FINANZAS PÚBLICAS. TEMAS DE CÁTEDRA

FINANZAS PÚBLICAS. TEMAS DE CÁTEDRA

Norma Noya (CV)
Néstor Fernández
Diego Andrada
Leticia Gerez
Daniela González
Nicolás Ricotta

Universidad Nacional del Comahue

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2.2 Distribución del Ingreso
Muchas veces, aunque la asignación de recursos sea óptima, no necesariamente genera una distribución justa de la renta y pueden producirse altos niveles de desigualdad. Esto justifica la intervención del Estado tendiente a generar una redistribución de la renta más justa1 .
En esta parte del Capítulo vamos a estudiar las formas de medición de la distribución del ingreso y algunos indicadores de desigualdad. Analizaremos también los criterios que puede tomar el Estado para intervenir en la distribución, y por último veremos algunas medidas puntuales, para el caso argentino, tendientes a mejorar la distribución existente y futura.

2.2.1 Medición de la Distribución del Ingreso
Distribución funcional del Ingreso: Para esta forma de analizar la distribución del Ingreso, se utiliza el indicador Producto Bruto Interno (PBI) calculado por el método del Ingreso2 . La distribución funcional se logra dividiendo cada categoría de ingresos por el total del PBI, y de esa forma obtenemos la participación de cada categoría en el Ingreso total.
En la práctica este cálculo se dificulta, debido a que, en general, se tienen los datos del total de salarios pagados por la economía, pero no el dato de las otras categorías de retribución a los factores productivos. Aunque tengamos los datos y podamos calcular la distribución funcional del ingreso, esta información nos dice poco acerca de cómo se distribuye el ingreso en los distintos grupos de personas.
Distribución personal del Ingreso: Aquí el análisis se centra en comparar  los distintos grupos de personas de acuerdo al nivel de ingreso que reciben. El análisis se realiza de la siguiente manera: se divide a la población en grupos que representen el 10% (deciles) o el 20% (quintiles) de la población total y se los ordena de menor a mayor, de acuerdo al ingreso que reciben.

2.2.2 Indicadores de desigualdad
La curva de Lorenz es la representación gráfica de las dos últimas columnas de la Tabla anterior. El eje de las ordenadas representa los porcentajes del ingreso acumulado y el eje de las abscisas los porcentajes de población acumulada. Obtenemos de esa forma una curva de distribución real que al compararla  con la Curva de distribución perfectamente igualitaria (la bisectriz de los ejes) surge el área de desigualdad.
Coeficiente de Gini: El Coeficiente de Gini refleja el área de desigualdad de la curva de Lorenz. Este coeficiente toma valores entre 0 y 1, siendo 0 el coeficiente que determina una distribución perfectamente igualitaria y 1 el nivel de distribución totalmente desigual.
Una forma simplificada de calcular el coeficiente de Gini, es sumar las diferencias entre la columna de Población acumulada y la de Ingreso acumulado y dividirlas por la sumatoria de la población acumulada hasta el anteúltimo decil o quintil. En nuestro caso:
 Sumatoria de Diferencias/Sumatoria de Población = = 206,60/450= 0,46, siendo Pa el porcentaje de población acumulada e Ya el porcentaje de los ingresos acumulados.
Coeficiente de Gini =0,46
Brecha de Ingresos: Este indicador resulta del cociente del ingreso promedio de las personas del decil/quintil de más altos ingresos sobre el ingreso promedio de las personas del decil/quintil de menores ingresos.
Ese cociente nos dice cuántas veces más ingreso recibe el sector más rico de la sociedad respecto del sector más pobre. Mientras mayor sea el resultado, más desigual resulta la distribución del ingreso.
Para nuestro ejemplo, BI = 10º decil/1º  decil = 30,2/1,4 = 21,54

2.2.3 Criterios de distribución3
Una vez que la sociedad ha aceptado que la distribución del ingreso no es la socialmente aceptada cómo justa, se deben determinar criterios para la redistribución.  La aceptación colectiva de estos criterios es fundamental, ya que la redistribución de la renta consiste básicamente en tomar ingresos de algún grupo social y redistribuirlos hacia otro grupo. Así algunos resultan ganadores y otros perdedores.
Los criterios de distribución a aplicar dependen de consideraciones valorativas acerca de cuál sería la distribución justa del ingreso para la sociedad, en este tema no existen posiciones objetivas; los diferentes juicios de valor son los que determinan hacia qué situación distributiva desea ir la sociedad.
Podemos clasificar, siguiendo a Musgrave (1991) y a Nuñez Miñana (1994), en tres grandes grupos los criterios de justicia distributiva:

