no es tan necesaria, por lo que coinciden con las actuaciones llevadas a cabo en el proyecto.

Pese a la creencia comúnmente extendida por los expertos en turismo rural no existe una valoración muy positiva sobre la necesidad de que la empresa turística esté certificada con alguno de los sistemas de gestión ambiental o de calidad de reconocimiento internacional o nacional ni que el alojamiento, restauración y actividades sean los factores de éxito de este proyecto.

Pero dentro de este apartado se valora muy positivamente que exista información a disposición de los clientes donde se les marquen las pautas para un comportamiento respetuoso con el medio tanto en el interior del alojamiento como en la finca, se mantenga la arquitectura tradicional del entorno, el uso de materiales tradicionales y las características climáticas del entorno, de forma que se consiga la mayor eficiencia energética posible y se oferten recetas tradicionales y platos elaborados con productos ecológicos.

Existe un palpable escepticismo sobre la opinión de que se pueda obtener beneficios directos por la explotación de los servicios turísticos incluidos en el proyecto y sobre lo comúnmente aceptado en la teoría que ofrece la economía del turismo de que la oferta debe estar enfocada a uno o varios segmentos de población muy determinados. Tampoco que baste con señalizar recorridos para que los clientes realicen las actividades por su cuenta. Por lo que la actuación del proyecto en este sentido no es suficiente para crear un producto turístico por sí mismo.

Esta claro que existe una opinión general negativa en la afirmación de que las políticas de las diferentes Consejerías compiten sobre el mismo modelo de desarrollo y se encuentran descoordinadas.

Por ello, declaran que los programas gubernamentales que dan soporte a las empresas nuevas y nacientes no suele ser efectivos y que el ordenamiento del sector turístico rural no es una prioridad en las acciones del gobierno regional.

Como alternativas a este déficit de operatividad institucional coinciden en que es una buena idea intentar que cada GDR pueda supervisar la correcta integración de cada finca en el proyecto y que la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte debiera hacer suyo y mantener la promoción de este “club de producto”. Colocar en el mercado un producto tan específico y complejo va a necesitar de una gran inversión en promoción desde el punto de vista de la comercialización y seguramente solo los actores públicos correrían con el riesgo de crear esta red.

El asociacionismo no es en sí la clave de éxito de este proyecto. Por ello opinan que no es necesario que cada empresa turística debe acogerse a cuantas asociaciones y colectivos de empresarios en los que tenga cabida. Ya que si la carencia no ha posibilitado articular redes comunes de comercialización de producto tampoco la pertenencia a un gran número de ellas es un garante de éxito.

Por ello opinan que cada empresa turística es la principal responsable de la promoción y comercialización de sus productos pero es necesario que el producto mantenga el apoyo de las AA. PP. para su promoción común.

Las últimas dos preguntas tratan sobre las oportunidades del proyecto dentro de las Estrategias de Turismo Sostenible .

Frente a nuestra posición de partida los expertos no mostraron entusiasmo ante la idea de que integrar nuevos conceptos etnográficos y que saber comunicar la singularidad del territorio sea un factor de motivación para consumir este producto por sí mismo.

Los expertos incluyeron una serie de factores que podrían influir en el desarrollo de la marca “Monte mediterráneo”.

Entre ellos cabe destacar unos pocos. El proyecto parece no tener un rumbo fijo debido a que:

El diseño del producto no está atendiendo a la búsqueda de determinados segmentos de demanda.

No se presta la debida difusión en el territorio.

Tampoco a los beneficios que se puedan aportar a los establecimientos participantes como forma de promoción y desarrollo de la marca.

Por ello va a ser difícil crear voluntad social de implantarlo y desarrollarlo.

Un club de producto solo puede salir adelante si existe cierta madurez empresarial y el destino está consolidado. En cambio el proyecto carece de ambos.

No se da una definición explícita de la marca Monte mediterráneo. Si se pretende vincular e integrar las diferentes actividades que se desarrollan en estos territorios, se hace necesario identificar o en su caso diseñar mecanismos para integrar en esos espacios las diferentes posibilidades y desarrollos de su potencial (creación, desarrollo y consolidación de redes, enraizadas en esos territorios). Pero es evidente que no se sigue este orden.

Se deben definir cuales son los estándares de calidad vinculados a la marca para que los productos vinculados a unas prácticas mínimas de gestión ambiental, permita diferenciarlos respecto de otras marcas. Pero estos no se acometen.

Son necesarias medidas de intervención (políticas o instrumentos) dirigidos al estímulo y al sistema, no al agente individual, a fin de evitar las situaciones de buscadores de renta y tendentes al desarrollo y consolidación a largo plazo del proyecto.


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