 
	
	CAPITULO IV
EFECTOS FINANCIEROS EN LAS EMPRESAS MEXICANAS.
4.1 Introducción. 
  Todo el contexto  desarrollado en el capítulo anterior, ha sido el marco macroeconómico en el  cual las empresas mexicanas se han tenido que desenvolver, con todos los embates que ello le ha  ocasionado, básicamente el decremento de las ventas, y en el incremento de los  costos, tanto de producción como de capital. A menudo se habla de que la  competitividad es el único factor que podrá poner a la empresa mexicana en el  nivel requerido para poder crecer y desarrollarse, pero esto necesita  definitivamente de una inversión, que conlleva un costo, y muchas de las veces  este  ha sido mayor que el beneficio, por  que paradójicamente no se han tomado las medidas suficientes para incentivarla.
  A lo largo de la historia de la administración  se han ido cambiando los enfoques del objeto de estudio, así en los años 50´s  el enfoque se centraba en  la producción;  en los 60´s, en la mercadotecnia; en los 70´s, en la formulación de  estrategias; en los 80´s, en la calidad; en los 90´s en la atención al cliente,  y para el nuevo milenio el enfoque se está centrando en la creación del valor,  que sin duda la creación de este para el accionista, para el cliente y para el  personal será causa y efecto de la competitividad. 
4.2 Nivel  de Competitividad. 
  La competitividad mexicana se enfrenta a  diferentes problemas, entre otros: problemas de corrupción, altos costos de  capital, una infraestructura inadecuadamente planeada, y mediana capacidad de  manejo innovador, rentable y responsable de las empresas del país.
  México ha perdido competitividad, y ha  bajado del lugar 34 que ocupaba en 1998, al lugar 36 en 1999, de un total de 47  países evaluados en diferentes rubros (según the world competitiveness yearbook). En una escala del 0 al 100 a  México se le otorgó menos del 55% en el desempeño general de su economía  doméstica (interna); 41% en internacionalización (comercio internacional); 51%  en gobierno y 37% en finanzas, asimismo se calificó con 43% en infraestructura  (relación en que los recursos y sistemas son adecuados y sirven para cubrir las  necesidades básicas de los negocios). En lo que respecta al manejo innovador,  responsable y con rentabilidad de las empresas (management), fue calificado con menos del 50%. En lo referente a la  disponibilidad y calificación de los recursos humanos, se le calificó con un  45%.
  En lo referente a Ciencia y tecnología,  México ocupa el lugar 41, y en lugar 31 en materia de incentivos para la  inversión, destacando ciertas facilidades para que empresas extranjeras puedan  tomar el control de empresas nativas. En cuanto a la política fiscal y  captación de ingresos vía impositiva, se detectó un alto grado de evasión  ocupando el décimo lugar de los 47 países, y en el campo de las finanzas es  notable el lugar 44 que se otorga a México por el alto costo de capital, como  factor que impide el desarrollo de negocios de manera competitiva.1 
4.3 ¿Creación  de Valor para las empresas mexicanas? 
  La filosofía de creación de valor, se ha  escogido para poder analizar con enfoque moderno el desenvolvimiento de 42  corporativos mexicanos durante el período de crisis a principios de 1995, hasta  diciembre de 1997, y así demostrar la deficiente fortaleza financiera para  afrontar los embates que se aproximan.
  En los nuevos enfoques de valuación, las  ganancias se convierten en el componente más representativo de la solidez  financiera, estas constituyen la fuente de crecimiento interno de capital,  condicionan la capacidad del negocio para acceder a fuentes de financiamiento y  modelan la imagen de la empresa en el mercado. La atención debe centrarse en la  rentabilidad, ya que sin ella una empresa no podría sostenerse durante mucho  tiempo. 
