ASPECTOS DE FILOSOFIA DE LA CIENCIA Y SUSTENTABILIDAD

ASPECTOS DE FILOSOFIA DE LA CIENCIA Y SUSTENTABILIDAD

Ramón Rivera Espinosa
Universidad Autónoma Chapingo

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EL COMPROMISO ÉTICO FRENTE A LA TECNOLOGÍA

Mauricio Escobar Ortega
Universidad Nacional de Colombia
Sede Manizales

RESUMEN

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua, ÉTICA se describe como “el conjunto de normas morales que definen el comportamiento humana” y la TECNOLOGÍA como “el producto que se ofrece a la sociedad y sirve para satisfacer las necesidades de los seres humanos”.  En una primera lectura, se puede decir que la tecnología es necesaria para mejorar la calidad de vida de la sociedad y que entre más tecnología haya, más calidad de vida se alcanza. 

Pero autores como Fisher (y muchos otros) no necesariamente creen que el desarrollo tecnológico, el crecimiento de la ciencia y la mayor innovación, son sinónimo de mejora de la calidad de vida de la sociedad; por esta razón este documento pretende relacionar las distintas dimensiones de la ética con el desarrollo tecnológico y el impacto en las personas.

El desarrollo tecnológico podría ser maravilloso, siempre y cuando se base en un compromiso ético, de preservación de la vida y de responsabilidad social; porque al no ser así (tal como ocurre hoy) invenciones como la energía nuclear, se convierten en amenazas graves para la vida misma y el medio ambiente en general.

Pero lo peor es que así como están las cosas hoy, es evidente que las naciones poderosas se han apropiado del conocimiento desarrollado, entre otras razones, con el fin de ejercer una presión dominante, porque tal como se dice “El que gobierne la tecnología gobernará la ética para convertirla en una ética de bolsillo”.

Palabras clave: Ética, Tecnología, Sociedad

Ethical Commitment From Technology

Resume

According to the dictionary of the Royal Academy of Language, Ethics is defined as "a set of moral standards that define human behavior" and TECHNOLOGY "the product offered to society and serves to meet the needs of human beings." On first reading, it can be said that technology is necessary to enhance the quality of life of society and that the more technology, the more quality of life is achieved.

But authors such as Fisher (and many others) do not necessarily believe that technological development, the growth of science and the biggest innovation are synonymous with improving the quality of life of society; for this reason, this paper aims to link the different dimensions of ethics to technology development and the impact on people.

Technological development could be wonderful, as long as it is based on an ethical commitment, preservation of life and social responsibility; because otherwise inventions such as nuclear power (such as today), they become a serious threat to life itself and the environment in general.

But the worst is that as things stand today, it is clear that powerful nations have appropriated the knowledge developed, among other reasons, to exercise a dominant pressure, because as he says "The governing technology rule ethics to turn it into an ethic of pocket. "

Keywords: Ethics, Technology, Society

Justificación

Las organizaciones de hoy sin importar el sector al que pertenezcan – incluso el Estado - buscan ser cada vez más competitivas en el mercado actual con el fin primordial de obtener la mayor rentabilidad posible para sus accionistas de manera sostenida en el tiempo. Algunas de ellas aparentemente  producen y distribuyen productos y servicios de calidad, entre otros valores, lo que hace que para el consumidor se genere un “beneficio” importante y además se desarrolle una confianza a todo nivel ya que quien consume lo hace considerando su producto como algo primordial que le está ayudando a satisfacer necesidades de vida.

Esta confianza solamente se genera cuando han sido comprobados a través del tiempo los comportamientos que tiene una compañía tanto con sus clientes internos como externos. Cuando una organización manifiesta comportamientos que sean aceptados legal, moral y socialmente, se puede decir que maneja ética. Esta ética se refleja no sólo en las acciones que se ejecutan sino también al momento de tomar decisiones. 

Pero no siempre las empresas – y por supuesto el Estado - desarrollan sus productos atendiendo los rigores de las distintas dimensiones de la ética, bien sea por necesidades económicas o de posicionamiento, u otras necesidades que generalmente se traducen en presiones económicas de los poderosos.

Es por eso que el desarrollo tecnológico bien sea privado o público, en ocasiones allana espacios antiéticos que lejos de dar beneficio social, atentan contra la vida y la naturaleza en general, tal como afirma Ortiz (2014:40) “Debido al mayor interés social en la reducción de los riesgos para el medio ambiente y la salud humana, la relación de la sociedad con el poder
tecno-científico además conflictiva, se ha vuelto controversial”.

