APLICACIÓN DE LOS INTERESES PASIVOS Y ACTIVOS EN EL SISTEMA BANCARIO ECUATORIANO Y SUS EFECTOS MACROECONOMICOS 2007-2013

APLICACIÓN DE LOS INTERESES PASIVOS Y ACTIVOS EN EL SISTEMA BANCARIO ECUATORIANO Y SUS EFECTOS MACROECONOMICOS 2007-2013

Silvia Cecilia Delgado Vera
Italo Martillo Pazmiño

Universidad Tecnológica ECOTEC

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En el  consumo

La tasa de interés representa el precio del dinero en el mercado financiero o el porcentaje al que se ha invertido un capital en un período de tiempo.

Si hay suficiente liquidez en la economía, la tasa tiende a disminuir, pero si existe escasez de dinero, la tasa tiende a aumentar.

Las tasas elevadas estimulan el ahorro y frenan la inflación porque disminuyen el consumo al incrementarse el costo de las deudas; sin embargo también frenan el crecimiento económico.

Las tasas bajas, al contrario, impulsan el crecimiento económico porque estimulan el consumo; sin embargo, pueden generar inflación al inyectar mayor circulante en la economía.

En julio del 2011, las tasas de interés pasivas que los bancos pagan a los ahorristas son mayores a la inflación, por tanto el rendimiento es positivo, situación que estimularía el ahorro, sin embargo, desde agosto del 2011 las cifras establecen tasas de interés pasivas inferiores a la inflación y por se produce un rendimiento negativo, lo cual más que el ahorro estimularía el consumo.

En julio del 2011, las tasas de interés pasivas que los bancos pagan a los ahorristas son mayores a la inflación, por tanto el rendimiento es positivo, situación que incentivaría el ahorro, no obstante, desde agosto del 2011 las cifras establecen tasas de interés pasivas inferiores a la inflación y generando un rendimiento negativo, lo cual más que el ahorro estimularía el consumo.

Durante trece años en que Ecuador acogiera el dólar estadounidense como su moneda oficial, se ha logrado preservar la estabilidad de los principales indicadores macroeconómicos, mejorando de esta manera la capacidad adquisitiva de la población. Así mismo, los sueldos y salarios no han sufrido las desvalorizaciones como cuando se contaba con los sucres.

En la inflación

De acuerdo al análisis realizado por el Ec. Alberto Acosta, en lo relacionado a la inflación el indica que entre los años 1995 y  2000 el país  sufrió el empobrecimiento más apresurado en la historia de América Latina: durante este tiempo el número de pobres ascendió de 3,9 a 9,1 millones, porcentualmente del 34% al 71%; la pobreza extrema duplicó su número de 2,1 a 4,5 millones, el incremento porcentual fue de 12% a un 31%. Entretanto en 1990 el 20% más pobre de la población recibía el 4,6% de los ingresos, en el 2000 obtenía menos del 2,5%; sin embargo el 20% más rico incrementó su participación del 52% a más del 61%, generando mayor concentración y mala distribución de la riqueza, miles de ecuatorianos, más de 500 mil personas (más de un 10% de la PEA), emigraron a otros países.

A partir del año 2000, la dolarización fue un instrumento que logró, en el mediano plazo, reducir a un dígito el incremento imparable y continuado de los precios. Otra ventaja que se obtuvo con la dolarización fue la disminución inmediata de la inflación. Sin embargo, a finales del año 2002 se logró alcanzar una inflación de un dígito a partir de allí comienza una desaceleración significativa.

La inflación pasó del 90% en el año 2000, al 4,16% en el 2012, lo que constituye el logro más importante.

A partir del año 2007 el índice de precios al productor nacional (IPP) muestra una tendencia a la baja. Los años 2007 y 2008 son los años de mayor variación. El comportamiento general de la inflación depende de ciertos productos de las secciones de Alimenticios, Bebidas, Tabaco y Textiles y de la sección de Agricultura, Silvicultura y Pesca, las que en su conjunto aportan cerca del 50% a la canasta del IPP.

