MERCOSUR: POLITICAS MACROECONÓMICAS, ACTORES Y SUJETOS SOCIALES, NEGOCIACIONES y ACUERDOS DE INTEGRACIÓN EN BRASIL Y ARGENTINA

MERCOSUR: POLITICAS MACROECONÓMICAS, ACTORES Y SUJETOS SOCIALES, NEGOCIACIONES y ACUERDOS DE INTEGRACIÓN EN BRASIL Y ARGENTINA

Eugenio E. Espinosa Martínez (CV)
Universidad de La Habana

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INTRODUCCIÓN

Durante los años `80, la crisis del modelo de desarrollo latinoamericano condujo a la década perdida y a la crisis de los esquemas de integración existentes en la región, que se expresó, entre otras cuestiones, en una significativa reducción y estancamiento del comercio intralatinoamericano del 14% en 1980, a 12% en 1985 y 14% en 1990 (BID 1992).

La crisis de las formas existentes de integración económica condujo al reforzamiento de la concertación política que desembocó en el surgimiento de nuevos esquemas subregionales de integración económica y en la readecuación de los existentes. El Mercado Común del Sur (Mercosur) es el pionero en esas nuevas tendencias, convirtiéndose en un caso paradigmático de lo que la CEPAL denomina nueva integración latinoamericana.

El objetivo de este libro es el de analizar el Mercosur en función de las políticas macroeconómicas, del papel del Estado en el diseño e implementación de los acuerdos integracionistas y de la relativa exclusión de los principales actores económicos y sociales.

El estudio es comparativo, trans multi e interdisciplinario, considerando como variables independientes a las políticas macroeconómicas y a los actores, y como variable dependiente a los acuerdos de integración que surgen en el proceso negociador.

El período analizado es el comprendido entre 1985-1992, que abarca los años en que se inician y consolidan los acuerdos de integración entre Brasil y Argentina.

El hilo conductor de todo el análisis es que en la lucha por hegemonizar las políticas macroeconómicas, el Estado y los actores económicos y sociales negocian y concilian o no sus intereses respecto a los acuerdos de integración. 

Como hipótesis general de trabajo se asume que es en el proceso de diseño e implementación de las políticas macroeconómicas que se produce la convergencia o divergencia de intereses entre los principales actores, tanto los externos como los internos. Ello no significa asumir que son las políticas macroeconómicas el único factor que determina la actuación de los actores y, por tanto, los acuerdos de integración, ya que sobre los actores internos y externos confluyen otro conjunto de factores, por ejemplo, de naturaleza estratégica, política, cultural. Sin embargo, se asume que dichos factores están influídos, de una u otra manera, por los impactos de las políticas macroeconómicas sobre los actores y sobre los acuerdos de integración.

Esa influencia de las políticas macroeconómicas y su fuerte presencia en el proceso de integración está vinculada a lo que Furtado apuntaba en el número inaugural de la revista Pensamiento Iberoamericano hace ya 14 años: la crisis y la transnacionalización conducen a un retorno a la ortodoxia monetarista y a una pérdida relativa en la capacidad de orientación y decisión autónomas por los gobiernos latinoamericanos (Furtado 1982). La crisis de la deuda en los `­80 y los cambios económicos y políticos a nivel global conducen a que las políticas macroeconómicas neokeynesianas y cepalinas sean sustituidas por las neoliberales en sus diversas variantes.

Esa sustitución de unas políticas por otras ocurre a través de las acciones de los actores internacionales que reaccionaron presionando para la adopción de las macropolíticas neoliberales -o aspectos de las mismas-, con sus implicaciones de inestabilidad política y deterioro social al interior de los países; junto a la relativa marginación económica y política internacional y a la incertidumbre e inestabilidad globales provocada en los países semiperiféricos en general, y en Brasil y Argentina en particular.

      La percepción de vulnerabilidad económica externa, de precariedad política continuamente amenazada por actores internacionales sobre los que se tiene poca influencia y de la incertidumbre que surge en un mundo relativamente ingobernable, conduce a la necesidad de encontrar formas de reforzar la debilitada capacidad negociadora externa e interna: los acuerdos de integración son una de esas formas.

      Es compleja la relación entre políticas macroeconómicas, acuerdos de integración y actores. Los impactos de la crisis de la deuda externa y de las macropolíticas que la acompañaron, condujeron a reducir los intercambios económicos Brasil-Argentina entre 1980-1988 y a incrementar los intercambios y acuerdos políticos y estratégicos bilaterales de cooperación e integración a partir de 1985.

