INTELIGENCIA EMOCIONAL

INTELIGENCIA EMOCIONAL

Miguel Mauricio Cueva Estrada
Universidad de Guayaquil

Volver al índice

CAPÍTULO I  EL TEMA

PLANTEAMIENTO DEL TEMA

El tema propuesto, motivo central de esta investigación bibliográfica, es “ La Inteligencia Emocional”. Tema que el autor plantea, por la importancia que reviste su consideración, dentro de todo el proceso de formación educativa del ser humano, consiente del papel que deben cumplir los educadores, buscando formar individuos equilibrados cognitivamente y desarrollados en el manejo de sus emociones.

ANTECEDENTES

Antes de comenzar, el autor, de profesión Economista, quiere dejar en claro que su conocimientos de Psicología, ciencia alrededor de la cuál giran la mayoría de estudios que constituyen la base de este expediente, se pueden comparar a los que tiene un Psicólogo sobre Ciencia Económica. Pero a pesar de esto, entiende y comprende la importancia del tratamiento del tema, para el futuro mejoramiento de la realidad tercermundista de la sociedad ecuatoriana y por que no latinoamericana o mundial, pero también deduce que la esencia del tema en tratamiento, de por si sola, no tendría ningún efecto, si no fuese incorporada en el proceso educativo, para todas las etapas del desarrollo humano, buscado transmitir con ello, principalmente a los gobernantes, la idea  de importancia y lo vital de su consideración como política estatal, en la formación de sus ciudadanos.

Tomamos lo que muy ilustres hombres han escrito, para enfocarlo a la realidad del Ecuador, de la cuál poco o nada se ha trazado, por lo menos eso hemos apreciado al concurrir a varias bibliotecas de Universidades de la Ciudad, donde no se han encontrado documentos relacionados al tema. Esto a pesar de ser un tema altamente explotado y conocido a nivel mundial, del cuál existen muchos libros escritos y sobre el que muchos autores siguen y seguirán escribiendo, pero que por el momento pasa desapercibido en nuestra sociedad.  Probablemente estemos entre los primeros, en realizar un estudio de estas características, lo que para el autor es irrelevante, pero advierte el mayor de los deseos, de aportar con  documentos que inscriban las bases y proporcionen indicadores para estudios posteriores.

Primeramente, el autor, quisiera introducirlos hacia la probable realidad que nos espera, mediante la narración de lo que futurólogos y pensadores perciben del mañana, para luego regresar al presente, ver nuestra realidad y la de otros, y en último lugar llegar a concluir, ¿dónde se están cometiendo los errores  que suscitan el problema ?, retrospectiva que nos permita, corregir esa probable realidad, que podría volverse alarmante.

Creo que más de un ser humano, se ha sentado a evocar , por lo menos una vez en su vida, ¿como era el mundo en que vivimos de niños ? y de igual forma repasábamos en nuestra mente, el mundo en que vivieron nuestros padres y abuelos, al revivir sus relatos . En más de una ocasión escuchábamos de los labios de nuestros viejos las frases: “en el pasado se vivieron tiempos mejores”, “ la sociedad era mas sana”, “ la gente era buena”, “no existía tanta delincuencia”, “no había tanta maldad”, “nadie te negaba un plato de comida”, “los niños respetaban a los adultos”, “podías dormir con la puerta de tu casa abierta y nadie te robaba” y así como estas, un sin número de frases que contaban acerca de tiempos realmente envidiables comparados con los actuales.

Frases que, probablemente, en un futuro no muy lejano, nuestros hijos las repitan, pero no para evocar sus años de infancia, que son los tiempos actuales, sino nuestros tiempos, los de nuestros padres y abuelos, por lo desenfrenado y en cierto modo vertiginoso del cambio de nuestro mundo y nuestra sociedad, que sin temor a equivocarnos, podemos decir, es extremadamente disímil a la que conocimos y conocieron nuestros padres y abuelos, pero que lamentablemente no conocen nuestro hijos y quizás también su descendencia .
 