  Después de realizar un estudio a  través  del método multivariado  (indicador ex -ante), se determinaron índices de desempeño de cuatro áreas de  análisis financiero: Índice de Rentabilidad, índice de Apalancamiento, índice  de Liquidez, e índice de ciclo de caja; los resultados fueron los siguientes:
  Los problemas financieros que enfrentaron  la mayoría de las empresas mexicanas después de la devaluación de 1994,  afectaron negativamente sus niveles de rentabilidad, en el primer trimestre de  1995 el índice de rentabilidad tuvo  el nivel más bajo,  llegando al 1.0  negativo, es decir ubicándose abajo del nivel promedio (el promedio es  cero),  sin embargo en 1996 se repuso  alcanzando su mejor desempeño en marzo de 1996, para estabilizarse posteriormente.  Este índice se explica por lo siguiente: La rentabilidad sobre el capital (ROE)  fue 22% negativo, el margen de utilidad neta en 12.7% negativo, y la  rentabilidad sobre activos (ROA) en 4.1% negativo. Como se mencionó el repunte  se dio en marzo de 1996, dadas las políticas de expansión de exportaciones y  disminución de importaciones implantadas por el gobierno federal, sin embargo  después del embate dado por la crisis, las empresas tardaron un año y un  trimestre para recuperarse. 
En lo referente al índice de apalancamiento, se muestra una clara tendencia a  disminuir desde el comienzo de la crisis. La deuda total (a corto y largo  plazo) pasó de representar el 97% del patrimonio neto en el primer trimestre de  1995, a 62.4% al cierre de 1997, esto se debe por un lado, a la drástica  reducción del otorgamiento de créditos por parte de la banca mexicana, y por  otro lado a la implementación de políticas de desendeudamiento por parte de las  empresas ante el encarecimiento del costo del dinero, pese a esto la  rentabilidad de los negocios se estuvo recuperando, por lo que las empresas  estuvieron utilizando recursos propios, y financiamiento de proveedores, para  recuperarse de la crisis.
  En lo que respecta al índice de liquidez, se muestra una trayectoria muy particular  manteniéndose relativamente estable durante 1995 y 1996, para repuntar  drásticamente en 1997. El capital de trabajo representó el 13.7% de los activos  totales al inicio de 1995, colocándose en 13.2% y 17%, al cierre de 1996 y  1997, respectivamente. Hay diferentes factores que pueden explicar el  crecimiento de la liquidez en 1997, uno sería que durante ese año las empresas  hayan acumulado activos líquidos para enfrentar una posible contingencia dado  el entorno macroeconómico inestable; otro factor puede ser la necesidad de  financiar el ciclo financiero de las empresas (período para operar el capital  de trabajo), dado el incremento en el ciclo operativo total, y la imposibilidad  de conseguir créditos externos.
  El ciclo operativo  (ciclo financiero y el ciclo de pago a proveedores) para las 42 empresas  consideradas en conjunto, pasó de 145 días en 1996 a 161 días en 1997,  aumentando 16 días; en tanto que el ciclo financiero pasó de 92 días a 109 días  en el mismo lapso, incrementándose en 17 días, esto es, si el ciclo operativo  aumentó en 16 y el financiero en 17, la diferencia de un día es una disminución  en el plazo de financiamiento por parte de los proveedores. El incremento en el  ciclo financiero se debió, a su vez a un aumento en el capital de trabajo, pues  durante 1997, no solo se acumularon inventarios (el plazo promedio de  inventarios pasó de 88 a 93 días), sino que también aumentó el plazo del cobro  a clientes (de 57 a 68 días). De esta forma, durante 1997 las empresas  acumularon inventarios, a la par que se incrementó el plazo de crédito a  clientes. Así se aumentó las necesidades de financiamiento del capital de  trabajo, lo cual no pudo compensarse con el financiamiento de los proveedores,  ni de las instituciones bancarias. Esta circunstancia obligó a las empresas a  elevar su nivel de liquidez, esto obligó a las empresas a reinvertir  utilidades, y por ende a sacrificar la realización de nuevos proyectos, limitando  el crecimiento de las empresas, y también de la competitividad.
