
			Revista académica de economía  
con 
el Número Internacional Normalizado de 
Publicaciones Seriadas  ISSN 
1696-8352
Maira Vázquez Díaz    (CV) 
maira@eco.uo.edu.cu  
Universidad de Oriente
				
 
Resumen 
  Este ensayo explica como las  funciones de la economía política constituyen una guía para las investigaciones  económicas, específicamente en el tema de investigación de doctorado de la  autora que versa sobre la equidad impositiva en el Sistema Tributario Cubano. Se  demuestra cómo las funciones de la economía política contribuyen a fundamentar  el problema científico y aplicar la perspectiva histórica-crítica del método  marxista en la investigación, y cómo son de gran utilidad  para entender a la política tributaria en su dimensión de contrato social. Se exponen  valoraciones críticas en torno a la equidad impositiva, en las condiciones de  una sociedad como la cubana que construye el socialismo, donde el sistema  tributario debe desempeñar un rol importante para lograr la eficacia en la  redistribución de los ingresos personales. 
Palabras clave: Funciones de la Economía Política, Equidad impositiva, Sistema tributario.
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Vázquez Díaz, M.: "Reflexiones sobre las funciones de la economía política como ciencia, en el análisis del modelo para evaluar el impacto del sistema tributario cubano sobre la redistribución de ingresos"en Observatorio de la Economía Latinoamericana, Nº 193, 2014. Texto completo en http://www.eumed.net/cursecon/ecolat/cu/2014/economia-politicaIntroducción
La Economía Política es la ciencia que  estudia el sistema de las relaciones sociales de producción (relaciones  económicas que establecen los hombres en el proceso de producción,  distribución, cambio y consumo) y las leyes que determinan su desarrollo en las  diferentes etapas del progreso social, o sea, en los diferentes modos de  producción. Engels expresa que: " La economía política, en el sentido más  amplio de esta palabra, es la ciencia de las leyes que rigen la producción y el  intercambio de los medios materiales de vida en la sociedad humana" 1, y  añade: "(...) la ciencia de las condiciones y las formas bajo las que  producen y cambian lo producido las diversas sociedades humanas y bajo las  cuales, por tanto, se distribuyen los productos en cada caso concreto" 2. 
                    Marx en su obra cumbre “El Capital”, desarrolló la  verdadera dimensión científica de esta ciencia social; que como tal, orienta y  sugiere siendo a su vez la base teórica para el diseño de las políticas  económicas. La importancia del estudio de la Economía   Política se puede apreciar a través de las funciones  cognoscitiva, metodológica, ideológica y práctica inherentes a esta ciencia.  Estas funciones están concatenadas e interrelacionadas, pero se pueden  distinguir entre sí, aunque deben analizarse de manera interrelacionada, donde  conocimientos, teoría, ideología y realidad práctica, muestren no solo los  problemas derivados de las relaciones de producción sino también posibles  soluciones a dichas contradicciones. 
                    Cuando se hace referencia específicamente a la  economía política de la equidad impositiva, como se tratará en este ensayo, se pueden  reunir elementos que son considerados condicionantes de la progresividad o  regresividad de un impuesto,  no con el  propósito de llegar a una conclusión de cuál es el peso relativo de cada uno de  ellos, sino más bien para describir los mismos, y que ayude a exponer con mayor  claridad como los elementos políticos, sociales e ideológicos permiten  comprender mejor las características particulares del impuesto como instrumento  de redistribuidor de renta, en esta dirección   las funciones de la economía política proporcionan utilidad para  entender a la política tributaria en su dimensión de contrato social, y así  también  permiten exponer valoraciones en  torno a la equidad impositiva, en las condiciones de una sociedad que construye  el socialismo.
                    Se  tiene en cuenta la particularidad  de que  la economía política que se desarrolla en Cuba debe aportar el fundamento  teórico necesario para soportar las acciones prácticas que su condición  económica y social le exige.  Al respecto  se plantea que “la sociedad socialista cubana demanda una economía política que  la refleje en su diversidad, complejidades, contradicciones y tendencias” 3. Considerando  además la particularidad manifiesta en el paradigma guevariano: “no estamos  frente al período de tránsito puro, tal como lo viera Marx en la Crítica al Programa de Gotha, sino (...) una  nueva fase no prevista por él, primer período de transición al comunismo o de  la construcción del socialismo” 4.
                    Por  todo lo antes expuesto, se plantea como objetivo central de este ensayo,  exponer la utilidad de las funciones de la   Economía Política para el diseño de un modelo que permita  evaluar el impacto del sistema tributario sobre  la redistribución de ingresos, en el contexto cubano, a partir de fundamentar  el problema científico y aplicar la perspectiva histórica-crítica del método  marxista. 
