SUJETOS SUBALTERNOS, POLÍTICA Y MEMORIA

SUJETOS SUBALTERNOS, POLÍTICA Y MEMORIA

Mariano Salomone (CV)

La configuración del conflicto según los ferroviarios

Entonces, va a destruir o va romper o va en contra de lo que nosotros estamos defendiendo, que es la fuente de trabajo de doscientas personas que están en el taller, que tiene más de cien años de historia (…) Eso es lo que queremos, no queremos que se sigan favoreciendo las corporaciones como estas de Madero en detrimento de la actividad ferroviaria. Y que esas 36 hectáreas, que parecen sumamente un botín muy jugoso porque están en el corazón de la ciudad! entonces, nosotros cuando el intendente de la capital quiere abrir la calle… si, que al abra… por arriba o por abajo, que haga una inversión pensando en una Mendoza para cien años adelante y no para un negocio de unos meses (Entrevista a Ricardo , 2008).

El problema político es que nos dejan a todos sin trabajo, porque pasan por el medio del taller, quedamos sin nada (...) dejan trescientas familias sin trabajo (Entrevista a Héctor, 2008).

Nosotros lo que queremos en definitiva es que se haga un proyecto, como el que tiene el gobierno, que se haga un proyecto de reconstrucción ferroviaria, que vuelva el tren y que el tren, a nosotros nos parece desde nuestra humilde visión, tiene mucho que ofrecer todavía a esta ciudad y a este país, el tren tiene muchas cosas que ofrecer, muchas soluciones (Entrevista a Horacio, 2008).

En los testimonios citados aparecen las motivaciones principales que impulsaron a los trabajadores ferroviarios a “salir a la calle” en los últimos años a partir de 2006: por una parte, la expectativa de reactivación de un proyecto ferroviario –la refuncionalización de los trenes de pasajeros-, y por la otra, la defensa específica de su lugar de trabajo en Mendoza –los talleres mecánicos ubicados en el predio en conflicto, en el cual se encuentran trabajando actualmente 220 operarios1 . Ambas motivaciones están relacionadas, pues una reactivación del sistema ferroviario fortalecería al sector y, por consiguiente, aseguraría los actuales puestos de trabajo, e incluso la posibilidad de crear otros nuevos. A su vez, como veremos más adelante, de estas motivaciones se desprenden otros aspectos, como la defensa de los bienes públicos frente al “negocio privado” –cuestión que será el punto de apoyo para el acercamiento con los otros dos colectivos-, la crítica al modo de operación de ALL –que será el punto de partida para la generalización de esa crítica a las antiguas privatizaciones- y el deseo de recuperar “todo lo que se perdió”.
Desde esas preocupaciones los ferroviarios se involucraron en el conflicto por los terrenos de la Estación. Primero, lo hicieron participando, durante el año 2007, del ciclo de reuniones descripto anteriormente, junto a OSA y a Casa Amérika. Luego, durante el 2008, protagonizaron una serie de acciones y medidas de fuerza que les dieron visibilidad como colectivo. Éstas se realizaron en contra de dos inciativas: el proyecto de apertura de una calle a través del predio, por parte de la Municipalidad de la Capital, y el convenio con Puerto Madero que viene impulsando el gobierno nacional. Veamos la cronología de estas acciones.
El 10 de marzo de 2008 los gremios ferroviarios organizaron, en los terrenos de la Estación, un acto en conmemoración de los 15 años del cierre del FGSM, fecha en la que partió el último tren de pasajeros. Con dicha actividad buscaban realizar un acto político a favor de un proyecto nacional de refuncionalización de los ferrocarriles, de ahí su nombre: “Por las vías del regreso”. Esa actividad puede ser considerada también como un acto de reafirmación de los ferroviarios como sujeto político, pues resulta ser la primera que organizan públicamente en los últimos años y, solo un mes después, comienzan a protagonizar otras medidas de fuerza, piquetes y cortes de calle. Además se trató de una acción pública de gran magnitud, en la que participó la mayoría de sus familias, se invitó a funcionarios del gobierno provincial y departamental y se preparó un buen número de actividades artísticas. También fue la primera actividad, organizada por ferroviarios, a la que pudieron asistir miembros de los otros dos colectivos, OSA y Casa Amérika.
El lunes 12 de abril de 2008, los ferroviarios protagonizaron un corte de calle en Belgrano y Juan B. Justo (Ciudad) en protesta contra el convenio con Puerto Madero y en reclamo de una audiencia con el intendente, Victor Fayad (ver Apéndice Imágenes, fotografía 5). Los días previos al corte había corrido el rumor de que en esa fecha se haría efectivo el traspaso del terreno a Puerto Madero. Durante el fin de semana previo se reactivaron las reuniones de coordinación con OSA y Casa Amérika. El corte fue protagonizado por los ferroviarios, sujetos “naturales” del reclamo, pero también participó el resto de las organizaciones: OSA, Casa Amérika, el Colegio de Arquitectos, OIKOS, la UNC (a través de la rectora) y artesanos/as 2 (Los Andes, 12/05/08; 13/05/08; Uno, 13/05/08). Fue una medida en la que intervinieron numerosos empleados de la empresa, que hasta ese momento, no habían tenido participación en otras instancias de la lucha, como las reuniones semanales, por ejemplo.
Hacia mediados de septiembre de 2008 se inició un conflicto entre ferroviarios y el Municipio de Capital por la decisión del intendente de unir las calles Godoy Cruz y Roque Saenz Peña, “cortadas” en la actualidad por el predio del FC. La medida fue propuesta por el intendente para descongestionar el tráfico y mejorar la circulación en la conexión este-oeste. El primer registro del conflicto en los diarios locales, corresponde al día 17 de septiembre. Los periódicos relatan una manifestación por parte del grupo de ferroviarios que rechazaron la propuesta, alegando que “el proyecto representa un perjuicio para el desarrollo de sus tareas” (Los Andes, 17/09/08), pues la apertura de la calle Godoy Cruz atravesaría por el medio los talleres mecánicos. Durante los meses de octubre y noviembre, la Municipalidad intentó negociar con los ferroviarios sin obtener mayores resultados, por lo que apostó a gestionar un permiso judicial para llevar adelante la obra. Hacia finales de noviembre, el juez federal Walter Bento reconoció la facultad del municipio para prolongar la calle (Los Andes, 27/11/08), sin embargo los ferroviarios no dejaron avanzar a las topadoras (ver Apéndice Imágenes, fotografías 7 y 8).
La Municipalidad de la Capital no pudo concretar, por cuarta vez, su intención de abrir la calle Godoy Cruz hacia el oeste (…) como en las oportunidades anteriores, los trabajadores del riel se interpusieron a los municipales (Los Andes, 28/11/08).