      Los impactos estratégicos de la guerra de las Malvinas, del derrumbe del socialismo en la Europa del Este, de la desintegración de la ex-URSS, de la tendencia a la formación de bloques económico-políticos y de las asincronías y desequilibrios entre las economías centrales, produjeron un viraje estratégico global que refuerza la tendencia a impulsar los acuerdos de integración Brasil-Argentina.

      La convergencia o divergencia de intereses entre los actores impacta de maneras muy diversas sobre el proceso de negociación de los acuerdos de integración y sobre los acuerdos mismos.La interacción entre las políticas macroeconómicas y los acuerdos de integración se produce a través de una serie de mediaciones, es decir, no ocurre directa ni linealmente.

      Las mediaciones entre las políticas macroeconómicas y los acuerdos de integración no solo están dadas por la dinámica de las negociaciones integracionistas entre los actores institucionales, económicos y sociales, y por la naturaleza misma de los actores sino, tambien, por los cambios en la dimensión estratégica y en la dimensión política en sus distintos niveles -internacional, regional, bilateral y nacional.

      Es en este sentido que en esta tesis se destacará no solo que los acuerdos de integración del Mercosur fueron diseñados e implementados en el contexto de las actuales políticas macroeconómicas neoliberales -lo que es un hecho- sino, además, se pretenderá demostrar que fueron impulsados por estas aún en las condiciones prevalecientes de ausencia de coordinación y armonización.

      Esa relación de impulso que las políticas macroeconómicas ejercen sobre los acuerdos de integración no debe entenderse, necesariamente, de manera lineal ni positiva. Más bien todo lo contrario. Puede ocurrir, y de hecho ha ocurrido, que el impacto económico de las políticas neoliberales sea anti-integracionista en el sentido de disminuir el comercio bilateral, lo que provoca en los actores institucionales y económicos -dado el nuevo contexto- acciones políticas para avanzar en los acuerdos de integración.

      De ser así, las interacciones entre políticas macroeconómicas, actores, proceso negociador y acuerdos de integración resultan sumamente complejas y, a menudo, contradictorias. Esa interacción contradictoria, en tal caso, no sería resultado de la contraposición de intereses entre los actores -que tambien están presentes y añadirían un factor adicional en uno u otro sentido- sino de la propia dinámica entre las variables consideradas.

      Algo similar podría ocurrir, aunque de manera más sencilla, en la influencia de las políticas macroeconómicas sobre el comercio bilateral. La incidencia de las políticas macroeconómicas sobre el comercio bilateral -un importante indicador del grado de integración-, ocurre de forma indirecta y solo parcialmente explicable por la evolución de los agregados macroeconómicos, esto es, solo parcialmente explicable por el crecimiento (o decrecimiento) de ambas economías, lo que indica la influencia de otros factores, como pueden ser los cambios en las políticas comerciales y sectoriales de Brasil y Argentina.

      En el análisis que aquí se realiza se ha asumido como presupuesto que las políticas macroeconómicas son una variable independiente, es decir, que no se diseñan en función del escenario integracionista sino en función de la economía y la política internas de cada país en el contexto de los cambios globales, regionales y subregionales.

      Ello no significa que se hace abstracción de los impactos que los actores y los acuerdos de integración puedan tener, y de hecho tienen, sobre las políticas macroeconómicas. En rigor, a la vez que influyen, tambien son influídas por aquellos.

      Los actores institucionales, económicos y sociales concurren al proceso negociador no solo en función de sus intereses, ya que los cambios en las políticas macroeconómicas, comerciales y sectoriales alteran el marco en que se desenvuelven las negociaciones, provocando nuevos posicionamientos de los principales actores aunque sus intereses no hayan cambiado. Los cambios en los contextos mundial, regional, bilateral y nacional tambien pueden inducir nuevas posiciones de los actores frente al proceso negociador de los acuerdos integracionistas.

      Es matizada por esa complejidad en las relaciones entre las variables consideradas que aquí se asume que las políticas macroeconómicas y comerciales constituyen el eje en torno al cual los actores concilian o no sus posiciones en el proceso negociador de los acuerdos integracionistas. A la pregunta de si los acuerdos de integración se logran debido a, o a pesar de, las políticas macroeconómicas podría responderse que ambas respuestas son ciertas con sus correspondientes salvedades. A intentar aproximarse a esas salvedades tambien está dedicada esta tesis.

