METODOLOGÍA PARA UNA ORGANIZACIÓN CONTEXTUALIZADA DE LOS CONTENIDOS DE PLANES DE ESTUDIO UNIVERSITARIOS

José Manuel Ruiz Socarras (CV)
jose.ruiz@reduc.edu.cu

Isbn:-Pendiente

2.2. Metodología para una organización contextual del contenido


A continuación se presenta la Metodología que se elaboró a partir del Modelo teórico en que se fundamenta. Dicha presentación se realiza a través de los siguientes aspectos:

Premisas en que se fundamenta.

Objetivo general.
Facilitar la elaboración y comparación de variantes de organización del contenido del plan de estudio como opciones diversas para una carrera dada.
Requerimientos para su aplicación.

El modelo en que se fundamenta la metodología, parte del carácter complejo que posee la organización del contenido del plan de estudio, por tanto la complejidad se convierte en requisito indispensable para la aplicación de la metodología, de ahí que se ha concebido para el caso del contenido de una carrera, que es el que posee suficiente grado de complejidad y por tanto los clientes de la metodología son:

Precisamente el empleo del enfoque sistémico y la comprensión de los objetos como sistemas presuponen la complejidad del fenómeno. Mientras mayor complejidad de interrelaciones, mientras más entretejido esté un sistema por dichas relaciones, mayor será la dificultad para sustituir o mover partes componentes del sistema por otras. Mientras que en un agregado mecánico es relativamente fácil la sustitución de un componente por otro, sin que el sistema se vea afectado en su funcionamiento, ello no será así cuando se trate de un sistema integral complejo.

Características fundamentales.

Dado la utilización de la modelación matemática, en particular de la Teoría de Grafos.
El problema de distribuir los macrocomponentes de manera que se satisfagan la mayor cantidad posible de relaciones de necesidad, pero con flexibilidad, es un problema difícil y complejo de solucionar, dado por el número de macrocomponentes y de relaciones entre ellos, por lo que se requiere del empleo de métodos que permitan obtener la solución sobre una base cada vez más científica.
Según Kaufmann (1978) en el estudio de los fenómenos de organización, la teoría de las redes o Teoría de Grafos, puede ser eficaz en la resolución de ciertos problemas secuenciales, o sea, problemas que consisten en colocar en cierto orden cronológico operaciones que no son generalmente independientes y que hacen intervenir disponibilidades y recursos, aplicación de técnicas y distribución de tiempos. Ciertas operaciones elementales no pueden efectuarse más que con la condición de que ciertas otras hayan sido terminadas, pero varias operaciones pueden ser simultáneas. Se supone que ninguna de las operaciones puede ser fraccionada y que el intervalo de tiempo transcurrido entre la iniciación de una operación y la iniciación de la siguiente es determinado y conocido. Una red así construida no debe contener ningún circuito, de lo contrario el problema no tendría sentido.
Como se observa, el problema de la distribución de los macrocomponentes, se puede identificar a la luz de la Teoría de Grafos como un problema secuencial y puede ser resuelto mediante la utilización de métodos secuenciales.