Se trata del momento más tenso en el conflicto por la apertura de la calle Godoy Cruz: los ferroviarios se apostaron delante de las topadoras y montaron una guardia permanente hasta que la municipalidad las retiró, cerca de 10 días después.
En este caso, a diferencia del piquete anterior, fue una medida de fuerza decidida, organizada y sostenida únicamente por el grupo ferroviario, es decir, no participó el resto de las organizaciones que se habían involucrado en la lucha por la recuperación de la Estación. En tal sentido, puede tomarse como un momento de cierre de un ciclo de lucha en el que se diluye la articulación entre los tres colectivos. El conflicto por la apertura de la calle, dio lugar a un debate público entre ferroviarios, autoridades municipales y vecinos/as de la zona. El 3 de noviembre, cuando la Municipalidad intentó avanzar con las topadoras, luego de frustradas negociaciones, quedaron los ferroviarios haciendo guardia y se acercaron varios vecinos/as. Se trataba de intercambios espontáneos, en la calle. En cuanto al carácter de la discusión, resultaba algo contradictorio, pues ni los ferroviarios ni los vecinos se mostraban en contra unos de los otro, y sin embargo, no lograban ponerse de acuerdo. Los ferroviarios decían estar defendiendo la fuente de trabajo y el regreso de los FFCC como recurso para la nación (como solución a los problemas de transporte, garantías de mayor seguridad, economía, etc.) e insistían, por ello, en la imposibilidad de abrir una calle que cortaría sus talleres por la mitad; a la vez, decían no oponerse al “desarrollo” de la ciudad y el mejoramiento de la limpieza, siempre que no se tocasen los talleres. Por su parte, los/las vecinos/as, argumentaban que el problema era la “seguridad” de la zona (se escuchan los clishés más duros y conservadores sobre el tema) y, aunque decían no oponerse y comprender la situación de los ferroviarios (la defensa de su fuente de trabajo), pedían que el lugar fuera despejado, que estuviera limpio y seguro: “abrir, limpiar y regar, nada más, ni consultar a un urbanista ni a nadie”. Ese día que, se encontraba presente el presidente del Concejo Deliberante de la Capital, Guillermo Yazli, quien pretendía conformar a cada uno, ferroviarios y vecinos/as, diciéndoles lo que querían escuchar: a los ferroviarios les juraba que el proyecto de apertura de calle no tocaría nada de las vías y a los/las vecinos/as les prometía un parque para recreación y paseo 3.
La última actividad de la que participara ferroviarios durante el período fue el acto realizado con motivo de la llegada del Tren solidario a Mendoza, el día 6 de diciembre de 2008. Dicha actividad fue preparada en forma conjunta con Rieles Multimedio, organización que busca recuperar ramales cerrados durante los noventa. Se trató del viaje número 21 del programa de Responsabilidad Social Empresaria de Rieles Multimedia, que funciona desde 2001. En este caso, partieron de Retiro 6 coches con 260 pasajeros a bordo y alrededor de 5 toneladas de “alimentos no perecederos, ropa y medicamentos para los más necesitados de la ciudad de Mendoza” (Los Andes, 07/12/08). Los gremios ferroviarios de Mendoza apostaban a demostrar que era posible volver a “correr” un tren de pasajeros por el ramal del FCGSM:
(…) hoy estamos acá emocionados, alegres de ver llegar este tren, de saber que se puede nuevamente ‘correr’ un tren de pasajeros, que podemos revertir la historia de aquellos que en algún momento quisieron negociar lo que tantísimo sacrificio le costó al gobierno del Gral. Perón cuando nacionalizó los ferrocarriles (Discurso de Ricardo (Unión Ferroviaria) en el acto 6/12/08).