Por esta razón es que este documento pretende realizar una exploración netamente bibliográfica en busca de contrastar las opiniones de algunos autores en el sentido de determinar las distintas dimensiones que ellos dan de la ética y compararlas  con ejemplos de la cotidianidad  en procura de llegar a algunas reflexiones.

Porque querámoslo o no, lo cierto es que al día de hoy, tal como lo afirma Sagan (2000:36) “Hemos preparado una civilización global en la que los elementos más cruciales  -el transporte, las comunicaciones y todas las demás industrias; la agricultura, la medicina, la educación, el ocio, la protección del medio ambiente, e incluso la institución democrática clave de las elecciones -dependen profundamente de la ciencia y la tecnología”.

Obviamente no se pretende afirmar que todo el desarrollo tecnológico ha sido contrario a las dimensiones éticas sino que se quiere mostrar algunos casos y reflexiones donde esto en forma lamentable  ha sucedido, tal como menciona De Sousa (2003:23):   “No parece que falten en el mundo de hoy situaciones o condiciones que nos susciten incomodidad o indignación y nos produzcan inconformismo. Basta ver hasta qué punto las grandes promesas de la modernidad permanecen incumplidas o su cumplimiento redundó en efectos perversos”.

Por ello se procedió así: se realizó un breve acercamiento a la definición de las distintas dimensiones de ética junto con algunas aproximaciones teóricas que se han construido en la búsqueda de entender esta complicada e interesante rama de la filosofía. En segunda instancia se hace una revisión bibliográfica de algunos autores que tratan estos temas para, en un tercer momento, contrastar con ejemplos y posibilitar así una reflexión.

HACIA UNA DEFINICIÓN PRIMARIA DE ÉTICA 1

A continuación se relacionarán de manera breve algunos conceptos referentes al tema de la ética, al mismo tiempo que se plasma de una forma teórica el cómo ha evolucionado esta definición respecto a lo que el ser humano ha entendido sobre la ella, así como las clasificaciones otorgadas a la misma.  No se hace el mismo ejercicio sobre el desarrollo tecnológico en el entendido práctico, de que es sobre él que se hace la reflexión.

Adicionalmente el presente análisis teórico busca mencionar la ética que se aplica en las decisiones sobre desarrollo tecnológico, para posteriormente poder realizar una contrastación empírica que permita reflexionar sobre esta dimensión.

El término ética en pocas palabras se pudiera definir a la ciencia de la conducta, pero esto pudiera considerarse demasiado general (Carvajal, 2005:14). Por tal razón es importante definir que la palabra ética proviene del latín ethĭcus, y este del griego ethos, que significa modo de ser o carácter en cuanto forma de vida adquirida por el hombre. Es preciso diferenciar al "êthos", que significa "carácter" del "ethos", que significa "costumbre", pues "ética" se sigue de aquel sentido, y no es éste (Cortina, 2004:8). Desconocer tal diferencia deriva en la confusión de "ética" y "moral", pues esta última nace de la voz latina "mos", que significa costumbre, es decir, lo mismo que "ethos". Si bien algunos sostienen la equivalencia de ambas doctrinas en lo que a su objeto respecta, es crucial saber que se fundamentan en conceptos bien distintos.

Así mismo es importante tener presente que la ética ni es "relativa o subjetiva", ni consiste en "un conjunto de prohibiciones referidas particularmente a cuestiones sexuales" o en "un sistema ideal nobilísimo en teoría, pero que de nada sirve en la práctica" o en "algo que sólo sea inteligible en el contexto de una religión" (Singer,1995:26)

La ética estudia qué es lo moral, el cómo se justifica racionalmente un sistema moral, y cómo se ha de aplicar ésta posteriormente a los distintos ámbitos de la vida social que desarrolla la humanidad. En la vida cotidiana constituye una reflexión sobre el hecho moral, busca las razones que justifican la utilización de un sistema moral u otro. En esta preliminar aproximación, aparece el comportamiento moral como el eje que define el objeto de las discusiones éticas; así,  el hablar de comportamiento moral de los seres humanos, implica que hay en los humanos comportamientos que no son morales.

La ética es una de las principales ramas de la filosofía, en tanto requiere de la reflexión y de la argumentación, este campo es el conjunto de valoraciones generales de los seres humanos que viven en sociedad.

El estudio de la ética filosófica occidental se remonta a los orígenes mismos de la Antigua Grecia, y su desarrollo histórico ha sido amplio y variado. Desde Sócrates (469-399 a.C.) y sus inmediatos seguidores, Platón (c. 427-347) y Aristóteles (384-322) hay una clara línea de continuidad que, pasando por el pensamiento helenístico, romano y medieval, llega hasta la actualidad (Singer, 1995:32).

