EVALUACIÓN DEL POTENCIAL EN MUNICIPIOS TURÍSTICOS A TRAVÉS DE METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS

EVALUACIÓN DEL POTENCIAL EN MUNICIPIOS TURÍSTICOS A TRAVÉS DE METODOLOGÍAS PARTICIPATIVAS

Rafael Covarrubias Ramírez (CV)
Universidad de Colima

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Capítulo III “Potencial turístico del municipio de Comala”

Introducción

El turismo desde sus inicios y con el paso de los años ha pasado por diferentes etapas de su inicio hasta la actualidad, dicho desarrollo ha convertido a la actividad y la industria turística en algo más especializado y demandante de conocimiento y planeación por parte de ambas partes, por una parte los destinos y por el otro los turistas o la demanda que acude a dichos sitios.
Existen una gran cantidad de lugares por todo el mundo, en donde la actividad turística se desarrolla de manera empírica, o en el peor de los casos, sin darse cuenta del desarrollo turístico que se está dando; al final, esta ignorancia puede resultar perjudicial para un sitio que desee obtener los beneficios del turismo como una posibilidad para el crecimiento económico de un sitio. La base para el desarrollo turístico de algún lugar se encuentra en el potencial o aptitud de dicho sitio para ofrecer aspectos interesantes y los servicios necesarios a los visitantes, en conjunto con un interés por parte de la demanda de consumir los “productos” con los que cuenta.
Esta preocupación y la evolución de la industria turística, seguida por las actitudes de adaptación, ha dado lugar a numerosas investigaciones o modelos de investigación que pueden ser aplicados a distintos destinos con interés en este tipo de desarrollos, dependiendo de las necesidades de conocimiento es el tipo de investigación o el modelo investigativo al que se recurre.
Dentro del estado de Colima existen 2 grandes sitios turísticos o, nunca mejor aplicado, polos turísticos, se dice esto porque por una parte se encuentra el municipio de Manzanillo, un típico destino de sol y playa con gran afluencia y actividad portuaria, mientras que más hacia el norte se localiza Comala, un destino de tranquilidad con una gran historia y cultura para ofertar turísticamente.
La presente investigación consiste en evaluar la aptitud turística de uno de los ya mencionados “polos turísticos” del estado de Colima, Comala, para determinar si dicho sitio cuenta o no con las características necesarias para convertirse o funcionar como un destino turístico apto dentro del competitivo mercado del turismo mundial en el que se encuentra hoy en día.
Comala

Los orígenes de Comala se sitúan aproximadamente 3 000 años antes de nuestra era, siendo las culturas más sobresalientes de la región los olmecas, los nahuas (500 a.C.), los toltecas, los chichimecas (1154-1429 d.C.) y, finalmente, los purépechas, que fue el pueblo que encontraron los españoles asentado en este lugar en el siglo XVI (Valencia, 2004).
En 1815 es instituida como República de Indios con un gobernador como autoridad principal. En 1820 se consolida el ayuntamiento de Comala y se nombra como alcalde a Cayetano Pizarro. Nombramiento que fue revalidado en 1857 de acuerdo con la legislación de la república federal. En 1883 se instaura la primera hacienda cafetalera en Comala, la Hacienda San Antonio, gracias al empresario alemán Arnoldo Vogel. En 1906 se construye El Remate, primera planta generadora de energía eléctrica de Colima, mediante la cual se proporcionaría este servicio a las localidades de Comala, Villa de Álvarez y la capital del estado. En 1910 se introduce el ferrocarril Colima-Lumber, que transportaba madera desde Cerro Grande, sitio en el que se estableció una rinconada de cristeros en el año de 1926, durante la Cristiada. En 1918 se funda el ejido de Suchitlán (INEGI, s.f.).
En la actualidad, el municipio de Comala se sitúa al Norte del estado de Colima. El municipio tiene una superficie asignada de 254 kilómetros cuadrados, representando el 5.20% de la superficie total del Estado. Colinda al norte con el estado de Jalisco, al sur con el municipio de Villa de Álvarez, al este con el estado de Jalisco y los municipios de Cuauhtémoc, Villa de Álvarez y Colima y al oeste con los municipios de Villa de Álvarez y Minatitlán, Colima y el estado de Jalisco.
Entre las principales localidades que podemos encontrar en el municipio se encuentran:
Suchitlán
Zacualpan
El Remate
Cofradía de Suchitlán
La Caja
Nogueras
Campo 4 y Lagunitas
El municipio abarca un rango de altitud que parte de los 600 hasta los 3,820 metros sobre el nivel del mar, lo que significa que el municipio cuenta con una superficie en donde predominan los lomeríos, cañadas e innumerables arroyos que descienden, en forma de abanico, hasta las partes bajas del Valle de Colima.

