INFORMACIÓN BÁSICA PARA IMPLEMENTAR Y ORGANIZAR EL VOTO DE LOS NAYARITAS EN ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

INFORMACIÓN BÁSICA PARA IMPLEMENTAR Y ORGANIZAR EL VOTO DE LOS NAYARITAS EN ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA

Arturo Lizárraga Hernández
y Eduardo Meza Ramos

Universidad Autónoma de Nayarit

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CAPITULO II

ECONOMÍA Y DEMOGRAFÍA EN NAYARIT

Es de gran importancia conocer los niveles de participación de cada uno de los municipios, pues se ha demostrado que los migrantes, hoy día, mantienen una permanente e intensa comuni-cación -vía telefónica, correo, internet, teléfonos celulares- con sus familiares y amigos que siguen radicando en los lugares de origen. De esta manera, los familiares de los emigrantes, desde los lugares de expulsión, se constituyen en una fuente privilegiada de información acerca de lo que sucede en México y, en este caso, de las comunidades de Nayarit. Y viceversa: los migrantes po-tenciales están al tanto de las eventuales oportunidades de empleo en el extranjero e informan a quienes se quedaron en sus tierras.

2.1 Los cambios estructurales y los procesos de migración
La economía de Nayarit ha transitado de una especialización primaria y agroindustrial a una de comercio y servicios caracterizada por la fuerte presencia de los diferentes niveles de gobierno en la generación de empleos y una estructura predominante de microempresas (Castellón, 2006), pero la población ocupada en las actividades agropecuarias es todavía pre - ponderante. De acuerdo a la distribución de la población en las actividades económicas, en el estado participan 391,613 personas de las cuales 254,986 que representan el 65.11 por cien - to son hombres y 136,627 que constituyen el 34.88% son mujeres; las actividades agropecua - rias dan empleo al mayor número de personas ya que participa el 25.3%, con predominio de los hombres. Le sigue la actividad de servicios personales que ocupa al 18.9% de los cuales el 29.5% son mujeres y el 13.2% son hombres. Al comercio se dedica el 18.8% de los empleados y a los servicios financieros, profesionales y sociales el 10.6, en este año de referencia, segun - do trimestre del 2004, la industria extractiva, de transformación y electricidad representó el 9.6% de los ocupados.

En lo que se refiere a la población de 12 años y más por condición de actividad económica, hacia el año 2004, en el país ascendía a 78’121,930 personas, de las cuales conforman la población económicamente activa el 55.6% y los no económicamente activos el 44.4%. La entidad reporta el 56.6% en PEA y 43.4% en la población no económicamente activa. La población ocupada en el país representaba el 97.5%. En la entidad de 704,640 personas el 98.7% están ocupadas. Para el caso de Nayarit destaca que los trabajadores asalariados representa el 55.9%, los trabajadores por su cuenta el 29.3% y los empleadores representan el 5.4%. Los trabajadores sin pago representan el 9.3% y se tiene una tasa de desocupación abierta del 1.3%.

La población no económicamente activa se ubica principalmente entre los trabajadores y tra-bajadoras domésticas que alcanza el 46.7% y los estudiantes el 33.1. Los pensionados y jubilados representan el 5.3% y los incapacitados el 1.5%.

En lo que se refiere, a la participación de los sectores y ramas de actividad en el PIB, en el 2004, se generó un total de 8 mil 503 millones, 102 mil pesos, a precios de 1993, de los cuales casi una cuarta parte el 24.41% fue aportada por los servicio comunales, sociales y personales; los servicios financieros, seguros, actividades inmobiliarias y de alquiler contribuyeron con el 18.25%, las actividades agropecuarias, silvicultura y pesca aportó el 18.12%; el comercio, restaurantes y hoteles el 14.97%, la industria manufacturera el 7.37%, la construcción el 5.26%. Y no obstante que está en operación el Proyecto Hidroeléctrico de Aguamilpa, la electricidad, el gas y el agua contribuyeron con el 0.76%, porcentaje que se espera se incremente ahora que ha entrado en operaciones la Hidroeléctrica “El Cajón”.

La generación del ingreso de Nayarit da cuenta del pobre desempeño de la economía estatal, la cual no obstante poseer recursos naturales, disponibilidad de suelos fértiles y agua, ha carecido de programas públicos eficaces para alentar el desarrollo empresarial, lo cual se manifiesta en el bajo nivel de actividad manufacturera. Asimismo el estado ha perdido terreno en la contribu-ción al producto nacional a consecuencia de su estructura productiva que adolece de suficiente desarrollo tecnológico, lo que da como resultado la tendencia al estancamiento de los cultivos agrícolas y de la productividad en general, traduciéndose en escasa competitividad Meza (2005). La aportación de Nayarit al PIB nacional, en 2003, representó el 0.54% (Plan Estatal de Desarrollo 2006-2011). Porcentaje que se ha incrementado al 0.9% en el año 2006.