Si bien es cierto que los problemas e intereses de los filósofos éticos modernos con frecuencia se separan de los de los antiguos griegos, sus discursos constituyen una indiscutible continuación de los que tenían lugar en los siglos V y VI antes de Cristo. Esta vinculación no es puramente histórica. El estudio de los textos antiguos, como menciona Singer,  al menos en el mundo anglosajón, constituye hoy día principalmente la labor de eruditos  que reconocen en ellos una relevancia y vitalidad inmediata que trasciende su época. Aunque es importante destacar que este proceso es bidireccional; por una parte, las ideas modernas dan una y otra vez una dimensión adicional a la comprensión del antiguo pensamiento griego; por otra, las ideas del pensamiento griego conservan su capacidad de configurar directamente, o al menos agudizar, la reflexión contemporánea especialmente en el ámbito de la ética (Singer, 1995:36).

Una doctrina ética elabora afirmaciones o juicios determinados. Esta sentencia ética, juicio moral o declaración normativa es una afirmación que contendrá términos tales como "bueno", "malo", "obligatorio", "permitido", "correcto", "incorrecto", entre otros, referido a una acción o decisión. Cuando se emplean sentencias éticas se está valorando moralmente a personas, situaciones, cosas o acciones.
Entonces como cita Carvajal  la característica fundamental de la ética es su naturaleza pública, ya que la ética implica en esencia dar razones, juzgar los argumentos y evaluar los resultados en un ámbito público. No puede basarse en razones privadas, sino que la bondad de una buena razón ética es pública en el sentido de que ésta sea capaz de resistir al análisis y la crítica de otras personas razonables (Carvajal, 2005: 17).

En vista de lo anterior es conveniente tener claro y presente la diferencia de cuando algo es ético y cuando es moral. Por ejemplo cuando la reflexión conlleva a analizar a qué hacer en cada caso particular se está enfrentado un dilema de tipo moral, en cambio cuando se atacan cuestiones tales como ¿qué es lo bueno?, ¿qué es el bien?, o ¿qué hace que un acto humano sea un acto moral?, ¿Qué es el sujeto moral?; tales preguntas ya no se están refiriendo problemas particulares o morales sino generales, que desencadenarían a la reflexión propiamente ética.

Según lo analizado hasta el momento se pudiera mencionar que en cualquier ámbito del ser humano cabria un razonamiento de tipo ético. Este hecho ha influido para que existan distintas orientaciones éticas para la acción, lo que ha derivado en la definición de diversas y variadas concepciones de ética.

Buscando lograr un acercamiento teórico en cuanto a estas definiciones y al mismo tiempo allanar el camino que contribuya a un conocimiento de una ética que se relacione con el ámbito del desarrollo tecnológico, se mencionaran a continuación algunas de ellas.

Ética descriptiva y el Desarrollo Tecnológico

Las éticas descriptivas se limitan a describir el fenómeno moral, sin pretender en modo alguno orientar la conducta. En este sentido, más que de teorías éticas, entendidas como una dimensión de la filosofía práctica, se trata de reflexiones propias de las ciencias sociales, como son la antropología, la sicología, la sociología o la historia de la moral. También puede considerarse como ética descriptiva buena parte de la filosofía del análisis del lenguaje moral.

 Un nutrido grupo de representantes de este tipo de ética se limita explícitamente a describir qué hace el ser humano cuando emplea el lenguaje de lo moral, precisamente porque no desea prescribir la conducta ni siquiera de forma mediata (Cortina, 2004:14).

Ante ello el desarrollo tecnológico de los últimos años, ha generado una gran controversia ya que se han moldeado nuevas costumbres sociales, y generado incluso, hasta cambios en lenguajes autóctonos, como producto de su influencia en la sociedad.

Como producto de los grandes y veloces adelantos en las comunicaciones, hoy se cuenta con el obvio beneficio de la interactividad mundial en tiempo real, a la velocidad de la luz, pero también ha presionado a que nuestros jóvenes desarrollen nuevos lenguajes de comunicación, llenos de prefijos, siglas, signos y palabras que se han arraigado entre la población, de tal manera que se validan rápidamente.

