DISCURSOS Y PRáCTICAS DEL  LICENCIADO  EN CIENCIAS DE LA EDUCACION EN SU QUEHACER PROFESIONAL

DISCURSOS Y PRáCTICAS DEL LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACION EN SU QUEHACER PROFESIONAL

Marcelo Vitarelli
Maria Virginia Mariojouls Margall
(CV)
Ediciones Eumednet

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CUARTO ATENEO PEDAGóGICO
EL LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIóN EN LA EDUCACIóN NO FORMAL

EL LICENCIADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIóN EN LA EDUCACIóN NO FORMAL
Esp. Silvia Susana Peluaga Alfonso


Profesora Responsable de la asignatura Educación No Formal. 4° Año de la Licenciatura y el Profesorado en Ciencias de la Educación, Plan 20/99, Facultad de Ciencias Humanas, UNSL e Investigadora en el grupo consolidado Tendencias epistemológicas y teorías de la subjetividad. Su impacto en las ciencias humanas. UNSL.


Retomando lo expresado por Andrea, estudiante de quinto año de la Licenciatura en Ciencias de la Educación, su práctica se enmarca en el ámbito de la educación no formal Patrimonial. Siempre que se de una intervención educativa para consolidar en las nuevas generaciones el conocimiento, el aprecio, la valoración y el sentido de conservación y mejora del patrimonio cultural, ambiental e histórico podremos afirmar, como en este caso, que se llevan a cabo programas de educación patrimonial en su dimensión socio-cultural.
venideras. Podemos diferenciar dos clases de patrimonio: el ambiental y el cultural. El primero se ubica en la corriente naturalista y los valores ecológicos que encierra el medioambiente que nos rodea y forma parte del contexto en que se produce la vida. El segundo engloba los restos históricos, la arquitectura con valor artístico indiscutible: piezas, objetos de valor histórico, cultural, artístico, o antropológico que pueden conservarse en sitios como los museos, en plazas o calles de las ciudades o pueblos. Por otra parte, el patrimonio puede ser tangible o intangible; el primero es la expresión de la cultura a través de las realizaciones materiales y el segundo está integrado por costumbres, música, creencias, entre otros. Afirmamos junto a Prats que “el patrimonio es una invención y una construcción social que se hace desde el presente con una fuerte intencionalidad respecto de lo que se desea preservar”13.
La educación ambiental patrimonial desarrolla un tipo de pedagogía que tiene
13 PRATS, (2000) en CONFORTI, María Eugenia, “Educación no formal y patrimonio arqueológico. Su articulación y conceptualización”, Revista Intersecciones en Antropología, 11:109, ISSN 1666-2105, Facultad de Ciencias Sociales, UNCPBA, Argentina.

El patrimonio abarca aspectos que son propiedad del género humano y que fueron legados por generaciones pasadas y que ahora mediante la educación queremos transmitir a las generaciones
por objeto educar al hombre para que este sea y se comporte como un elemento activo orientado a la conservación, recuperación y preservación de la naturaleza y la cultura.
Entre los programas de educación ambiental encontramos escuelas de la naturaleza, granjas escolares; y en los programas de interpretación ambiental: Parques nacionales, parques naturales, zonas de interés especial.
Como pedagogos, los pasos para elaborar propuestas educativas en este ámbito son:
-partir de una necesidad, un pedido, un problema, una situación visualizada por el profesional o sugerida por la institución o grupo con el cual se está trabajando.
- realizar inventarios de lugares (como lo realizado por Andrea);
- inventarios de las temáticas que cada unidad puede aportar desde el medio físico, desde la historia y la cultura desarrollada en ese lugar;
-elegir el itinerario en función de los objetivos, la edad de los participantes, las características de los mismos como procedencia, intereses, motivación, entre otras. Debe existir coherencia académica,
es decir una relación entre lo que se va a ver o mostrar y los participantes de la experiencia, proyecto o programa.
- Seleccionar la información a transmitir y los medios para vehiculizar las mismas. Esto implica elaborar el material en forma previa al itinerario teniendo en cuenta que sea preparatorio para el mismo.
Esto nos sitúa en el momento de la planificación, que es la acción profesional por excelencia del pedagogo. En ellos, debemos reconocer la existencia de profesionales especialmente capacitados para llevar a cabo planes, programas, acciones, y experiencias de educación no formal. Básicamente esta planificación responde a una serie de interrogantes que se plantean a partir de preguntas sobre el qué-porqué- para qué- cuánto- dónde- cómo- cuándo- quiénes y con qué. La respuesta a las mismas nos permite elaborar una propuesta.