Lo anterior se refleja en el nivel de vida de los nayaritas, disminuyendo su calidad, particular-mente en algunos de los municipios: “En los municipios de Nayarit en el año de 1989 la población que tenía un ingreso pc de menos de un dólar, alcanzaba la cantidad de 22,444 y vivían en el mu-nicipio Del Nayar y representaba sólo el 2.75%, del total de la población del estado. Luego de que México abrió su economía y se adhirió al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio y posteriormente al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en búsqueda de las pers-pectivas de los beneficios económicos del comercio internacional, el porcentaje de personas que viven con menos de 1 dólar se incrementó vertiginosamente, al llegar al 22% y afectar a 204,123 personas que viven en 10 municipios, a saber La Yesca, Huajicori, Jala, El Nayar, Amatlán de Cañas, Santa María del Oro, San Pedro Lagunillas, Ahuacatlán, Rosamorada y Tecuala. Si se observa, son los más sureños y los más norteños”, según afirma Eduardo Meza en su calidad de investigador de la Universidad Autónoma de Nayarit.

2.2 Emigración intermunicipal
Los demógrafos refieren que al profundizar sobre el fenómeno migratorio desde la perspec-tiva de la demografía e indagar sobre sus determinantes, se confrontan serios problemas para su caracterización, principalmente por la falta de estadísticas adecuadas (Pimienta, 2002). Veamos la situación del estado del arte sobre este tema en Nayarit.

Al respecto Pacheco (1999) señala que hombres y mujeres concurren a trabajar en activida-des agrícolas de diversos cultivos a municipios de la costa. Estudia particularmente a los inmigran-tes que acuden al municipio de Santiago Ixcuintla. En lo que se refiere a lo que se pudiera denomi-nar como factores que atraen a la población a esos municipios, la autora, cuando hace referencia a los mecanismos de pago a los inmigrantes, señala que el salario es abierto, y se determina según la producción que logre el trabajador, la cual generalmente está directamente relacionada con las horas de trabajo. Entre las razones de la migración, menciona que una de ellas es para cumplir con el contrato previamente adquirido. Además, durante su estancia, los inmigrantes obtienen otros ingresos derivados de la venta de artesanías que fabricaron en su lugar de origen.

Por su parte, Kuri (2001) da cuenta del traslado de la población a las actividades agrícolas de los municipios de la costa, lo que se convierte en una constante migración temporal intermuni-cipal. Refiere que la población autóctona formada por coras, huicholes y otros, van a emplearse en el corte de chile, tomate, caña, en la faina o arranque de fríjol, en el tabaco y en otras labores agrícolas, y caracteriza esta migración como motivada por la búsqueda de empleo.

En este orden de ideas, Alejandre y Olmos (1998), para detectar los nexos existentes entre la migración y los cambios del empleo en las regiones, revisan el comportamiento de la actividad económica en municipios del occidente de México, la cual estiman con base en la evolución del empleo por habitante a nivel municipal, índice que les reportó grandes diferencias de la activi-dad económica. La región de estudio comprende los estados de Jalisco, Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Nayarit y Zacatecas (de Nayarit sólo analizan el municipio de Tepic, el cual concentra la mayor población y las principales actividades socioeconómicas del estado). Relacionan la con-dición migratoria y la actividad económica de los municipios mediante el índice de tasa de par-ticipación, la cual recoge la relación de la población ocupada de los sectores comercial, servicios y manufacturero con la población total de cada municipio. Parten del supuesto de que los muni-cipios con atracción de migrantes registran las tasas de participación más altas; y dan cuenta de una relación directa entre crecimiento poblacional y el comportamiento de la economía, a nivel municipal, en cuanto a la disponibilidad de empleo.

Por su parte, Wicab, Sifuentes y Luna (1998) en un estudio sobre los municipios de Nayarit, sostienen que el empleo y la migración son parte de los elementos explicativos del proceso de re-estructuración económica y poblacional en Nayarit durante el período de 1980 a 1995. Al abordar la migración intermunicipal, observan que a partir de 1980 ocurrió un cambio de estructura en la dinámica poblacional de Nayarit, caracterizada por los fenómenos de reducción en la tasa de cre-cimiento, redistribución espacial de la población y una modificación de los patrones migratorios externos. Destacan el desarrollo alcanzado a nivel micro regional, en los que si bien a nivel muni-cipal decreció la tasa de población, algunas de sus localidades, registraron un claro incremento de sus actividades productivas y acogieron a migrantes del estado.