No es un secreto que en el caso del idioma Castellano, la Real Academia de la Lengua se ha visto en calzas prietas para aprobar nuevos vocablos cuya génesis es la tecnología.  Han nacido verbos nuevos como “pinear” y “chatear” (para citar sólo un par de ejemplos), que hace 5 años no se conocían y hoy son la cotidianidad en el lenguaje usado.  El desarrollo tecnológico no ha respetado la cultura y la ha arroyado sin contemplación de la historia y de la tradición.  Los jóvenes por su parte han venido también perdiendo su capacidad de redactar un texto literario debido a sus escasos fundamentos del lenguaje que el desarrollo tecnológico les ha empezado a coartar.

Por eso no es nuevo reafirmar que se debe contemplar la dimensión ética para el desarrollo tecnológico, a partir de la inclusión de aspectos tan relevantes como la cultura, la juridicidad, las costumbres, los recursos y las necesidades de la población.

Se debe culturizar a quienes ejercen el poder de usar las nuevas tecnologías para que atiendan principios éticos y de sostenimiento.

Los gobiernos deben rediseñar los planes de estudio de la educación de tal manera que se propenda por el fortalecimiento ético desde la primera infancia con la posibilidad de que se garantice en todas las etapas de la educación formal y no formal a fin de contar con ciudadanos capaces de revestir todas sus actuaciones bajo el manto de un comportamiento ético y de responsabilidad social.

Tal como lo indica también María Eduarda Santos en su documento Relaciones entre Ciencia, Tecnología y Sociedad, (2001:61) se debe buscar “una orientación de la Enseñanza de las Ciencias en un sentido más humanista.  Un sentido que prima una comprensión disciplinar de la ciencia como cultura y el valor ético de la ciencia en sus interacciones con la tecnología y con la sociedad”.

Ética teleológica y deontológica y el Desarrollo Tecnológico

Son dos las figuras argumentativas que se utilizan para el establecimiento de una norma: la teoría teleológica y la deontológica. Aunque según Cortina la distinción entre éticas deontológicas y teleológicas es una de las que ha hecho mayor fortuna, pero también una de las que ha generado mayores confusiones (Cortina, 2004:27).

En la teoría teleológica, el juicio moral tendrá que formularse siempre a partir de las consecuencias de la acción medidas sobre la base de los valores y sobre todo de la actuación del amor al prójimo. La referencia a los valores y a los no valores producidos por una acción o con los que se identifican sus consecuencias es tan indispensable en la aplicación de esta teoría que ésta supone, una teoría de los valores muy concreta.

Por otro lado en la teoría deontológica, el juicio moral sobre unas acciones tendrá que establecerse prescindiendo de las consecuencias, cuando se trata de acciones humanas, sobre todo de las que se refieren al ámbito de la sexualidad, del matrimonio, de la vida, del lenguaje, cuyo juicio moral está ya claro por otros caminos.

Así mismo Cortina menciona que para buscar entender o diferenciar tales teorías éticas se han establecido los siguientes dos criterios:

El primer criterio habla del consecuencialismo o no consecuencialismo de la propuesta ética, que resulta valida, sobre todo para distinguir entre la ética de Kant y el utilitarismo. Desde esta óptica, una ética deontológica sería no consecuencialista, mientras que una ética teleológica sería consecuencialista. En este sentido, sería deontológica una ética que considera que para determinar si una norma de acción es o no correcta, es preciso detallar si la norma es buena o mala, y no tener en cuenta las consecuencias que se seguirían de su puesta en marcha o en escena. Según una ética teleológica, por el contrario, no puede determinarse si una acción o una norma son moralmente correctas o incorrectas sin atender a las consecuencias que se siguen de ella.

El segundo criterio detalla la prioridad de lo justo o de lo bueno. Actualmente el criterio para distinguir entre éticas deontológicas y teleológicas consiste en descubrir a cuál de los dos lados del fenómeno moral dan prioridad.

Por tal razón según lo anterior, “una ética deontológica considera que la ética ha de bosquejar en una sociedad el marco de lo que es justo en ella, de lo que es correcto, porque lo que cada uno considera su bien, lo que cada uno cree que es bueno para él, debe determinarlo él mismo dentro del marco de lo que es justo” (Cortina, 2005:30). Se encuentra entonces que lo justo es lo universalmente aceptado y exigido, mientras que lo bueno, depende en última instancia de cada persona y de los diferentes grupos sociales.

Por el contrario una ética teleológica considera, que la ética puede diferenciar qué es lo bueno para los hombres y, a partir de ese bien, la opción más correcta moralmente será la que otorgue el máximo beneficio. El bien puede consistir en una característica humana, como la racionalidad, que debería optimizarse; y en esta línea se encontrarían las éticas de la perfección; pero también el bien puede consistir en un móvil de la conducta, como la búsqueda de placer; en este caso, lo moralmente correcto es perseguir -siguiendo la máxima utilitarista- el mayor placer del mayor número.

