POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

POLÍTICA INDUSTRIAL, CLÚSTERES Y PARQUES TECNOLÓGICOS: LA EXPERIENCIA RECIENTE DE MÉXICO

Daniel Mora Máynez
Hiram Marquetti Nodarse

Tecnológico de Monterrey Campus Ciudad Juárez

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1.2.- Evolución de las Políticas Industriales en México

1.2.1.- Estrategia de Sustitución de Importaciones

La implementación en América Latina del modelo de sustitución de importaciones, representó el proyecto pionero y más abarcador de política industrial que se haya adoptado en el contexto regional latinoamericano, el cual con posterioridad se convirtió en un referente a seguir por otras naciones en vías de desarrollo.
La idea de fomentar la industrialización mediante la sustitución de importaciones, progresó al concluir la II Guerra Mundial producto del colapso que experimentaron los mercados mundiales de productos básicos y materias primas. Al respecto cabe enfatizar que esta estrategia no solo representó un modo específico de enfrentar las conmociones externas que provocó el fin de la conflagración mundial; sino en particular una respuesta específica a las exigencias de la dinámica de desarrollo económico en la región.1
La etapa inicial de esta estrategia contempló, de manera prioritaria, la sustitución de bienes de consumo masivo e intermedios, insumos básicos y de ciertos equipos de baja complejidad técnica. Para lograr las metas anteriores, el Estado jugó un rol fundamental, pues su actividad se concebía como un factor clave en la promoción del desarrollo productivo y económico.2
Los progresos de esta estrategia en su primera etapa3 fueron positivos en casi la totalidad de los países que asumieron este modelo, ya que se obtuvieron avances notables en la diversificación del tejido industrial y ritmos de crecimiento económico relativamente estables.
Las políticas de creación de nuevos sectores fueron el centro de la política industrial en el modelo de sustitución de importaciones, dado que el propósito principal era lograr completamiento del tejido industrial de los países, endogenizando los efectos del crecimiento de la demanda interna, particularmente de la inversión, con finalidad de evitar el aumento de las importaciones, consiguientemente el impacto negativo de la restricción externa.
Durante los años 1970, se fortaleció la percepción de que los efectos de la inversión se dividían en dos; por un lado la instalación de capacidad productiva, con impactos positivos sobre la oferta agregada; por otro la demanda derivada de bienes de capital que, por la falta de una oferta interna adecuada, se traducía en demanda de importaciones, perdiéndose así los efectos de arrastre sobre el resto de la estructura productiva.4
En estas condiciones, se produjeron dinámicas diferentes entre los procesos de sustitución de importaciones y la evolución de las exportaciones de manufacturas, en tanto no se logró estimular integralmente la producción de bienes que lograran competir en los mercados internacionales. La evolución de esta tendencia propició que la orientación preferente de la estrategia de industrialización fuera hacia adentro5 y, consiguientemente el objetivo principal era superar la incidencia de la restricción externa fuera diferido (Véase la tabla 3).
La preeminencia de la orientación hacia dentro del proceso industrializador respondió también, a que no se vislumbró la posibilidad de lograr la modificación a fondo del patrón de inserción internacional sustentado en las exportaciones de productos primarios, 6 con independencia de las prácticas proteccionistas empleadas por los países industrializados y de la inestabilidad mundial de la demanda estos rubros. En estas condiciones, ganó fuerza la idea que se podría enfrentar en mejores condiciones los desequilibrios en la balanza de pagos, mediante el ahorro de divisas generado por la sustitución de importaciones y sobre la base de incrementar las exportaciones. 7
En consecuencia, el tránsito a la etapa más "compleja" de la estrategia sustitución de importaciones, es decir, la relacionada con el reemplazo de bienes de consumo duraderos, insumos complejos y la producción de bienes de capital, no logró avanzar con similar dinamismo en todos los países, dado que se presentaron carencias en la identificación de las prioridades ramales y en la evaluación de la temporalidad del rol de ciertos mecanismos económicos.8 Tampoco recibieron la prioridad requerida, los problemas de integración interna y los vinculados con la calidad de los encadenamientos productivos. La evolución de estas restricciones provocó que los problemas estructurales acumulados se exacerbaran y que el proceso perdiera continuidad.
El ulterior desarrollo de la crisis de la deuda, en paralelo, el avance de otros fenómenos muy nocivos en el ámbito de las finanzas internacionales, determinó que la crisis del modelo de industrialización sustentado en la sustitución de importaciones resultara irreversible.
En aquel contexto, los esfuerzos realizados en los diferentes países no facilitaron generar un modus operandi alternativo y, mucho menos políticas industriales que propiciaran el relanzamiento económico de la región. Por el contrario, las políticas instrumentadas al amparo de la sustitución de importaciones, fueron sometidas a un creciente cuestionamiento, lo que derivó en la generalización de la práctica económica regional, el empleo de las concepciones neoliberales y de las propuestas de ajustes sugeridas por los organismos financieros internacionales.9
Un rasgo peculiar del abandono de la estrategia de sustitución de importaciones, es que hasta el presente no se ha logrado diseñar e implementar una política industrial de similares características. En varios países de la región se ha seguido la lógica como ya se mencionó, de centrarse en un número determinado de prioridades, sin llegar a elaborar propuestas de política industrial de alcance sistémico y mucho menos concebirla bajo el enfoque prospectivo estratégico, probablemente el único país que no se ajusta a estos criterios es Brasil.

1. La CEPAL desempeñó un rol de primer orden en el diseño conceptual y de las principales etapas por las que debía transitar el modelo de sustitución de importaciones.

2 . Cabe recordar que en términos de la economía política marxista este período se identifica con la etapa del desarrollo del capitalismo monopolista estado o también como de capitalismo de estado.

3. La primera etapa se previó que debería extenderse desde fines de la década de los años cuarenta hasta inicio de los años sesenta.

4. Véase. Peres, Wilson, (2004).

5 . Sunkel, Osvaldo, (1991, pp.24-25).

6. Los progresos más reciente en el contexto regional han continuado dependiendo del diseño de estrategias que privilegian la explotación de los recursos naturales.

7 . Se puede afirmar que en ese período aun no existía claridad en cuanto rol de las exportaciones en lo relativo, a su mayor capacidad de impacto para liderar el crecimiento económico que la sustitución importaciones, aspecto que representó uno de los puntos ruptura más importante de las estrategias aplicadas en los países reciente industrialización de Asia.

8 . Esta etapa primera etapa debía extenderse desde inicio de los años cincuenta hasta la culminación de la década de los sesenta.

9. Una interesante evaluación de este proceso se encuentra en Ramos, Joseph (1993).