Importancia económica en el ámbito de la Unión Europea
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ECONOMÍA DEL ARROZ: VARIEDADES Y MEJORA

Josep Maria Franquet Bernis
Cinta Borràs Pàmies

 

 

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Importancia económica en el ámbito de la Unión Europea

2.1. Producción

La producción europea del arroz tiene lugar en Italia (Valle del Po), España (Andalucía, Cataluña, Aragón, Extremadura y Valencia), Portugal (Beiera, Estoril), Francia (Camargue) y Grecia (Macedonia, Peloponeso), centrándose mayormente en la subespecie Japónica (del orden del 83%).

Italia es el mayor productor de arroz de la UE con un 67% de la producción total comunitaria de Japónica, y un 46% del Índica, en el periodo que va desde 1991 a 1994.

La producción total de arroz es relativamente estable: la producción de Japónica entre 1991 y 1994 se situó en torno a las 1.060.000 toneladas, con una producción máxima en 1991 de 1.100.000 toneladas, mientras que la más baja fue la de la campaña 93-94 con 1.050.000 toneladas.

La producción de arroz Índica se ha incrementado entre 1988 y 1994 debido a un programa especial de ayuda de la UE, pasando de 78.000 toneladas en los años 1988-89 a 232.000 toneladas en la campaña 1994-95 (con una media de 167.000 toneladas por campaña arrocera).

En España, la producción de Índica se ha visto seriamente recortada por los problemas generados por la sequía que acaeció en 1993 y 1994, especialmente en las zonas productoras de Andalucía (Marismas del Guadalquivir) y Extremadura (Plan Badajoz).

De las dos principales variedades de arroz mencionadas, al sur de la Unión Europea se prefiere por el consumo la variedad Japónica, mientras que en el Norte se prefiere la Índica (para acompañamiento o guarnición de diversos platos, al disponer de menores cantidades de almidón), en función de los hábitos alimentarios. La producción de Japónica ha ido rondando en estos últimos años 1.060.000 toneladas mientras que la máxima producción de Índica sólo llegó a 232.000 toneladas; es por eso que uno de los tipos de ayudas que se conceden por parte de la UE es precisamente a la producción de Índica. Si bien del arroz de las variedades Japónica la UE es exportadora, el déficit en cuanto a la producción de Índica la hace importadora neta.

Atendiendo a los datos del año 1994, como ya se ha expresado, por países es Italia el país que tiene mayor producción y mayor número de hectáreas cultivables. De las 380.000 hectáreas de la UE, en Italia se concentraron 220.000 Ha, el 58% del total, seguido de España con 63.000 Ha (el 17%). Sin embargo, en cuanto a rendimiento, es Grecia el país que ocupó el primer puesto con 6’61 toneladas por Ha, seguido de España con 6’49 Tm/Ha. Estos rendimientos están incrementándose espectacularmente en los últimos tiempos debido, probablemente, a las mejoras varietales y a los tratamientos fúngicos, especialmente contra los hongos del género Pyricularia oryzae.

La superficie cultivada de las dos variedades mayoritarias de arroz, en los distintos países miembros de la Unión Europea, se pueden observar en las siguientes tablas. Como es de prever, la superficie de la variedad Japónica es considerablemente superior a la de Índica.

La superficie de cultivo de arroz en Italia ocupa algo más del 55% de la superficie total europea dedicado a este cereal, representando del total de la UE el 23% de la superficie dedicada al tipo Índica y el 63% de la superficie dedicada al Japónica.España, como ya se ha visto, es el segundo productor de la UE con algo más del 26% (111.292 Ha) de la producción total comunitaria, habiendo escalado posiciones en el ranking europeo. De esta superficie, el tipo Índica representa el 53% de la superficie total comunitaria, mientras que el Japónica representa cerca del 20%. Es decir, siendo el estado español el segundo país productor de arroz de la UE, representa el primer país productor, y con diferencia, de arroz del tipo Índica.

La superficie total comunitaria del año 96, alcanzó las 425.011 Ha, estando un 1,65% por debajo de la superficie base. De esta superficie, la variedad Japónica representa el 77,9% (331.117 Ha) mientras que de variedades tipo Índica solamente se siembran 93.894 Ha, lo que representa el 22,1% del total.

En cuanto a la distribución de las plantaciones, se producen diferencias considerables al analizarlo por países dentro de la propia UE. Trasladando este análisis a España, nos topamos con uno de los caballos de batalla de algunas asociaciones de agricultores por la repercusión que en cuestión de ayudas o subvenciones tiene. Relacionando el número de plantaciones de la UE, unas 31.500, y el área máxima de cultivo dentro de la UE, 434.123 Ha, nos encontramos con una media superficial de 13’78 Ha por plantación. Pues bien, frente a estos resultados, conviene remarcar que:

 

- Estados Unidos es el exportador más importante a la UE y tiene de media unas 81 hectáreas por plantación.