En lo que respecta a la hidrología del municipio, el río armería lo atraviesa de norte a sur por la parte Occidental, este río, al igual que la totalidad de los afluentes que recibe van tomando nombres distintos, según el lugar por donde pasa su cauce.
La ubicación del municipio hace que éste tenga un clima más benigno que otros del estado, ya que por su cercanía con las principales zonas más altas, como lo son el Volcán, Sierra de Manantlán, Cerro Grande, Cerros Hijos y Cerro de Juripichi influyen en la existencia de climas: cálido subhúmedo, semicálido subhúmedo, templado subhúmedo y semifrío subhúmedo; teniendo como temperatura media 24.7 grados centígrados.
La flora en el municipio se compone principalmente de la comunidad arbórea denominada bosque subtropical caducifolio, llamado así porque permanece sin hojas en temporada seca. Las especies de este bosque casi siempre tienen una altura que varía entre los cuatro y los diez metros. También se encuentran una vegetación formada por higuera, rosa morada, primavera, tepemezquite, huizache, guásima, ciprés, fresno, pino. En frutales: mango, ciruelo, guamúchil, nance, chico zapote y mamey. Las especies más significativas son el fresno, encino y librillo y otras de igual o mayor importancia como la primavera y la parota. El área principal de explotación forestal se localiza en el Cerro Grande.
En lo relativo a fauna, en la actualidad, en el municipio se encuentra una gran variedad de animales entre los cuales se encuentran: codorniz, paloma, halcón, venado cola blanca, jabalí, zorra, coyote, ardilla, rata de campo, topo, tlacuache, armadillo, zorrillo, víbora de cascabel, coralillo alicante, lagartos entre los que se comprenden las iguanas; así como gran variedad de animales domésticos, tales como gallináceas, porcinos, asnos, caballares y caprinos.
De acuerdo con el INEGI (2010), el municipio de Comala tiene una población de 20,888 habitantes, 10,543 hombres y 10,345 mujeres, los cuales residen en casas-habitación típicamente pueblerinas, especialmente las que se encuentran ubicadas en el centro histórico de la cabecera municipal; éstas fueron construidas (la mayoría) a finales del siglo XIX, con materiales de adobe, teja, otate y madera; por esa razón no pueden ser modificadas para “modernizarlas”, pues se debe respetar su diseño que las preserva por su valor histórico y arquitectónico (de acuerdo al decreto presidencial de 1988, en el que expresamente se señala a las 3 calles principales –Madero, Hidalgo y Juárez–, que conforman el “casco viejo” del pueblo como “no modificables” en sus fachadas). Justamente esto es lo que hace a Comala uno de los centros turísticos más atractivos del estado: la estampa de lo rústico en sus construcciones, el aire provinciano que se emana al recorrer las calles. Esta característica también fue un factor determinante para que se incluyera a Comala como “Pueblo mágico de México”.
El municipio cuenta con sistemas de comunicación tradicional: teléfono, telégrafo y correos (1 oficina de administración y 7 agencias o buzones públicos); aunado a esto, el avance tecnológico ha propiciado la aceptación, entre algunos grupos de la población (sobre todo jóvenes), de medios de comunicación contemporáneos como el correo electrónico y la telefonía celular. De la misma forma, a Comala llegan varios medios de comunicación impresa (los periódicos Ecos de la Costa, Avanzada, Diario de Colima, entre otros) provenientes de la capital del estado.
En cuanto a las vías de comunicación terrestre, destaca la carretera de cuatro carriles Comala–Villa de Álvarez, que tiene una longitud de 6.5 kilómetros, sistema de iluminación eléctrica (en malas condiciones) y camellón central, uniendo a la ciudad de Villa de Álvarez con la cabecera municipal de Comala. También es importante la carretera pavimentada que cubre la ruta que va de la cabecera municipal a la localidad de San Antonio y La Becerrera, la cual comunica a las poblaciones de Suchitlán, La Nogalera y Cofradía de Suchitlán; además, esta carretera es la salida ordinaria hacia el sur de Jalisco, y el acceso a, por lo menos 4 localidades más del municipio. Otros tramos carreteros importantes son el pavimentado Carrizalillos-Quesería y el tramo pavimentado con cinta asfáltica de 16 kilómetros que entronca de la carretera Villa de Álvarez–Minatitlán hasta la población de Zacualpan. Existen 20 kilómetros de caminos de empedrado, huella de rodamiento y terracería que unen el circuito de localidades Comala-La Caja-El Remate-Cofradía de Suchitlán-Comala. De hecho, Comala está interconectado con todas sus localidades con accesos de diferente material, pero ninguna se encuentra aislada o inaccesible, pues si bien la comunidad de Lagunitas es la más alejada (casi 3 horas de recorrido), tiene caminos rústicos que la unen a la red de vías de comunicación.
Por otro lado, Comala posee una sola línea de auto-transporte colectivo Colima-Comala y viceversa, la cual se creó hace casi 50 años como una cooperativa, con un funcionamiento eficiente. Recientemente (menos de 5 años) apareció también una ruta de microbuses que interconectan a todas las colonias de la cabecera municipal, en virtud del crecimiento habitacional que se ha ido dando en los últimos 10 años.