No hay que ser un sabio, para entender que todo lo que pertenece al mundo, cambia. La tecnología, la política, el arte, la ciencia, la sociedad y la familia, son muy diferentes hoy comparadas con el pasado, responden a nuevas leyes, se analizan con otra lógica, se desarrollan en otros espacios y enfrentan otras realidades, para nuevos y modernos tiempos. Es así como pensadores penetrantes y profundos, situados en nuestro espacio temporal, discurren que nos encontramos ante una de las mayores reformas estructurales de todos los tiempos.

Drucker, P (1994), en el libro de Subiría M (1999) sostiene que “estamos ante un divisoria que se presenta cada doscientos años y mediante la cuál la sociedad se reacomoda en sus valores, en sus artes, en sus instituciones claves y en su estructura social y política”p9. Esta sociedad a la que hace referencia Miguel de Subiría en su libro “ Las vanguardias pedagógicas”, Drucker las denomina como “ La sociedad del conocimiento”, a la cuál se atribuirán enteras  transformaciones de las organizaciones, la economía, el estado, la escuela, así como otros más y que según lo que puede dilucidar Drucker , las labores primordiales estarán sindicadas a todo lo que tenga que ver con la noción y los servicios.

Toffler (1985) argumentó” los profundos y generalizados cambios actuales en las estructuras familiares, sociales, económicas y políticas son interdependientes entre sí y no un fruto del azar o fenómenos aislados” p10. Con esto nos a da a entender que se mantienen la ley de acción y reacción, es decir que todo lo que suceda en un sector de la sociedad humana, tendrá repercusiones directas en otras.

Reich (1993) consideró “nos encontramos pasando una transformación que modificará radicalmente el sentido de la economía y la política en el siglo venidero”p11. Según este autor, esta transformación terminará acabando las ya débiles economías nacionales, buscando establecer un gran red para la que todos lo agentes, insumos, recursos  y otros  elementos de producción formen parte de una economía trans-nacionalizada

Naisbitt y Aburdene (1992), describieron la siguiente directriz principal para el tercer milenio “ el triunfo y el papel preponderante que adquirirá el individuo, logrado después de un extenso período en el cuál para la política, los medios de comunicación, la economía, la iglesia y la cultura, lo que existían eran masas” p11.  Estos autores también presagian como las principales mega-tendencias  la bonanza y el vencimiento a las limitaciones de crecimiento económico, nombrándose como principales protagonistas a los países de la cuenca del Pacífico. Resaltando en sus escritos, así como otros autores,  la tendencia de la trans-nacionalización, pero con el plus de abarcar los estilos de vida mundial. Visionarios que develan en las ciencias un significativo avance especialmente en la biología, dentro de la estructura social la mujer tiene un mayor nivel de liderazgo y auguran un posible renacimiento del arte.

Todos estos visionarios concuerdan en que este tercer milenio, es un período de profunda y sensible  transformación económica, social, política y cultural. Por lo anteriormente expuesto, se expresa la idea de que nos encontramos atravesando, por  una de las transformaciones más importantes y cruciales de la historia humana, donde su primera característica es “la globalización”. La vida y la economía se globalizan, las fronteras de los países ya no son barreras para la movilización de productos y servicios e incluso las personas, disolviendo la fundamentación de las economías en actividades solo de tipo nacional. Todo esto apoyado en las telecomunicaciones,  una de las áreas donde se han producido cambios significativos, fundamentado en la presencia del computador, transformando la vida moderna, los procesos de producción, la ciencia, el sistema económico, los servicios y la comunicación. Pero a pesar de las diferentes alternativas en aparatos y medios de comunicación con los que contamos, no quiere decir que la comunicación  haya aumentado.