La utilización de la Teoría de Grafos como modelo matemático del contenido del plan de estudio, tiene sus bases, en la relación sistema - modelo, como parte de uno de los diferentes enfoques de los que se han nutrido desde sus inicios los intentos por crear una Teoría General de Sistemas: el enfoque matemático. El enfoque matemático de la Teoría General de Sistemas (TGS) presupone considerar al sistema como un modelo matemático de las relaciones entre sus componentes. Ha aportado a la TGS tanto las ventajas como desventajas propias de la utilización de la Matemática en cualquier disciplina.
Como ventajas está la precisión de las formulaciones, la brevedad de la exposición, el rigor de la deducción y en la toma de decisiones, la facilidad en la realización de inferencias. Para Langefors (1982) la Matemática indispensable para la descripción formal y el análisis más fundamental de los sistemas es tan sencilla que parece muy justificado que se familiarice con ella todo aquel que desee estudiar o aplicar métodos de sistemas. Artola (1989) señala que la necesidad de optimizar las decisiones que son adoptadas en los sistemas organizativos de gran complejidad dio lugar, en los últimos decenios, al nacimiento y desarrollo de nuevas corrientes científicas. En particular han alcanzado un notable auge disciplinas como la Investigación de Operaciones y la Teoría de Sistemas. En los sistemas organizativos es posible la adopción de decisiones óptimas a partir de un criterio formulado para todo el sistema, pero – continua Artola - la aplicación práctica de esta idea se ha visto limitada entre otras cosas porque la toma de decisiones  se ha venido definiendo con la ayuda de la intuición humana.
Como desventajas de este enfoque está que en muchos sistemas es difícil especificar de forma precisa sus estados y postular las leyes dinámicas que determinan su progresión, cuestiones estas necesarias para poder definir con precisión el sistema mediante el enfoque matemático, mientras que a veces se puede decir mucho más acerca de los sistemas si no se intentan tales especificaciones precisas y se hacen valer las ventajas de procedimientos heurísticos especiales. Otra desventaja está en el peligro que suponen ciertas simplificaciones que hay que hacer para lograr el empleo de ciertos métodos matemáticos, lo que puede alterar el grado de generalidad de la teoría y por otro lado se corre el riesgo de confundir la exactitud de la matemática con la del sistema que se representa, suponiéndose que el resultado matemático es identificable a una conclusión teórica. Langefors plantea que el tratamiento matemático completo solo es posible para ciertas clases de sistemas pues hay sistemas complejos que no admiten aplicar el enfoque analítico, sino solo el razonamiento conceptual e informal porque sus propiedades son excesivamente complejas o indefinidas.
Debe aclararse que el autor comparte el criterio de Sosa (1970) al expresar que el modelo matemático puede ser usado para representar algunos aspectos de un modelo teórico, lo cual no significa ni que el modelo matemático es un modelo teórico, ni que el modelo teórico sea reducible a un modelo matemático.