Desarrollo
                    “El espíritu de su gente, su nivel cultural,
                     su estructura  social, los trazos de su política, todo esto y más está escrito en su historia  fiscal”
                    Joseph Schumpeter  (1954) 
El Sistema  Tributario Cubano (STC) está plasmado en la Ley 113 “Del Sistema  Tributario Cubano”, donde se muestra la actual estructura tributaria y los  principios generales sobre los que se sustenta el sistema. Un postulado de esta  Ley, se refiere a la protección de los estratos sociales de menores ingresos,  teniéndose en cuenta  los elementos indispensables  de justicia social, y constituye la premisa de la investigación doctoral de la autora  de este ensayo.
                    En la  actualidad, el reto de enfrentar nuevos y complejos  escenarios internacionales,  y las  experiencias acumuladas en el desarrollo del programa económico y financiero  revelan la necesidad de adaptar las política tributaria, a las nuevas  condiciones, para incorporar nuevas soluciones en el área fiscal que  contribuyan a reactivar la economía y a fortalecer, de manera estable, los  ingresos del Presupuesto del Estado. Para hacer frente  al incremento dinámico en los gastos  destinados a financiar el sector socio-cultural  como medidas inaplazables adoptadas para asegurar el desarrollo social que  constituye prioridad del país.
                    De esta manera se reconoce el papel de los  impuestos como principal fuente de recursos financieros que necesita el sector  público para realizar sus funciones, y es la más importante forma de tributo  desde el punto de vista recaudatorio.   
                    Sin embargo  el sistema tributario cumple otras funciones además de la de recaudación o  movilización de recursos financieros, y es la referente a la redistribución  equitativa de la renta entre los contribuyentes, que la carga tributaria sea  repartida con justicia, determinará la aceptación social del sistema y en  consecuencia los ciudadanos tolerarán mayor carga fiscal y/o evadirán menos al  fisco, además se estará contribuyendo a atenuar las desigualdades sociales, que  despiertan interés para el debate entre   especialistas y no especialistas.  
  Funciones de la economía política marxista-leninista en la propuesta  de un modelo de  incidencia impositiva
                    Las funciones de la economía política sirven de guía  para las investigaciones económicas que se llevan a cabo en torno al estudio  del Sistema Tributario Cubano, permitiendo un análisis crítico y argumentado en  el cumplimiento de los objetivos propuestos, que específicamente para el tema  de investigación de la autora de este ensayo se corresponden con los objetivos  de evaluar la equidad impositiva, determinando sesgo del patrón distributivo y  los factores y causas que inciden sobre el mismo, por ello a continuación se  exponen en la Tabla 1 cómo las funciones de la economía política contribuyen a fundamentar  el problema científico y aplicar la perspectiva histórica-crítica del método  marxista en la investigación de doctorado de la autora.
    Tabla 1 .Funciones de la Economía Política 
| Funciones | Aporte | Características | Contribución a la investigación | 
| Cognoscitiva | La teoría | Conocimiento científico que se obtiene de la realidad para llegar a un cuerpo teórico; permite precisión lógica y crítica al soporte teórico del problema | Su contenido facilita la construcción del marco teórico que sustenta la investigación a desarrollar. | 
| Metodológica | El método | Explica la base, la esencia, contradicciones y leyes que regulan los procesos económicos cuyas formas externas investigan las demás ciencias económicas, para ello es necesario aplicar la perspectiva histórica-crítica del método marxista. | Brinda los procedimientos metodológicos, que explican el impacto de la tributación en relación con la estructura social y la igualdad en la sociedad socialista cubana después de los noventa. | 
| Ideológica | El fundamento de la ideología | Influye en el sistema de ideas políticas, filosóficas, morales, de la sociedad; influye en la formación de las convicciones ideológicas. | Permite identificar el papel que desempeñan los aspectos culturales e ideológicos como elementos condicionantes de la tributación y de la equidad. | 
| Práctica | El argumento científico de la acción práctica | Sirve de base científica para la acción práctica consciente que ejercen los miembros de la sociedad al diseñar y aplicar sus formas y métodos de gestión, dirección, estrategia y política económica. | Constituye el argumento de por qué el ingreso constituye la variable más adecuada para estimar carga tributaria, y por tanto para evaluar si con la aplicación de impuestos mejora la distribución primaria de ingresos, y por tanto evaluar al sistema tributario en términos de equidad. | 
Fuente: Elaboración propia.
Estas  funciones posibilitan entender cómo ayuda la Economía Política a fundamentar el  problema científico y a resolver la hipótesis de la investigación, en  correspondencia se enuncia que  se  plantea como problema  científico: la carencia de herramientas analíticas fundamentadas que permitan a  las autoridades fiscales mejorar la toma de decisiones en torno a reforzar el  principio de equidad de acuerdo a los postulados de la ley tributaria.  Trazándose  como objetivo general: Diseñar un modelo para  evaluar el impacto del STC y sus principales figuras en la redistribución de  ingresos.