Ahora bien, si el proyecto de reactivación ferroviaria y el regreso del tren de pasajeros constituyen una de sus motivaciones principales, veamos cuáles son sus argumentos: el FC aumenta la calidad de vida (descongestiona rutas y reduce los riesgos de accidentes viales, es decir, salva vidas) y disminuye la contaminación ambiental, reduciendo, además los costos para el Estado. En definitiva, “es un transporte masivo y es muy seguro” (Entrevista a Horacio, 2008).
Te imaginás que con cuatro o cinco vagones nosotros traemos… transportamos mil personas, son mil personas que sacamos de la ruta, que corren el riesgo permanente de lo que son los accidentes de tránsito y demás y descongestionamos la ruta, estamos sacándole un presupuesto importante que se podría volcar al ferrocarril en el tema de la pérdida de vida, en el tema de la contaminación y en el tema de lo que es la estructura de la ruta, que se tiene que hacer cargo el Estado (…) Si nosotros hacemos que bajen los costos en el sentido de que vos disminuís la contaminación, que eso es calidad de vida y eso cuesta muchísimos dinero, si vos estás bajando los índices de accidentología y eso cuesta muchísimos dinero (…) si todo ese dinero lo volcás a la infraestructura ferroviaria, yo te puedo asegurar que estamos sobrados, nos está sobrando dinero para levantar más obras de las que tenemos que ejecutar, lo que pasa es que falta, como te decía yo, la voluntad política de hacerlo (Entrevista a Ricardo , 2008).