Las principales actividades productivas del municipio de Comala se destacan las siguientes (Valencia, 2004):

Agricultura. Se cultiva principalmente la producción de maíz, café, frijol y hortalizas (jitomate, tomate verde, pimiento verde, chiles serranos, etc.), así como algunos frutales: papaya, naranja, mamey, tamarindo (sobre todo en la zona protegida denominada “Las huertas”).
Ganadería. La crianza de ganado bovino se basa en la explotación de carne y leche, mayoritariamente, así como ganado porcino y caprino.
Industria. En Comala son comunes las pequeñas industrias, las cuales pueden girar en torno a actividades o comercios transmitidos de generación en generación, y que mucho tienen que ver con la oferta de servicio dentro del sector turismo. Estas pequeñas industrias se dedican a la producción de artesanías variadas (predominando las trabajadas en madera), así como a la producción, industrialización y comercialización de café, pan y ponche. De hecho, recientemente se ha instituido una pequeña feria que engloba a estos tres típicos productos locales, denominada justamente así: “Feria del pan, ponche y café”, en el cual exponen los fabricantes sus productos en las diferentes variedades y presentaciones.
Turismo. Es clásica ya la oferta gastronómica de antojitos y botanas muy variadas acompañados de cerveza, ponche, refrescos u otras bebidas en los afamados “Portales de Comala”, cuya demanda se ha extendido a otros restaurantes-bares del mismo género (y propietarios) a la entrada de Comala, los cuales brindan los mismos servicios culinarios pero con mayor espacio.

Es así como Comala se ha potenciado cada vez con mayor fuerza, en lo que al sector turismo se refiere, gracias a su incorporación al programa “Pueblos mágicos” de México; pero no sólo por “Los Portales”, sino por su belleza arquitectónica de singular encanto, por sus costumbres y tradiciones y por su clima, por supuesto, entre otros atractivos; en razón de ello, recientemente ha proliferado una mayor cantidad de otros servicios que no existían o eran incipientes; tal es el caso de los hostales (concepto traído de Europa, que consiste en ofrecer al turismo nacional o extranjero, 3-4 habitaciones –máximo en casas grandes, antiguas, bien conservadas, amplias y remozadas).