Por otra parte, cabe recordar que nos situamos en un modelo abierto de planificación en el cual se puede modificar, reorientar o reorganizar el proyecto tomando como base lo que sucede en la realidad.
Manuel Enrique Luján Ferrer expresa que “la Educación no Formal es una disciplina aplicada al campo de los procesos socioeducativos; su ámbito de acción implica diseñar, organizar, ejecutar y evaluar actividades educativas con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de diversos grupos humanos, mediante procedimientos participativos promotores de transformaciones individuales y colectivas. Esto para satisfacer las necesidades materiales, recreativas, intelectuales y culturales.” 14 . A lo cual agregamos la necesidad de partir de un diagnostico previo, del conocimiento del contexto, las necesidades y demandas de las personas y grupos con las cuales vamos a trabajar.
Es preciso recordar las definiciones de los distintos sectores educativos, para ello me
14 LUJAN FERRER, Manuel Enrique, (2010), “La administración de la educación no formal aplicada a las organizaciones sociales: aproximaciones teórico-prácticas”. Revista Educación 34 (1), pág. 101. ISSN:0379-7082
basaré en las elaboradas por el Dr. Gonzalo Vázquez15:
Educación formal: sistema educativo altamente institucionalizado, cronológicamente graduado y jerárquicamente estructurado que se extiende desde los primeros años de la escuela primaria hasta los últimos años de la universidad.
Educación informal llamada también espontánea, suplementaria, incidental, tiene el sentido de un proceso que dura toda la vida y en el que las personas adquieren y acumulan conocimientos, habilidades actitudes y modos de discernimiento mediante las experiencias diarias y su relación con el medio ambiente.
Educación no formal actividad organizada sistemática, educativa, realizada fuera del marco del sistema oficial, para facilitar determinadas clases de aprendizaje a subgrupos particulares de la población, tanto de adultos como niños.
15 VAZQUEZ, Gonzalo, “La educación no formal y otros conceptos próximos”. En SARRAMONA y otros (1998) “Educación No Formal”, Editorial Ariel, Barcelona, Pág. 12
 Esta tripartición del universo educativo, esta distinción, para algunos autores está fundamentada en una visión simplista de la realidad que concibe los tres ámbitos como subsistemas encontrados y opuestos; para otros es necesario y conveniente utilizar esta diferenciación sólo como un recurso que permite clasificar las posibilidades educativas de las que participamos.
Pensemos en nuestra propia vida, nuestra vida cotidiana, en la cual realizamos una serie de actividades obligatorias derivadas de nuestra situación laboral o nuestra formación académica. Existe un tiempo para el trabajo- estudio obligatorio y en el tiempo restante llevamos a cabo actividades que elegimos por gusto o posibilidades. Y a partir de lo que realizamos nosotros mismos podemos decir que tenemos amplia experiencia en el sector educativo no formal.
Algunas organizaciones y espacios en las que se desarrollan programas de educación no formal son: centros culturales, centros barriales, museos y bibliotecas, como las populares, ludotecas; Organizaciones No Gubernamentales; gimnasios y centros deportivos y de recreación, sindicatos, cooperativas y mutuales; movimiento Scout; organizaciones de voluntarios; institutos de enseñanza de idiomas, asociaciones de artes marciales, yoga, meditación, entre otras; universidades públicas y privadas a través de actividades de extensión y culturales como también los establecimientos educativos de nivel primario y secundario, en propuestas como los Centros de Actividades Juveniles –CAJ- institutos y academias de arte y música, las asociaciones profesionales; municipios, provincias, regiones, hospitales y centros de salud. Entre otros.
En estos espacios se realizan una serie de prácticas en las cuales es necesario del trabajo conjunto de una serie de personas que con su conocimiento y expertez permiten proponer alternativas de acción.
En los tiempos que vivimos se hace imprescindible para nuestro desarrollo
laboral el trabajo conjunto con otros profesionales y personas que con su idoneidad contribuyan al proceso. Reconocemos que con la confluencia de saberes y experiencias se pueden hacer frente a las problemáticas que nos atraviesan. Por ello abogamos por la posibilidad del trabajo interdisciplinario que enriquece nuestra tarea.
Situados en este tópico valoramos la posibilidad de trabajo conjunto con los estudiantes de la carrera de enfermería que participan de este Ateneo. La educación para la salud es un espacio desde el cual podemos poner en juego la capacidad de labor interdisciplinaria de pedagogos y trabajadores de la salud.