  •  Criterios basados en la dotación de factores: Se considera socialmente justo que cada persona reciba de ingresos en proporción a la dotación de factores productivos que aporta a la sociedad. Las distintas variantes que surgen de estos criterios son:
  •  Recibir lo que se gana en el mercado: se aceptan como justas las valoraciones que tiene el mercado respecto de cada factor productivo y se trata que cada persona reciba lo que el mercado le retribuye por el factor productivo  que esa persona ofrece.
  •  Recibir lo que se podría ganar en un mercado competitivo: el Estado reasignará lo que las personas han recibido en el mercado, a valores de un mercado perfectamente competitivo. Se eliminan las rentas monopólicas y oligopólicas.
  •  Recibir solamente la renta del trabajo: se considera justa la recepción de rentas del trabajo, a las que se denomina rentas ganadas, y se tratan de eliminar las otras rentas, consideradas no ganadas.
  •  Recibir lo que se podría ganar en un mercado competitivo en igualdad de posiciones de salida. Este criterio considera que deben eliminarse las diferencias iniciales en la dotación de factores de los individuos. Esta variante castigaría con impuestos muy altos a la herencia, fomentaría la educación gratuita, obligatoria e igualitaria entre otras medidas.
  •  Criterios de igualdad: El enfoque se centra en el bienestar de las diferentes personas de una comunidad, independientemente de su aporte al proceso productivo (base de los criterios anteriores). Sus principales variantes son:
  •  Bienestar igual. Se tratará de que todas las personas reciban u obtengan el mismo nivel de bienestar; esta variante considera a la igualdad en la distribución como algo deseable per se. Lo que se trata de lograr es que cada individuo reciba ingresos de acuerdo a su necesidad.
  •  Maximizar el bienestar del grupo de renta más baja. Este criterio fue formulado por John Rawls (1921–2002), que explica que ante la incertidumbre de los individuos de conocer sus potenciales ingresos, verán con agrado la posibilidad de mejorar la posición del grupo de renta más baja.
  •  Bienestar mínimo para todos. Este criterio tratará que ninguna persona se encuentre en la situación de no satisfacer unas necesidades mínimas, socialmente establecidas. Es decir, se les asegura un nivel mínimo de bienestar a todos (provisión uniforme).  Aquí  se aceptan las diferencias de ingresos, por encima del mínimo, entre los individuos provenientes de la distinta dotación de factores.
  •  Criterios utilitaristas: Estos criterios parten del supuesto que es posible cuantificar y medir la utilidad de cada persona en una medida que reflejaría la cuantificación de su bienestar. Bajo ese supuesto, se podrán comparar y sumar las diferentes utilidades individuales obteniendo una función social de bienestar. Este criterio considera que la distribución del ingreso más justa es aquella que logra maximizar la función social de de bienestar. Estos criterios también llamados marginalistas requieren el uso de sofisticadas herramientas matemáticas para confeccionar la función individual y social de bienestar.

2.2.4 Algunas políticas redistributivas en la Argentina
A modo de ejemplo, se enumeran algunas medidas de política redistributivas aplicadas en nuestro país en los últimos años:

  •  Asignación Universal por Hijo: Se trata del pago de una suma mensual a las personas desocupadas, que trabajan en el mercado informal o que ganan menos del  salario mínimo vital y móvil. En el 2014 esa suma asciende a $6444 .- por cada hijo de familias en la situación descripta. Los requisitos adicionales para el acceso a este derecho, son certificados de concurrencia regular a establecimientos educativos primarios o secundarios y cumplimiento del cronograma de vacunación obligatoria. Este beneficio se ha extendido a mujeres solteras embarazadas que encuadren en la situación de beneficiarios de la Asignación Universal por hijo. La fundamentación de la Asignación es que es un derecho de cada niño tener cierto ingreso para su manutención. La política se encuadraría dentro del criterio de lograr igualdad en el bienestar de todos.
  •  Salario Mínimo Vital y Móvil: Este concepto asegura que los trabajadores no recibirán una retribución menor a la que se establezca. Debe asegurarle al trabajador la satisfacción de sus necesidades básicas (alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario etc.), y se ajusta periódicamente de acuerdo a las variaciones en el costo de vida. En nuestro país el salario mínimo vital y móvil lo determina el Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo Vital y Móvil, convocado luego de mucho tiempo por el Decreto  1095/2004.  Esta acción se enmarcaría dentro del logro de un bienestar mínimo para el conjunto.
  •  Programa Conectar igualdad: Se trata de un programa destinado a distribuir netbooks a cada alumno y docente de escuela secundaria pública, educación especial e institutos de formación docente. El objetivo principal de este programa es recuperar la escuela pública, con el fin de reducir las brechas digitales, sociales y educativas en  el territorio del país. Esta estrategia se inserta en el criterio de lograr el máximo bienestar del grupo más relegado de la sociedad.

Conclusiones
Este Capítulo es un puntapié de inicio en los temas inherentes al accionar del Estado. En una apretada síntesis se intentó desarrollar algunos conceptos básicos del funcionamiento del Estado en la asignación de los recursos productivos y la redistribución del ingreso. Sería deseable la profundización en lecturas específicas de acuerdo a los lineamientos ideológicos de cada autor.
Las diferentes posturas en cuanto a la temática se puede sintetizar en la disputa: mercado vs. Estado. Los partidarios de los mercados se basan en que los mismos son mecanismos que gracias a la maximización de beneficios, inducen al aumento constante en la productividad de los factores productivos. Lo que no resulta evidente (Bocco, 1997 : 16).
“…es que esos mercados solos puedan funcionar de manera estable y duradera, dentro de marcos políticos que induzcan a una distribución de ingresos en función de maximizar el consenso social sobre la marcha global de las sociedades”.

1 Al hablar de distribución más justa, debemos introducir criterios de evaluación y juicios de valor socialmente válidos. Se esperaría que una redistribución que favorezca a los que menos tienen es deseable.

2 Recordemos el cálculo del P.B.I. por el método del Ingreso = Salarios + Rentas + Interés + Beneficios (retribuciones a los factores de la producción).

3 Este campo de conocimiento es muy rico y amplio, se invita a seguir investigando en este sentido, tratando de consultar distintos autores.

4 Grupo I, que corresponde a la remuneración que va desde $200 hasta $5.300.-