DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y POBREZA EN AMÉRICA LATINA

DISTRIBUCIÓN DEL INGRESO Y POBREZA EN AMÉRICA LATINA

Juan Francisco González Bermúdez (CV)
Universidad Nacional Autónoma de México

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II.6.- En torno a un sólo método para medir la pobreza: la aportación de Julio Boltvinik.

Después de haber analizado los métodos de medición de la pobreza para el espacio latinoamericano, hemos de hacer un último esfuerzo en encontrar un método más preciso que nos lleve a establecer políticas que resuelvan los contrastes que se dan en las sociedades que componen dicha región. De hecho, contar con  la cantidad de pobres nos sirve  para establecer las medidas necesarias que nos conduzca a un mundo más igualitario.

Como hemos establecido anteriormente: “...el método de la línea de Pobreza consiste en comparar el ingreso (o consumo) per cápita (o por adulto equivalente de un hogar) con la llamada línea de pobreza, expresada en los mismos términos. Los hogares con ingresos menores que la línea de pobreza se consideran pobres y la misma característica se atribuye a cada una de las personas que en ellos habitan. El punto clave de este método consiste en la forma en que se define la línea de pobreza. En América Latina ha predominado la variante de definir una canasta normativa alimentaria (CNA), calcular su costo y multiplicar éste por el recíproco del coeficiente de Engels (porcentaje del gasto que se dedica a alimentos (Consulte nota de pie de página número 18. En página 26) de algún grupo de hogares, para obtener la línea de pobreza. A este procedimiento lo he llamado la variante de CNA del método de LP.”1

“Por otra parte, (…) el método de NBI consiste en comparar la situación de cada hogar en materia de un grupo de necesidades específicas con una serie de normas que expresan, para cada una de ellas, el nivel mínimo debajo del cual se considera insatisfecha la necesidad. Los hogares con una o más NBI se consideran pobres, lo mismo que todos sus miembros. Los puntos críticos de este método son la selección de necesidades, la definición de criterios mínimos para cada una de ellas  y la norma para definir la pobreza (por ejemplo, si es suficiente una necesidad básica insatisfecha para identificar como pobre al hogar).”2

Los problemas de este método  se han visto ensombrecidos por la escasa información que se tiene en América Latina. Además, como nos comenta Julio Boltvinik, en la práctica las variables a utilizar son el hacinamiento, vivienda inadecuada o improvisada, mal abastecimiento de agua, carencia de sistemas para eliminar excretas, inasistencia a la escuela primaria de menores y la asociación del nivel educativo del hogar y su ingreso. No se consideran el nivel educativo de todos los componentes del hogar y el acceso a electricidad.

En el caso de la Línea de Pobreza, debemos acotar que su problema estriba en que se basa como si dependiera sólo del ingreso o del consumo privado corriente de los hogares, y para el método de NBI, omite el ingreso corriente, estableciéndose así una visión amputada o parcial de la pobreza.

Por lo anterior, la estructuración de un método integrado de pobreza debe darse uniendo ambos métodos. Por ello, habría que observar más de cerca los pasos que se siguen en cada método para después pasar a una integración de ambos. Es importante señalar que se puede trasladar o subordinar la LP al de NBI; más no a la inversa. Por ello, debemos identificar las necesidades siguientes del método  de NBI; tal como Boltvinik lo establece:

  1. Los servicios  de agua potable.
  2. El nivel educativo de los adultos y la asistencia escolar de los menores
  3. La electricidad.
  4. La vivienda.
  5. El mobiliario y el equipamiento del hogar.
  6. El tiempo libre para recreación, información y cultura.

De las anteriores necesidades, las que se suelen incluir para determinar la pobreza son las que responden  a los incisos A, correspondiente a su vez a los servicios de agua y drenaje, la asistencia escolar de los menores, sin considerar el nivel educativo de los adultos que se encuentra en los censos y las características de la vivienda. Faltaría agregar la electricidad que también se encuentra disponible en dichos censos. El establecer como pobre a la persona adulta, nos obliga a dar como pobre precisamente a la persona y no al hogar. Lo correspondiente al mobiliario y el equipamiento del hogar, así como el tiempo libre, no están contenidos en los censos; por lo que sería necesario cambiar los cuestionarios.

