Tesis doctorales de Economía


EFECTOS DE LA EDUCACIÓN Y EL EMPLEO, EN LA DINÁMICA DE LA POBREZA EN LOS HOGARES DEL PERÚ: 2001-2005

Reucher Correa Morocho



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1.2.2. Metodología para la medición de la pobreza

Al igual que la definición de pobreza su medición no es menos compleja y depende del enfoque teórico conque se le aborde. Por eso su evaluación va desde la utilización de métodos esencialmente cuantitativos hasta el diseño de complejos modelos que incluyen variables de difícil medición. El método más común es el que establece niveles de ingreso para diferenciar a los pobres de los que no lo son, método conocido como "líneas de pobreza". De acuerdo con la CEPAL las líneas de pobreza representan el nivel de ingreso necesario para que los hogares puedan satisfacer las necesidades básicas (alimentarias y no alimentarias) de sus miembros. Para ello se calcula el costo de la canasta básica de alimentos, el cual corresponde a la llamada línea de indigencia, de acuerdo con los hábitos de consumo, la disponibilidad efectiva de alimentos y sus precios relativos. A esto se agrega el costo estimado de la satisfacción de las necesidades básicas no alimentarias. El Banco Interamericano de Desarrollo por su parte, estima la línea de pobreza en dos dólares diarios por persona, mientras que el Banco Mundial, además de esta medición, calcula la línea de pobreza a partir de un dólar diario de ingreso por persona. Según Feres y Mancero, la definición de las líneas de pobreza descansa en dos enfoques: uno directo y el otro indirecto. "En el enfoque "directo", una persona pobre es aquella que no satisface una o varias necesidades básicas, como por ejemplo una nutrición adecuada, un lugar decente para vivir, educación básica, etc. El enfoque "indirecto", en cambio, clasificará como pobres a aquellas personas que no cuenten con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas" (Feres y Mancero, 1999).

Otra forma de medir la pobreza es a través del indicador NBI (Necesidades Básicas Insatisfechas), del cual se habló en la definición de pobreza.

De acuerdo con Feres y Mancero, "este método consiste en verificar si los hogares han satisfecho una serie de necesidades previamente establecidas y considera pobres a aquellos que no lo hayan logrado. En su versión más simple, el método NBI utiliza únicamente información "ex-post", puesto que no considera la capacidad del hogar para satisfacer las necesidades a futuro" (Feres y Mancero, 1999). Este indicador toma como punto de partida, dependiendo de las características de cada país o región, carencias como hacinamiento, vivienda inadecuada, abastecimiento inadecuado de agua, falta de servicios sanitarios para el desecho de excretas, inasistencia a escuelas primarias de los menores en edad, y un indicador indirecto de capacidad económica (Feres y Mancero, 1999).

A partir de 1990 el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) viene utilizando el Índice de Desarrollo Humano (IDH), el cual incluye tres dimensiones básicas: una vida larga y saludable, conocimientos y un nivel decente de vida. "Por cuanto se trata de un índice compuesto, el IDH contiene tres variables: la esperanza de vida al nacer, el logro educacional (alfabetización de adultos y la tasa bruta de matriculación primaria, secundaria y terciaria combinada) y el PBI real per cápita (PPA en dólares). El ingreso se considera en el IDH en representación de un nivel decente de vida y en reemplazo de todas las opciones humanas que no se reflejan en las otras dos dimensiones" (PNUD, 2000). El problema aquí radica en la definición de los criterios para determinar qué es un "nivel decente de vida".

El PNUD también utiliza el llamado Índice de Pobreza Humana (IPH), el cual mide la privación en cuanto al desarrollo humano. A diferencia del IDH que mide el progreso general de un país con relación al desarrollo humano, el IPH refleja la distribución del progreso y mide el grado de privación que continúa existiendo. El IPH se subdivide en el IPH-1, para los países en desarrollo y el IPH-2, para los países industrializados. "El IPH-1 mide la privación en cuanto a las mismas dimensiones del desarrollo humano básico que el IDH. Las variables utilizadas son el porcentaje de personas que se estima que morirá antes de los 40 años de edad, el porcentaje de adultos analfabetos y la privación en cuanto al aprovisionamiento económico general público y privado, reflejado por el porcentaje de la población sin acceso a servicios de salud y agua potable y el porcentaje de niños con peso insuficiente" (PNUD, 2000).

El IPH-2 (países industrializados) "se centra en la privación en las mismas tres dimensiones que el IPH-1 y en una adicional, la exclusión social. Las variables son el porcentaje de personas que se estima que morirá antes de los 60 años de edad, el porcentaje de personas cuya capacidad para leer y escribir no es suficiente para ser funcional, la proporción de la población que es pobre de ingreso (con un ingreso disponible inferior al 50% del mediano) y la proporción de desempleados de largo plazo (12 meses o más)" (PNUD, 2000).

Existe también el llamado Índice de Potenciación de Género (IPG), el cual se refiere al grado de participación de las mujeres en la vida económica y política de un país. El IPG "mide la desigualdad de género en esferas clave de la participación económica y política y de la adopción de decisiones". El IPG se diferencia del Índice de Desigualdad de Género (IDG), que es un indicador de la desigualdad de género en cuanto a capacidades básicas (PNUD, 2000).

Desde el punto de vista del concepto de desigualdad, existen diferentes métodos estadísticos de medición de la pobreza, los cuales pueden ser consultados en Litchfield (1999), así como en la dirección electrónica en Internet: http://www.worldbank.org/poverty/inequal/methods /measure.htm.

Igualmente, existen métodos de medición de la pobreza a partir de la distribución del ingreso, como el coeficiente de Gini, los cuales no trataremos en esta investigación

Sin embargo, haciendo un análisis de las diferentes metodologías para la medición de la pobreza, podemos describir que para lograr hacer mediciones sobre la pobreza, el investigador se debe enfrentar a priori a ciertas decisiones metodológicas, que fundamentalmente son cinco las que se pueden mencionar y que se deben tener en consideración:

1) Identificación del espacio pertinente, que hace referencia a las variables que se utilizarán para capturar la conveniente dimensión de la pobreza. Aunque son en la práctica cuatro dimensiones principales, la disyuntiva estriba en la selección del consumo o el ingreso;

2) Selección de la unidad de análisis: individuos u hogares;

3) Identificación de las personas u hogares en condiciones de pobreza mediante la definición de una línea de pobreza;

4) Agregación de carencias; y

5) Agregación de individuos.


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