FINANZAS PÚBLICAS. TEMAS DE CÁTEDRA

FINANZAS PÚBLICAS. TEMAS DE CÁTEDRA

Norma Noya (CV)
Néstor Fernández
Diego Andrada
Leticia Gerez
Daniela González
Nicolás Ricotta

Universidad Nacional del Comahue

Volver al índice

10.2 Características generales de la deuda pública
El uso del crédito público tiene como consecuencia el endeudamiento del Estado, se podría asimilar el concepto a diferir en el tiempo el pago de algunas erogaciones; creando como contrapartida un derecho por parte del acreedor a cobrar ciertas sumas de dinero.
A veces el uso del crédito público puede ser necesario a corto plazo como consecuencia de diferencias temporales entre erogaciones y gastos, ya que aunque el presupuesto esté equilibrado durante todo el año, puede haber meses de baja recaudación en los que será útil el crédito; esta diferencia se compensará en los meses con aumento en las recaudaciones. Si al finalizar el ejercicio las cuentas fiscales arrojan un déficit, se habrá acumulado una deuda que se trasladará al ejercicio siguiente. Cuando los desequilibrios perduran en el tiempo, la deuda flotante se puede transformar en deuda explicita y documentada; o sea en deuda consolidada.
La deuda pública típica es la originada en forma de empréstitos y/o títulos públicos; así el Estado emite títulos de deuda pública a cambio de dinero, comprometiéndose a devolver el capital prestado en una determinada fecha, y a abonar intereses en forma periódica. En el momento de la emisión se debe establecer:
1.      Sistema de emisión: suscripción pública con precio determinado, licitación pública con precios ofrecidos, etc.
2.      Modo de reembolso del capital: deuda perpetua con pagos de intereses a perpetuidad, reembolso total en una sola fecha, reembolso parcial, etc.
3.      Tipo de interés: tasa fija o flotante,
4.      Forma de actualización del capital e intereses: índice de precios consumidor, mayoristas, etc.
5.      La moneda y el lugar de pago de capital e intereses,
6.     Monto de cada título,
7.      Identificación del tenedor: títulos nominativos o al portador.
Las principales características de la deuda que nos permiten su clasificación son:

  • Plazo: distinguimos entre corto, mediano y largo plazo. Ello en cuanto a la deuda que en general va cambiando continuamente, ya que si no se emiten títulos nuevos dentro de un período más o menos prolongado, la deuda se concentra en períodos cortos.
  • Su carácter de interna o externa: esta diferenciación responde a dos criterios diferentes;
      • Jurídico: para el cual será interna si es emitida en el país y en moneda nacional, los pagos de interés y de capital son en el país y en moneda nacional; y será externa si se emite en moneda extranjera, sus servicios se cancelan en dicha moneda y en plazas del exterior. Según este criterio el carácter de interno o externo será permanente y desde su emisión.
      • Económico: es interna cuando está en manos de residentes del país y por el contrario será externa si está en manos de residentes del exterior. Según este criterio las proporciones de deuda externa o interna en la deuda total pueden ir cambiando a través del tiempo, incluso sin considerar la deuda nueva, por el simple traspaso de los títulos entre residentes nacionales y del exterior.

Esta última es la clasificación más importante, por los efectos económicos que provoca.

10.3 La deuda pública interna, sus efectos. Diferentes enfoques.
Para realizar el análisis hay que suponer una economía cerrada, donde toda la deuda está en manos de residentes del país. El problema central consiste en comparar los efectos de la financiación del gasto público a través de impuestos o de deuda pública.
Supongamos un incremento en el gasto; ¿qué diferencia hay entre financiarlo por medio de un impuesto o a través de un empréstito? ¿será lo mismo establecer un impuesto por única vez hoy para financiar el gasto, o crear impuestos adicionales en el futuro para devolver el empréstito?

  • El enfoque ingenuo enuncia que por medio de la deuda pública la generación actual transfiere a la generación futura la financiación de la carga del gasto realizado en la actualidad, razonamiento muy difundido pero según un enfoque alternativo, falso.