En este sentido son muchos los ejemplos de Desarrollo tecnológico que se ven inferidos por estos dos tipos de ética, no atendidos.

Dese la óptica de la ética deontológica se podrían enmarcar la mayor parte de ejemplos de desarrollo tecnológico como por ejemplo el uso indiscriminado de los fuentes de agua para la generación de energía eléctrica, lo cual ha propiciado un gran auge tecnológico pero no ha medido las graves consecuencias que a futuro se tendrán.   Caso concreto es en Colombia la Hidroeléctrica de Ituango que detiene las aguas del rio Cauca, uno de los principales del país, las embalsa y luego las dosifica con el argumento de que se evita que en cada invierno haya anegación de grandes extensiones de tierra de cultivo. 

La falta de dicha anegación genera un empobrecimiento de los suelos tal como sucede en la desembocadura del rio Nilo, pues el agua proveía estas tierras Colombiana de nutrientes indispensables para su fortaleza y salud productiva.  Ahora estos nutrientes se depositan paulatinamente en la represa de la hidroeléctrica y de allí no pueden pasar, generando como es lógico, una catástrofe ecológica y económica de gigantescas proporciones.

Este es el típico ejemplo de la falta de compromiso ético de la política pública de un Estado que como el Colombiano, ha perdido su juicio por presiones que van desde los intereses personales hasta los grupos al margen de la ley.  Un Estado sordo y ciego que a pesar de tener la riqueza natural para desarrollar energías limpias, no atiende a este llamado al parecer con fines netamente económicos.
En este sentido  Langdon Winner en el libro  la Ballena y el Reactor (1.995:39) acierta al afirmar que  “Las tecnologías no son simples medios para la actividad humana, sino también poderosas fuerzas que actúan para remodelar dicha actividad y sus significados”. Y más adelante,   Jaime Fisher en el libro  El Hombre y la Técnica (2010:51).  Hacia una filosofía política de la ciencia y la tecnología, categóricamente reafirma al escribir “los sucesos de la naturaleza son necesarios mientras que las acciones humanas intencionales son libres”.
Ahora bien, desde el punto de vista de la ética teleológica, el ejemplo más patético con el que se cuenta hoy es el que ocurre con el desarrollo de nuevas formas de energía como la solar, que no dependen de combustibles fósiles,  que no agotan el medio ambiente, que son más eficientes aún que los combustibles actuales, que requieren menores costos de conversión, pero que por fuerzas gigantes de la economía mundial, no se ha permitido su desarrollo masivo.  Estas fuerzas argumentan, entre otras razones, los graves y costosos inconvenientes que para naciones poderosas y grupos económicos de élite mundial, supondría la conversión a otros sistemas de combustible y energía. 

En Colombia, país cafetero, la enfermedad más grave que ataca a la rubiácea es la llamada roya, la cual se combate exclusivamente con compuestos a base de oxicloruro de sodio el cual es de alto costo y deja graves vestigios sobre la naturaleza.  Muy a pesar de que ya se encontraron otras formas de combatir esta terrible enfermedad 2 el gobierno Colombiano no ha permitido otra forma de hacerlo porque las inversiones en activos y en formación educativa universitaria, cuenta con una infraestructura montada que al eliminarla se lesionaría enormemente a algunos grupos económicos de gran poder en el país.

Ética naturalista y ética no naturalista y el Desarrollo Tecnológico

Para la ética naturalista, las proposiciones morales no son diferentes de las que se pueden verificar en la experiencia, o sea que los predicados morales no se refieren a ningún tipo de cualidades, distintas de las que pueden ser empíricamente contrastables. (Carvajal, 2005:56)

En esta dimensión ética, términos como “bueno” y “malo”,  corresponden a propiedades  o  cualidades  naturales  observables  empíricamente,  como “placentero”, “inútil”, etc.  Y se pueden observar empíricamente.

En este sentido es muy común observar por ejemplo, el gran “beneficio” y “placer” que genera para la población, el poder estar constantemente conectados a un celular de alta gama, sin considerar que las relaciones personales (humanas) se han deteriorado a tal punto que por informes de prensa se ha conocido el dramático cambio y debilitamiento de las relaciones familiares, se ha llegado a una pobreza extrema  en términos de afectividad social y lo peor, con tendencia a empeorar.  Esto es debido a la falta de relaciones personales reales.

