Coaching Scientific Method
First Approach to a Standard Work in Coaching

Coaching Scientific Method First Approach to a Standard Work in Coaching

Carlos Alberto Rossi
Atlantic International University Honolulu, Hawaii

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CONCLUSION

Considerando los datos aportados por la ICF en su estudio 2013, se puede comprobar la falta de profundidad en el análisis de la eficacia del proceso de coaching.

Un dato destacable de este estudio es que las credenciales, certificaciones, acreditaciones y antecedentes académicos no tienen la misma importancia para las diferentes empresas, con lo cual, el punto de vista que el autor sostiene en este trabajo, es decir, que los resultados tienen mayor peso que las credenciales a la hora de elegir un coach, está tomando cada vez mayor importancia.

La ética como base y fundamento del accionar de los coaches, como sostiene de forma acertada la ICF, debería ser el principal pilar donde se apoye el accionar de los coaches, pero no es así en todos los casos dependiendo de la visión que sobre esta profesión tiene cada uno de los interesados en ella.

Con respeto a la medición de la eficacia interna del proceso, el autor opina que el coaching científico aporta una primera aproximación a un estándar de trabajo y medición de dicho parámetro, con lo cual se transforma este método en un precursor de la mejora en la efectividad del servicio de coaching.

Dentro de esta medición tienen un papel importante e ineludible el COACH, el COACHEE y la ORGANIZACIÓN, o expresado de forma correcta la sinergia de las 3 partes es condición necesaria y suficiente para alcanzar el éxito del proceso de coaching.

Considerando la preparación actual de los coaches es necesario formarlos en un modelo mental de trabajo fundado en la multidisciplinariedad para incrementar su efectividad en el proceso de comprensión, guía, motivación y generación de nuevos modelos mentales perdurables en el pensamiento de los coachees, de lo contario el coaching, en algunos casos, seguirá siendo una mera charla que se volverá infructífera y solo perseguirá el fin comercial más no el de formar almas.

El autor alienta a todos las escuelas de coaching a compartir sus conocimientos y a buscar de forma mancomunada la metodología que mejor eficacia pudiera generar (este es un trabajo difícil ya que la conducta humana no es 100% predecible, las organizaciones tienen distintas naturaleza y por ende cada una de ellas, posiblemente necesitaría de una forma específica de evaluación).

Por otro lado, los conocimientos sobre la generación de la conducta humana son bastos y que en gran parte son comunes a todos los seres humanos, por lo que los coaches deberían ser entrenados de forma integral porque así es el hombre (en sentido general un sistema) y no por diferentes técnicas.

El autor reconoce en el coaching una potente herramienta para ayudar a las personas a desarrollar su talento y generar nuevas oportunidades de aprender y de avanzar en la vida, pero también sostiene que actualmente, a pesar de los resultados aparentemente buenos en las organizaciones, está totalmente en pañales en algunos puntos que por desgracia son los claves para determinar su utilidad.

La metodología del Coaching Científico presentada en este trabajo aportará nuevos conceptos para mejorar el trabajo diario de los coaches y aumentar la eficacia de sus servicios basándose en la vocación de servir y no en la búsqueda del dinero como fin principal.