En la actualidad muchos escritores manejan el término  de la “aldea tierra”, para referirse al mundo, sin hacer mayores distinciones entre países, pero análogo a esta definición de manera contradictoria, se vive un proceso de florecimiento de lo nacional y reivindicación de lo regional, que ha llevado a pensamientos separatistas, que han desatado cambios en países enteros y agravado conflictos en otros y si a esto sumamos comportamientos racistas y  discriminatorios, especialmente a los inmigrante, apreciaremos comportamientos de la humanidad que han enlutado millones de hogares en todo el mundo, con la tendencia probable de que lo seguirán haciendo.

Con sus pro y sus contra, estamos envueltos en procesos, productos, dinero e información globalizada. Pero debemos preguntarnos: ¿se generalizarán también los problemas, los desajustes y los desencajes?. ¿No estamos acaso en el mundo librando una guerra contra el terrorismo? Por lo menos eso es lo que nos dice EE.UU. ¿No se quiere involucrar a los países de Sudamérica en el problema de la narcoguerrilla colombiana.? (también por intereses norteamericanos). ¿No estamos orgullosamente (en especial nuestro país), situados en los primeros puestos de corrupción del mundo?. Y así como estos, otros problemas como el  trafico de armas, criminalidad, prostitución, pedofilia, suicidios, divorcios y demás.

¿Qué estamos haciendo en América Latina, para ser participes de ese promisorio futuro y a la vez combatir todos estos problemas, muy comunes en la vida de los latinoamericanos?¿Por qué con todo lo maravilloso que se pronostica en el avance de la tecnología, la producción y los procesos, no podemos los seres humanos resolver problemas esenciales de nuestro mundo?¿Por qué con los potentes computadores, lo avanzado de nuestras telecomunicaciones, la tecnología y las exploraciones a otros planetas,  no podemos solucionar el hambre y la miseria en que viven muchos niños?.

Continuando con las características de nuestros días, tenemos a “la flexibilización”, por lo menos así lo identifica Julián de Subiría. Este autor nos cuenta que los productos, sean estos bienes o servicios, las empresas, los horarios, la relación laboral entre el empleado y su empresa, y todo lo relacionado a la economía, se flexibiliza. Lo que envuelve a las empresas en asociaciones con otras, diversifican o contratan a terceros, se dividen para responder a los requerimientos de un mercado rápido y con la misma fuerza y velocidad que aparecieron se desintegran y desaparecen.

Pero no solo las empresas cambian, se están suscitando alteraciones en los mercados laborales a una cadencia acelerada, donde la estabilidad laboral se vuelve escasa ante la recurrencia creciente de las empresas a convocar trabajadores transitorios, los que son pagados por bonificaciones de acuerdo con lo mucho o poco que hagan, en otros casos son empleados a distancia, gozan de flexibilidad en los horarios de trabajo, llegando hasta el punto de promoverse la actividad laboral desde su propia casa.

En teoría, nuestro mundo considera al trabajo como algo central, un eje de integración social, de importancia para la  vida personal, área a la que pueden acceder solo ciudadanos privilegiados, que se constituye en motor de su progreso material. Se lo visualiza como eje del progreso social  e instrumento de contrato, también de tipo  social,  fundamentado en una relación entre aportes y retribuciones.

En el mundo actual el trabajo está perdiendo su continuidad y hoy por hoy es muy escaso. Pero el problema no es solo su escasez, el trabajo se desarticula en escalas más pequeñas y menos mecanizadas mediante des-localización de procesos, producción de partes y softwares, trabajo de grupo, rotación de labores, gestión compartida.

En países de alto nivel de desarrollo tecnológico, tiende a desaparecer el empleo agrícola, a bajar significativamente el empleo industrial tradicional, y a aumentar los servicios de producción y servicios sociales.

En nuestros días, el trabajador es como una hoja que se mueve con el viento de la autonomía y la fragilidad. Poseyendo la moneda dos caras, en una se estampa la imagen postmoderna -o globalizada, o informacional- del experto en softwares, joven y triunfante, que se impone su horario y estilo de trabajo; en la otra cara la imagen inquietante de la ocupación dúctil coloca a millones de trabajadores en manos de operaciones a distancia que ellos no conocen, sea de especulación financiera o de mega fusiones corporativas.