Las éticas no naturalistas entienden que los predicados morales son predicados específicos de la moralidad, irreductibles, por tanto, a cualesquiera predicados naturales. Se refieren a no naturalistas a las distintas modalidades de intuicionismo las corrientes kantianas, o las místicas, que sitúan la moral fuera del mundo, es decir, la consideran irreductible a los hechos empíricos. (Cortina, 2004:36).

Se genera entonces una pregunta, el fin justifica los medios?.  Esta dimensión ética tiene tanto poder e influye tanto en la decisión y pensamiento de la población que por ella en la segunda guerra mundial el ministro de propaganada Nazi Joseph Goebbels se atrevió a afirmar y fue escuchado y creido, que “Una mentira dicha cien veces se convierte en verdad” y más aún “entre mas grande sea una mentira, más gente la creerá”

Por esta razón es muy acertada la afirmación de Espinosa (2013:184) en la que considera que se requiere una “revisión de las relaciones Estado-sociedad, una intervención protagónica de los ciudadanos y sus organizaciones, cambios institucionales y culturales que conformen un nuevo marco de valores y conductas para soportar las tensiones que, sin duda, provocará la revisión de nuestro modo de vida para evitar una catástrofe generalizada”

Ética no cognitivista y ética cognitivista y el Desarrollo Tecnológico

La ética no cognitivista medita que las cualidades morales no son objeto de conocimiento, del mismo modo que lo son las naturales. Pero además,  la noción de no cognitivismo se ha ampliado y alcanza a cuantas teorías afirman que sobre lo moral no se puede argumentar, porque de los enunciados morales no puede decirse que sean verdaderos o falsos. (Cortina, 2004:42).

Por esa razón en determinadas sociedades la práctica de la eutanasia es aceptada mientras que en otras es rechazada vehementemente.  Pero hay quienes asocian esta posición con el desarrollo tecnológico atendiendo lo que afirma Ciro Alfonso Serna en el libro  Desarrollo sostenible, economía ambiental y economía ecológica (2004:101)  “… al ampliarse la actividad económica, el concepto de racionalidad, por ende, se amplia”.

Por su parte la ética cognitivista es más bien aquella según la cual sobre lo moral se puede argumentar y llegar a acuerdos subjetivamente fundados, porque existe una racionalidad práctica que funciona de forma análoga a cómo funciona la racionalidad teórica. La racionalidad práctica tiene sin duda sus particularidades, pero es racionalidad y, por lo tanto, sobre lo moral se puede argumentar y llegar a acuerdos intersubjetivos, racionalmente fundamentados. (Cortina, 2004:31).

En este sentido hay varios ejemplos que podrían citarse pero sería mejor ubicar esta dimensión ética en un plano más de confrontación social y de inversión afectiva. Por eso cabe el cuestionamiento de la apropiada decisión de no informar por juramento hipocrático, cuando un paciente tiene una enfermedad grave que eventualmente puede ser contagiosa.

Otro ejemplo son los conceptos de responsabilidad y convicción, que expresan la tragedia de la política como la conocemos hoy pues un político sin convicciones es sencillamente un oportunista, un profesional de la manipulación y un vendedor de humo. Pero un político sin conciencia de su responsabilidad, perdido en su mundo neurótico de utopías irrealizables, es un político derrotado.  Y el peligro es que en manos de los políticos descansan las decisiones estatales en materia de desarrollo tecnológico y por eso se dan casos de gobiernos que “prestan” a su población para que los grandes laboratorios farmacéuticos experimenten con ella.

Hay entonces un enorme riesgo en el seno del lugar donde se toman estas decisiones en los Estados, por ello dice  Olivé León en el  libro  La Ciencia y la Tecnología en la Sociedad del Conocimiento (2007:42): “Urgen además profesores y profesionales que actúen en la interfaz entre los sistemas de ciencia y tecnología y el resto de los sectores sociales”.

Ya para finalizar este documento, es necesario hacer tres comentarios que dan fortaleza al postulado de que gran parte de los desarrollos tecnológicos no han atendido las dimensiones éticas.

El primero es una cita de  Adam Smith  en su libro Riqueza de las Naciones (2001) quien atinó al  decir: “Un sistema económico necesita siempre un respaldo ético y junto al amor propio como motor para el intercambio, junto al afán de lucro, existen otros sentimiento y valores indispensables para comprender la actividad económica en su conjunto”; ello infiere que la economía no es sólo intercambio, sino también innovación, creación,  producción y distribución, procesos que necesitan de manera imprescindible del manejo de la ética, puesto que se deben cumplir contratos, los productos deben tener calidad, las instituciones deben ser atendidas con lo que requieren, pero lo más importante, con ello la calidad de vida se debe mejor.