Por otra parte, tenemos que la atención a la salud y a la reproducción biológica, así como la seguridad requieren un tratamiento mixto, puesto que se pueden satisfacer por medio de servicios gratuitos. Si las personas no tienen acceso a servicios gratuitos, será necesario establecer el costo de la atención médica y de los seguros privados en la LP. Cuando tienen acceso a los servicios públicos, estas necesidades se consideran satisfechas.

En lo referente a la LP tenemos que las variables que quedarían por definir, para completar nuestro propósito de un método integrado, son las siguientes:

  1. Alimentación.
  2. Vestido, calzado y cuidado personal.
  3.  Higiene personal y del hogar.
  4. Transporte y comunicaciones básicas.
  5. Gastos corrientes del hogar para establecer la línea de pobreza.
  6. Necesidades de recreación, información y cultura, son requisitos de tipo mixto. Además,  es necesario agregar aquí el tiempo libre que repercute en gastos de equipo para hacer deporte, espectáculos, gastos en transporte.
  7.  Si se carece de servicio gratuito de salud y a cobertura de seguridad social, habría que agregar gastos privados de estas necesidades, mismas que se incluyen en la línea de pobreza.

A todo lo anterior se debe sumar que:

 “Para definir el nivel de la línea de pobreza, una vez analizadas, (…) las inconsistencias del método de CAN, quedaría como la mejor opción construir una canasta normativa completa para las necesidades G) a I) y, en su caso, M). En estos rubros, los requerimientos de ingresos familiares son una función del tamaño de la familia, de su estructura de edades y sexos, y del tiempo disponible para labores domésticas. La línea de pobreza tiene que construirse para cada hogar tomando en cuenta estas variables.”3

Así mismo, habría que sumar la calidad de los bienes y servicios que se venden o se ofrecen en educación, salud y agua, y la ampliación del espectro que se tiene de cada una de estas necesidades. Por ejemplo, para el caso de la educación, se hace necesario agregar los conocimientos de educación no formal, como es el caso de los campesinos cuyos conocimientos no se aquilatan o los del obrero, quienes su entorno, per se, les da un nivel de conocimientos no reconocidos. Por ello, se requiere de métodos en el tratamiento de captación y proceso de la información. Además,  se hace necesario establecer métodos más precisos en cuanto a medición del ingreso y sobre todo, de lo que verdaderamente se aporta al hogar. Lógicamente estos cambios en la detección de datos estadísticos de los hogares, necesariamente deben reflejarse en las cuentas nacionales de un país.4

1 El método de medición integrada de la pobreza. Una propuesta para su desarrollo. Julio Boltvinik. En revista de Comercio Exterior, vol. 42, núm. 4, México, abril de 1992, p 354

2 Op. Cit.  Boltvinik. P. 355.

3 Loc. Cit. Boltvinik. P. 356

4 Hasta el momento en México no existe un acuerdo para medir la pobreza. Se espera que prontamente salga a la luz una manera de medirla. Según el Consejo nacional de Evaluación de la Política de desarrollo Social (Coneval), la primera evaluación debe contener la calidad y espacios en el hogar y el grado de cohesión social. Aspectos novedosos que según el Secretario de Coneval, son más complejos de medir. Las formas para cuantificar la pobreza actualmente no son oficiales y se basan en la Encuesta Nacional de Ingresos de los Hogares, que el  Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática llevan a cabo. Cabe decir que se observa que el ingreso es importante, sin embargo, según el Coneval, se debe hacer un esfuerzo por encontrar las causas y los efectos de la pobreza, con la finalidad de obtener las soluciones.   El Financiero. Lunes 27 de agosto de 2007. Pág. 43.   Consideramos importante que una medición de la pobreza debe contener aspectos que hablen sobre el florecimiento humano, la felicidad, el bienestar y la calidad de vida. Elementos importantes que generan rumbos diferentes al establecido hasta ahora, mismos  que únicamente encajan sobre aspectos materiales de existencia y que si bien, impactan sobre los no materiales, se hace importante modificarlos y llegar a otros aspectos que tiene que ver con lo no material. A sus ves, estos, se deben esclarecer  y darles una definición operativa y medición; o inferirlos de aquellos indicadores materiales.