El hecho de la disociación del crecimiento y el empleo tienen varias resultados que originan problemas como:

  1. La fuerza de trabajo pierde su capacidad para negociar , que por el avance tecnológico, se vuelve prescindible para las empresas. Para América Latina esto es una realidad reflejada nuevas legislaciones laborales  En América Latina tal prescindencia se ve actualmente reflejada en nuevas legislaciones laborales, donde se insinúa tal deseo.

2. El desempleo plantea nuevos problemas al estado por las demandas de un masa de desempleados cada vez creciente.

Mientras los países ricos trabajan menos, y tiene mas tiempo para dedicar a sus cosas personales, por cuanto en su mayoría tienen sus necesidades básicas solventadas, los pises pobres al trabajar menos, tienen menos ingresos que les permitan hacer frente a sus precarias condiciones de vida. Por ejemplo en Francia el promedio de horas trabajadas en 1997 fue de 1656, en Alemania fue de 1610 horas en 1990, lo cual implica una reducción paulatina de jornadas laborales. En cambio en un país en desarrollo "exitoso" pero no rico, como es Chile, según una Encuesta de la Dirección del Trabajo en 1999, los trabajadores dependientes trabajaron un promedio de 2517,84 horas (Silva, 2001). En países con sindicatos debilitados, con un Estado Social cuestionado, con alto desempleo y un modelo de modernización más orientado a lo que dictamina el mercado, la flexibilización puede significar baja protección laboral, más precariedad en el empleo y, consecuentemente, más disposición a trabajar más con tal de no quedar condenado a la exclusión.

Latinoamérica en los últimos tiempos ha experimentado la expansión de formas más elásticas de trabajo, trabajadores subcontratados, temporales, trabajadores a domicilio, subcontratistas, entre otros, donde se "normalizan" empleos no asalariados dentro del sector formal de la economía y a la vez muy carentes de regulación institucional (Silva, 2001, pp. 79-80). Para la década de los 90, siete de cada diez empleos que se generaron en la región surgieron del sector informal, donde en promedio los ingresos son muy bajos y no existen mecanismos de protección social ni de negociación institucionalizada.

Por lo que se puede apreciar, estamos pasando de países explotados a países excluidos del progreso. Llegando a pensar que es mejor ser explotados que excluidos, ya que estos están integrados, se organizan y desarrollan sus acciones colectivas como actores sociales con cierta identidad clasista (...) los excluidos del sistema productivo moderno, por el contrario, son aquellos que deben realizar servicios personales sin exigencias técnicas sofisticadas, con jornadas laborales a tiempo parcial sin organización, con bajos ingresos y fácilmente reemplazables (...) también se encuentran aquellos desempleados de larga duración que no entran en el sistema productivo. " (Ortega, 2002, p.107).

Como última característica debe mencionarse la significativa pérdida de importancia, que han tenido los recursos naturales y la materia prima.  La nueva realidad económica demanda menos materia primas y más conocimiento de ideas. El proceso intelectual, lo que surge de la mente del ser humano, aporta valor a los bienes y servicios. Tanto así que se puede ver como países que no cuentan o tienen recursos naturales limitados, como Alemania, Japón, Suiza, Italia y Corea, pero que manejan niveles elevados de desarrollo tecnológico y científico, son las más ricas en términos económicos, comparadas con aquellas que son ricas en recursos naturales pero de economías de miseria.

Hasta ahora hemos apreciado solamente el entorno del nuevo mundo en que estamos viviendo, pero ahora nos enfocaremos a los cambios que nos interesan por ser afines a la temática de esta investigación.