- En Italia y Francia, el 33’8% y el 47’8% respectivamente, poseen más de 30 hectáreas de arrozales por explotación.

- En España, Portugal y Grecia sólo un 6’9%, 9’9% y un 1’1% de los productores, respectivamente, tienen más de 30 hectáreas por explotación. En estos países, del 77% al 85% de los agricultores tienen menos de 10 hectáreas por explotación.

Algunas de las ayudas que concede la UE se refieren al número de hectáreas. Las ayudas del FEOGA-Garantía, creadas para aumentar la renta de los agricultores, concedían 111 ecus por hectárea, con lo que los grandes terratenientes acaparaban la mayoría de estas ayudas. Concretamente, según publicaba la revista Tiempo, en algunas zonas de España donde estas ayudas suponen el 30 y el 50% de la renta agrarias, las ayudas se reparten muy desigualmente.

Así, en Extremadura sólo diez terratenientes se reparten 800 millones de pesetas, que equivalen a lo acumulado por 15.000 pequeños propietarios, mientras que en Sevilla el 0’5% de las explotaciones concentran el 40% de las ayudas. En esta tesitura, los índices de Gini, Pareto, Lorenz o Williamson, aplicados a la bondad de la distribución de dichas ayudas, ofrecen resultados francamente malos. El resultado es que, si bien España es el tercer receptor de estas ayudas, ocupa el octavo lugar en cuanto a dinero recibido por trabajador agrícola. A pesar de los fines para los que fueron ideadas las ayudas a la renta agraria española en el ámbito de la Política Agraria Comunitaria (PAC), lo cierto es que han disminuido un 11’4 % en los últimos diez años y la población activa agraria ha descendido en 600.000 personas.

Es por esto que desde algunos colectivos, para no favorecer a los que más tienen, se pide para estas ayudas un tope por explotación (“modulación”), cuya implantación se prevé inmediata. Otra medida en estudio actualmente, por parte de la UE, consiste en el “desacoplamiento” de las ayudas de la producción, fijándolas por explotación.

Como resumen de lo antes expuesto, podemos afirmar que el sector del arroz se caracteriza por las condiciones singulares, tanto de su rama productora (condiciones agronómicas de cultivo, costes de producción, funciones sociales y medioambientales que desempeña) como de su rama de la transformación y comercialización y formas de consumo, que han justificado que sea objeto de una OCM (“organización común de mercado”) particular, con una ficha financiera propia y suficiente.

En Europa sólo hay 5 países productores de arroz (Italia, España, Grecia, Francia y Portugal) que producen unas 1’5 millones de toneladas de arroz blanco, siendo España, con 104.943 Ha, el 25% de la superficie, el segundo país de la UE en importancia. Europa tiene, en su conjunto, una superficie Máxima Garantizada de 434.123 Ha.

La Unión Europea es productor deficitario globalmente de arroz, puesto que consume 1’7 millones de toneladas mientras que sólo produce 1’5 millones (hablamos de arroz blanco). Aunque, como ya se ha expuesto, el problema radica en los tipos de arroz que se producen, la producción de arroz de tipo redondo (japónica) resulta excedentaria mientras que la de arroz largo o índica, que se consume más en los estados del Norte de Europa, es deficitaria. La relación puede ser, por campaña media, de un tercio de arroz largo y dos tercios de arroz redondo.

2.2. Consumo

Entre 1988 y 1994, el consumo medio por cápita de arroz en la Unión Europea aumentó en torno al 2% anual, pasándose de unos 3,9 kg a 4,4 kg. No obstante, en este mismo período, el consumo de la subespecie Japónica ha disminuido, pasándose de 2,7 kg a unos 2,5 kg, mientras que el consumo de la subespecie Índica ha aumentado, pasándose de 1,2 kg a 1,8 kg por cápita.

Tal como se indica en la Tabla 2.10, la mayor parte de la subespecie Japónica se consume en los Estados miembros meridionales, mientras que la subespecie Índica se consume en los Estados miembros septentrionales.

La experiencia internacional pone de manifiesto que el mercado del arroz es conservador. El consumidor medio se mantiene fiel a la variedad a la que está acostumbrado. Las características culinarias de una subespecie determinada son básicas a este respecto, de ahí que sea difícil, si no casi imposible, lograr que los consumidores substituyan una subespecie por otra.

Dentro de las subespecies Japónica e Índica, a su vez, se han obtenido diversas variedades con el fin de satisfacer las necesidades de los diversos mercados. Arborio y Carnaroli son dos variedades de gran calidad de la subespecie Japónica, muy apreciadas en la Unión Europea, mientras que la variedad Lido se destina principalmente a la exportación.

Excepto en el caso de algunas variedades aromáticas (Basmati procedente de la India y de Paquistán, y Jasmine procedente de Thailandia), destinadas a sectores concretos del mercado, las variedades Índica (Thaibonnet) consumidas en el mercado europeo son semejantes, si bien el grado de transformación varía: vaporizado o no, precocinado o no, etc.

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