Los costes de transacción


El concepto de coste de transacción se ha convertido en una pieza clave de la teoría económica moderna.

Fue Ronald Coase el primero que llamó la atención sobre este tipo de costes en un artículo de 1937. El llamado Teorema de Coase establece que si no existieran los costes de transacción, la asignación de recursos sería siempre la más eficaz cualquiera que fuese la distribución de derechos de propiedad. 

En la teoría económica se entiende por derecho de propiedad la libertad de elegir o capacidad de adoptar una decisión referente a un bien o servicio. Los costes de transacción pueden definirse como "los costes de transferir derechos de propiedad" o, más sutilmente, como "los costes de establecer y mantener los derechos de propiedad". Los derechos de propiedad nunca son perfectos ya que nuestra libertad para disponer de una cosa nunca es completa. Siempre que sea posible que alguien robe algo, el derecho de propiedad sobre esa cosa será imperfecto ya que el propietario deberá protegerlo del robo, perdiendo así cierto grado de libertad en su disposición. 

Ejemplo de la vida cotidiana: Voy al mercado a comprar tomates. Hay un aviso escrito que me informa de que por razones de higiene no se me permite tocar el producto por lo que solo puedo examinarlo con la vista. Hay una etiqueta que me informa del precio del kilo de tomates. Pido al verdulero que me ponga dos kilos y medio que no estén demasiado maduros por que son para ensalada. Ante mi vista el verdulero pesa los tomates y me los empaqueta. Una vez en casa compruebo que algunos tomates están en malas condiciones y tienen un gusanito dentro. Decido deshacer la operación, devolver los tomates y pedir que me devuelvan el dinero.

En este ejemplo de transacción, aparentemente muy sencilla, puede verse la existencia de acuerdos explícitos, tales como el precio o la prohibición de tocar la mercancía, y otros implícitos como es que en el caso de que la mercancía resulte estar en malas condiciones podré devolverla. Están previstas de forma implícita algunos posibles acontecimientos del futuro y cómo pueden actuar las partes en diversas circunstancias. Si se detecta la presencia de gusanos hay derecho a reclamación y devolución. Pero si han pasado cinco días de la transacción ya ha desaparecido el derecho a reclamar. Si los tomates se estropean por freírlos demasiado tampoco se puede reclamar al verdulero. Las normas que indican lo que deben hacer los contratantes ante diversos acontecimientos futuros son las estructuras de gobierno.

Las transacciones económicas son transferencias de derechos de propiedad. Cualquier transacción requiere una serie de mecanismos que protejan a los agentes que intervienen de los riesgos relacionados con el intercambio. El objetivo de los contratoses prever acontecimientos futuros que pueden afectar al objeto de la transacción. Incluso las transacciones aparentemente más sencillas, implican la existencia de un contrato previo que puede ser explícito y formal o implícito e informal. 

Un contrato sería completo si estableciera claramente lo que deben hacer cada uno de los contratantes ante cualquier suceso futuro que afecte al objeto del contrato. La teoría económica neoclásica suponía que todos los contratos eran completos. Pero en el mundo real los contratos siempre son incompletos ya que la información que tenemos sobre el futuro es incompleta. Cualquier transacción implica riesgo e incertidumbre. Los economistas diferenciamos entre riesgo e incertidumbre: consideramos que existe unriesgo cuando la probabilidad de que se produzca un suceso es conocida mientras que reservamos la palabra incertidumbre para aludir a sucesos imprevisibles, cuya probabilidad de que se produzcan no es conocida.

Los contratos establecen lo que Williamson ha llamado estructuras de gobierno. Lasestructuras de gobierno son instituciones que indican las decisiones que deben ser adoptadas en las diversas circunstancias que puedan aparecer en el futuro. Son asignaciones de derechos de propiedad que establecen los incentivos y la seguridad necesaria para la actividad económica.

El enfoque institucionalista considera la existencia de costes de transacción no solo en los intercambios que se producen en el mercado, sino también en los intercambios en el interior de las empresas y organizaciones. El enfoque neoclásico, en cambio, considera a los costes de transacción como la suma de los costes necesarios para realizarla, incluyendo la búsqueda de información sobre los precios y alternativas existentes en el mercado, la inspección y medida de lo intercambiado, la comunicación entre las partes y los costes de asesoramiento legal. En última instancia todos los costes de transacción son costes de información. Pero lo contrario no es cierto: no todos los costes de información son costes de transacción. Robinson Crusoe tiene costes de información, pero sólo se enfrenta a costes de transacción cuando se encuentra con Viernes.

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