                    Planteándose  como Hipótesis que: El diseño de un Modelo de evaluación del  impacto de las principales figuras impositivas sobre la redistribución de  ingresos permitirá dotar a las autoridades competentes de una herramienta para  validar la eficacia redistributiva del STC a considerar en la toma de  decisiones en términos de equidad. 
                    En  cuanto a la función cognoscitiva se puede expresar que el contenido teórico de esta asignatura  sirve de contrapartida crítica al enfoque   neoliberal  constituyendo así  la vía para analizar las causas más profundas  de los fenómenos económicos actuales. Permitiendo construir una teoría para profundizar el examen del problema científico, para  ello la autora a  partir de la revisión bibliográfica y a través del método histórico-lógico estudió la  equidad desde el ámbito impositivo luego de analizar su implicación como concepto  de extrema importancia para verificar las  dimensiones del desarrollo en lo social, económico, político, ambiental, entre  otras, a partir de tomar como referencia más cercana el contexto  latinoamericano.
                    El  término equidad procede del latín aequitas, derivado a su vez de aequus, que  significa igual; consiste en dar a cada uno lo que le corresponde por sus  méritos o condiciones, la equidad supone no favorecer en el trato a uno,  perjudicando a otro. 
                    El concepto de equidad se  fundamenta en tres valores sociales: igualdad, cumplimiento de derechos y  justicia. Es un concepto que va ser interpretado según los valores, las  tradiciones y la ética social. Entraña un juicio de valor es por ello que cada  sociedad en dependencia de su sistema sociopolítico le brinda un alcance  diferente. Para los neoliberales la equidad significa asegurar que la población  se sitúe por encima de una línea de pobreza. Según este enfoque al alcanzar la  sociedad un umbral (mínimo) de necesidades básicas satisfechas para la  población en su conjunto, podría considerarse que las desigualdades son más  bien irrelevantes.
                    Se pueden enunciar definiciones  de equidad:
La última de estas definiciones fue  dada por la Comisión Económica de las Naciones Unidades para América Latina  (CEPAL), se considera una de las definiciones más formales, de aplicación  económica y social.
                    Cuando se aplica el ajuste  estructural en América Latina con la fórmula del “Consenso de Washington” se  verifica como resultado el esperado crecimiento económico, sin embargo este no  ha resuelto el hecho histórico de que los países de la región son los más  desiguales en el mundo, en términos de distribución de  la renta y del  patrimonio, ni ha dado respuesta a la aparición de nuevas desigualdades en el  seno de las sociedades latinoamericanas como la brecha tecnológica, la  desigualdad entre las etnias, y la discriminación por razón del género. Lo que  diagnosticó el fracaso de la fórmula neoliberal. Evidenciándose un análisis causal  profundo que se establece entre: las formas de propiedad – desigual  distribución de la riqueza el carácter limitado de los recursos.
                    Así  en la actualidad, la cuestión social más impactante y sustancial resultante de  reformas estructurales es la tendencia contemporánea de la pobreza. Es  impactante porque la pobreza crece en términos absolutos y relativos en un  mundo donde se han desarrollado enormes posibilidades productivas, materiales y  científicas técnicas para elevar el nivel de vida de todos los habitantes del  planeta, sin embargo lejos de disminuir desigualdad se tiende más bien a hacer  a los ricos más ricos y a los pobres más pobres, acentuando la desigual  distribución de la riqueza entre clases sociales y entre naciones.
                    En los informes de la CEPAL:  “Transformación Productiva con Equidad” en 1990 y “Equidad y Transformación  Productiva. Un enfoque integrado” en 1992, surgen en el proceso de reflexión  sobre lo que debe entenderse por equidad en el contexto de las políticas  económica y social. Mostrando que se han revalorizado los problemas  distributivos, reclamándose el "desarrollo con equidad" tanto desde  los foros de expresión de los agentes sociales, como desde los centros  científicos y los organismos internacionales.
                    Ya en el año 2000 la CEPAL,  considera la equidad como el eje principal en torno del cual se requiere  reorientar los patrones de desarrollo de la región y por tanto el termómetro de  la calidad del desarrollo. Esta visión del tema destaca por su amplitud conceptual,  y enfoque multidimensional con lo que abre paso a múltiples posibilidades de  intervención pública para asegurar mejores estándares de equidad reconociéndose  que las fuentes de las desigualdades se encuentran en distintos ámbitos de la  vida social y económica y, por ello las intervenciones en pro de la equidad  deben contemplar esta variedad de ámbitos. De ahí surge la tercera definición  citada al inicio de este ensayo.
