PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE NAYARIT A TRAVéS DE LA VISIóN DE SUS PORTADORES

PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE NAYARIT A TRAVéS DE LA VISIóN DE SUS PORTADORES

Wendy Guadalupe Carvajal Hermosillo (CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

Volver al índice

Xalisco, la cabecera municipal

Testimonio de Eleodoro Ibarra.
El contacto se hace inicialmente con el señor Perfecto Ibarra Arce, Comisariado Ejidal de Xalisco, quien nos presenta a su padre don Eleodoro Ibarra.
El señor Ibarra nacido el 12 de octubre de 1925 cuenta con 89 años de edad, es un hombre sano y fuerte para los años que tiene cuenta con una memoria que sorprende a muchos lo cual podrá resultar de mucha ayuda.
El señor Ibarra nos cuenta sobre la historia, cultura, festividades y costumbres a lo largo del tiempo en su localidad.
Inicia contando de la historia que conoce y que le han contado de lo que antes fue Xalisco en la época prehispánica cuando el Señorío de Xalisco se extendía por todo el valle y que al año de 1530 cuando llega Nuño Beltrán de Guzmán arrasó y quemó todo el pueblo. Cuenta que aquí en lo que ahora es Xalisco vivió La Malinche, se dice que era originaria de este lugar.
Menciona que fue durante la época de la colonia que se desarrolló en esta zona la siembra de caña de azúcar. En 1824 Xalisco fue incorporado al Séptimo Cantón a lo que hoy es Tepic. Fue hasta el día 5 de Febrero de 1918 que queda integrado como municipio libre y soberano del Estado de Nayarit, y en 1920 Xalisco se conforma como ejido haciendo repartición de tierras a sus ejidatarios. Xalisco es una palabra en náhuatl que significa “lugar del ojo arenoso” y desde que se fundó ha llevado este nombre.
El señor Ibarra cuenta que tuvo muchos hermanos, y su familia tenía parcelas de maíz, siempre sembraban maíz; a él lo sacaron muy chico de la escuela para trabajar en el campo. De la única tienda que se acuerda cuando era niño, era la tienda de don Luis Guillen la tenía siempre muy bien surtida.
Cuando era niño la plaza de arriba que así se le llama por la división que tiene, se le dice la plaza de arriba y la plaza de abajo; pues la plaza de arriba estaba cercado con alambre liso, había postes de la luz de madera aceitillados, la plaza tenía cuatro puertas, una en cada esquina, solamente por la calle hidalgo había una como a la mitad, como en ese tiempo todos los animales andaban por las calles, lo habían cercado para que no se metieran a los jardines, había arboles chaparritos y también pirulís además del kiosco. En la plaza de abajo no ha cambiado mucho, siempre ha sido así, lo único que se renovó fue el teatro y el monumento a Hidalgo
Cuando se hacían bailes los jóvenes no bailaban hasta los quince o dieciséis años y cuando bailaban lo hacían de retirado, cuando eran novios después de mucho tiempo se podían abrazar.
Xalisco era un lugar donde se mataba a mucha gente así que las personas si salían tenían que estar de vuelta en su casa a más tardar a las ocho o nueve de la noche y ya no salían. Cuenta que cuando era joven y salía a dar la vuelta, tenía que estar a esa hora de regreso, que si no su madre le daba de garrotazos hasta que se acostaba a dormir; mas antes enseñaban o criaban a los hijos a puros golpes, golpes duros que los jóvenes de ahora no aguantarían.
A los niños les hacían muñequitos con las hojas de los elotes. Todo el tiempo se esforzó para que sus hijos estudiaran y no trabajaran en la tierra como él lo hizo. Anteriormente se respetaba mucho a los padres y lo que ellos decían era lo que se tenía que hacer, desde chicos se les inculcaba ir a misa, creer en dios y rezar el rosario.
Anteriormente la que ahora es la Escuela Primaria Lázaro Cárdenas era la antigua casa de la familia Menchaca. Cuando se reconstruyo para la escuela se tuvo que traer adobe y agua de la localidad de Pantanal. La casa de los arcos de la familia Estrada, que se encuentra en calle México y 8 de mayo cuando la quisieron remodelar, el gobierno no dejo que los tumbaran por tener tantos años de antigüedad y un valor histórico. Lo que llama la atención de los visitantes es la construcción del templo dedicado a San Cayetano de tipo colonial, además del museo que se encuentra a un costado de la presidencia donde se exhiben piezas arqueológicas de la región y fotografías antiguas.
La familia Menchaca hizo mucho por Xalisco, empedró las calles, arreglo la escuela primaria e hizo la presidencia municipal.
Las personas de antes tenían sus burros donde cargaban la leña para la casa y desde muy temprano se escuchaba por las calles la rebuznadera.
La siembra de maíz se empezaba el 25 de abril para que salieran los elotes el 15 de agosto, la pizca duraba un mes, muchos pizcaban con todo y hojas para aprovecharla para el ganado, también se sacaban hojas para hacer tamales. Comenta que algunas de las personas de la localidad sembraban y acostumbraba llevar sus productos a vender a Tepic, se llevaban sus calabacitas, elotes o lo que fuera en grandes chiquigüites.