  En cuanto al índice de ciclo de caja, se puede observar que desde el primer  trimestre de 1995 y diciembre de 1996, tiene una tendencia a la baja, con  excepción del último trimestre de 1995 y el primero de 1996, esta trayectoria  en acorde con el incremento del índice de rentabilidad, ya que la disminución  del ciclo de caja permite tener una mayor rotación de la producción, y así  aumenta la rentabilidad.
  Observando por último el índice de desempeño global, que no es  más que el compendio de los índices analizados, notamos que en el primer  trimestre de 1995 el índice de desempeño global parte de un nivel bajo, dada la  existencia de una rentabilidad y liquidez también bajas, e índices de  apalancamiento y ciclo de caja altos. Conforme se va recuperando la rentabilidad  y van disminuyendo los ciclos de apalancamiento y el período del ciclo de caja,  las empresas mejoran su desempeño global. Esta recuperación es relativamente  rápida entre el primer trimestre de 1995 y el primer trimestre de 1996, y un  poco más lenta en el resto del período (hacia el último trimestre de 1997). Tal  suceso, como se comentó, estuvo asociado a la estabilización de los niveles de  rentabilidad y un aumento en el período del ciclo de caja, que no fueron  compensados por la disminución en los niveles de apalancamiento y el aumento en  la liquidez.
  Otro enfoque del componente ex-ante es el Valor  Económico Agregado (VEA),  cuyo objetivo  es analizar la capacidad administrativa para elevar la creación del valor de  las empresas y riqueza para los accionistas, la finalidad es ver si la utilidad  neta después de impuestos es mayor que el costo del Capital Operativo  Invertido, indexando el riesgo del mercado en general, para el VEA, no basta  con que la empresa sea rentable, sino que tiene que ser lo suficientemente  rentable para satisfacer las expectativas de los inversionistas, una vez que  estos tomaron en cuenta el nivel de riesgo de la compañía. 
  La fórmula es la siguiente:
  VEA= UODI- (c*)
En donde:
VEA= Valor Económico Agregado.
  UODI= Utilidad Operativa Neta  después de impuestos = Utilidad Neta + Intereses - ahorro fiscal de los  intereses.
  c* = Costo de Capital = ROE  (Capital Contable/COI)+i (1+Tx) (Pasivos con costo/COI)
En donde:
ROE= Rentabilidad sobre el  capital = TLR+ B (RM-TLR)
  B = Representa una  medida de riesgo sistemático.
  TLR = Tasa libre de  riesgo.
  RM = Rendimiento del  mercado accionario en su conjunto.
  COI= Capital Operativo Invertido  = Activos Totales Netos = Activos Fijos Netos (no incluyen depreciación) + Capital  de Trabajo.
  i = Representa la  tasa de interés de los pasivos.
  Tx =  La tasa de impuestos.
El resultado de la  ecuación podría ser:
  a) Si UODI    c* (Capital Operativo Invertido al inicio), la empresa creó valor, pues las  utilidades generadas durante la operación del negocio, superan la rentabilidad  esperada por los dueños del capital.
  b)  Si UODI    c* (Capital Operativo Invertido al inicio),  la empresa destruyó valor.
  c)  Si UODI  =  c* (Capital Operativo invertido al inicio), no se crea ni se  destruye valor.
  Otra forma de  presentar los resultados del VEA, es en términos de Tasa de Agregación de Valor  (TAV). Expresado de la siguiente manera:
  TAV = VEA / COI
  En  donde:
  TAV = Tasa de  Agregación al Valor.
  VEA = Valor Económico  Agregado.
  COI = Capital  Operativo Invertido.
Considerando este método (TAV), vemos que al cierre de 1997 el  conjunto de los 42 corporativos ha destruido valor por 9.8% de su Capital  Operativo Invertido. Se aprecia que durante todo el período posterior a la  devaluación de 1994, los corporativos mexicanos estuvieron perdiendo valor, es  decir los recursos generados fueron inferiores e incluso negativos a los  recursos esperados. En particular, la mayor destrucción del valor se dio del  primer trimestre de 1995 al segundo trimestre de 1996, periodo durante el cual  los negocios perdieron valor a tasas superiores al 20% de su capital operativo.  Al cierre de 1997 la tasa de agregación al valor, siguió negativa, pero  considerablemente inferior (-4.44%, aunque ponderándolo sería realmente un  9.8%).
