MIRADAS SOBRE LA HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL

MIRADAS SOBRE LA HISTORIA DEL ARTE UNIVERSAL

Aurora Arjones Fernández (CV)

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Aspectos formales de la catedral gótica

La imagen en el Gótico continúa respondiendo a los principios del Codici Carolini ahora bien progresivamente se prioriza el valor estético, es decir en el Gótico la función de la imagen artística se concentra en su capacidad para facilitar la convicción de la liturgia: convencer desde lo bello, o aquello que ya afirmaba Platón: lo bello es sinónimo de lo bueno. Por tanto, si una imagen es bella ésta no puede conllevar un contenido perverso. Este principio se plasma perfectamente en el Jardín de las Delicias del Bosco, obra a la que se refirió el profesor Joan Sureda   como “El último sueño medieval” en El Despertar de Europa. El arte del Románico y del Gótico 1.

Gótico es la denominación con la que se refieren los tratadistas del Renacimiento a las manifestaciones artísticas precedentes a su momento que no participaban de los principios de lo clásico. Por tanto, Gótico en torno al siglo XVI era sinónimo de medieval. Hoy en cambio Gótico o Arte Gótico conlleva una superación de lo eminentemente medieval desde distintos puntos de vista; así por ejemplo, en pintura se supera el contenido y comienza a cobrar interés el valor estético así como la factura plástica. En arquitectura el Gótico coincide con el Románico en valorar la creación de espacio pero el arquitecto gótico progresivamente va concentrando todo su interés en la percepción del mismo por el penitente, casi podemos afirmar que el arquitecto gótico se centra en la dimensión hermeneútica frente al románico para el que lo sublime de la arquitectura estaba en su monumentalidad o magnificencia. En el espacio Gótico se perciben colores, luces, sonidos,... El espacio favorece la ascensión a través de los sentidos, el espacio Gótico contribuye al desarrollo de la potencia al acto haciendo nuestra la teoría hilemórfica de Aristóteles tan de moda en torno al siglo XII en París.

El Gótico surge y se desarrolla en Francia desde mediados del siglo XII, se extiende por Inglaterra, también tuvo algún desarrollo en Alemania pero quizás donde menor influencia ofreció fue en Italia. En España el Gótico se desarrolla hasta el siglo XV. Valoremos que la arquitectura gótica se rige a partir de un principio de mímesis de la naturaleza, así los haces de columnas que recorren el interior de las naves,  las gárgolas se disponen a modo de animales que se posan en la fachada aunque realmente cumplen la función de desagüe de la techumbre. De acuerdo con este principio de naturalismo podemos comprender que en Italia donde buena parte de los edificios de la Roma Antigua se conservan, ofrecen un concepto de creación que acaso ensombrece el modelo que ofrece la naturaleza.  Un buen ejemplo de naturalismo es la fachada principal de la Catedral de Notre Dame de París (finales del siglo XII) resuelta a partir de una portada de tres arcos, pero a diferencia de los arcos de triunfo de la Roma Antigua, aquí contemplamos un sistema de arcos apuntados que sustentan dos cuerpos en altura y en el interior de estos arcos aún se disponen relieves cargados de mensaje para la interpretación del penitente, pero los personajes de estos relieves dispuestos en el tímpano sí forman composición, no se yuxtaponen.

“mira” el exterior de la  Catedral de Notre Dame (París, Francia)