En lo relacionado a la inflación, los precios de bienes y servicios al finalizar el año 2007 se fijaron en el 3,32 por ciento. La subida de los precios de bienes y servicios a partir del año 2007, se produce por varios motivos, entre ellos está la depreciación del dólar en el entorno internacional frente al euro. El incremento de los precios de las principales materias primas en el escenario mundial como el trigo, petróleo, arroz, cobre, etc., es otra de las causas que produce el aumento de la inflación. Esto causa que los precios de los bienes importados suban y en una economía como la nuestra dependiente de las importaciones es terminante, porque al aumentar el precio de las materias primas, los insumos, los bienes de capital, etc., se afectan directamente  los costos de las empresas, que se ven obligadas a incrementar los precios de venta al consumidor final con la idea de no disminuir su margen de utilidad y con ello sostener su actividad y todo lo que de ello se deriva como el empleo y actividades complementarias. Esto lo conocemos como una inflación de costos.
 
El Instituto Latinoamericano de Estudios Sociales (ILDIS) y la FLACSO, en su informe Análisis de Coyuntura, en lo que respecta a la inflación indican que entre los factores que afectaron de una u otra manera la inflación durante el año 2007 constan: el crecimiento interno del crédito otorgado por las entidades financieras, las variaciones del índice de precios al productor; el comportamiento de los bienes transables y no transables; el aumento de las importaciones de bienes de consumo e insumos para la producción; el flujo de las remesas de los migrantes; el incremento de los salarios. (Tomalá, 2011).

En el mes de septiembre del año 2008,  estalló la crisis financiera, primero en Estados Unidos y se extendió al resto del mundo, afectando negativamente los resultados de cualquier economía, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial del Comercio (OMC), hasta los primeros meses del año 2009, en la economía mundial se habían generado impactos muy fuertes, en la gran mayoría de países del mundo, esta crisis financiera llegó a ser considerada la tercera gran crisis del sistema capitalista por los aspectos que tenía muy superiores a la “Gran depresión” de los años treinta. Sin embargo en el tercer trimestre del año 2009 la crisis se desaceleró y los resultados presagiaban una gran recuperación. A pesar de ello las economías aún estaban convalecientes de los efectos que habían asumido en meses anteriores.

En Ecuador, las condiciones internas se observaron más afectadas por el incremento de las materias primas en el mercado mundial; sin embargo el aumento de los precios del barril de petróleo a niveles superiores a los 140 dólares le permitió al país tener mejores ingresos y con ello solventar el presupuesto y el gasto público que se amplió de forma significativa durante este año.

No obstante, algunos sectores contrarios al gobierno objetan que junto a los impactos que originan los incrementos de precios en el mercado mundial está el aumento del gasto público que el gobierno ha realizado desde que inició su mandato; con las medidas de tipo social amparadas por el régimen se ha venido impulsando el nivel de demanda lo que a la larga origina un exceso de circulante en la economía que lleva a que los precios se disparen.

Según un estudio realizado por el Banco Central del Ecuador, el mismo reitera que en el año 2008 los principales factores que influyeron en la inflación en el Ecuador fueron los precios internacionales, las políticas públicas y los tipos de cambio.

Con un entorno internacional en crisis al finalizar el 2008 e iniciar el año 2009, se esperaba que los indicadores económicos ecuatorianos, entre ellos la inflación, iban a mostrarse muy negativos. El nivel de inflación anual a diciembre de 2008 fue del 8,36%. Sin embargo el Gobierno de la misma forma que muchos en el mundo, aplicó determinadas medidas en varios frentes para atacar el problema principal que era la subida de precios de los bienes y servicios que al finalizar el primer mes del año 2009 se ubicaba en 7,9% permitiendo apreciar una posibilidad de un mejor control.

Al terminar el primer trimestre del 2009 la economía ecuatoriana había resistido un incremento acelerado de los precios; la inflación anual en el mes de marzo se situaba en el 7,4%. El proceso de desaceleración continúa y para el segundo trimestre, en el mes de junio la inflación anual es del 4,54%.

Con este resultado se aleja el temor de pasar a una inflación mayor a un dígito y era notorio que al igual que muchos países latinoamericanos si era real una desaceleración; sin embargo, de acuerdo a lo que señala un artículo del Diario Hoy (Agosto 11 de 2009) “la menor inflación refleja una caída en varios precios internacionales y una menor demanda de los consumidores que tienen menos plata frente a la crisis”. Según la misma fuente en los primero seis meses del año, las cifras mostraban que el Ecuador estaba recesión y la menor inflación lo único que reflejaba, en parte, eran las dificultades de la economía.