      Una de esas salvedades, por ejemplo, consiste en que las políticas de apertura en el comercio bilateral entre Brasil y Argentina puede ser, y todo parece indicar que así ha sido, un factor de impulso al incremento del comercio entre ambos países, favoreciendo así el proceso integracionista, sobre todo cuando los saldos comerciales no han sido muy desbalanceados. Este sería un ejemplo en sentido positivo.

      Un ejemplo en otro sentido, tambien en el área comercial, sería cuando el saldo comercial resulta muy desbalanceado, sea por causa de la apertura comercial bilateral, sea por causa de las asimetrías cambiarias, sea por causa de de las asimetrías en el crecimiento de ambas economías, sea por causa de las asimetrías entre las políticas macroeconómicas, lo que genera fricciones en el proceso negociador entre los actores institucionales, económicos y sociales. 

      En la literatura se le reconoce una gran importancia al impacto que sobre los procesos integracionistas tienen las políticas macroeconómicas (CEPAL 1992, Lerda y Musi 1987, Bekerman 1990, Araujo 1991, Halperin 1991, Costa Vaz 1993) y los principales actores institucionales (Wionczek 1964, BID 1966, Prebisch 1965 Vaitsos 1978, Moniz Bandeira 1987, CEPAL 1992, CEPAL 1990, Hirst 1990, Haas 1966, Schmitter 1972, CINDA 1987).

      No obstante, han sido dos temas poco tratados en las publicaciones, sobre todo de la manera en que se aborda aquí el asunto, esto es, estudiando la interacción entre las políticas macroeconómicas, los actores institucionales, económicos y sociales y los acuerdos de integración a partir de un enfoque em centrado em la dinâmica de las negociaciones,interdisciplinario y comparativo.

      El tipo de análisis que se realiza en este libro apenas tiene antecedentes en los estudios sobre la integración latinoamericana en general ni en el caso específico de integración que nos ocupa -el Mercado Común del Sur-, sobre todo para el período considerado.

      En el estudio bibliográfico realizado por Aftalión sobre 25 años de publicaciones de INTAL, se destacan dos cuestiones al respecto: solo el 10% aborda los aspectos políticos de la integración, el tema de los actores institucionales y los aspectos sociológicos de la integración no aparecen como asuntos relevantes. La gran mayoría de las publicaciones se concentra en los aspectos económicos y jurídico-institucionales (Aftalion 1990). El autor de esta tesis encontró una situación similar en los listados de publicaciones de la CEPAL. Aftalion también destaca la necesidad y casi total ausencia de estudios interdisciplinarios sobre la integración latinoamericana.

      Una excepción es el estudio interdisciplinario sobre cooperación y conflicto en la Cuenca del Plata organizado por Nohlen con la participación de 14 autores en 1986. Sin embargo, dicho estudio se concentra en los aspectos geográficos, históricos, internacionales, geopolíticos, jurídicos y de infraestructura -sobre todo energética y de transporte (Nohlen, Baeza y Bareiro 1986). Precisamente, esos eran los asuntos que más ocupaban la atención de científicos y de políticos por aquella época.

El asunto de las políticas macroeconómicas no fue tratado, y el de los actores o grupos de presión se abordó desde el ángulo de la interacción entre las políticas internas y externas de los países que, de una u otra forma, inciden en la subregión platina -los propios países de la Cuenca y las grandes potencias en sus rivalidades interimperialistas (Moniz Bandeira 1986, Baeza 1986, Abadie-Aircadi 1986). El título mismo de la compilación de Nohlen refleja que los diversos temas eran analizados en función de la dinámica conflicto/cooperación. Otro sería el derrotero de los estudios publicados posteriores a esa fecha. Tambien otro fue el derrotero de las negociaciones a partir de esa fecha.

Otra excepción es el estudio realizado por la CEPAL en 1992 sobre políticas macroeconómicas e integración, con la participación de 5 expertos (CEPAL 1992). La compilación de la CEPAL, publicada luego de la aprobación del proyecto de investigación que guió esta tesis (Espinosa 1991), constituye el estudio comparativo más completo sobre políticas macroeconómicas e integración. Sin embargo, no tiene en cuenta el papel de los actores. 

