PRESENCIA INSTITUCIONAL DE LAS FUERZAS ARMADAS EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA Y SU IMPACTO EN LA CALIDAD DE VIDA DE LA POBLACIÓN

José Leopoldo Montesino Jerez

4.6.2 Colombia

Una de las actividades culturales y de carácter lúdico que más entretiene a familias completas deseosas de salir de casa son las ferias aeronáuticas. En junio del año 2006, en la ciudad de Antioquia, Colombia, los amantes de la aeronáutica y la gente común pudieron disfrutar de la III Feria Aeronáutica Internacional F-AIR 2006, en la cual la gran novedad sería el famoso avión F-16 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. En el evento, a efectuarse en el aeropuerto José María Córdova, de Río Negro, los empresarios del rubro también se aprestaban a reunirse en encuentros de carácter comercial. El artículo en referencia señala que la calidad y cantidad de espectáculos, novedades, demostraciones y negocios acordados, hacían de esta feria una de las más importantes a nivel Latinoamericano.1
En una noticia breve aparecida a fines de agosto del año 2006, se comenta que el Ejército de Colombia había realizado una jornada cívico-militar con el objeto de mejorar la cohesión social entre esta institución castrense y los habitantes del corregimiento Las Azules, en Santa Fe de Antioquia. De acuerdo a lo  señalado por el coronel Fernando Mojica, del Estado Mayor de la IV Brigada y otros voceros de la propia comunidad, las relaciones entre soldados y la gente de Santa Fe habían mejorado notoriamente, a pesar de que muchos pensaban que sus habitantes eran todos unos guerrilleros. En la ocasión, el líder local Oscar González agradeció el apoyo prestado por las autoridades, que aprobaron el financiamiento de una carretera. 2
La partida con destino a la ciudad de Barcelona, España, del  Buque Escuela Gloria, perteneciente a la Armada de Colombia, desde el puerto de Lisboa en Portugal, motivó que centenares de personas se reunieran en un día de septiembre del año 2006 en las márgenes del río Tajo. Esta actividad, en que los cadetes y guardiamarinas se alinearon en los palos mayores y entonaron cantos militares,  formaba parte de un viaje en que el buque escuela ya había visitado 142 puertos en 55 países, constituyéndose en una “embajada de Colombia en los mares” como expresó  el comandante de la nave, Hernando Ospina Barrera. En cada ciudad-puerto visitada, unas 1500 personas visitaban diariamente el tradicional bergantín. La programación de ruta incluía, después de su arribo a Barcelona, puertos de Francia, Italia y Grecia, para regresar a Cartagena, Colombia, en el mes de noviembre.3

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