                    Más recientemente, en el año 2006  la CEPAL dio un nuevo paso en la profundización de estos temas, enfocando la  atención en la protección social dentro de un marco de solidaridad integral.  Donde se reconoce además que la desigualdad de ingresos es reflejo de lo que  ocurre también con una muy desigual distribución de los activos, principalmente  tierra, capital, educación y tecnología. Así, una de las condiciones para  mejorar la distribución del ingreso es mediante la redistribución de los  activos productivos, a través de políticas destinadas a promover el acceso a  los activos productivos como capital, tecnología, capacitación y tierras, pero  como se trata del capital humano, esta redistribución sólo puede hacerse de  manera gradual, a lo largo del tiempo, a través de la educación, la nutrición y  la salud. Lo que solo es posible al asegurar una política social de largo  plazo, destinada a incrementar la equidad y garantizar la inclusión,  con objetivos y financiamiento permanente, de  modo que la provisión de equidad pueda quedar garantizada sobre bases estables,  desde el punto de vista ético, la  distribución del ingreso debe ocupar entonces un lugar prioritario y  programático, ya que en ella se encuentra la clave para resolver la cuestión  social y la realización del bien común de una sociedad.
                    Especialistas abordan el tema de  equidad en la región utilizando como términos: “inequidad” y “desigualdad”, sin  embargo es necesario señalar que aunque existe semejanza entre los conceptos no  significan lo mismo por lo que no se deben usar indistintamente como sinónimos,  a pesar de que hacen referencia a una apropiación diferenciada de recursos y  beneficios por parte de distintos grupos de la población, los cuales establecen  relaciones asimétricas entre sí. En realidad se trata de cuestiones bastante  distintas; aunque interrelacionadas, la “inequidad” puede traer como  consecuencia la “desigualdad”. La inequidad es un concepto de origen ético,  definido por la justicia distributiva, mientras que la desigualdad evoca a una  situación en que priman la heterogeneidad de oportunidades.
                    El término inequidad es el que ha  adquirido mayor importancia a partir de la pasada década,  hace referencia, como ya se señaló, a la  ausencia de igualdad para acceder a determinados bienes y servicios. Se plantea  que hay “inequidad” en los procesos y mecanismos (por ejemplo, los marcos  jurídicos, las leyes, los impuestos, y otros) claves en la distribución de  bienes y servicios.
                    La  “desigualdad” puede interpretarse desde diferentes puntos de vista,  pero en términos generales se emplea para  marcar las brechas existentes entre los grupos sociales, consecuencia de una  distribución dispareja tanto de los recursos como de la riqueza.
                    La desigualdad mantiene entonces  una estrecha vinculación con la distribución del ingreso, poniendo el énfasis  en la distribución de los ingresos monetarios o financieros recibidos,  agrupados en unidades familiares, hogares o individuos. Para alcanzar un mayor grado de equidad social surgen  las políticas presupuestarias: el efecto conjunto de impuestos y gastos  públicos asume el papel redistributivo y su efecto final reflejará la  influencia sobre la distribución primaria de los ingresos.
                    Por  ello una cuestión relevante es la necesaria distinción entre la distribución  del ingreso “antes” de impuestos y “después” de su pago y erogación posterior a  través del gasto público. La comparación de ambas instancias de la distribución  de los ingresos es uno de los caminos obligatorios a recorrer a la hora de  evaluar la eficacia redistributiva de la administración fiscal. 
                    En este punto hay que hacer  distinción sobre dos conceptos: distribución y redistribución de la renta  nacional, En este aspecto Marx fue el primero en abordar cómo se efectúa la  distribución de la renta en el socialismo, así lo plasma en  "Crítica  del Programa de Gotha", Marx refuta minuciosamente la idea de Lasalle de  que, bajo el socialismo, el obrero recibirá el "producto íntegro o  completo del trabajo". Marx demuestra que de todo el trabajo social de  toda la sociedad habrá que descontar un fondo de reserva, otro fondo para  ampliar la producción, para reponer las máquinas "gastadas", etc., y,  además, de los artículos de consumo, un fondo para los gastos de  administración, escuelas, hospitales, etc.
                    Cómo genialmente analizó Marx, la  renta nacional se compone de la distribución primaria y la secundaria (o  redistribución).  La distribución se  realiza en la esfera de la producción material y en su curso se divide en  producto necesario y adicional, formándose los ingresos primarios de los  trabajadores de la esfera de la producción material, de empresas cooperativas y  estatales. La fuente de los ingresos primarios de las empresas y de la sociedad  en general lo constituye el producto adicional. Las empresas y trabajadores de  la esfera no productiva no participan en la distribución primaria de la renta  nacional por lo que es necesario para asegurar los recursos de esta esfera no  productiva, extraer una parte de la ganancia de las empresas estatales, de  cooperativas de producción, así como una parte de los ingresos primarios de la  población por medio de los impuestos.
                    Producto de la realización del  complejo sistema de distribución y redistribución se forman los ingresos  finales de la sociedad, de ahí que para evaluar el impacto de los impuestos  sobre la redistribución de ingresos para estimar en qué medida la acción fiscal  mejora o empeora la distribución de la renta, se deben elaborar dos  distribuciones de ingresos antes y después del pago de los impuestos.   