Al decir de Vaitsos "la comprensión previa del papel que juegan los actores principales y las fuerzas específicas que se mueven detrás de la integración, permite obtener conclusiones muy significativas acerca de la evolución de cada proceso de cooperación regional, así como de la selección y eficacia de los instrumentos de política utilizados" (Vaitsos 1978: 14). Para Haas, "el estudio de los grupos de presión le permite disecar el actual proceso de integración con el fin de deducir conclusiones acerca de su naturaleza" (Haas 1966: 46). 

El abordaje analítico para este estudio es transdisciplinar, multidisciplinar, interdisciplinario: sociológico, de relaciones internacionales y económico. Se ha preferido así no por restarle validez a los muy frecuentes estudios sobre los procesos de integración que se concentran solo en lo económico, solo en lo político o solo en lo jurídico/institucional, sino para ofrecer una visión de conjunto -en la medida de lo posible- del proceso integracionista.

La visión de conjunto que ofrece el enfoque transdisciplinar, multidisciplinar e interdisciplinario, es la que permite aproximarse al proceso de integración como un fenómeno multifactorial y multidimensional. Este libro asume este camino con las limitaciones propias de todo análisis interdisciplinario que no es abordado por un equipo de expertos.

La otra dimensión metodológica es el enfoque comparativo. Lo más frecuente en los estudios sobre los procesos de integración ha sido comparar unos esquemas con otros (CEPAL 1992, Bieber 1994) o comparar objetivos y metas de un esquema integracionista con los resultados alcanzados. Menos frecuente ha sido comparar dos países en la dinámica del proceso integracionista.

El economista guatemalteco y director de la CEPAL, Gert Rosenthal, considera que uno de los problemas de los estudios realizados sobre la integración latinoamericana es que comparan el cumplimiento de los compromisos suscritos y no se detienen a valorar los resultados concretos por sí mismos, lo que ha dado lugar a una numerosa literatura de sesgo excesivamente crítico (Rosenthal 1989: 15).

Rosenthal propone apreciar el proceso de integración en relación a cuatro objetivos: que resulte funcional a los objetivos de la política macroeconómica nacional; que entrañe beneficios tangibles para cada país en comparación con los costos del proceso; que se tenga en cuenta el vínculo del proceso de integración con los diversos actores sociales que forman la población de cada país; que los compromisos de integración se comparen con los proyectos nacionales de desarrollo (Rosenthal 1989: 14).

La propuesta de Rosenthal para estudiar la integración latinoamericana supone un análisis a nivel de las políticas macroeconómicas  y otro a nivel micro con los actores (grupos de presión, grupos de intereses, instituciones, organizaciones) que forman la población de cada pais, abordaje ausente durante muchos años en latinoamérica.

El estudio comparativo del Mercosur es realizado a partir de dos de los países que participan en el mismo: Brasil y Argentina. Por razones de espacio y tiempo, entre otras, no fue posible incluir en el análisis a los otros dos miembros: Paraguay y Uruguay.

La razón básica para asumir ese abordaje analítico radica en que es a nivel de país que el proceso de integración define su propia naturaleza, avanza, retrocede, y/o cambia de dirección. Es a partir de la interacción entre países y, sobre todo, de la interacción entre los diversos actores -institucionales, económicos y sociales- de cada país, que adquiere una dimensión subregional o regional. Es a nivel de los países y de los actores internos y externos que se produce el impacto de los numerosos factores que determinan el proceso integracionista.

La noción de integración que permea todo el análisis en este libro es aquella que la asume como un proceso entre unidades económicas de diferentes Estados y en cuya dinámica interactúan factores económicos, políticos, sociales, institucionales, culturales y estratégicos, tanto internos como externos; un fenómeno social que se produce en situaciones concretas y que, en consecuencia, beneficia o perjudica a intereses económicos y políticos específicos, esto es, a determinados actores  (Wionczek 1964 y 1969, Prebisch 1965, Haas 1966, Schmitter 1972, Vaitsos 1978, Puig 1986, Kaplan 1976).

En este libro se coloca en el centro de la exposición y de la investigación a los actores institucionales, económicos y sociales; a sus intereses y a su lucha por hegemonizar las políticas macroeconómicas, presuponiendo que son esos intereses los que impulsan al avance o conducen al fracaso a los proyectos integracionistas.