Básicamente se pueden desarrollar propuestas de acuerdo a la edad de los involucrados. Ya sea en niños hospitalizados o programas de salud escolar. En el primer caso el proceso de enseñanza y de aprendizaje se desarrolla en el hospital (un ambiente no formal) y pueden llevarse a cabo acciones educativas tanto formales como no formales como las ludotecas, bibliotecas infantiles, entre otras. En el segundo caso se dan en los establecimientos escolares con la presencia de profesionales de la
salud mediante actividades específicas como campañas de prevención a través de entrega de folletos y afiches; actividades presenciales como charlas y conferencias que tienen como fin informar sobre la salud.
Educación para la salud para jóvenes, adultos o para la comunidad que puede abarcar cuestiones medico-sanitarias de interés general, campañas para la higiene personal, bucal, el uso del agua saludable, nutrición, campañas de prevención de enfermedades, campañas de vacunación, entre otras. Siempre tales experiencias se basan en la difusión de información básica para la acción preventiva, con el objetivo de educar en salud.
Programas de educación no formal basados en la gestión hospitalaria para informar a los pacientes, familiares y
visitantes de la organización de la institución, sus normas y modos de comportamiento en la misma.
Por último, programas educación para la salud en empresas para preservar en el ámbito de trabajo la salud de los empleados.
Estos párrafos tienen el sentido de describir en forma suscinta las posibilidades de trabajo conjunto del personal de salud y el pedagogo. No tiene el propósito de ser una presentación detallada sino reconocer la necesidad y obligación de compartir espacios y tareas conjuntas para el trabajo interdisciplinario.
Nos planteamos cual es la tarea y la función de un pedagogo en los distintos ámbitos que se nombraron en párrafos anteriores, cual es su cometido y expertez.
Como expresa Escolástica Macías Gómez 16 , la principal función del pedagogo en la formación no formal es la posibilidad de ofrecer posibilidades de formación básica, por lo que sus actuaciones deben estar dirigidas a:
-Facilitar la adquisición de la formación necesaria para la supervivencia física, psicológica y, agrego, social, atendiendo a la integración de forma activa en la sociedad.
- Contribuir a que descubran el sentido de la vida como parte integrante de un “mundo de todos y para todos”.
16
“Aproximación a la intervención de calidad en la educación no formal. Funciones del Pedagogo” Revista Complutense de Educación Volumen 15 Número 2, en [http://www.dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?c odigo=1097750]
MACIAS GOMEZ, Escolástica, (2004),
- Ayudar a las personas a seguir aprendiendo para contribuir a su desarrollo personal.
-Posibilitar que las comunidades ofrezcan a sus ciudadanos condiciones de vida basadas en la igualdad y equidad de oportunidades y formas de vida.
Pero tales actuaciones deben enraizarse en una idea rectora que es la Interdisciplinariedad, el trabajo con otros especialistas que aportan sus saberes específicos y que contribuyen al logro de la tarea. Reconocer la necesidad del trabajo conjunto es uno de los pilares básicos del encuentro de los profesionales, enmarcado en el respeto, la coordinación y la apertura.
La complejidad de la sociedad en que vivimos, en la cual nos desenvolvemos y reconocemos lo diferente, y la instalación de las nuevas tecnologías de información y comunicación, tan presentes entre nosotros, ha propiciado la necesidad no sólo ya de un conocimiento más allá de la institución escolar, sino de un conocimiento que se prolonga en el tiempo, que trasciende la esfera de la educación formal. El espacio educativo se ha ampliado más allá de lo escolar. Es por ello que nos permitimos acudir a un
concepto y a una idea rectora del universo educativo en el cual estamos inmersos que es el de la Educación permanente, como aquel “proceso educativo continuo e inacabable que se prolonga a lo largo de la vida” que se desenvuelve desde que nacemos hasta que morimos. Como expresa Gonzalo Vázquez 17 , la educación no formal implica el desarrollo a lo largo de toda la vida, así como una fuerte exigencia de relación con el contexto social (...) exige una vinculación directa a los contextos (políticos, sociales, culturales, laborales) en los que se incluye a los individuos.
Otra idea y concepto viene irrumpiendo en la esfera educativa en estos momentos y es la Educación expandida.
Los cambios tecnológicos y sociales de los últimos tiempos “obligan” y “ayudan” a la evolución de la educación. El nuevo entorno tecno-social provoca este movimiento y a la vez abre posibilidades para desarrollar nuevos procesos educativos. Como expresa Juan Freire “aprender no ha sido nunca algo que solo suceda dentro de espacios acotados e institucionalizados para tal fin. La vida es un continuo de experiencias que