El arco apuntado es el elemento arquitectónico con mayor personalidad en el Gótico, define pórticos, gabletes, tribunas al interior e incluso da lugar a una nueva solución para las cubiertas: la bóveda ojival o de crucerías. La bóveda ojival o de crucería se identifica porque superpone sobre sus aristas nervios. La personalidad del arco apuntado en la arquitectura gótica responde no sólo a un artificio de la ingeniería y por tanto a un alarde técnico, sino que además envuelve un mensaje simbólico: la ascensión. La verticalidad de la Catedral de Reims, Chartres y Amiens simboliza la vida espiritual que profesaba la orden del Cister,  un factor fundacional del Gótico. En el caso de la portada principal de la Catedral de Reims la verticalidad de los arcos apuntados que resuelve los tres pórticos de acceso se refuerza con un pináculo que corona el arco central. En la fachada de la Catedral de Reims contemplamos el vaciado del tímpano de los pórticos donde se disponen vidrieras en lugar de relieves alusivos al juicio final; en planta también ofrece interesantes aportaciones tales como que el crucero se reduce de tal forma que la cabecera del templo, en la que identificamos ábside central, absidiolos circulares y girola, esta última se prolonga restando protagonismo al crucero. Recordemos que el crucero había sido una de las aportaciones más significativas de la iglesia de peregrinación y en gran medida de los templos románicos por tanto a partir de la identificación de la girola tenemos un criterio para la distinción entre un templo románico de uno gótico.

“mira” la fachada principal de la Catedral de Reims (Reims, Francia)

Si comparamos la fachada principal de la Catedral de Chartres con la de Reims comprobamos el naturalismo conseguido en la segunda a través de la introducción de la vidriera y las tracerías frente al predominio del arco de medio punto en la catedral de Chartres.

“mira” la fachada principal de la Catedral de Chartres (Chartres, Francia)

El interior de la nave principal de la Catedral de Amiens es un buen ejemplo del predominio de los haces de columnas en lugar del muro como elemento sustentante, bóvedas de ojivas o crucerías antes que de medio cañón, introducción del efecto de la luz natural matizada por los tonos de las vidrieras o claristorio y con ella la espiritualidad del interior de la arquitectura gótica. No podemos olvidar que parte de la sensación de verticalidad que se percibe en Amiens lo consigue mediante los haces de columnillas que conforme alcanza la techumbre se ramifican por las bóvedas – ¿estas formas arboriformes que subyace en el Gótico más puro son las que siglos más tarde “inspirarían” al Art Nouveau”? Esta cuestión la retomaremos en la arquitectura del siglo XIX-.

El interior de la iglesia gótica remarca el eje longitudinal, del que prácticamente elimina el crucero para no interferir en el camino hacia el altar mayor en el que desde mediados del siglo XIII comenzaremos a contemplar el retablo coronado por el gablete como es el caso del ábside principal de la Santa Capilla de París. Así mismo, la Santa Capilla de París como también ocurrirá en el interior de la Catedral de León, pone de manifiesto que en la arquitectura gótica el muro se desprende de su valor estructural, pasa a concentrarse en la vidriera y claristorio, e incluso deja de ser soporte del mensaje dado que en su lugar se dispone el retablo. 

“mira” el interior de la nave principal de la Catedral de Amiens (Amiens, Francia)

“mira” el exterior de la Santa Capilla de París (París, Francia)

El Palacio Ducal de Venecia, la sede del Ayuntamiento de Florencia y sin lugar a dudas el Ayuntamiento de Bruselas, son algunos de los ejemplos de la arquitectura gótica civil. El sentido de la verticalidad en el inmueble del Ayuntamiento de Bruselas se introduce a través de los pináculos en aguja, los arbotantes, y las torres igualmente resueltas mediante pináculos de agujas; en la perspectiva lateral del inmueble también refuerza el sentido de la verticalidad gótica la sucesión de contrafuertes. En el caso del Palacio Ducal de Venecia la verticalidad no es uno de los principios que justifican el estilo gótico de este inmueble, aunque como podemos contemplar la torre rompe la horizontalidad. En cualquier caso, como decimos, en el Palacio Ducal de Venecia es la galería de arcos abiertos apuntados y las tracerías, los que refuerzan el aspecto gótico de este inmueble.
 