                    A su vez la renta nacional se  divide en dos grandes fondos: el fondo de acumulación y el fondo de consumo, los  volúmenes de ambos fondos ejercen gran influencia en el ritmo de crecimiento de  la producción y la elevación del bienestar social, la correlación óptima entre  ambos fondos permite satisfacer a plenitud las necesidades crecientes de la  sociedad en bienes materiales y espirituales con el volumen dado de renta  nacional.
   El fondo social de consumo se emplea fundamentalmente  para cubrir los gastos en educación, salud, ciencia, hospitales, instituciones  infantiles, pagos de la asistencia social, aseguramiento de la defensa general,  por ello se plantea que la estructura del gasto público es la herramienta  redistributiva por excelencia. Pero el nivel del gasto está determinado a su  vez por el nivel de la recaudación tributaria, y si el sistema tributario es  progresivo hace posible una mayor equidad, no tanto como consecuencia directa  de la misma sino a través de la gestión del gasto público, cuyo nivel resulta  por ella determinado. Se cierra el círculo redistributivo cuando se  detraen recursos de los estratos sociales de mayor nivel de renta en beneficio  de los de menor nivel de renta, pero si la captación de estos recursos tiene  carácter regresivo se provocará el efecto de disminuir el bienestar de los de  mayores ingresos sin provocar el enriquecimiento de los más vulnerables, no  logrando el objetivo de disminuir las desigualdades sociales.
                    Resulta  vital para una sociedad que desea alcanzar un cierto grado de equidad que se  opere con fuerza en ambos planos de la distribución.
                    Así  la política impositiva genera efectos en los ingresos de los individuos  entendiéndose que un sistema fiscal es equitativo en la medida en que la carga  impositiva se reparta de manera justa entre los ciudadanos, el concepto de  equidad se entiende desde dos puntos de vista: el del beneficio y el de la  capacidad de pago.  El primero mira a los  impuestos como el precio que los individuos deben pagar por el uso de los  bienes públicos. El segundo, el de la capacidad de pago, es el fundamento de  los sistemas fiscales modernos, la conveniencia del pago se refiere a la  necesidad de encontrar la manera de medir esa capacidad de pago de los agentes  económicos, en otras palabras, se trata de identificar cuál puede ser un  indicador de la capacidad de pago de un agente económico,  cada sistema económico tiene criterios distintos  para identificar esa capacidad de pago. Pero en la mayoría de los sistemas  tributarios el impuesto al ingreso personal es una de las principales fuentes  de recaudo, pues se entiende que el ingreso es una buena medida de la capacidad  de pago o de tributación de los agentes económicos; por tanto, por esta vía se  logra generar equidad en el sistema tributario.
                    Pero  finalmente, la equidad del impuesto dependerá de quien soporte realmente la  carga del mismo, lo cual se puede evaluar a través del diseño de un modelo de  incidencia impositiva o incidencia económica que permitirá estimar el  efecto que un impuesto tiene sobre el bienestar de un individuo. 
                    En el caso de los impuestos  directos, la percusión legal  y la  incidencia efectiva pueden recaer sobre la misma persona, operando la  traslación sólo en algunos casos. 
                    Los impuestos indirectos, se  trasladan a los precios de consumo, y por tanto la carga del impuesto recae  sobre el consumidor final, por lo que el gravamen del consumo es globalmente  regresivo.  
                    La regresividad es la debilidad que atenta  fundamentalmente contra el logro de la equidad distributiva de los ingresos,  teniendo en cuenta que existe aceptación en que la imposición directa y  especialmente el impuesto sobre la renta personal por sus características  especiales es particularmente relevante para el logro del principio de equidad  en su doble vertiente de equidad horizontal y vertical y justifica la  progresividad de los sistemas impositivos que son los que presentan una mayor  capacidad distributiva.
                    La progresividad de los impuestos  está relacionada con la reducción de la desigualdad de renta. 
                    Sin perder de vista que aunque una política progresiva es  considerada a menudo como el mayor instrumento de igualación social, existe aceptación  en que una política tributaria excesivamente progresiva puede desalentar la  inversión y conspirar así contra las tasas de crecimiento; su efecto indeseado  bien podría ser entonces que no disminuye el número de pobres sino el número de  personas con elevados niveles de renta, logrando mayor igualdad sin reducir la  pobreza, y sin promover el desarrollo.
                    De  ahí que los responsables de la política tributaria suelen enfrentarse a una  contraposición entre los objetivos de eficiencia y equidad, existe consenso en  que ambos son los dos objetivos más importantes de un sistema tributario, pero  una gran parte del debate sobre política tributaria se debe a que los  individuos conceden un peso diferente a estos dos objetivos. Las autoridades  económicas deben evitar las medidas que sacrifican la eficiencia sin mejorar la  equidad. Debe entenderse que la redistribución no es un fin en sí misma sino un  medio para aumentar el bienestar social.   Un sistema fiscal es óptimo sólo si el aumento de bienestar social  producido por una mayor redistribución viene compensado por una reducción del  bienestar social de la misma magnitud producida por la mayor ineficiencia.