Este enfoque permite estudiar la integración como proceso que se va conformando, en su diseño e implementación, de acuerdo a la convergencia o divergencia de intereses entre los actores involucrados y en dependencia de las condiciones nacionales e internacionales existentes.

Institucionalmente podrían asumirse tres grandes tipos de actores: gobierno, empresarios y sindicatos. Sin embargo, dicha clasificación resulta insuficiente por dos razones. En primer lugar, no tiene en cuenta la naturaleza de los actores desde el ángulo de las relaciones internacionales, que inclina a considerar actores internos y externos (Vaitsos 1978, Merle 1976, Kaplan 1978). En segundo lugar, no tiene en cuenta que esos actores no son homogéneos, como muestran algunos estudios precedentes, que aunque no los asumen como su objeto de estudio realizan análisis  sobre los mismos (Moniz Bandeira 1987 y 1993, Adams 1990, Hirst 1990, Camargo 1987, Velazco 1988, Lima 1988, Schaposnik y Mellado 1990, Nohlen Baeza y Bareiro 1986).

Resulta significativa la utilización de diversas expresiones para referirse a los actores: "las fuerzas sociales intervinientes" en el proceso de integración (BID 1966), "los grupos de presión o fuerzas políticas, económicas y sociales" (Haas 1966), "los principales actores" (Vaitsos 1978), "los actores internacionales" (Merle 1976), "los actores sociales individuales o colectivos -clases, grupos, organizaciones, instituciones" (Kaplan 1978). En general, cada autor utiliza sus propios términos con mayor o menor elaboración teórica (Schmitter 1972, CINDA 1987).

La delimitación concreta de los actores es un asunto que ha sido objeto de debates durante años en las diferentes teorías sobre las relaciones internacionales. La teoría realista, por ejemplo, acostumbra a asumir al Estado como un actor unitario, abordaje que es cuestionado por los neoconductistas. Ambas corrientes se enlazan, a su vez, con tradiciones teóricas presentes en la sociología. Así por ejemplo, el enfoque de la teoría realista en las relaciones internacionales es más próximo al enfoque estructuralista en la sociología, mientras los neoconductistas (también a veces denominados como pluralistas) son más cercanos al enfoque sociológico neofuncionalista (Haas 1966, Schmitter 1972, Tomassini 1988 y 1990, Light and Groom 1985). Relaciones análogas existen con las diversas corrientes de pensamiento económico (Espinosa 1981).

No es objetivo de este libro tratar el aspecto teórico del tema de los actores como insumo para el análisis del Mercosur, sobre todo porque sería necesario conceptualizarlos para un estudio comparativo e interdisciplinario, tarea que apartaría la exposición en una dirección diferente al objetivo de este libro 1.

Los actores considerados incluye, principalmente, a los gobiernos, empresarios nacionales y transnacionales y a los sindicatos. Tambien se hace referencia a otros actores como los académicos y expertos y, eventualmente, a los militares y a intereses provinciales y municipales.

Esos actores no son homogéneos. El gobierno está formado por el Ejecutivo Presidencial, los Ministerios y el Legislativo, entre otros. Los empresarios se organizan en distintas Asociaciones y se diferencian, además, en el caso de que correspondan a empresas privadas o estatales. También los sindicatos y movimientos populares se organizan de diversos modos.

Como el proceso de integración "puede originarse en factores internos pero ocurre en función de factores externos", en el análisis son considerados algunos actores internacionales, principalmente, gobierno de los EUA, CEE, ALADI, la banca transnacional acreedora y el FMI.

El criterio seguido para la inclusión de uno u otro actor institucional, económico o social es el de seguir la lógica del proceso de negociación de los acuerdos de integración entre Brasil y Argentina. Cada actor es incorporado en el análisis en el momento en que se tornan visibles sus actuaciones sobre las políticas macroeconómicas y sobre los acuerdos de integración. La lógica de la negociación no sigue un derrotero lineal ni temático, por lo que la exposición que pretende presentar el flujo de negociaciones que desemboca en los acuerdos refleja esa ausencia de linealidad.