  Se puede observar una recuperación  paulatina de comienzos de 1995 a finales de 1997, más o menos el período entre  las dos crisis, la nacional de finales de 1994 a la importada de 1997-1998.  Para esto como se ha comentado la estrategia seguida por las empresas consistió  en reducir el ciclo de negocio, dando una mayor rotación a los activos, al  mismo tiempo que se disminuía el nivel de apalancamiento y se incrementaba la  liquidez. 
4.4 Análisis de expectativas.
Hasta ahora el enfoque de análisis, ha sido de manera  retrospectiva, con un indicador ex-ante. Ahora vamos a introducirnos al  análisis de expectativas, desde las que se presentaron a finales 1997 hasta las  que prevalecen a junio de 1999. Para esto utilizaremos el método de Valor de  Mercado Agregado (VMA), y lo utilizaremos como un indicador ex-post, o  indicador de expectativas. 
  En el análisis que se está presentando se han tomado  42 corporativos mexicanos que cotizan en bolsa, por lo que los inversionistas  también juegan un papel sumamente importante en la calificación de las  expectativas de las empresas, representado por el valor de mercado de las  acciones; si este valor aumenta, a través de la demanda de los títulos, se  están enviando un signo de que se espera un buen desempeño en las empresas, lo  que también da tranquilidad al escenario macroeconómico; por el contrario si  los títulos se venden (se ofrecen), el valor disminuirá, lo que significa que  no tienen buenos augurios para el desarrollo empresarial, y esto también es  sentido por el mercado, y por la economía en general.
  Es importante recalcar que la aplicación de este  método no se hace con el fin de pronosticar cambios en los precios de las  acciones, sino utiliza las cotizaciones como un indicador de alerta temprana  que evalúa el desempeño financiero de las empresas en el futuro. El MVA es una  medida de desempeño corporativo, que evalúa el desempeño de los negocios  tomando en cuenta tanto la información histórica, como las perspectivas.
La fórmula de cálculo es la siguiente:
  VMA  % = (V.M-V.L / V.L.)*100
  En donde:
  VMA = Valor de Mercado Agregado.
  V.M = Valor de Mercado
  V.L = Valor en Libros.
Es decir a la diferencia entre el Valor de Mercado y  el Valor en libros, se le conoce como Valor  de Mercado Agregado (VMA).
  ¿Cuál es la relación que se guarda entre el Valor de  Mercado Agregado (VMA), indicador ex-post, y   el Valor Económico Agregado (VEA), indicador ex-ante?, la respuesta técnica  de Stewart (creador del VEA), es que el VMA es el valor presente de los VEA´s  esperados, utilizando como factor de descuento el costo de capital, sin embargo  esta relación es de tipo teórica, y bajo un escenario de mercados eficientes,  el cuál no existe, pero pese a los sesgos en la evaluación del mercado  financiero, acerca de los negocios, dicho sesgo no es suficientemente grande  para invalidar la aplicación de este método. La relación teórica existente,  radica en el ajuste dado en el costo de capital, ya que, recordemos, parte  importante del costo de capital va en relación con la utilidad o pérdida del  mercado accionario en general (VEA), es decir mientras más utilidades existan  en el mercado, mayor será la utilidad que los inversionistas esperan obtener  por su dinero, mientras menor sea el rendimiento accionario en general, menor  será el rendimiento esperado. Sin embargo lo importante para nuestro análisis  es que de la manera como el mercado perciba las expectativas de crecimiento de  los negocios, será el comportamiento de variable macroeconómicas, v.g. tasas de  interés, Tipo de Cambio, e inflación. Si las expectativas de los inversionistas  cae, es muy probable un aumento en tasa de interés, un ajuste en el T.C.,  incremento de la inflación, así como nerviosismo que traerá nuevamente un costo  no recuperable en el corto plazo, costo que se incrementará  de nuevo en el Costo de Capital de las  empresas. 