                    Después de exponer los principales  aspectos conceptuales de la equidad impositiva, se exponen las valoraciones que  permite realizar la función metodológica  sobre las causas y efectos en el plano social  de los fenómenos económicos, ya que resulta imposible abordar el problema de  investigación en las condiciones actuales sin aplicar la perspectiva  histórica-crítica del método marxista. Su  utilidad radica  en reconocer como primer propósito de la  teoría el de ayudar al investigador a formularse preguntas, constituyendo el  fundamento del problema científico, de esta manera a partir de los fundamentos  teóricos enunciados, y dada las condiciones económicas, políticas y  sociales   del país, se hacen reflexiones   teóricas en torno a la cristalización del principio de equidad  impositiva.
                    En  el caso cubano, el análisis de la estructura de la recaudación muestra que el  grueso de la imposición se concentra en la imposición indirecta,  los   impuestos indirectos no toman en cuenta la capacidad contributiva de los  ciudadanos, mientras que le siguen los impuestos directos como el que grava la  fuerza de trabajo y las utilidades de las empresas públicas.  Está situación indica que existen  debilidades estructurales del sistema  tributario que inciden sobre el cumplimiento en su totalidad del principio de  equidad. 
   La carga indirecta predominante puede apuntar  a un carácter regresivo de la imposición. Sin embargo existe carencia  de estudios nacionales en el marco académico sobre  la incidencia de la tributación  en la  equidad, y el desarrollo económico.
                    El  proyecto social incorpora en el concepto de equidad diversos aspectos más  ambiciosos, los que pueden sintetizarse en cuatro direcciones. En primer  término, que la totalidad de la población tenga iguales oportunidades de acceso  a la satisfacción de necesidades básicas, no necesariamente mínimas, a  diferencia de la concepción neoliberal, con independencia de distinciones de  raza, extracción social, género, riqueza o poder. En segundo lugar, la sociedad  es equitativa si brinda más oportunidades de acceso a aquellos grupos que, por  su situación históricamente condicionada, se hallan en situación desventajosa y  no pueden hacer uso de las oportunidades existentes, aún y cuando sean las  mismas para todos. 
                    Por  otro lado la sociedad también debe ser equitativa respecto a cuestiones en que  no sólo se trata de recibir, sino que la sociedad debe aportar, y en esta  dirección la política tributaria debe jugar un rol protagónico y aún falta  tomar más conciencia por parte de la población de que en este sentido lo  equitativo es recibir en correspondencia con el aporte realizado. En el ámbito  fiscal se deben considerar estas dimensiones de la equidad en dos  planos interrelacionados: asignación de  mayores recursos financieros a las políticas sociales y mejoramiento de la  equidad de los instrumentos fiscales. La función ideológica en este sentido  muestra la importancia que tiene la toma de conciencia y cultura tributaria en  la población para la aceptación de una nueva realidad fiscal.
                    En este sentido una gran parte del  pueblo, antes de la aprobación de la Ley tributaria, estaba prácticamente al  margen de la tributación lo que significa que para muchos adultos que han  tenido que asumir la conducta fiscal sin haberse socializados o familiarizados  con ella, la tributación se reduce al pago material de los impuestos, y tienden  a entender la fiscalidad como el sometimiento a una imposición y no ven en ella  un acto de aportación solidaria, que posibilita el sostenimiento y expansión  del gasto público. Además en la medida que los contribuyentes interioricen la  importancia que tiene su aporte individual para el bienestar colectivo, y su  doble papel como contribuyentes y beneficiarios se estará creando y  consolidando en la población una conciencia tributaria.  El socialismo no es sólo un problema de  distribución. La sociedad socialista aspira a ser algo cualitativamente  distinto, donde prime una conciencia social más solidaria. Por ello, sin la  transformación de la conciencia no se logra la construcción de la nueva  sociedad, se  requiere  de la acción consciente de los hombres. 
                    Entre 1959 y 1989   las diferentes clases, capas y grupos sociales que definían la sociedad  cubana eran la clase obrera, el campesinado, la capa de los trabajadores  intelectuales y la capa de trabajadores no estatales urbanos. Este período  muestra altos índices de igualdad social. 