Este libro está organizado en cinco capítulos. El primero se concentra en el contexto económico y sociopolítico de los cambios globales que inciden sobre el proceso de integración que desemboca en el Mercosur. Son numerosos los expertos que conceden importancia al análisis de los cambios globales para comprender no solo el proceso de integración en el Mercosur sino, también, en toda latinoamérica (Amorim 1990, Munhoz 1987, Moniz Bandeira 1987, Mármora y Messner 1991, Bekerman 1990, Saavedra 1986, Guilhom Albuquerque 1993, Peñazola Webb 1990, Bendesky y Sánchez 1990, Mesquita Machado 1991). Sin embargo, la mayoría de las publicaciones no se detienen en el estudio de las políticas macroeconómicas ni de los actores a nivel global, aunque algunos destacan el papel de las potencias en tanto que actores externos (Moniz Bandeira 1987, Guillon Albuquerque 1993).

El análisis que se realiza en ese primer capítulo se concentra en los cambios globales respecto a las políticas macroeconómicas que conducen a la extensión del neoliberalismo en lo económico, sociopolítico y estratégico; en los actores internacionales

que promueven dichos cambios y el contexto en el que tienen lugar; en los impactos de la crisis de la deuda sobre los cambios en las políticas macroeconómicas y sobre los actores externos; las consecuencias del neoproteccionismo de los países centrales industrializados; la tendencia a la formación de bloques regionales económico-políticos; el derrumbe del socialismo en la Europa del Este y la desintegración de la ex-URSS.

El segundo capítulo expone algunos antecedentes -históricos, estratégicos, económicos y sociopolíticos- de la dinámica cooperación/rivalidad entre Brasil y Argentina que desembocan en los acuerdos de integración del Mercosur; fundamenta una periodización de esos acuerdos estableciendo las etapas en la evolución de los mismos y expone sus rasgos principales. Es esa periodización la que permite constatar la fuerte interacción entre las políticas macroeconómicas y los acuerdos integracionistas, además del cambio en los posicionamientos de algunos actores institucionales.

Son varios los autores que estudian el impacto del contexto subregional, de los antecedentes de las relaciones Brasil/Argentina y de las políticas internas sobre el Mercosur (Moniz Bandeira 1987 y 1993, Hirst 1990, Mármora y Messner 1991, Marques 1991), aunque no entran a detallar las etapas ni los cambios que se van registrando en los acuerdos de integración, y tampoco estudian el vínculo entre esos cambios con los ocurridos en las políticas macroeconómicas y en los posicionamientos de los actores frente al proceso de negociación de los acuerdos, sobre todo para el período que aquí se trata.

El capítulo três mapea el Estado del Arte realizando una amplia revisión de la bibliografía sobre el Mercosur, comentando más de 300 títulos de libros y revistas. La exposición del estudio bibliográfico realizado permite constatar la evolución de los temas sujetos a debate entre los expertos y académicos que expresan sus posicionamientos en las publicaciones y, también, la interacción entre la producción académica y el proceso de negociaciones. Los temas centrales de este libro -políticas macroeconómicas, actores, negociación y acuerdos de integración- aparecen con mayor o menor relevancia en cada una de las etapas del Mercosur, unas veces explícitamente formulados y otras yuxtapuestos a otros temas.

El capítulo cuatro trata sobre la interacción de las políticas macroeconómicas en Brasil y en Argentina con las negociaciones y los acuerdos de integración del Mercosur. Aquí se profundiza en la incidencia de las políticas macroeconómicas sobre los acuerdos integracionistas, sus contenidos, tendencias y cambios, aspecto poco estudiado en los procesos de integración latinoamericana. Generalmente la teoría plantea la correlación entre el modelo de desarrollo y el modelo de integración (Rosenthal 1989, Gana 1992, Mármora y Messner 1991), pero son escasos los estudios que revelan esa relación en lo concreto, aspecto que se desarrolla en este libro.

El quinto capítulo concentra su análisis en el papel de los actores -gobiernos nacionales y extranjeros, empresarios nacionales y transnacionales y sindicatos- en las negociaciones de los acuerdos del Mercosur. Aunque el papel de los actores institucionales es señalado como importante en la literatura integracionista, son pocos los estudios que profundizan la cuestión, sobre todo para el período que nos ocupa. En este capítulo se expone la dinámica en la que conforman, concilian y cambian sus intereses los actores, revelando las particularidades del proceso negociador de los acuerdos.

                            La Habana, mayo de 1994

                              Brasilia, julio de 1994

Oviedo, octubre de 2014

1      Tampoco es objetivo de este libro analizar el Mercosur a la luz de la teoría de la integración. Para ello puede verse: (Drummond 1992).