Aparentemente la misma flexibilidad, que en estos tiempos ha caracterizado a la economía mundial, es patrón de comportamiento para las instituciones sociales. Es alarmante las cantidad de matrimonios que se disuelven, existen nuevas y variadas estructuras familiares, la gente ya no habla de partidos políticos sino que sus causas se ven comprometidas con los llamados movimientos ( feministas, homosexuales, ambientalistas, derechos humanos, etc.) , en la educación las enseñanzas y las escuelas se adaptan al sujeto, los medios de comunicación se diversifican buscando especializarse para ser enfocados a sectores particulares Y en el ámbito religioso, lo que es tradicional se debilita.

Lo que antiguamente era considerado una de las instituciones más sagradas, el matrimonio, hoy se disuelve en pequeños períodos de tiempo. Tanto así que para quien se casa, es muy difícil poder saber si la pareja de matrimonio, permanecerá dentro de la relación conyugal por un mes, un año o de por vida. Es muy común encontrar personas que pasan por su segundo o tercer matrimonio, agregado a estructuras familiares que tiene como miembros a hijos de padres separados, parejas de ancianos, jóvenes e incluso parejas de homosexuales.

En su estudio, “TENDENCIAS RECIENTES DE LAS UNIONES CONSENSUALES EN AMÉRICA LATINA: UN EXAMEN CON DISTINCIONES SOCIOECONÓMICAS EN PAÍSES SELECCIONADOS” de Agosto 2004, Jorge Rodríguez Vignoli de la CELADE nos expresa que para  países desarrollados hay pocas dudas sobre las tendencias de la cohabitación ( vida marital), pues casi sin excepción y con base en buenas y continuas fuentes de información se verifica un aumento de las uniones consensuales y de los hijos tenidos fuera del matrimonio formal (United Nations, 2002; UNECE-UNFPA,2002).

Este investigador  en la reunión de expertos sobre el  CAMBIO DE LAS FAMILIAS EN EL MARCO DE LAS TRANSFORMACIONES GLOBALES: NECESIDAD DE POLÍTICAS PÚBLICAS EFICACES, organizada por la CEPAL, en Santiago  de Chile el 28 y 29 Octubre de 2004, nos explica que el distintivo del patrón de unión en América Latina y el Caribe es la alta frecuencia de la cohabitación (hacer vida marital), sobre todo en sectores populares. Este tipo de uniones consensuales, no han gozado del mismo estatus social y legal que los matrimonios y peor aún, no cuentan con la misma estabilidad, pero han sido culturalmente sobrellevadas y, además, han actuado como opción al matrimonio, lo que se refleja en índices de crecimiento similares a los de las uniones formales. Se pensaba que la práctica de este tipo de uniones sería abandonada, pero no ha ocurrido y por el contrario, nuevas teorías sugieren que las uniones informales tenderían a aumentar.

Göran Therborn del Colegio Sueco de Estudios Avanzados de Ciencias Sociales Uppsala, en su reciente estudio CAMBIO DE LAS FAMILIAS EN EL MARCO DE LAS TRANSFORMACIONES GLOBALES: NECESIDAD DE POLÍTICAS  PÚBLICAS EFICACES”, realizado por la CEPAL en  Santiago de Chile, entre el 28 y  29 de octubre de 2004, sostiene que”  la familia y el matrimonio no están desapareciendo ni convirtiéndose en sólo otro ejemplo de relación social, siguen siendo la institución dominante de las relaciones sexuales y generacionales en el mundo, y es muy probable que lo sigan siendo en el próximo futuro”.  Pero el mismo autor sostiene que también es una realidad, que el divorcio se ha convertido en un fenómeno normal en Europa y América del Norte

Creemos que nadie duda que los modelos familiares han cambiado en algunos aspectos de trascendental importancia, donde claramente se encuentre debilitado el sistema patriarcal, principalmente por  la afirmación de la igualdad de sexos y de géneros, como nunca antes en el mundo ha tenido precedentes históricos, con un clara tendencia a nivel mundial de ser irreversible.