VAZQUEZ, G., Op. Cit. significan oportunidades para aprender. La educación expandida se refiere al hecho que la educación puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar” y este es el desafío para los licenciados en ciencias de la educación.
Bibliografía
COLOM, Antoni. Educación para la salud. En SARRAMONA y otros (1998) Educación No Formal. Editorial Ariel. Barcelona
CONFORTI, María Eugenia. Educación no formal y patrimonio arqueológico. Su articulación y conceptualización. Revista intersecciones en Antropología 11pp 103- 114 Facultad de Ciencias Sociales. UNCPBA. Argentina.2010
FREIRE, Juan. La educación expandida
http://blog.educalab.es/intef/2013/09/09/l a-educacion-expandida/
HERRERA MENCHEN, María del Mar. Revista Juventud. No 74. “Jóvenes y educación no formal” Septiembre 2006.
LUJAN FERRER, Manuel Enrique. La administración de la educación no formal
aplicada a las organizaciones sociales: Aproximaciones teórico-prácticas. Revista Educación. 34(1), pp.101- 118.2010 http://www.latindex.ucr.ac.cr/educacion- 34-1-2010/educacion-34-1-2010-06.pdf
MACIAS GOMEZ, Escolástica Revista Complutense de Educación Vol. 15. Núm. 2. 2004
SIRVENT, M.T.; LLOSA, S.; LOMAGNO, C.”Revisión del concepto de Educación No Formal. Cuadernos de cátedra de Educación No Formal.- OPFYL; Facultad de Filosofía y Letras UBA, Buenos Aires 2006.
VAZQUEZ, Gonzalo. La educación no formal y otros conceptos próximos. En SARRAMONA y otros (1998) Educación No Formal. Editorial Ariel. Barcelona

LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIóN EN EL áMBITO NO FORMAL DEL PATRIMONIO CULTURAL
Prof. Andrea Farías

Mi nombre es Andrea Farías, soy profesora en Ciencias de la Educación, egresada en la Universidad Nacional de San Luis en el 2010. Estoy en este momento finalizando la tesis para recibirme de Licenciada. Me encuentro trabajando en el nivel medio y superior en la ciudad de San Luis.

A lo largo de mi formación me he preocupado e interesado en conocer y realizar prácticas educativas ligadas a la educación popular y la historia local. En este camino identifiqué que uno de mis intereses era trabajar en lo que es la recuperación y conocimiento de los saberes populares, aquello que es propio de nuestra “memoria colectiva”. En este caso puntual de la historia local de la ciudad de San Luis.
Bajo esa inquietud realicé mi práctica profesional en el año 2009 en la Asociación Pircas, que es una ONG independiente, abierta y libre, sus integrantes la sostienen solidariamente para defender el patrimonio cultural y natural sanluiseño. El propósito que persigue esta Asociación es recuperar, defender y difundir el patrimonio cultural y natural de la Provincia de San Luís.
La práctica consistió en participar del Proyecto de “Recuperación del Patrimonio Cultural Tangible e Intangible” que viene encarando esta organización. La tutora que me orientó para poder realizar todo este trabajo fue la Historiadora Leticia Maqueda.
Estuve trabajando en la “Identificación y Señalización de sitios históricos y culturales” propios de la Ciudad de San Luis, lugares o espacios que por su significación histórica o cultural son elementos importantes en la construcción de la identidad sanluiseña. ¿Cuáles fueron esos lugares? Los sitios que se seleccionaron para trabajar fueron los siguientes Plaza Pringles, Plaza Independencia, Plaza 25 de Mayo, Plaza Colón para su posterior señalización. Cada uno de estos lugares surgió antes del siglo XIX y las personas que transitaban por cada uno de ellos provenían de distintas clases sociales y se conectaron con esos sitios de manera diferente.
En cuanto a lo que se refiere a las actividades pedagógicas, mi práctica tuvo una particularidad. La tarea que realicé fue más bien realizar una “investigación cultural”, tuve que recurrir a saberes, técnicas y metodológicas que provenían de otros campos disciplinares diferentes a las Ciencias de la Educación. Los conocimientos que había incorporado en relación a investigación educativa los tuve que complementar con los del campo de la Historia. Las actividades que llevé a cabo fueron:
1. Localización e identificación de los sitios históricos seleccionados.
2. Registro de información bibliográfica existente sobre los espacios a considerar en distintas bibliotecas de la ciudad de San Luis, en la Asociación Pircas, en el Archivo histórico de la Provincia, etc.
3. Identificación y registro de material fotográfico sobre las plazas en el Archivo La Vía de Pircas y en el Archivo Histórico y Gráfico de la Provincia
4. Sistematización de la información recolectada.
5. Elaboración de Fichas Históricas en relación a cada uno de los lugares.
La incumbencia profesional que se relacionó con el trabajo realizado podría a llegar a ser la
siguiente, sobre todo:
- Participar, desde la perspectiva educativa, en la elaboración, ejecución y evaluación de planes, programas y proyectos de acción sociocultural en comunidades.
No sé si es tanto “elaboración, ejecución y evaluación de planes, programas y proyectos de acción socio culturales”, pero creo que desde los conocimientos que en el Profesorado y sobre todo en la Licenciatura fui incorporando, me sirvieron para poder participar comprometidamente en proyectos socioculturales dirigidos a los sectores más desfavorecidos y aportar mi “visión del mundo” y “praxis” en ella.
El haber realizado esta práctica me posibilitó el ir dando forma no sólo a un campo de investigación en el que me gustaría trabajar, sino también un espacio pedagógico en el cual trabajo actualmente. En este sentido mi trabajo de tesis final se encamina en esa dirección a conocer e interpretar la historia de los barrios de sectores populares de la Ciudad de San Luis, es un motivante muy fuerte que tengo en lo que se refiere a la “memoria colectiva”, “saberes escolares”, y cómo trabajarlo pedagógicamente ya sea en lo formal como en lo no formal.
Formo parte en la actualidad del Grupo de Educación Popular Minga y desde lo pedagógico hemos encarado como acción el trabajar con los saberes que son propios de los sujetos que viven en el barrio, que no son reconocidos y abordados en la educación formal. En ese camino estamos no sólo desde la formación e investigación sino en el desafío constante de ir generando una práctica educativa que busque una forma de relacionar lo formal y lo no formal, los saberes académicos y los saberes populares en el trabajo cotidiano con los educandos y las educandas.