Dado por la relación que existe entre modelo y sistema y el alto grado de abstracción que poseen ambos conceptos. Precisamente la metodología se fundamenta en un modelo del contenido, considerado tanto el contenido como el propio modelo como sistemas.
De los trabajos de García, Rosenblueth y Sosa (1970) se aprecia la relación sistema - modelo, la que el autor de la tesis interpreta como que el propio hecho de concebir al objeto como un sistema es ya una modelación de dicho objeto, pero a su vez desde el punto de vista del enfoque sistémico, el modelo es también un sistema,  con una estructura más simple, aunque similar al objeto original,  que  facilita su estudio.

Es una consecuencia de su alto grado de generalidad, lo que le permite aplicarla a una enorme diversidad de objetos independientemente de su especificidad.
El hecho de que los modelos de la Investigación de Operaciones se fundamentan en que las características que “recogen” del original, son la estructura o trama de relaciones, hace que se caractericen por poder ser usado un mismo modelo para representar diversos sistemas diferentes, incluso sistemas que no fueron tenidos en cuenta en la concepción inicial del modelo.

Es una consecuencia de la utilización de los modelos de la Teoría de Grafos, hecho que permite introducir la tecnología computarizada en la ejecución de la metodología, lo que en algunas de sus acciones se hace indispensable para facilitar su aplicación.
En relación con el uso de la computación, el autor asume la posición del Materialismo Dialéctico, de reconocer la conciencia como propiedad de la materia altamente organizada y por tanto como producto de la vida social y de las relaciones sociales entre los hombres, de aquí que no puede ser reemplazada por la máquina, resultado de la actividad científico técnica del hombre, quien como ser social es el verdadero portador de la conciencia.
Es por eso que la metodología elaborada para la organización del contenido es solo un sistema de apoyo a la toma de decisiones en esta área del diseño curricular, pero las decisiones quien las toma es el hombre (especialista) encargado de la organización.
A. Kaufmann (1978, p. 105) al referirse al caso de la crítica automática de textos y la investigación de los manuscritos perdidos, señalaba que, “No podemos dejar de notar que en todo instante el filólogo conserva la dirección de las operaciones, pero su trabajo es seriamente preparado, guiado, apoyado y detallado por el método científico; en este caso, la teoría de las redes y el empleo de un conjunto electrónico apropiado”.
De ahí que en el caso del proceso de organización del contenido, y de manera similar, el especialista que está desarrollando el proceso se apoya en métodos de la Teoría de Grafos y la tecnología computarizada, pero siempre las decisiones es él quien las toma y en todo momento conserva la dirección de las operaciones del proceso. Es esta la idea rectora de la metodología en cuanto al uso de la Teoría de Grafos y la tecnología computarizada. A partir de esta filosofía de trabajo, tres estudiantes de la carrera de Ingeniería en Informática de la Universidad de Camagüey, vinculados al trabajo de investigación del autor de la tesis, elaboraron dos Software que apoyan a la Metodología y cuyas características se pueden apreciar en el Anexo 2.2.
Etapas de la metodología.
La Metodología consta de tres etapas: de Diseño, de Distribución y de Precisión.
Etapa de Diseño.
Objetivo: Determinar los macrocomponentes.
Acciones principales.

Consideraciones metodológicas.

El autor de la tesis sugiere entonces utilizar la siguiente escala, aunque los especialistas que llevan a cabo el trabajo pueden considerar oportuno elaborar otra diferente a ella: la relación de necesidad que existe es muy fuerte (5), la relación de necesidad que existe es fuerte (4), la relación de necesidad que existe es de intensidad media (3), la relación de necesidad que existe es débil (2) y no existe relación de necesidad (1).

Si el tiempo de que se dispone para realizar el trabajo no es suficiente o no se dispone del número necesario de expertos en la materia y se hace imposible aplicar un criterio de expertos en la determinación de las relaciones de necesidad y su peso, debe al menos involucrase al personal más capacitado y conocedor de las relaciones intermaterias.

Etapa de Distribución.
Objetivo: Obtener el esquema del plan de estudio sobre la base del cual se negociará con el estudiante.
Acciones principales.