  Lo interesante de este enfoque es “ver” como “ve” el  mercado,  no sólo como “ve” el Estado la  situación económica del país, y por ende de las empresas inmersas en su  economía. De finales de 1997 a mediados de 1998 las expectativas del mercado  disminuyeron, esto es lógico tomando en cuenta, que nos encontrábamos en medio  de una crisis importada, que afectaba gravemente el desempeño del país; sin  embargo a finales de 1998 se vio un incremento de confianza en el crecimiento y  fortalecimiento de la I.P (Iniciativa Privada) en el país, sin embargo a  mediados de 1999, parece que el mercado le está apostando más al estancamiento  empresarial que al crecimiento de este (Sector Empresarial). A diferencia del  crecimiento que el Estado percibe, al emitir las variables macroeconómicas  pronosticadas, ¿Por qué?, la lógica fría de los números no siempre marca el  camino, sobre todo cuando están mezcladas tantas variables, como lo es, desde  luego, la política. Nos acercamos a una transición de gobierno, lo cual crea  cierta inestabilidad en los mercados y, por ende a las variables  macroeconómicas. A pesar de las estrategias del Estado para “Blindar”  la economía, parece ser que la Iniciativa  Privada entiende que el “Blindaje” podría ser solo un “esmalte”, si no se crece  desde dentro, es lógico, después de analizar el ranking de competitividad en el que nos encontramos, que las empresas  sientan dificultad para empujar y sostener un crecimiento, como el que se  propone, se entiende la desconfianza de apostarle al peso mexicano, con el  riesgo latente de otra posible devaluación.
4.5. Efectos en el nivel de vida.
4.5.1  Introducción.
  Por último, después de analizar los efectos del  Neoliberalismo a nivel país, y a nivel empresa, vamos a analizar dichos  efectos, pero en el nivel de vida de las personas, de los mexicanos, que al  final de cuentas somos nosotros.
  El  artículo 90  de la Ley Federal de Trabajo señala: “Salario mínimo es la cantidad menor que  debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una  jornada de trabajo. Esta deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades  normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para  proveer a la educación obligatoria de los hijos”. Otra vez nos encontramos con  las contradicciones, si la definición (cualitativa) de salario mínimo, va de  acuerdo con la cuantificación del mismo; el mismo Adam Smith, hace más de  doscientos años aclaró: “Por mercancías necesarias entiendo no sólo las  necesarias para el sustento de la vida, sino todas aquellas cuya carencia es,  según las costumbres de un país, algo indecoroso entre las personas de buena  reputación, aun entre las de clase inferior... Su falta denotaría ese  deshonroso grado de pobreza”.  2 
  Parece increíble, pero existe gente, como Mollie Orshansky que defiende que, “La  pobreza, como la belleza, está en el ojo de quien la percibe”, lo cual es  meramente subjetivo y por lo tanto falso, la belleza es objetiva, y tienen tres  condiciones: integridad o perfección - ya que por el mismo hecho de estar  deterioradas las cosas son feas -, la debida proporción o armonía, y  finalmente, el esplendor o claridad. (Suma Teológica, I, 39, 7).3  Sería un error hacer de la belleza una experiencia  puramente subjetiva, como lo hicieron los idealistas, ya que sería una negación  implícita de la objetividad de la verdad. La pobreza también es objetiva,  reside en el nivel de vida que no alcanza las normas mínimas, es decir un  estado de necesidad de sustento de  vida,  y requiere no sólo de la satisfacción de esas necesidades, sino de la  humanización de las mismas, es decir de aquello que no lastime la dignidad del  hombre, rebajándolo como un animal.