                    El enfoque marxista plantea que la inequidad es  inherente al capitalismo, por poseer patrones distributivos que están en  función de la estructura de clases y de la propiedad privada de los medios  fundamentales de producción. Esta corriente de pensamiento hace énfasis en la  contradicción entre las potencialidades del capitalismo para crecer  económicamente y movilizar recursos y el carácter desigual de la distribución  que amenaza la estabilidad e, incluso, la supervivencia del sistema. Sin  embargo, puede plantearse la interrogante: ¿la desigualdad económica es  exclusiva del sistema capitalista?,  la  respuesta no es afirmativa, en el socialismo también existe, aunque no existen  diferencias de clases sociales sí se verifican procesos en los que se crea o  amplía la brecha de desigualdad económica entre los diferentes actores  sociales, que supera la desigualdad establecida como aceptable para la sociedad  y genera movilidad e inequidad social. Desde  inicios de los noventa con la fase de crisis  económica, las diferencias sociales se han incrementado  y la situación de contracción económica se  refleja inmediatamente sobre el mercado de trabajo con altas tasas de  desempleo, y crecimiento del sector informal de la economía, deterioro de las  condiciones de vida de la población, pobreza y procesos movilidad social que se  traducen en surgimiento o agravamiento de las inequidades sociales.
                    Finalizado en 1969 el período de transformaciones socio-clasistas  socialistas (después de las   nacionalizaciones de 1963 y de las acciones confiscatorias hasta 1968,  se definen  las diferentes clases, capas  y grupos sociales de la sociedad cubana: la clase obrera, el campesinado, la  capa de los trabajadores intelectuales y la capa de trabajadores no estatales  urbanos. 
                    A partir del reajuste de los noventa  hasta  la actualidad con la nueva fase en  el funcionamiento de las relaciones económicas, no se ha podido impedir la  aparición de determinados factores con capacidad de crear nuevos  grupos socio-estructurales en el  interior de las clases ya existentes. Estableciéndose  una estratificación o diferenciación  socio-económica intraclasista, que ejerce una influencia directa sobre la  estructura social. Estos factores con carácter de determinación directa sobre  la estructura social son: 
El principal efecto que estos cuatro factores  reproducen en la estructura social es un incremento de las diferencias en los  ingresos monetarios de los ciudadanos. En consecuencia la pluralidad de  ingresos monetarios se traduce en pluralidad de capacidades de acceso a lo que  se puede denominar lujos y comodidades de la vida.  Se trata además de una desigualdad  caracterizada por producirse un modelo de pirámide social invertida, donde  en muchos casos los mayores ingresos dejaron de asociarse a las ocupaciones de  mayor responsabilidad y reconocimiento social. Surgen importantes diferencias  en los ingresos y condiciones de trabajo en el propio sector estatal. Esas  diferencias suponen, que cada día más, los ciudadanos valoren menos su  situación personal de acuerdo a criterios vitales impersonales (satisfacción de  necesidades básicas) sino en base a criterios comparativos entre ellos, la  insatisfacción de los ciudadanos derivada de la comparación que se deriva de  tomar siempre como punto de referencia el modo de vida del grupo social situado  por encima en la estratificación social provoca que un desarrollo excesivo de  éstas diferencias podría llegar a crear ciertos antagonismos entre sectores de  la población para lo cual el Estado en aras de contribuir a lograr en materia  de igualdad social términos de equilibrio relativo tiene entre las alternativas  el perfeccionamiento del sistema tributario. Entendiéndose que  el establecimiento de un sistema tributario  basado en el principio de progresividad fiscal constituye en toda la práctica  internacional un elemento indispensable para la distribución justa de los  resultados según la posición de grupos e individuos. Un aumento en la eficacia  del sistema tributario podría ser uno de los elementos que pueden contribuir a  una mayor estabilización de las diferencias en la sociedad cubana, no hay duda  del importante papel de los impuestos en la economía nacional.
                    El  impuesto sobre los ingresos personales, por sus características especiales es  particularmente relevante y se considera que cumple bien con el principio de  equidad en su doble vertiente de equidad horizontal y vertical. Constituye el impuesto que se concibió para compensar las  diferencias que se establecen entre los ciudadanos que realizan operaciones  mercantiles y perciben elevados ingresos, y aquellos que viven de su salario y  no tienen sobre sí apenas ninguna carga impositiva directa, fomentándose así el  concepto solidario de que los que más perciben contribuyan al erario común del  país.  Sin embargo su monto es efímero  para la redistribución,  presentando  debilidades en cuanto al efecto esperado y el real en términos de equidad.
                    La  imposición a las personas naturales sólo representa aproximadamente el 3% del  total de los ingresos tributarios. Ello se debe a dos factores fundamentales.  El primero se atribuye a que la gran parte de los medios de producción o  capital es de propiedad estatal y el segundo parte de la existencia de un amplio  abanico de rentas personales que se encuentran exentas, como son los  rendimientos del trabajo dependiente que representa la forma mayoritaria del  empleo y la parte mayoritaria del balance de ingresos de la población. También  se le suma la evasión fiscal dada por la existencia  de contribuyentes subdeclarantes, y que aportan por debajo de lo real  existiendo una brecha fiscal. 