Xalisco es mucho más viejo que Guadalajara y mucho más viejo que Tepic; Tepic era solo un paso para ir a San Blas, por ahí pasaban con todas las mercancías que traían de México, todo pasaba por Tepic en atajos de mulas para el embarcadero.
Menciona que don Julio tenía una cantinita que atendía junto con su esposa y desde las cuatro de la mañana ya la tenían abierta, en ese tiempo vendían “toluquitas” eran botellitas chiquitas de vino. Todas las tiendas vendían vino.
El primer correo que hubo estaba ubicado en la calle Durango, esquina con calle Juárez.
Los trabajos de los hombres era el campo, en la siembra, de leñador, de yuntero, carbonero. Para las mujeres algunas remendaban costuras y otras eran parteras.
Sobre las festividades de Xalisco mencionó la semana santa que antes se celebraba con la Judea, el viernes santo se formaba la Judea en la plaza de arriba para llegar a la iglesia. Una de las fiestas importantes del lugar, la fiesta al santo patrono San Cayetano el día 7 de agosto se hacían jaripeos con grandes montas y se formaban unas tipo botargas, muñecas grandes que se traían bailando por la calle, un hombre la conducía con unos sancos enormes y la gente se divertía mucho, ese día desde muy temprano tocaba la chirimía por todas las calles.
Anteriormente la fiesta del día 15 de agosto no era tan importante como lo es ahora, este día de la virgen de la Asunción se juntaba con la fiesta de San Cayetano que era antes la más sonada y anteriormente no había tanta borrachera; se ponía una tarima grandota en la plaza y tocaban mariachis, las persona bailaban y bailaban jugando como a competencia haber quien bailaba mejor, toda la noche se escuchaba la tarima con los taconazos y el mariachi con los sones. Para celebrar del día 15 de agosto se arreglaba la iglesia y el atrio con lazos de pino y alrededor de las dos plazas se ponían puestos de fruta, puestos de churros y de cena.
El día de san Juan el 24 de Junio se celebraba en las afueras del pueblo, en un llano con pasto hasta el arroyo a las afueras del pueblo, la gente se cooperaba para llevar el mariachi y se hacia el baile, también había juegos, mataban pollos de granja con moños de listón rojo; hacían un pozo y lo enterraban dejándole la cabeza de fuera para que alguien lo matara a garrotazos, el que lo mataba se ganaba el pollo, vendaban de los ojos a varias personas haciendo divertido el juego esperaban a ver quien atinaba al pollo.
Una de las famosas leyendas que el señor Ibarra conto fue la de “la rabona” dice que anteriormente Xalisco no era aquí donde esta, sino en el rancho de Piñas y que cada año bajaba un dragón de una cueva que esta junto al cerro del Coatepe y tenían que darle un niño a ese dragón; si no se lo daban desbarataba las casas y hacia muchos destrozos, después se subía al cerro de vuelta. Esto continuo pasando hasta que un padre conjuró ese dragón, le mocho la cola y se convirtió en culebra que en los tiempos de lluvia pega duro, la vemos ahí en el cerro, de ahí se va a la curva haciendo atrocidades por los cañaverales, por los cerros, dijo que aquí la localidad ya tiene tiempo que no pega, le dicen la culebra rabona, trae mucho viento y mucha agua. El padre que hizo el conjuro le dijo a los indios que para que “la rabona” ya no les causara tantos males cambiaran el pueblo y estos le hicieron caso trayéndolo a donde ahora es Xalisco.
Otra de las historias de leyenda que contó fue la del indio que seco el arroyo, este indio bajo del cerro junto con dos perros, estos llegaron a las pilas que había en la plaza de arriba y según cuentan el agua estaba muy bajita; los perros brincaron al agua para poder tomar pero la gente se enojó y empezó a darles de pedradas siguiéndolos hasta la cañada donde empieza el arroyo y precisamente ahí se desapareció el indio junto con sus perros, dicen que se transformó en una enorme piedra, la piedra se encuentra ahí, tiene barrenos y a veces se escuchan por aquellos rumbos ladrar unos perros; se dice que lo que paso fue que el indio por coraje seco el arroyo, antes corría el arroyo pero desde que hicieron eso con el indio, este lo seco.
De los juegos de niño que recuerda es la resortera, jugar al matarile, las niñas jugaba “doña blanca” y a los listones.
Mas antes por los caminos iban las mulas o burros cargados de mercancías y cosas de valor, llevando cosas de un lugar a otro ya que no había bancos, esto resultaba bastante bueno para los bandidos.
Una de las parejas de la localidad tenía una cantina que era abierta desde las cuatro de la mañana para los borrachos que aun andaban con la cruda.
Anteriormente en el pueblo había mucho zapote por los caminos y en los corrales de las casas, también se acostumbraba a tener a los animales sueltos así como gallinas o puercos, así que si alguien quería cortar zapotes, tenía que estar listo a las pedradas y a los puercos para que no les ganaran lo que ya se había cortado.
Lo que un trabajador ganaba en aquel tiempo desde las cinco de la mañana hasta las ocho de la noche eran veinticinco centavos que era lo mismo a dos reales de aquel tiempo, la moneda que había eran los reales.