El segundo es una cita de   Max Weber en su libro “La ética protestante y el espíritu del capitalismo” (2001), en el cual menciona que en las empresas existe una especie de ética protestante en donde se modela una actitud respecto al consumo y se condena por parte de las empresas la producción de bienes suntuarios ya que esto no favorece al ahorro y la reinversión en las sociedades. Situación que Weber considera poco ética y que hoy a la luz del daño al medio ambiente que se ha generado por el uso y abuso de los recursos, tiene mayor contundencia.

Y el tercero y último es que la ética empresarial y Estatal existe desde dos perspectivas macro que son: la normativa y la de la ciencia social. La primera, tiene su base en la filosofía y las humanidades y se fundamenta explícitamente en los valores, ocupándose de las cuestiones del “deber ser”. La segunda perspectiva, la de la ciencia social, se formó en la administración o en alguna de las disciplinas propias de las ciencias sociales porque fue apareciendo con el tiempo y la maduración de la ciencia de la gestión.

Por ejemplo en los años sesentas, toman fuerza las críticas al hecho del daño ambiental causado por la industria y al auge del consumismo y se empieza a cuestionar sobre la responsabilidad social de la empresa, con lo que el análisis se traslada de la persona a la organización.

En esto, se supone que hay un contrato entre la sociedad y la empresa y por tanto la segunda tiene que rendir cuentas a la primera en aspectos que van más allá de lo económico y es aquí donde allanan el terreno de la ética y el desarrollo tecnológico.

Es obvio que lograr una productividad máxima al menor costo, no es una utopía, no es un panorama inalcanzable; muchos han sido los investigadores que han encontrado la forma y la razón; entre ellos  Reichheld (1996: 205) que luego de una excelente ponderación de factores de producción, concluyó: “No existe ningún secreto para lograr una súper productividad. Lealtad, motivación, aprendizaje, valores compartidos, armonización de intereses: todos estos son elementos sociales que encajan unos con otros”.

Conclusiones

El concepto de la ética  va más allá de una discusión  moral y se centra en las prácticas, acciones y valores que una determinada  sociedad antepone como condiciones previas a la generación de confianza y la consecuente puesta en circulación de la función de desarrollo tecnológico.

La diferencia primordial entre tecnología  y ética es que la tecnología son los hechos, mientras que la ética representa los valores.  Y para vivir en sociedad se necesita más que todo contar con valores más allá de la tecnología.

La supervivencia o no de las organizaciones conlleva una gran claridad en la gestión ética y la pertinencia de ésta con la  sociedad, es por este motivo que es importante manejar el Desarrollo Tecnológico de una manera ética, para que los beneficios de los productos traigan beneficios consistentes hoy y en el futuro contribuyendo al desarrollo social.

El desarrollo tecnológico con una dimensión ética, demanda un razonamiento profundo y claro sobre la definición de moral de una determinado grupo humano, siendo aún más importante la discusión centrada en las implicaciones que la tecnología traerá a largo plazo en él.  Esto lleva entonces a plantear la importancia y urgencia de una claridad pertinente y coherente al actual clima de globalización en el que hay pocas restricciones a los ingresos de productos multinacionales, pero en el trasfondo, tantos planteamientos sobre lo que es moral o no, con respecto a su uso.  Porque es ahí donde está una gran parte del problema, las empresas multinacionales en forma general diluyen su condición de origen y no reconocen parámetros morales específicos, ya que como afirma Kozikowski (2013:8) “Una empresa es multinacional si sus actividades transnacionales forman una red tan compleja que resulta difícil determinar su país de origen”

Es importante tener claro que el “ser ético” implica entonces ser consecuente con los paradigmas de valores y moral establecidos en un contexto dado, si esto coincide o no con la apreciación de “bueno” o “malo” de una sociedad es un hecho de gran importancia.

El desarrollo (beneficio de la sociedad, de los pueblos) y no el lucro debe ser el nuevo fin u objetivo de la propuesta de desarrollo tecnológico  global, la información veraz y pertinente debe ir de la mano con el flujo de tecnología, las especulación solo produce ganancia pero no riqueza, para eso deben desarrollarse nuevos sistemas de valoración holísticos, consecuentes con los retos e impactos que la nueva tecnología propone.