                    Si bien las obligaciones tributarias deben constituir  el elemento fundamental para una política redistributiva efectiva, la existencia  de evasión impide a estas  normas alcanzar los resultados esperados, contribuyendo a alterar muy  negativamente la distribución de la renta y la riqueza. 
                    De  manera general constituyen sujetos de este impuesto las personas naturales por  los ingresos obtenidos en ocasión del ejercicio de las actividades del trabajo  por cuenta propia, intelectuales, artísticas, manuales o físicas en general, ya  sean de creación, reproducción, interpretación, aplicación de conocimientos o  habilidades; por la ejecución de actividades industriales, de prestación de  servicios, agrícolas, avícolas y pecuarias en general, de transporte de carga y  pasajeros u otras actividades mercantiles; por los ingresos obtenidos en  concepto de dividendos y participaciones de utilidades de empresas, por el  arrendamiento de bienes muebles e inmuebles, u otros rendimientos de capital, y  por otros ingresos, incluidas las comisiones, generados por fuentes distintas a  las anteriormente relacionadas, que signifiquen ingresos al obligado a tributar  dicho impuesto. 
                    La  erosión de la recaudación es apreciable por el otorgamiento de un conjunto de,  desgravaciones, o sea el no gravamen de forma general a medida que cualquier  persona natural supere determinado rango de ingresos. Las desgravaciones  legales establecidas son bastantes pero las que más inciden sobre los ingresos  de la población son las referidas a la exclusión de la base imponible de este  impuesto a:
Este  impuesto muestra un limitado poder recaudatorio y de redistribución de los  ingresos en la imposición personal con la agravante de no observarse  la neutralidad necesaria, lo que le confiere  al impuesto en vez del clásico atributo de generalidad, una selectividad.
                    En aras de realizar mayores  esfuerzos para elevar los niveles de tributación por este concepto se deberán  otorgar menores exenciones y buscar alternativas para fortalecer el control de  los aportes para disminuir  la evasión  tributaria, entre otras acciones.
                    Luego el modelo de de incidencia impositiva puede  estar basado en la función práctica de la economía política marxista -  leninista, que según Lenin actúa en el proceso de conocimiento en tres aspectos  inseparables,  la práctica como (Kursanov  1979):
Solo es posible estimar quien  realmente paga los impuestos después de haber seleccionado una variable  representativa del bienestar que en  la práctica, el ingreso como determinante del  consumo,  es la variable más usada en la  mayoría de los estudios sobre  el tema.
                    El ingreso es el elemento  monetario que sirve de enlace entre la producción y el consumo y permite a los  individuos acceder...“a los productos particulares en los cuales quiere  convertir la cuota que le ha correspondido por la distribución”... (Marx,  1975). Esta es la razón por la cual se considera que la variable ingreso  muestra el acceso de los individuos a los bienes y los servicios.
                    Hay que considerar como se señaló anteriormente,  que el surgimiento de una diversidad de  ingresos diferentes al salario,  abren el  diapasón de los ingresos que se hace considerablemente más amplio. Esta  situación se complica aún más debido a la dualidad monetaria y los ingresos en  dólares, en condiciones de una tasa para el peso en la esfera de la población  considerablemente subvalorada, la cual amplifica las diferencias entre los que  reciben ingresos en pesos y en dólares, como se había señalado anteriormente.  Esto unido a las desgravaciones que constituyen gastos tributarios implica que  es necesaria la utilización de forma activa los impuestos como instrumentos de  redistribución, para contribuir a atenuar las desigualdades de ingresos laborales  derivadas de la heterogeneidad productiva por medio de una mayor coherencia del  sistema salarial y de sistemas de incentivos más multilaterales. Así como  nivelar progresivamente el mercado de trabajo, de modo que los salarios se  acerquen suficientemente a los ingresos no salariales y se logre un mayor  equilibrio social entre los distintos sectores. 
                    En resumen se debe reconocer que la sociedad  socialista con relaciones de mercado y apertura externa es un sistema  socioeconómico con nuevas características, supone de una separación más nítida  entre las funciones productivas y las sociales; y por tanto se debe incrementar  de forma más activa y creativa la función redistributiva; y desarrollar con  mayor amplitud la regulación indirecta y el control de la actividad económica  descentralizada, donde el sistema tributario desempeñe un rol importante.
Conclusiones
Bibliografía
1 Federico Engels, Anti-Duhring, Editora Política, La Habana, pág. 179.
2 Federico Engels, Obra citada, pág. 180.
3Sánchez Noda , Ramón “Marxismo y economía política de la construcción socialista en la periferia del capitalismo en la época contemporánea”. CUBA SOCIALISTA. Revista Teórica y Política. La Habana. Cuba. 2005.
4 Guevara, Ernesto: El socialismo y el hombre en Cuba. Editora Política. La Habana 1988, p.17
5 Diccionario de la Lengua Española 21ª edición.
6 Pequeño Larousse Ilustrado (1995).
7 CEPAL, Naciones Unidas (2000).