Es común escuchar, desde los ferroviarios, argumentos a favor de la reactivación de los FFCC que refieren a una lógica de “costo/beneficio”. Ello tiene que ver con el hecho de que las privatizaciones, en los 90, se apoyaron en una fuerte campaña mediática de desprestigio de los FFCC, pues provocaban “déficit fiscal”: “el cáncer de la sociedad”, según se decía. No obstante, más adelante veremos que sus argumentos no se reducen a una mirada empresarial, sino que tienden a ampliar los marcos de visión hacia el futuro, hacia la idea de recuperar el servicio de transporte férreo como bien público.
El conflicto actual en realidad es un conflicto de larga data pero que ahora se está acentuando, porque… hay quienes resisten este embate, no solamente del Municipio (…) el tema es que cuando en los noventa, no circuló más un tren por la calle Belgrano, le dio pie a que muchísimos vivos pensaran en los negocios inmobiliarios, en otro tipo de obras faraónicas y demás, que íbamos a terminar pagando nosotros pero que iba a beneficiar a estos sectores. (...) Puerto Madero ha incursionado y quiere incursionar en distintas provincias, en distintos lugares del país, tratando de hacer este tipo de negocios con terrenos que son del Estado (…) La cuestión es que… como vieron todo abandonado, como no hubo más actividad, no quedaron empleados activos del ferrocarril (…) lo que pretendieron es crear el ámbito y el medio para que esos terrenos se desvalorizaran y para que la sociedad, los vecinos… todos, dijesen, “mirá el baldío, mirá la villa, mirá el asentamiento, esto es peligroso, esto no nos conviene, está en estado de abandono”… ¿no? (...) Ahora van por los talleres, esos talleres ahí les son incómodos, esos talleres ahí y que estén trabajando desgraciadamente no los pudieron erradicar antes, que los querían erradicar, porque entonces sí les quedaban liberadas las 36 hectáreas para cualquier propósito, para lo que ellos querían (Entrevista a Ricardo , 2008).

Y yo creo que el problema es de formación y de proyecto! Acá todos tienen su proyectito, pero no nos unimos en un proyecto de esta envergadura y que articule todos los intereses. Porque la municipalidad tiene su proyectito, la provincia tiene su proyectito y la nación tiene el otro… pero esto no se trata de que cada uno haga lo que quiera, se trata de hacer que las cosas funcionen de la mejor manera posible y teniendo como objetivo el bien común. (...) Porque la lucha acá también es con intereses políticos muy poderosos, perdón, intereses económicos muy poderosos, no es contra, que se yo, contra un Juancito cualquiera, o sea, hay mucha... muchos intereses muy pesados, no es ninguna casualidad que la prensa a nosotros no nos de pelota (Entrevista a Horacio, 2008).

En estos pasajes de entrevistas queda claro que si la defensa del trabajo forma parte de las motivaciones que impulsaron a los ferroviarios a involucrarse en el conflicto actual por los terrenos de la Estación, al mismo tiempo, esa intervención en la conflictividad los llevó a comprometerse y realizar otros cuestionamientos, tales como oponer críticas a la gestión de los FFCC por parte de la empresa ALL, a posicionarse en contra de la tendencia hegemónica a realizar negocios privados con terrenos estatales y a la reivindicación del servicio de transporte de pasajeros como bien público. Estos últimos argumentos, la referencia al proceso privatizador y al bien común como horizonte para el accionar colectivo, fueron los que permitieron acercar sus posiciones a las de los otros sectores y organizaciones como OSA y Casa Amérika, también comprometidos, cada uno desde sus posiciones singulares, en la lucha por la recuperación de la Estación como espacio público.

1 Según el testimonio de los ferroviarios, se trataría de los talleres más grandes de Curitiba hacia el sur, capaces de reparar una máquina al 100%, de desarmarla y volverla a armar. La empresa ALL (al igual que el anterior ramal Gral. San Martín) repara en estos talleres todas las locomotoras en mal estado de la línea férrea. La infraestructura que ello implica (guinches, puentes-grúas, galpones, etc.) hace muy dificultoso y costoso su traslado a otra zona o lugar.

2 Hacía unos meses la Municipalidad de Capital había trasladado una feria de artesanos/as que funcionaba en la Plaza España de Mendoza a la calle Villalonga, lateral al predio de la Estación. La reubicación de la feria había provocado, a su vez, conflictos con la Municipalidad, ya que muchos de los/las artesanos/as se resistieron pues consideraban que el traslado repercutiría en su trabajo, pues la zona de la Estación, si bien cercana al centro, se encuentra desde hace años abandonada y por lo tanto menos transitada.

3 Fuente: registrado durante la observación no participante en el conflicto, día 03/11/08..