Es importante mencionar que no sólo la ética se debe contemplar en el desarrollo tecnológico sino que también se mueve a través de los mercados financieros y el crecimiento empresarial y Estatal, ya que detrás de cada movimiento de este tipo existe una acción  de migración de la información, siendo esta una forma de relación y generación de confianza sostenida y cargada de un alto valor intrínseco.  Todo desarrollo tecnológico debe estar acompañado de información.

Las naciones poderosas que se atribuyen el mayor desarrollo tecnológico, procuran mantener esta posición dominante imponiendo a los demás países, condiciones legales fuertes para proteger sus posiciones.  Es así como cada vez en el mundo conocido se imponen mayores y más contundentes leyes contra violación de derechos de autor y guarda de secretos industriales.  Con ello las naciones poderosas también quedan en posición de “moldear” una “ética de las cosas” a su justa medida, volviéndola una ética manipulable.
 
Cuando no hay ética se requieren mayores medios de control y normatividad. Así las cosas, la ética se podría aplicar  con criterios deodontológicos  y esto permitiría a los dueños del capital e inversionistas, disminuir costos en control y supervisión. La ética como código de gestión es necesaria, pero como forma de trabajo es indispensable.

El desarrollo tecnológico dentro de  los cánones éticos sugiere sostenibilidad y viabilidad económica desde la búsqueda de una riqueza social que más allá del lucro apuntan hacia el mejoramiento de calidad de vida de la población.

La ética en el desarrollo tecnológico no garantiza la rentabilidad, pero si garantiza un crecimiento en los niveles de confianza y adecuada política empresarial y Estatal de frente a una masa social crítica y que está en constante apreciación del desarrollo sostenible como valor de gestión y forma de valoración real del potencial inversor de una nación y de la nación misma.

 Específicamente debe  evitarse la confusión entre lo ético y lo moral como equivalente porque se trata más bien de una relación entre el objeto de estudio y el agente de estudio, la ética no  dice qué es bueno o malo; sino por qué considera una sociedad en un contexto dado bueno o malo algo y cómo desde ese punto de partida propone una acción consecuente y transparente en términos de esta aceptación social, esto es importante porque como función al Desarrollo Tecnológico no se le puede pedir un accionar moral, pero si uno consecuente con lo que la sociedad en pleno considera ético.
En el desarrollo tecnológico empresarial y estatal, la ética juega un papel fundamental, evidenciándose una relación positiva con la rentabilidad económica al largo plazo.  En periodos cortos, las decisiones no basadas en valores éticos pudieran generar resultados favorables para la organización, Sin embargo, estos beneficios temporales se pueden convertir al futuro un una pérdida mayor, pues mantenerse  en el mercado por tiempo prolongado requiere fomentar confianza y credibilidad en grupos de interés, lo que implica otorgarle un lugar central a la ética tecnológica como fundamento para generación de más tecnología.
En los últimos años los científicos han obrado de acuerdo con sus propios estándares éticos, no ha habido una masa verdaderamente crítica y jerárquica que los regule.  Por ello hoy se habla de asociación de científicos investigando sobre la creación de nuevas armas de destrucción masiva pero no se habla de compartir investigaciones entre potencias para alcanzar más bienestar de la población mundial.  Es una paradoja que se debe romper.

Como ausencia de la dimensión ética en el desarrollo tecnológico, cada vez son mayores las informaciones de prensa donde se mencionan los posibles fraudes en investigaciones científicas y el  conflicto de intereses de los científicos.  Por eso la asociación americana para el avance de la ciencia creó un comité especial sobre la Libertad y la Responsabilidad Científica.

Por el contrato social se ha generado la paradoja de que los Estados financian investigaciones en tecnología que redundan en la disminución de necesidades de mano de obra, es decir que con los impuestos que paga la población se financia investigación que atenta contra la población misma.

En la Sagrada Biblia está escrito que Dios creó al hombre para que gobernara la naturaleza, será esa la razón por la cual el hombre con su actividad la viene destruyendo? Será un mandato divino mal entendido?

BIBLIOGRAFÍA
Carvajal, J. G. (2005). La Racionalidad practica Kantiana y su contribución a la Ética Empresarial. Tesis de Grado, Universidad del Valle. Colombia

Cortina, A. (2004). Fundamentacion de la Ética. Retrieved Editora. México

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1 En el desarrollo de este aspecto, el autor se ha basado en el documento elaborado por él mismo, denominado “Prácticas del Greenmail y del Tunnelling en empresas Colombianas, 2013”

2 Se han descubierto métodos incluso naturales para combatir esta enfermedad, no sólo con mayor eficiencia sino con mucho menos costo para el caficultor. Pero lo más importante, sin daños a la naturaleza.