En otro sentido, Wicab, Sifuentes y Luna (1998), afirman en su estudio regional que se tomó en consideración la amplia producción sobre el tema de migración existente en México, tanto a ni-vel conceptual como de análisis empírico, pero que en lo referente a Nayarit son casi inexistentes, situación que confirma Becerra (2004), pues en un estudio sobre el tema, advierte que lo realizó, entre otras razones, para responder a la carencia de análisis que aborden el tema de la migración.

2.3 Las regiones migratorias en Nayarit: regiones de atracción/regiones de expulsión.
Nayarit ocupa el cuarto lugar nacional entre todos los estados, en lo que se refiere a los Sal-dos Netos Migratorios, con signo positivo. El primer lugar lo ocupa Baja California Sur, el segundo Quintana Roo, el tercero Colima y el cuarto Nayarit. Con toda seguridad el apoyo a las actividades turísticas son las que han convertido a tales estados en importantes polos de atracción de pobla-ción (INEGI,2010).

Según el INEGI, entre 2005 y 2010, llegaron a Nayarit 67,708 personas de otros estados de la república, de los cuales son hombres 32,814 y el resto mujeres; en contrapartida, salieron del es-tado 30,537, de los cuales son hombres 15,413 y el resto mujeres. Ello da un Saldo Neto Migrato-rio de 32,171 personas que llegaron ahí provenientes de otras regiones (17,401 hombres y 14,770 mujeres), tanto de México como del extranjero. En un primer vistazo, el panorama es favorable.

Pero las estadísticas generales suelen ocultar realidades particulares. Como ya se vio, En el caso de Nayarit, es el desarrollo del complejo en el municipio de Bahía de Banderas el que ha atraído miles de personas, tanto de otros estados del país como de otros municipios del propio estado. Pero mientras en ese municipio se invierten millones de dólares y se crean miles de em-pleos, en el resto de ellos prevalece la pobreza, la falta de trabajo y, como una grave consecuencia de todo ello, la expulsión de población.

En efecto, El análisis de diferentes fuentes confirma el siguiente panorama general: de los 20 municipios de Nayarit, todos muestran algún grado de actividad migratoria a los Estados Unidos de América, si bien con diferentes niveles de magnitud migratoria. De las cuatro regiones en que tradicionalmente se divide a Nayarit, las regiones Centro y Centro Sur registran atracción de po-blación, es decir, que sus saldos migratorios son positivos. De hecho, son los municipios de Tepic y Jalisco, Compostela y Bahía de Banderas, los que atraen población tanto de otras regiones del estado como de otras entidades del país, dada las actividades económicas que ahí se desarrollan. De la región serrana, es La Yesca, el municipio que atrajo población durante los decenios recientes debido a la construcción de importantes presas (El Cajón y Aguamilpa).

La Región Sur, históricamente se ha distinguido por expulsar población hacia otras del país y al extranjero, particularmente Jala, Jomulco, Ahuacatlán e Ixtlán. La Región Norte, que hasta los años sesenta se había distinguido por atraer población de otros municipios del estado y hasta del país, a partir de esa década se convirtió en expulsor de población, toda vez que la estructura agrícola sufrió grandes cambios (Lizárraga H., Arturo, 2009).

Hoy es tan grave la emigración que inclusive existen municipios que tienen Índices de Creci-miento de Población (ICP) con signo negativo, es decir que hoy tienen menos población, en núme-ros absolutos, que en décadas anteriores. Como ejemplo de ellos, están Tecuala cuya población en 2000 era de 42,237 habitantes, pero para el año 2010 disminuyó a 39, 756, lo cual es equivalente a una pérdida en el número de pobladores a un ritmo anual de -0.66%. Algo similar ocurre en los municipio de Santiago, que el año base tenía 94,979 y para 2010 solamente 93,074, es decir que perdió habitantes en un ritmo de -0.20%; Tuxpan, con 31,212 habitantes y 30,030 para 2010 con -0.39%; y Rosamorada 59,808 en 2010 pero solamente 34,393 para el año final, es decir que tuvo decremento de población a un ritmo de -0.08% (INEGI 2000 y 2010). Los municipios restantes de la misma región norte, si bien han tenido aumentos de población, éstos son muy por debajo de la media estatal, la cual es de 1.66% por año (Anexo 1).

La Región Sur de Nayarit siempre se ha distinguido por la alta presencia de migración. Esto quizá, aunado a las transformaciones en la economía de los años recientes, ha provocado que en todos los municipios que componen la región exista emigración internacional; no sólo eso (lo cual sucede prácticamente en todos los municipios de México), sino que al igual que en la región an-terior, la pérdida de población es hasta en números absolutos: de seis municipios que la integran, tres de ellos tuvieron descenso de población durante el periodo intercensal en cuestión: Ahuacat-lán, que pasó de 15,371 habitantes en 2000, a 15,229 en 2010, con un ICP de -0.09%; Amatlán de Cañas de 12,088 en el primer año a 11,188 en 2012, con -0.67%; y San Pedro Lagunillas de 7,753 a 7,510 para el año 2010, con -0.31%. Al igual que la región norte, si bien vieron incrementos en el número de sus habitantes entre un censo y otro, éstos fueron muy por debajo de la media estatal (véase cuadro 2.1).