Consideraciones metodológicas.
Es en esta etapa en que se logra la distribución de los macrocomponentes por niveles. Esta distribución no es única y da lugar a diferentes variantes de organización, que con igual número de niveles, son expresión de una flexibilidad, a partir de una racionalidad que debe cumplir toda variante para que sea posible.
Para la ejecución de las acciones se utilizan procedimientos y métodos, algunos ya existentes en la Teoría de Grafos y otros que el autor ha creado. Todos los procedimientos y métodos son posibles de programar y de hacer uso de la tecnología computarizada. Las acciones primera y segunda son imposibles de realizar manualmente, dado el elevado número de relaciones de necesidad y circuitos que pueden existir, no así el resto de las acciones en que no es imprescindible el uso de la computadora, pero pueden ser también implementadas computacionalmente para facilitar el trabajo.
En general, tal y como el autor de la tesis propone en su modelo, las diferentes niveles de organización no están acotados en cuanto al tiempo de duración, excepto por el tiempo máximo que dura la carrera, pero obviamente un nivel nunca lo excederá, por cuanto al asignar el tiempo a cada uno de los macrocomponentes se tuvo en cuenta que la suma de todos ellos no excediera un valor máximo permisible. No obstante en esta etapa se trabaja con una restricción dada por la cantidad máxima de horas clase permisible en un nivel, lo cual evidentemente significa una acotación del tiempo de duración máxima de cada nivel, lo que aparentemente es una contradicción con la concepción teórica del modelo, pero en realidad no existe tal contradicción si se pone como cantidad máxima de horas clases permisibles por nivel, un número a lo sumo igual al número de horas clases total de la carrera.
Lo que sucede es que para lograr una mayor utilización de la Metodología el autor quiso contemplar la posibilidad de que un usuario quiera acotar el tiempo de duración máximo de los niveles, no acatando lo que propone en este sentido el autor de la tesis y por eso se introdujo esa opción en la Metodología, en cuyo caso el usuario puede prefijar el número de semanas que como máximo debe durar un nivel, multiplicarlo por el número de horas clases normado por semana y obtener la cota superior del número de horas clase máximo por nivel. Mediante esta opción el usuario puede diseñar niveles que no excedan un tiempo máximo de duración que él fije.
Determinación y rompimiento de circuitos.
Ya se había visto la razón por la cual hay que romper los circuitos, lo cual al mismo tiempo posibilita aplicar un procedimiento de la Teoría de Grafos (Anexo 2.3) que permite estructurar una red sin circuitos, por niveles, de manera tal que todo vértice de la red tiene sus predecesores en niveles anteriores. Por tanto, se puede aplicar tal procedimiento a la red que resulta de representar los macrocomponentes como vértices de un grafo y las relaciones de necesidad como sus arcos, siempre que hayan sido rotos los circuitos existentes. Es por eso que es necesario hacer un estudio de los tipos de circuitos que pueden existir en la red, para de acuerdo a las características de cada uno de ellos y teniendo en cuenta los principios que ya se obtuvieron y que deben regir sus rupturas, crear procedimientos de ruptura.
En el Anexo 2.4 aparecen los tipos de circuitos que el autor ha determinado pueden existir y los procedimientos por él elaborados  para realizar su ruptura.
Distribución de los macrocomponentes por niveles.
Una vez garantizada la no existencia de circuitos en la red, se aplica el procedimiento de distribución por niveles, el que dado el elevado número de relaciones de necesidad que existen, da una estructura organizativa del contenido caracterizada generalmente por un gran número de niveles con muy pocos macrocomponentes en cada uno de ellos, lo que como se sabe desde el punto de vista pedagógico no es aconsejable y por tanto es necesario operar sobre dicha estructura con el objetivo de reducir el número de niveles y con ello aumentar el número de macrocomponentes que pueden impartirse simultáneamente.
Reducción de niveles.
En el Anexo 2.5 se pueden apreciar las diferentes vías que el autor propone de lograr reducir el número de niveles.
Hay que tener presente que en cualquiera de las vías a utilizar par la reducción de niveles, existen tres tipos de restricciones, que, de estar presente al menos una de ellas, independientemente de que se den otras condiciones favorables para la unificación de niveles, la misma no puede realizarse. Ellas son:

