MIGRACIÓN INTERNACIONAL, DESEMPLEO Y DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO ANTE LOS DESAFÍOS DE LA GLOBALIZACIÓN

MIGRACIÓN INTERNACIONAL, DESEMPLEO Y DERECHOS HUMANOS EN MÉXICO ANTE LOS DESAFÍOS DE LA GLOBALIZACIÓN

Martina Rodríguez Domínguez
Emilio Hernández Gómez
Eduardo Meza Ramos

Universidad Autónoma de Nayarit

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CAPÍTULO I:

MIGRACIÓN INTERNACIONAL, GLOBALIZACIÓN Y DERECHOS HUMANOS DE LOS MIGRANTES

1.1 La migración internacional en el contexto de la globalización

La migración forma parte de la historia de la humanidad, en el pasado ayudó a la expansión del comercio y la economía, colaboró en la creación de naciones y territorios, nutrió a la urbanización; sin embargo, los tiempos han cambiado, antes, las personas circulaban con facilidad a países que demandaban mano de obra y los obstáculos aduaneros impedían el desplazamiento de mercancías y capitales, ahora, la globalización cambió la dirección, las mercancías circulan libremente pero los migrantes son restringidos por leyes y muros (Villafuerte y García, 2004).
El concepto de globalización permite describir parte de la complejidad del mundo actualizado y las múltiples contradicciones que comprende para entender los diversos procesos por los que ha transitado (Martínez, 2008). Muchas opiniones convergen al definir la globalización como la emergencia de un mercado capitalista mundial donde se vinculan la mayoría de los países, la expresión de la globalización surgió durante la década de 1980 (Muñoz, 2002), pues el origen de la globalización generalmente se explica por la existencia de las empresas transnacionales, pero es mucho más complejo y difiere de la transnacionalización anterior, actualmente las economías están integradas por la expansión de las empresas que establecen sus partes o fases de un  mismo proceso de producción en diferentes países; por lo tanto, los países quedan conectados por la misma estrategia empresarial cuyas decisiones se encuentran en un órgano que escapa del control de los gobiernos y se convierte en mecanismo de control de las autonomías nacionales, por las características que presenta el mercado de capitales se le considera globalizado (Muñoz, 2002). 
En la globalización la competencia es entre sistemas y no entre empresas, la empresa integra la competitividad y la innovación formando una red de vinculaciones que va de lo local a lo regional y los vínculos transnacionales  (Horbath, 2004). Entonces se asume que, en la globalización la mayoría de los países se encuentran sujetos a las políticas del mercado internacional donde los procesos de producción no reconocen fronteras territoriales y no están sujetos a un solo estado, en la globalización el mercado mundial supera las barreras y controles estatales  (Morales, 2009).
Además, la globalización implica la libre circulación de capitales y de recursos humanos más allá de las fronteras, eliminando el espacio-tiempo y donde el incremento de la migración ha alertado a los Estados a evitar la migración para defender su soberanía (Martínez, 2008). 
Incluso se supone que el proceso migratorio forma parte importante de la transformación social y puede impulsarla, los desplazamientos poblacionales en el pasado dieron forma a los estados y sociedades, actualmente lo radicalmente distintivo es el alcance global de las políticas nacionales e internacionales y sus consecuencias económicas y sociales, aunque esto no conducirá a la desaparición del estado nación, las relaciones de interdependencia y la cooperación regional y bilateral están transformando la vida de millones de personas (García, 2007b).
La globalización comprende los cambios que han llevado a la eliminación de las barreras a la movilidad de los factores de la producción entre los países, lo que se ha expresado en la integración económica y la expansión del mercado mundial e implica el éxodo de fuerza de trabajo, pero también se han incrementado las restricciones a la movilidad de la fuerza de trabajo migrante  (Muñoz, 2002). En este sentido se considera que el proceso migratorio es parte y producto de la integración y la globalización económica, además se estima que la migración internacional representa un enorme potencial aunque no se haya reconocido (Leite, Zamora y Acevedo, 2007).
También se destaca que la globalización y la migración han contribuido al proceso de desarrollo capitalista, sin embargo existe una contradicción en el proceso de globalización que por una parte promueve la apertura de las fronteras a los desplazamientos de flujos comerciales y financieros a nivel mundial, pero excluye a la migración (Villafuerte, 2006).
La globalización supone beneficios económicos, acompañados de poder y orientado por las tecnologías; sin embargo, un cambio trascendental en la década de los noventa está vinculado con la globalización y la flexibilización 1 del trabajo en los países de origen y destino de mano de obra (García, 2007a).
En la globalización los avances tecnológicos en los medios de comunicación permiten que se tenga mayor información de los mercados laborales en distintas partes del mundo, lo que motiva a migrar a quienes viven en países menos desarrollados (Morales, 2009). Como consecuencia de lo anterior, la migración internacional genera la entrada de los países al desarrollo de la economía global y social  (Massey, Durand y Malone, 2009).