Los sistemas familiares en el mundo han cambiado, pero todos ellos conservan particularidades emblemáticas, y afronta diversos desafíos aunque los problemas pueden ser semejantes o diferentes. Lo europeos enfrenta el problema de cómo combinar la familia con el trabajo fuera de casa, ahora que la diferencias entre géneros ha desaparecido. Se trata de un problema de bienestar individual, dado que existe actualmente un déficit de nacimientos en relación con lo que prefieren mujeres y hombres fértiles. Esto a su vez se traduce en un  problema público sobre el futuro equilibrio generacional, agravado por la creciente presión para aumentar la competitividad de los países europeos, mediante el incremento del número de horas de trabajo a la semana y por año.  Para la confrontación de este dilema, que nos pone a elegir entre el trabajo y familia se necesitarán amplios servicios que permitan atender a los menores de edad, permisos parentales y otros tipos de apoyo y flexibilidad del mercado laboral para los padres.

En regiones del mundo donde el patriarcado había establecido sus puntos fuertes, se encuentra actualmente mermado por el aumento de la edad al casarse de las mujeres, en especial en Asia occidental / África del norte, impulsados por la educación femenina. El ejemplo más llamativo es Irán, donde la revolución islámica rebajó la edad legal de matrimonio de las niñas a 9 años, pero donde la edad real de los matrimonios pasó de l9,5 a 22 años en 2000. India y Bangladesh todavía casan a la mayoría de las niñas antes de los 20 años, pero la edad de matrimonio aumenta claramente, haciendo más difícil el control parental (Kumari, 2004). Por otra parte, el retroceso fundamentalista exige controles más estrictos de la sexualidad, en los hechos sobre todo respecto de las mujeres. El poder masculino en África se encuentra más debilitado por la grave crisis económica y sus efectos de comercialización de las relaciones sociales que por la educación de las mujeres.

Para América Latina, donde es considerable el retorno a las uniones informales, resalta el nivel de autonomía económica de las mujeres y de la capacidad y recursos de las madres solas o con relaciones inestables para hacerse cargo de sus hijos en las actuales exigencias de educación. Se presenta también una contradicción inherente al lazo conyugal informal, por una parte, y la generalizada dependencia intergeneracional en los hogares extendidos.

La familia es una de las fundaciones y uno de los hechos más importantes que forman el desempeño vital de los individuos, y pesa considerablemente tanto sobre los parámetros del poder mundial como sobre la política interna en la mayoría de los países. La persistente importancia de la familia no debe sorprender. Se trata después de todo del vínculo entre dos instintos básicos del género humano, sexo y poder.

Nuestro país no permanece aislado a lo que acontece en el resto del mundo, es as{i como esta flexibilidad está presente también en nuestras familias, probablemente como resultado de lo acelerado del ritmo de vida, que sumado a las escasez del trabajo, ha llevado a la desintegración familiar, la vinculación de la mujer al trabajo, inclusive nuestra forma de alimentarnos ha variado y hoy consumimos la denominada comida chatarra, que hasta hace algunos pocos años solo era propio de los norteamericanos.

La falta de comunicación entre los miembros de una familia, es uno de los principales problemas derivados de este ritmo de vida acelerado, algo que es fácil comprobarlo si nos preguntamos ¿cuánto tiempo dedique este día a comunicarme con mi hijo?. Habremos personas que apenas tenemos que conformarnos, con que al salir veamos a nuestros hijos dormidos y al regresar, lo encontremos en igual estado.

Pero mejor veamos que nos dicen los datos respecto a lo que ocurre con el Ecuador.

De acuerdo con lo que nos presenta el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, entre los años 1992-2001, los matrimonios han tenido un comportamiento irregular, expresando una considerable reducción a partir del año 1998, por el contrario los divorcios para el mismo período tiene un comportamiento regular creciente. (Ver: tabla 1 grafico 1).