En el  año 2010 Ecuador terminó con una inflación anual del 3,33%, siendo una de las más bajas de los últimos años en comparación con la tasa del 4,31% registrada en el 2009.

En el año 2011 Ecuador registra una tasa de inflación del 5,41%, siendo superior a la registrada en el año 2010 de 3,33%, la inflación en el año 2012 es del 4,16% y pare el 2013 es del 2,70%.

En los años 2012 y 2013, el Gobierno ecuatoriano determinó como sueldos mínimos 292 y 318 dólares americanos, respectivamente, esta medida permitió incrementar la capacidad de crédito y de gasto. Sobre todo en las clases medias, la gente sabe cuánto le van a pagar por su trabajo y, por ende, puede acceder a un crédito, sin los temores de la inflación que reinaba hace más de una década. Esto ha contribuido a una demanda muy fuerte por bienes y servicios, lo que a su vez ha generado una mayor actividad empresarial.

En el ahorro

Las tasas de interés tienen un efecto directo en el sector financiero,  encareciendo o abaratando los créditos, que a su vez puede tener consecuencias en el comportamiento del consumo y la demanda, así como en la capacidad de ahorro y en la inversión.

Toda economía debe tener un alto nivel de ahorro interno, ya que estos constituyen los recursos que se utilizan para las inversiones, necesarias para el crecimiento sustentable de una nación.

En el Ecuador se privilegia el consumo por lo que falta fomentar una cultura de ahorro. Para el INEC, del gasto corriente total de los hogares ecuatorianos, el 77,2% es monetario y el 22,8% no monetario. Del gasto monetario, el 97,6% es gasto de consumo. Otro dato importante es que el 58,8% de los hogares tiene capacidad de ahorro, mientras el 41,1% de hogares tiene mayores gastos que ingresos. (Lideres, 2012).

Un país que consume mucho no ahorra y cuando no ahorra tampoco invierte y sino invierte no produce y no crece.

Los ahorros de un país constituyen la medida de su capacidad para la inversión, aspectos importantes para que la economía crezca y genere empleos.

El ahorro privado proviene de los hogares y de las empresas mediante la reinversión de sus utilidades. El ahorro público se origina por el resultado fiscal más la inversión pública. Los países asiáticos y otros, durante los últimos 33 años, han mantenido tasas de ahorro cercanas al 35% del PIB o más, por ejemplo: China y Singapur 43%, Corea del Sur 33%, %. Mientras que el promedio de Ecuador en ese período fue 18%.

Ecuador tiene  brechas enormes en cuanto a infraestructuras públicas y privadas en relación con los países avanzados y los emergentes de Asia; sin embargo,  la inversión pública creció en los últimos años.
 
Es importante y necesario para el Ecuador incrementar la tasa de ahorro nacional que sostenga la inversión y el crecimiento, para esto el sector público debe reducir su gasto corriente en beneficio de la inversión en un marco de un programa fiscal sostenible. El INEC a través de encuestas realizadas a los demuestra que la capacidad de ahorro de los hogares es limitada, por lo que es imperioso sustituir las conductas de consumo por ahorro. 

Cabe recalcar que las empresas tienen que respaldarse en políticas públicas adecuadas e instituir formas de producción que les permitan reducir costos e incentivar la reinversión de utilidades en tareas productivas.

A pesar de estos esfuerzos, si se concretaren, dado el escaso nivel de producción del país, siempre el ahorro será insuficiente, por tanto, condición para el desarrollo será la inversión extranjera directa.

Una de las principales fuentes de financiamiento de los sectores público y privado es el mercado financiero internacional, estas representan una variable fundamental para la toma de decisiones financieras por parte de los inversionistas o de los países. El empeoramiento de las condiciones financieras en el exterior, reflejado en mayores tasas de interés internacionales, dificultando el acceso tanto del sector público como del privado al financiamiento externo y afectará a las tasas de interés domésticas.

Ahorrar y atraer inversiones exigen un entorno de confianza y previsibilidad, instituciones  políticas y económicas sólidas que garanticen la propiedad, que
brinden seguridad jurídica, que no permitan decisiones arbitrarias desde el poder, que creen los incentivos adecuados para asimilar tecnologías e innovar, que motiven la calificación de la mano de obra y que mejoren la educación.

 Este argumento solo es viable cuando se tiene confianza en los mercados como escenarios de creación de riqueza y no se los empequeñece con la inapropiada intervención del Estado.