De acuerdo a algunos argumentos el proceso de globalización de los mercados laborales y de capital propone grandes desafíos ante el Estado-nación y la soberanía nacional, la  globalización impulsa a la disminución de los salarios y a una mayor desigualdad en el mundo (Durand y Massey, 2003).
Entonces, en base al planteamiento anterior se deduce que uno de los fracasos sociales de la globalización es la desigualdad del ingreso entre las economías en vías de desarrollo y las desarrolladas (Corral, 2009). Aunque algunas economías emergentes como China se ha beneficiado de los efectos de la globalización, en otros países los efectos han sido devastadores, en los países industrializados se han incrementado los niveles de desempleo y la desigualdad de los ingresos (García, 2007a).
Desde otro enfoque, se ha planteado que los grandes problemas del desarrollo capitalista, son la superpoblación y la superproducción, los avances tecnológicos producen desempleo porque desplazan fuerza de trabajo, la revolución industrial genera incremento en la productividad lo cual requiere consumidores, pero los desempleados no pueden consumir; entonces, en ambos casos, la superpoblación y la superproducción se dirigen hacia la  expansión exterior  (Margulis, 1977).
Los desplazamientos de la población son un fenómeno que data desde tiempos históricos, lo que ha cambiado es la época y las circunstancias en que suceden estos movimientos (Castillo, 2000). Como parte del proceso de globalización la migración internacional es un fenómeno que ha llegado a todos los lugares del planeta, los desplazamientos de población responden a las oportunidades en otras naciones para buscar mejores condiciones de vida  (Tuirán, 2006).
La migración también responde al crecimiento demográfico, el desarrollo de la producción y el intercambio, el surgimiento de estados e imperios, las guerras, las conquistas, lo que implica migraciones voluntarias y forzadas como la esclavitud y las deportaciones que fueron formas de migración laboral (Castles y Miller, 2004), otras formas de migración forzada son los cambios económicos, las luchas políticas y los conflictos violentos (Castles y Miller, 2004 y Zuñiga, Leite y Nava, 2004).
El proceso migratorio ha extendido las rutas de origen y de destino de migrantes, ha incrementado su intensidad y complejidad, su impacto se ha generalizado en el plano económico, político, social, cultural  y demográfico (Leite, Zamora y Acevedo, 2007).
Si bien las personas se desplazan de un lugar a otro para beneficiarse de los salarios y maximizar sus ingresos, esto no es la única causa de la migración, se estima que el éxodo de las personas no está asociado a las brechas salariales y las diferencias en los estándares de vida no siempre producen desplazamientos de personas, este planteamiento no contradice a la teoría neoclásica, sino que en si misma podría estar incompleta  (Massey, Durand y Malone, 2009).
Entonces la decisión de migrar para los defensores de la teoría neoclásica depende de un costo beneficio, como réplica a los neoclásicos, la línea de investigación sobre migración de la teoría de los mercados laborales de Michael Piore propone que la demanda de fuerza de trabajo de las naciones industrializadas genera migración internacional en los países menos desarrollados proveedores de fuerza de trabajo, donde la demanda está determinada por las necesidades de los medios de producción (Piore, 1979).
Aunque de acuerdo a los planteamientos de los defensores de la economía neoclásica y al precursor de las leyes de las migraciones George Ravenstein, entre los diversos motivos que pueden generar los desplazamientos de la población, ninguno es más fuerte que el deseo de la población por mejorar sus condiciones de vida (Ravenstein, 1885).
Los resultados de algunas investigaciones revelan que mundialmente existe una relación entre migración internacional y desarrollo socioeconómico, mientras que algunos países atraen la fuerza de trabajo, otros expulsan a la población a migrar más allá de sus fronteras con o sin documentos para buscar prosperidad económica (Schmid, 2007).
Teóricamente existe un debate y discusión a nivel mundial sobre la complejidad y el carácter de indocumentado de los flujos migratorios, la preocupación de los retos que enfrenta la migración internacional para los países de origen y de destino de los migrantes, afecta más a los países receptores de migrantes que a los de origen (Giorguli, Gaspar y Leite, 2007).
Se considera que la migración internacional representa un fenómeno no deseado para los países desarrollados porque son movimientos ilegales de población de bajos niveles, pero es un elemento fundamental que promueve la globalización en el planeta, aunque parece que la migración ha estado excluida de la globalización, es un fenómeno inevitable dentro de este contexto  (Martínez, 2001).