Satisfacción de nuevas relaciones de necesidad (Movimiento hacia arriba).
Llegado a este punto, no es posible hacer más reducciones de niveles sin dejar de cumplir al menos uno de los tres tipos de restricciones declaradas al inicio del proceso de distribución de los macrocomponentes por niveles, pero como puede que aun queden relaciones de necesidad sin satisfacer, se hace un último intento por ver cuáles de ellas pueden satisfacerse (en el afán de que el número de relaciones de necesidad sin satisfacer sea cada vez menor) aunque no se disminuye el número de niveles.
Para ello hay que mover macrocomponentes, pero dadas las características del tipo de movimiento que se realizó anteriormente (hacia abajo), el único posible tipo de movimiento que puede efectuarse ahora es hacia arriba o sea hacia niveles superiores. Pero antes de realizar cualquier movimiento hacia arriba, es bueno determinar primero si existen macrocomponentes que no pueden ser movidos y cuáles son, para lo cual se elaboró el procedimiento que aparece en el Anexo 2.6.
Los restantes macrocomponentes son posibles de mover, y se dice posible porque no se puede afirmar que efectivamente puedan ser movidos. Las condiciones que permiten su movimiento aparecen también en el Anexo 2.6.
En el Anexo 2.7 aparece el procedimiento que permite el análisis de la satisfacción de nuevas relaciones de necesidad.
Negociación de diferentes variantes de organización.
La existencia de variantes diferentes de organización, depende de la posibilidad de mover los macrocomponentes de un nivel a otro, pero éste movimiento solo puede ser hacia niveles superiores, ya que hacia niveles inferiores es imposible, puesto que con anterioridad ya se realizó.
La determinación de cuáles macrocomponentes no pueden ser cambiados de nivel y las condiciones bajo las cuales los restantes macrocomponentes pueden ser movidos, permite ofrecer al estudiante la posibilidad de que decida entre los macrocomponentes que en cada nivel pueden ser movidos, cuáles quiere cursar en ese nivel y cuáles no.
Hay que decir que, dada la característica del movimiento anteriormente realizado a todos los macrocomponentes posibles de mover hacia abajo, ahora la mayor posibilidad de efectuar movimientos hacia arriba se obtiene si el movimiento se comienza por los macrocomponentes situados en niveles superiores y en orden decreciente, aunque el usuario tiene libertad de intentar mover hacia arriba cualquier macrocomponente comenzando por el nivel que quiera, lo único que la posibilidad de realizar el movimiento se reduce si se empieza por los situados en niveles inferiores.
Aun incluso, en el caso de que la Institución decida no ofertar ningún tipo de flexibilidad al estudiante para que este escoja el orden y momento de cursar aquellos macrocomponentes que pueden ser movidos, el experto o especialista que está realizando el trabajo puede usar esa flexibilidad para obtener variantes admisibles dentro de los que los estudiantes podrían seleccionar la que más se ajustara a sus realidades, en dependencia de las posibilidades del CES de que se trate. En el caso extremo en que no se oferte ningún tipo de flexibilidad al estudiante en este sentido, puede asumirse como única variante la que los expertos consideren la “óptima” dentro de las diferentes variantes obtenidas.
Finalmente se debe señalar que cualquiera sea la variante que se le ofrezca al estudiante, hay un elemento que si es de obligatorio cumplimiento, y es el número de niveles total de la carrera, el cual es determinado en la etapa de distribución de la metodología.
Etapa de Precisión.
Objetivo: Obtener los objetivos por niveles.
Acciones principales: Precisión de los propósitos y definición de objetivos.
Consideraciones metodológicas.
En esta etapa los propósitos de cada nivel toman precisión a partir de la distribución de los macrocomponentes obtenida en la etapa anterior, convirtiéndose de “propósitos” en “objetivos”, cuya integración da como resultado el objetivo de la carrera.
De esta forma, los objetivos de cada nivel son el resultado de la integración de los contenidos de los macrocomponentes que en ellos se ubican y expresan las nuevas cualidades que se logran con esa integración, ofreciendo una visión sistémica de cada nivel.

Consideraciones generales de la metodología.

Conclusiones del Capítulo.
Es posible y conveniente modelar la organización del contenido de planes de estudio universitarios,  como un proceso que comienza con un diseño inicial de los macrocomponentes, que a través de sucesivas aproximaciones conducen a su diseño final.
 Este proceso de aproximaciones sucesivas se produce a través de la distribución de los macrocomponentes en el tiempo que dura la carrera, teniendo en cuenta satisfacer la mayor cantidad posible de relaciones de necesidad, pero con flexibilidad que permita satisfacer también determinados requerimientos pedagógicos, las características del CES en donde se desarrolla el proceso y propiciando la participación activa del estudiante.
El proceso concluye con la determinación de variantes de esquemas o formatos para el plan de estudio que se generan en el propio proceso de organización y se llevan a una negociación Institución - Estudiante.
La contradicción entre rigidez y flexibilidad se soluciona en la contextualización, que expresa el ascenso a lo concreto donde se aprecia la participación del estudiante y de cierta Universidad en condiciones históricas determinadas.

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