4.5.2  Involución del Nivel de Vida.
  Resulta evidente (ver cuadro 4.4 y su gráfica 4.8) la  merma no sólo de la capacidad de ahorro, sino de que el consumo de los hogares  mexicanos ha rebasado su capacidad de ingreso, el análisis hecho es hasta 1996  ya que es la última encuesta con la que el INEGI cuenta, a la fecha de  elaboración de esta tesis. 
  Para actualizarnos un poco más, analicemos los datos  de la Secretaría del trabajo y Previsión Social, refiriéndose a la distribución  del Ingreso para 1997 (Gráfica 5.2) y la involución del poder adquisitivo del  salario mínimo  proporcionada por la  División de Estudios Económicos y Sociales de Banamex (Gráfica 5.3).
  Por último en la gráfica 5.4, se observa la cantidad  de horas a la semana que un trabajador que obtienen el salario mínimo tiene que  trabajar para poder sufragar los gastos de una canasta básica.
  Analizando el cuadro 5.2 notamos que el ahorro  potencial, es el reflejado por los mayores múltiplos al S.M.G, sin embargo  según cálculos de diversos analistas, se calculan en 100 mil millones de  dólares los ahorros mexicanos fuera de nuestro país, 4 de manera que nos enfrentamos a dos grandes  problemas, uno: la falta de recursos para la satisfacción de las necesidades  del grueso de la población, que por ende nos presenta una falta de ahorro, y  por otro lado, las personas que están en condiciones de ahorrar, lo hacen, pero  no en nuestro país, por lo que parece difícil romper el círculo vicioso creando  fuentes de trabajo (no de empleo) para que la gente pueda progresar. 
  En lo referente al desempleo abierto parece haber una  ligera mejoría, al encontrarse en mayo de 1999 a una tasa del 2.44%, siendo que  en lo más profundo de la crisis llegó a los niveles del 7.6% en agosto de 1995,  sin embargo esto no significa una elevación real del nivel de vida, ya que  existe mucha gente subempleada, con ingresos que no llegan ni al salario  mínimo, y que no cuentan con las prestaciones de seguridad social a que tienen  derecho. 5Además para tener una idea de los indicadores de  competitividad, comparando los salarios por hora de un mexicano en la industria  manufacturera a mayo de 1999 (1.8 dólares), contra el mismo salario de un  obrero estadounidense (13.8 dólares), encontramos la desproporción tan grande  que existe entre ambos. (INEGI)
  En realidad quería terminar este apartado, con un  recuento de  pobres, porque además los hay  en diversas clasificaciones; por lo que en base a las declaraciones - un tanto  escuetas - del Director de la Secretaría de Desarrollo Social, Esteban  Moctezuma, el 5 de mayo pp., traté de ampliar los datos, pero nunca quisieron  darme la información, orden dada por el Delegado de la Secretaría de Desarrollo  Social en Yucatán, Ing. Rubén Leirana Canto, adjudicándole la responsabilidad  de proporcionarla (la información) al INEGI. Este Instituto (INEGI) no contaba  con ningún dato al respecto –eso me dijeron -. Después de hablar a México  (INEGI), me informaron que son datos muy difíciles de proporcionar, pero al  parecer, no sólo difíciles sino imposibles. Algo que en realidad, me da mucho  que pensar.
  Baste entonces mencionar, que en la actualidad se calcula  que existen más de 40´000,000 de pobres, de los cuales se calcula que 26´000,000  de ellos, viven en el extremo de la pobreza.6 
2 Cfr. Boltvinik, Julio. Pobreza y Estratificación Social en México. México: Ed. INEGI y CM, 1994., p.7
3 Cfr. Ochoa, Teresa. Apuntes de Metafísica para el Seminario Conciliar de Yucatán. Sección 4, pág. 9
4 Cfr. “La economía y tu bolsillo”. Nuevo Inversionista. México (agosto, 1999). P.32.
5 Id. P.33
6 Cfr. Ruiz, Yolanda. “La Pobreza de Progresa”. Expansión. México, (Julio, 1999). pp. 63-65.