En el escenario de la globalización la migración internacional ocupa un lugar importante, los desplazamientos de población a gran escala surgen del proceso de integración a nivel mundial y se generan a partir de los movimientos de mercancías y de capital, han llegado a ser una parte crítica en las transformaciones globales y están relacionadas a la internacionalización de la producción, la distribución y la inversión (Castles y Miller, 2004).
Por lo tanto, es normal que las relaciones entre la migración internacional y el desarrollo se enfrenten a múltiples dificultades y contradicciones, en un contexto de intensificación de las relaciones sociales y económicas a nivel mundial impulsado por la incorporación de nuevas tecnologías, la reestructuración productiva y la dispersión de la división del trabajo (Martínez, 2000).
Por otro lado, la crisis que afectó a la economía norteamericana con impacto mundial durante 2008 generó expectativas en México sobre el retorno de migrantes al perder su empleo en Estados Unidos, según información proporcionada por el Bureau of Labor de los Estados Unidos (BLS) se perdieron 1.2 millones de empleos y la tasa de desempleo de la población latina se incrementó a 8.8 por ciento, la crisis afectó los sectores de la manufactura, la construcción y algunas empresas de servicios a industrias; se deduce que los migrantes mexicanos fueron los más golpeados por la crisis porque se emplean como trabajadores de la construcción, obreros de la manufactura y trabajadores de servicios de mantenimiento y limpieza, entre otros (Alarcón, et al., 2008).
Algunos efectos de la migración internacional en México son, la pérdida de población y sobre todo de la población joven, además de la pérdida de capital humano que es atraído por los países desarrollados en la globalización (Muñoz, 2002). Se puede argumentar que para los países subdesarrollados la salida de capital humano es una causa del estancamiento económico (Agrela, 2002).
También se debe señalar que algunos países pobres poseen fuerza de trabajo laboral con bajo nivel académico y una parte importante de su población migra hacia el exterior por la falta de oportunidades económicas para todos y no solo para los altamente calificados, el resultado es que, una pequeña parte de la población migrante es altamente calificada y un número de migrantes con baja escolaridad es extremadamente elevado, según  información proporcionada el Censo de los Estados Unidos (Özden, 2007).
Desde otra perspectiva, Douglas Massey, Jorge Durand y Nolan Malone reconocen algunas observaciones básicas sobre la migración internacional en la fase de la economía globalizada, primeramente la migración internacional es producto del desarrollo económico y no es producto de la falta de desarrollo, la industrialización ha generado la migración desde los países; la segunda observación es que el proceso de integración económico, político y social de las naciones genera migración internacional, una expresión de las relaciones políticas son los tratados entre las naciones, las relaciones sociales se reflejan en el turismo, comercio y las corporaciones multinacionales; la tercera observación plantea que los migrantes al arribar a países desarrollados como Estados Unidos responden a una demanda interior de la estructura de economías postindustriales, el mercado laboral de los países desarrollados se ha vuelto más segmentado, los trabajos mal pagados son cubiertos por los inmigrantes indocumentados; la cuarta observación es que los migrantes al  llegar a un país desarrollado por primera vez, no tienen intenciones de establecerse de manera permanente sino que desean maximizar los ingresos lo que implica el retorno, otros se desplazan para solucionar problemas económicos; la quinta observación plantea que la gran variedad de motivos que provocan la migración no permiten deducir que estos movimientos poblacionales estén determinados por las condiciones del mercado laboral; la sexta se refiere a los migrantes internacionales que trabajan mucho tiempo en el extranjero se convierten en pobladores permanentes y la séptima se refiere a las relaciones que los migrantes internacionales establecen en los países de destino, además de la transformación que hacen de los lazos normales como el parentesco en fuentes potenciales de capital social  (Massey, Durand y Malone, 2009).
En este contexto, el efecto de la migración sobre las economías desarrolladas es que la migración ilegal beneficia a la economía receptora de migrantes, el carácter de ilegal permite la explotación de la fuerza de trabajo inmigrante, donde la remuneración no corresponde a su productividad y se refleja la asimetría de poder en la negociación (Ruiz y Velázquez, 2008). La vulnerabilidad de la población migrante indocumentada y la limitada utilización de otros servicios públicos se ha agravado por la criminalización de la migración en algunos estados norteamericanos (Giorguli y Leite, 2010), Finalmente la gran diversidad de investigaciones que postulan diferentes posiciones y enfoques sobre las causas y efectos de la migración internacional, no dejan de caer en la controversia y deducen que no hay una teoría coherente sobre migración internacional (Morales, 2009). 

1 La flexibilización laboral elimina la rigidez a las leyes laborales, las reformas y mecanismos jurídicos y permite que el trabajo se adapte a las necesidades y conveniencias del sistema productivo.