ALGUNAS PAUTAS Y CONSIDERACIONES PARA APRENDER DE UN TEXTO EDUCATIVO DE CIENCIAS

ALGUNAS PAUTAS Y CONSIDERACIONES PARA APRENDER DE UN TEXTO EDUCATIVO DE CIENCIAS

Joan Josep Solaz-Portolés
Magdalena Moreno-Cabo

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3. VARIABLES O CARACTERÍSTICAS TEXTUALES QUE INFLUYEN EN EL APRENDIZAJE

El interés en el estudio del texto educativo de ciencias desde el punto de vista psicológico-didáctico es muy reciente, prácticamente se puede situar su comienzo en la década de los 70. En las investigaciones efectuadas tomando como base dicho texto se han analizado, entre otras cosas, las siguientes:

a)la estructura y organización del contenido (Dee-Lucas y Larkin, 1990; Golden et al., 1988; Mayer, 1985; Meyer et al., 1988; Rossi, 1990).

b)su exigencia cognitiva (Aguirre de Cárcer, 1983; Staver y Bay, 1989).

c)su legibilidad (Williams y Yore, 1985; Wood y Wood, 1988).

d)su estilo expositivo (Strube, 1989a).

e)las cuestiones insertadas (Leonard, 1984, 1987; Pedersen et al., 1988).

f)su utilización para el cambio conceptual (Hynd y Alvermann, 1986; Roth y Anderson, 1986).

g)los organizadores avanzados y el conocimiento de prerrequisitos (Healy, 1989).

h)el lenguaje figurativo: analogías, símiles y metáforas (Gilbert, 1989).

i)las variables metacognitivas (Otero, 1990; Otero y Campanario 1990).

j)las estrategias de estudio de los alumnos (Ferguson-Hessler y de Jong, 1990; Wandersee, 1988).

k)el papel del conocimiento previo o esquemas previos del lector (Otero, 1990; Santelices, 1990).

l)ldeas del profesorado sobre la lectura de libros de texto de ciencias (Yore, 1991).

m)las características de los ejercicios de laboratorio que se plantean en los libros de texto (Tamir et al, 1992).

No obstante, debemos también citar los estudios realizados sobre prosa expositiva, no necesariamente científica, que nos han servido de base para esta investigación. Así, Duffy y colaboradores (1989) fijan sus objetivos sobre la estructura y organización del contenido textual, Britton (1989) destaca la importancia de una buena señalización del texto (en tipos de letra, títulos, etc.) y de su simplicidad léxica y sintáctica, y Anderson y Ambruster (1984) proponen toda una estrategia que incluye la unidad, coherencia, y estructura textual, más las características del lector, para determinar la "consideración" de los textos didácticos con el potencial lector. Y Coromina (1992), que defiende la existencia de una serie de recursos (redundancia, léxico, sintaxis, etc.) que configuran un lenguaje eficaz, que no pobre, y que posibilitan la comunicación con un determinado grupo de individuos.

En todos estos trabajos mencionados aparecen distintas variables textuales que afectan a los procesos de comprensión en el aprendizaje de las ciencias. El primer problema que se nos presenta es el de la clasificación de todo ese cúmulo de variables.

El criterio más riguroso sería, sin duda, la clasificación a partir de los procesos cognitivos implicados en la comprensión, almacenamiento y recuperación del material escrito. Sin embargo, tal modelo parece aún lejano pese a los avances de la psicología cognitiva en ese terreno (García Madruga y Martín Cordero, 1987). Estos mismo autores organizan las variables textuales en dos grandes grupos: las que no modifican la estructura textual y las que sí lo hacen. Vidal-Abarca (1990), por su parte, agrupa las variables textuales según tres propiedades o características: cohesión, coherencia y estructura. Por nuestra parte, en un trabajo anterior (Sanjosé López et al., 1993) ya propusimos una clasificación de las variables textuales en cuatro aspectos: Contenido, Estructura Organizativa, Cohesión, Estructura Superficial y Otros Aspectos.