La construcción de las presas Aguamilpa y El Cajón en la Región Sierra revirtió, en térmi-nos generales, su permanente pérdida de población debido a la pobreza ancestral. Tales cons-trucciones generaron una gran cantidad de empleos y derrama económica, con lo que se retuvo población en los municipios que lo componen. Al menos parcialmente, pues en conjunto si bien tuvieron crecimientos modestos, fueron alrededor de la media estatal. De los tres municipios que componen la región, fue La Yesca la que tuvo crecimientos más modestos, al pasar de 26,649 habitantes en 2000 a 34,300 en 2010, lo que representa un Índice de Crecimiento de Población de 0.5% anual. Huajicori, creció al 1.03% anual, toda vez que aumentó su población de 10,294 en 2000 a un total de habitantes para 2010 de 11,400. El municipio que parece haber sido el bene-ficiario de las obras de infraestructura fue El Nayar, ya que su ICP estuvo por encima de la media estatal: 2.56%, pues el número de habitantes en 2000 era de 26,649, mientras que para 2010 aumentó hasta 34,300 personas, lo que denota inmigración (véase cuadro 2.2).

Por su parte la Región Centro, misma que está compuesta por los municipios conurbados Tepic (capital del estado) y Xalisco. La capital del estado pasó de 305,176 habitantes en 2000 a 380,249 en 2010. El segundo municipio, por su parte, pasó de 37,674 habitantes a 380,249 duran-te el mismo periodos, equivaliendo a 2.22% y 2.68% de ICP anual, respectivamente, por encima de la media estatal.

Mención especial merece el municipio Bahía de Banderas, al constituir un poderoso polo de atracción de población. En efecto, mientras 16 municipios de Nayarit tuvieron crecimientos de población por debajo de la media estatal inclusive con descenso en el número de habitantes, solamente 4 de ellos la superaron, y fue, precisamente Bahía de Banderas el que más aumentó su población: de 59,808 habitantes que tenía en el año 2000, incrementó el número hasta alcanzar los 124,205 para 2010. Con toda seguridad, uno de los ICP más elevados (7.58%) no solamente de Nayarit, sino de todos los municipios de la República Mexicana. Esta característica, empero, no significa que en Bahía no exista la emigración –nacional, internacional-, en todo caso el tipo es di-ferente a la que se practica en el resto de Nayarit. De hecho, en esta investigación se encontraron casos de emigración internacional, principalmente de carácter temporal.

2.2 Migración nacional de los nayaritas
Como una consecuencia de las condiciones de vida de los nayaritas –particularmente de cier-tas regiones y municipios- es que se ven obligados o, al menos presionados, para dejar la entidad, tanto al interior del país, como hacia el extranjero. En el 2005 salieron del estado de Nayarit 25, 653 personas para vivir en otra entidad, según INEGI, basada en el II Conteo de Población y Vivien-da 2005, lo que nos da una idea general de la importancia del fenómeno.

Llama la atención el hecho de que, si bien el 33% de los que dejaron el estado se fue a vivir hacia el sur de la República Mexicana, el vecino estado de Jalisco, pero el mayor porcentaje se fue a vivir hacia los estados ubicados más al norte de la entidad, como Baja California –en un 31%-, a Sinaloa –en un 7%-, a Sonora en un 6% y a Baja California Sur en un 3%. Este hecho obedece a la dinámica migratoria internacional, pues tales lugares son puntos de atracción que se van constru-yendo a lo largo de los años, debido a la acción de las fuerzas económicas.

Para efectos de este documento, tiene especial importancia el destino nacional, toda vez que los emigrantes son, en su mayoría, personas que están en edad productiva. Las probabilida-des de ello son altas, ya que cuando revisamos la pirámide de edades de la población nayarita se observan que los grupos de edad que tienden a adelgazarse más rápidamente con respecto a los demás, son los que se encuentran entre los 15 y 29 años. Esto denota –sin que lo aceptemos ya como un hecho- que una buena cantidad de los migrantes están en edad de ejercer sus derechos electorales, tener cubiertos los requisitos legales para ello, pero que no los pueden poner en prác-tica toda vez que la Ley Estatal Electoral del estado de Nayarit no lo permite actualmente (véase en anexo Pirámide de edades por municipio).