El razonamiento es el que sigue: la generación actual en lugar de pagar impuestos adicionales, se endeuda a través de la venta de títulos de deuda que los ahorristas compran voluntariamente. Así la generación futura soporta la carga, pues deberá pagar impuestos adicionales para saldar los servicios y la amortización de la deuda pública generada en el pasado.
El argumento se basa en hacer una analogía entre la familia y el Estado. Si un padre de familia financia un gasto constituyendo una deuda, perjudicará a sus hijos, que heredarán las obligaciones. Las consecuencias de este razonamiento son:
a)  Se debe evitar la deuda pública por la mencionada transferencia de la carga a las generaciones futuras,
b)  El uso de la deuda pública es una irresponsabilidad fiscal, ya que la generación actual decide endeudarse comparando los beneficios de los gastos actuales, con los costos por los impuestos que pagarán las generaciones futuras,
c)  La única excepción contemplada se refiere a gastos en bienes de capital que generen servicios por un período de tiempo comparable con la deuda; si bien se transfiere la financiación a través de la carga impositiva adicional, existe una contrapartida en activos reales adicionales que provocarán un incremento en el stock de capital.

  • El enfoque Ricardo – Pigou: este enfoque, sistematizado por Pigou, tuvo antecedentes en David Ricardo y Voltaire, quienes simbolizaban el razonamiento con la frase: “debernos a nosotros mismos”. Para realizar el análisis hay que entender la diferencia entre la carga real y la carga financiera, donde lo que pesa es la carga real.

La generación futura soporta una carga en sentido financiero, pero no es una carga en el sentido real, en cuanto a la disminución de recursos reales disponibles por la comunidad en su conjunto. Si bien es cierto, que el ingreso disponible de los contribuyentes de las generaciones futuras se verá afectado negativamente por el pago de impuestos, al pagarse los intereses a los tenedores de títulos este efecto se compensa. Para simplificar el análisis tomaremos el pago de intereses a los tenedores de títulos como una transferencia (en realidad es la retribución al factor Capital, pero como éste se encuentra dentro del ingreso se dificulta la visualización del razonamiento).


Yd = Y – T + TR
Donde: Yd = Ingreso disponible
            Y = Ingreso
            T = Impuestos
            Tr = Transferencias (para el caso cobro de intereses por la tenencia de los títulos)

Al tomar el pago de intereses como transferencias, y al ser estos de igual o similar magnitud que los impuestos adicionales necesarios para cumplir con la obligación de la deuda; vemos que el ingreso disponible de las generaciones futuras no variará, y de este modo la generación no sufre ningún perjuicio, puesto que si bien paga, también recibe los derechos de los títulos; ambas consecuencias son la herencia dejada por la generación actual.
La que sufre la carga real es la generación actual, ya que bajo el supuesto de ocupación plena, el aumento del gasto público tiene como contrapartida la disminución del gasto privado (consumo privado o inversión privada). Es la generación actual la que tiene que reducir su nivel de gasto privado para liberar los recursos reales necesarios para la realización del gasto público. En definitiva, la expansión del gasto público, ya sea financiado por un impuesto o por deuda, provocará una carga real en la generación presente y no en la futura.
Según este enfoque, hay una sola forma en el cual es posible transferir la carga real de la financiación del gasto; ello ocurre cuando disminuye el stock de capital que la generación presente deja a la futura. Sin embargo este efecto también lo provocará el pago de impuestos de la generación presente, que podría ser compensado por el aumento del stock de capital que se produzca en el sector público.
El efecto económico de la deuda pública y la equidad intergeneracional en un análisis alternativo, es un modelo propuesto por Bowen, Davis y Kopf (1960), donde se le da una definición distinta a la palabra carga y a la palabra generación.
Se entiende por carga a la reducción del consumo total a lo largo de la vida de un conjunto de personas, y por generación presente al conjunto de personas que viven en el momento del gasto público a financiar. El conjunto de personas todavía no conocidas será la generación futura.
Se afirma que el financiamiento a través de deuda en lugar de impuestos inmediatos, logra transferir la carga de la generación presente a la generación futura. La generación presente podrá, durante toda su vida, mantener el mismo nivel de consumo (compensando la reducción inicial por un aumento final del mismo); en tanto la generación que deba cancelar la deuda tendrá que reducir su consumo total en la cantidad financiada por la deuda.
Es importante reiterar que todos los análisis anteriores solamente tienen validez de tratarse de deuda interna, en el caso de ser externa si habría traslado de la carga, ya que los hacedores son externos.