Si se consideran rangos de edades, en el rango 30-34 años la población ecuatoriana alcanza el mayor número de divorcios siendo del  52.7% para los hombre y 50.5% para las mujeres. Antes del rango etario anteriormente citado, las mujeres mantienen un mayor nivel de divorcios, mientras que después de este rango etario, el nivel de divorcios es superior en los hombres, todo esto para el año  2001, pero para el año 2002, la situación se modifica, en el rango de 30-34 años las mujeres experimentan el mayor número de divorcios, con una frecuencia de 48.1% y  para los hombres, el rango de edad donde alcanzan el mayor porcentaje de divorcios se desplaza al rango entre los 35 – 39 años, donde los divorcios alcanzan el 47.7%. Pero en valores generales, el número de divorcios ha disminuido en cantidades totales, pasando de 11.068 divorcios en el 2001 a 10.987 en el año 2002, lo que podría tener varias explicaciones, una de las cuáles, podría ser precisamente la reducción de número de matrimonios. (Ver: tablas 2-3 y gráficos 2-3)

Otro problema de tipo socioeconómico que enfrentan las familias ecuatorianas, es la desmembración motivada por la migración, resultado de la falta de oportunidades al interior del país. De conformidad con lo publicado por el INEC, los ingresos y salidas presentan tendencia crecientes, pero se encuentra notablemente diferenciadas ya que mientras los ingresos de ecuatorianos son constantes, las salidas han expresado un considerable aumento.

Hasta ahora el autor ha presentado los antecedentes, que permitan comenzar a justificar la realización de esta investigación bibliográfica y ante lo cual entramos en materia.

JUSTIFICACIÓN

Todos lo antecedentes presentados, buscan establecer el sólido sustento que remarque la importancia de la consideración de la inteligencia emocional dentro de la formación del ser humano, por esto el autor recalca el ambiente en el cuál se desarrolla y desarrollará el individuo, sumergido en un vertiginoso cambio, estipulado en lo anteriormente expuesto. 

La crisis de la  familia no sólo se relaciona con la crisis del trabajo, sino con la modernidad y con la modernización de las relaciones de las que participa el ser humano (velocidad del cambio entre generaciones, secularización y lo relativo que se han vuelto los valores, la emancipación de la mujer, lo normal y cotidiano de las rupturas familiares en la vida cotidiana y en los referentes de comunicación de masas, etc.). de lo anteriormente expuesto se pueden dilucidar los siguientes comportamientos que están originando repercusiones en la familia:

  1. Crisis de pertenencia organizacional , es decir la impresión de no sentirse parte de una empresa o de no sentir el empleo como propio y mayor énfasis en autonomía individual respecto de trayectorias laborales, que en pocas palabras es el rompimiento del trabajo en grupos : ¿se está extendiendo este comportamiento a la familia o se encuentra compensado mediante la mayor pertenencia en la unidad doméstica? ¿la estructura familiar hogareña, se corrompe de este creciente distanciamiento  de los individuos del seno familiar, u opera como reserva de pertenencia y continuidad, como mecanismo de compensación? ¿Cómo se concierta la mayor individualización en el trabajo con el privilegio de lo colectivo en la familia, se esta acaso en la disyuntiva de valorar más el dinero que un rato de vivencia familiar ?
  2. >
  3. Los pocos beneficiarios del trabajo y el ejercito creciente de desempleados, que buscan respiro en los márgenes de informalidad, rodeados de inestabilidad, la precariedad y desvalorizados en aquello que podía constituir la base de su valoración como personas, con la sensación de que sobran: ¿qué siente un desempleado y como altera sus relaciones intra-familiares? ¿qué hace un padre de familia sin trabajo y como sostener su papel de  jefe de familia frente al resto de los miembros de ella? ¿acaso el hecho de no tener trabajo no influye sobre las  relaciones conyugales? ¿será la familia la última reserva de solidaridad, el apoyo para enfrentar este problema, o es la familia donde el ser humano frustrado e impotente  ante la realidad del medio que enfrenta, descarga toda la negatividad resultado de la  fragilidad del trabajo?
  4. Las mujeres, se han visto forzadas a abandonar el importantísimo papel asignado a la sociedad, han abandonado su papel de madres, guías, educadores y formadores para ayudar a soportar las necesidades económicas de su familia, adquiriendo más autonomía, por un lado, pero menores remuneraciones (discriminación por género), persistencia de la cultura patriarcal dentro de la familia, y la doble jornada laboral femenina: ¿ no son acaso estos elementos de juicio suficientes para darnos cuenta que tenemos al interior de la familia un alarmante problema? ¿es acaso el empleo femenino una requerimiento necesario para la consecución de rupturas familiares o nos encontramos adaptando a  relaciones más democráticas dentro de la familia y la distribución de tareas en el hogar?
  5. El debilitamiento y la menor duración de las relaciones dentro del trabajo, por el nuevo modelo de rotación de grupos y flexibilización, ¿condiciona a valorar menos los vínculos de larga duración, con su impacto en la familia?
  6. Se trabaja más horas al día, con jornadas laborales extenuantes, con resultado de una flexibilización poco protegida y de la valoración del labores por resultados y no normada por horas de trabajo, junto a la generalización de familias donde padre y madre trabajan: ¿se ha puesto a pensar como afecta el hecho de que padre y madre trabajen en un familia, como afecta esto a las relaciones intra-familiares? ¿Podemos hablar  de tiempo de calidad compartido, cuando a duras penas nos despedimos y saludamos a nuestros hijos al salir o llegar del trabajo? ¿qué es más importante, ganar unos dólares más o alimentar el afecto y la comunicación, atención y procesamiento de los conflictos de los miembros y entre los miembros de la familia?
  7. Actualmente no se es nadie si no posee conocimientos sólidos y actualizados, acorde al progreso constante de la humanidad.  Es creciente su valoración, la educación, la información y el conocimiento se consideran requisitos fundamentales para acceder a empleos mejor gratificados y mejor reconocidos en el mundo productivo, dentro del paradigma de la sociedad del conocimiento: ¿cómo afecta la relación entre padres e hijos, en circunstancias en que los hijos tienen, en promedio, más escolaridad que sus padres y más ductilidad para adquirir información por los nuevos medios interactivos? ¿erosiona la autoridad paterna en sentido positivo o negativo? Teniendo los jóvenes más acceso a conocimiento pero menos acceso a empleo que los adultos, ¿repercute sobre las relaciones entre jóvenes y adultos dentro del hogar?

Para finalizar, Jaime Quevedo Caicedo, en su libro “Crianza con inteligencia emocional” cita a   A. D. McCallum Admccallum@ colummnist.com quién expresa:

”  No darle importancia a la crianza de los hijos es el mayor peligro de nuestra época. Para la supervivencia de la civilización, la crianza es la tarea más importante que podamos tener. Todos lo problemas sociales ( crimen, pobreza, analfabetismo, drogas, etc.) son sub productos de la forma en que criamos los hijos. Ninguna sociedad ha hecho un trabajo de crianza perfecto. Cada generación está haciendo menos esfuerzo que la antecesora. A menos que invistamos esta tendencia la civilización está condenada a muerte. No hay tiempo para Sí... sino cuando!
OBJETIVO

Demostrar la importancia del fomento para el desarrollo de la Inteligencia Emocional, en todas las etapas de formación del ser humano,  relevando las limitaciones del denominado Coeficiente Intelectual, reconociendo que el coeficiente intelectual, no es el único factor que indica la capacidad del ser humano, ya que existen  un serie de habilidades que pueden ser aprehendidas, basadas en los sentimiento y las emociones. Todo esto cimentado en la degradación social que experimenta y experimentará el mundo, en un sociedad que  más valora el conocimiento y fomenta el individualismo .