“mira” el Ayuntamiento de Bruselas (Bélgica)

“mira” el Palacio Ducal de Venecia (Venecia, Italia)

La elevación de la torre campanario y el gablete que corona los arcos geminados presentes en la torre así como en el exterior en su conjunto, son los rasgos que en mayor medida definen la Catedral de Nuestra Señora de Florencia como obra gótica; en cualquier caso, esta obra se ofrece una arquitectura de transición entre el Gótico y el Renacimiento, prueba de ello es la incorporación de la cúpula de Brunelleschi.

“mira” la Catedral de Nuestra Señora de Florencia (Florencia, Italia)

El Gótico en España también se define como una variante bastante significativa. Las circunstancias políticas, económicas y culturales que definen la península Ibérica en torno al siglo XIII como un mosaico de culturas, nos permiten comprender que el Gótico español tenga una clara relación con la arquitectura de fortificación románica e hispano-musulmana. Es decir, que en la arquitectura gótica de la península Ibérica predomina el muro sobre el vano, así como el eje horizontal sobre el vertical, contraponiendo así dos de los principios básicos de la arquitectura gótica. Pues bien, estas características responden fundamentalmente a un factor político, los constantes asedios de territorios por la cultura hispano-musulmana. Otro aspecto significativo del Gótico español es que predominan los templos con una única torre campanario, ésta suele presentar una gran elevación lo que contribuye a afianzar sus rasgos góticos, pero no podemos olvidar que buena parte de estas torres son de estructura hispano-musulmana revestidas de elementos góticos; este es el caso de la Giralda de la Catedral de Sevilla.

“mira” el exterior de la Catedral de Sevilla (Sevilla, España)

Sin embargo, las fachadas principales de las catedrales de Burgos y León  responden a los principios de elevación y predominio del vano sobre el muro, son espacios esencialmente góticos. La Catedral de León remarca el sentido de la verticalidad a través de los contrafuertes que recorren sus torres, muros y fachada principal. Justamente la presencia de estos contrafuertes se ha interpretado como una influencia de la arquitectura de fortificación frente al carácter efímero del gótico francés. En cualquier caso, el rosetón que centra su fachada principal, los pináculos en aguja que coronan las torres y la elevación de las vidrieras justifican el valor artístico de esta catedral gótica. En el caso de la Catedral de Burgos, nos llama la atención además del rosetón, los pináculos, y las torres, la introducción de las tracerías.

“mira” la fachada principal de la Catedral de Burgos (Burgos, España)

“mira” la fachada principal de la Catedral de León (León, España)

La historiografía coincide en definir la Catedral de Toledo como la mayor aportación de la arquitectura española al estilo Gótico. En la planta de la Catedral de Toledo se concede mayor importancia a la anchura de las naves que a su elevación, en cualquier caso los haces de columnas que alcanzan hasta las bóvedas de ojivas, tercelete, ... favorecen la sensación de verticalidad. En planta se resuelve con cinco naves, crucero y doble girola, en suma como una planta de salón.

“mira” el interior de la nace principal de la Catedral de Toledo (Toledo, España)

“mira” el exterior de la Catedral de Palma de Mallorca (Mallorca, España)

Otra de las peculiaridades del Gótico en España es su vigencia a lo largo del siglo XV, de esta última etapa se nos ofrece un ejemplo paradigmático la Catedral de Sevilla dada su magnificencia. Justamente en esta última fase el Gótico no alcanza soluciones arquitectónicas llamativas sino que incorpora una decoración profusa. Pero quizás lo más significativo es que también en esta etapa el Gótico se hace estilo oficial de la monarquía de los Reyes Católicos distinguiéndose estas construcciones por la incorporación de emblemas, escudos, ... En suma, el Gótico en España además de su aportación artística, tal como el doble nivel de arbotantes propio de la arquitectura promocionada por la Corona de Aragón; adquiere un significativo valor histórico dado que nos permite comprender este momento de la historia de la península en el que cae el Reino de Granada y se expanden los acuerdos con los Reyes de Castilla y Aragón.

1 SUREDA, J., “El último sueño medieval” en El Despertar de Europa. El arte del Románico y del Gótico Barcelona: Planeta, 2006.