CAUDILLOS, IDENTIDAD Y CLIENTELISMO POLÍTICO EN LA REGIÓN DE PUNO

CAUDILLOS, IDENTIDAD Y CLIENTELISMO POLÍTICO EN LA REGIÓN DE PUNO

Julio Fitzgerald Zevallos Yana
Universidad Nacional del Altiplano

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CAPÍTULO V

ANÁLISIS DE LOS RESULTADOS

5.1 AGRUPACIONES POLÍTICAS EN LA REGIÓN DE PUNO.

5.1.1 Algunos antecedentes.

Génesis de los movimientos políticos en la región de Puno .

La historia contemporánea de los partidos políticos en Puno comienza en los años 20 del siglo pasado con el enfrentamiento entre la élite terrateniente y los primeros indigenistas, es decir, de aquellos que deseaban que la explotación por la clase terrateniente se pueda acabar y formando “frentes” de resistencia.

Fruto de estas resistencias, en Puno empiezan a surgir representantes que llevarían la voz de los más oprimidos hacia niveles nacionales, se contaría con representantes a nivel nacional como José Antonio Encinas (1954) con una tendencia a defender lo indígena y siguiendo la misma corriente de pensamiento y siendo compañero de curul por Puno encontramos a Manuel Barreda (1955). Más adelante tendríamos representantes como Luis Cáceres y Márquez (1957), Enrique Torres Belón (1958) y finalmente Luis Cáceres (1960), quienes llegarían a ser diputados por el departamento de Puno. La mayoría de Izquierda y otros provenientes del Movimiento Sindical Campesino (MOSIC) como es el caso de Cáceres, este último movimiento siendo antecedente del partido Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FNTC), el cual tendría a lo largo de los años un peso político que destacar, por ser uno de los pocos partidos que surgiendo de provincia hizo sentir su presencia en el parlamento.

En 1963 la reforma agraria sería el tema de una campaña electoral que distinguió por la irrupción de partidos reformistas Acción Popular (AP) y la Democracia Cristiana (DC) que buscarían representar a las emergentes fuerzas modernizantes del interior del país.

A partir de los 70, se dan nuevas visiones de grupos de poder que tratan de cambiar la visión de política en Puno, pues la apertura de centros de formación sería impulso para que nuevas generaciones empiecen a tomar las riendas de la política y hacer de ella una lucha de ideologías, en ese sentido, Rénique (1991: 87) menciona que “fenómenos tales como la desconcentración estatal, la apertura de la universidad y la expansión de la escolaridad pusieron las bases para el surgimiento de nuevas identidades políticas que serían incorporadas por la emergente “nueva izquierda”. Siendo uno de los partidos de esta nueva izquierda “Vanguardia Revolucionaria” (VR) encabezaba, desde 1974, la reorganización de la Confederación Campesina del Perú (CCP), impulsando la creación de federaciones departamentales y provinciales a lo largo del territorio nacional; es decir, la herencia de las reformas  velasquista, las organizaciones sociales rurales y urbanas se habían multiplicado. Ya hacia fines de los años 70, estos sectores concurrían en un frente pro comunero que planteaba la necesidad de efectuar en Puno una segunda reforma agraria basada en la reestructuración de las Empresas Asociativas (EEAA), este tipo de escenarios fueron aprovechados por los numerosos movimientos que pululaban y reclamaban los derechos de las zonas rurales.

En esos años el Estado había dejado cierto vacío en Puno, en repliegue después de 1975, la Iglesia Católica actuaba estableciendo centros de capacitación y promoción campesina en diversos puntos del departamento. A inicios de los años 80, organismos no gubernamentales (ONG), gremios campesinos y centros de capacitación promovían la causa de las comunidades, haciéndose eco de sus demandas por la distribución de la tierra. A través de seminarios, charlas y grupos de reflexión promovían el surgimiento de un nuevo liderazgo campesino. Promotores, técnicos y asesores legales se ocupaban de formular planes para convertir a las comunidades en unidades productivas cohesionadas y eficientes.

Sin embargo, no fue hasta la década siguiente donde empiezan a germinar nuevos grupos políticos, apareciendo en Puno la Democracia Cristiana, la Alianza Popular Revolucionaria Cristiana (APRA), los grupos de izquierda y finalmente el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos (FNTC- FRENATRACA). Serán los dos últimos quienes dominen la escena política entre los 70s y 80s, con una fuerte participación del APRA únicamente en la segunda mitad de los ochenta.

Bajo los efectos de una sequía devastadora, hacia los años de 1983, la lucha por la tierra comenzó a radicalizarse. Para ese entonces, la reestructuración de las empresas y el consiguiente impulso de una “vía comunera” de desarrollo agropecuario (versus la “vía asociativa” simbolizada por las EEAA) era punto del programa regional de la izquierda en Puno. Triunfante en las elecciones municipales de 1983, la Izquierda Unida (IU) lanzaría una campaña de movilizaciones urbanas y rurales para obtener la instalación de un gobierno regional cuya primera tarea sería “reestructurar” las EEAA. Hacia 1985, la fuerza de la Izquierda en el Altiplano parecía indetenible, porque en las elecciones del año 80 salió elegido como burgomaestre de la provincia de Puno Jaime Ardiles como representante de Izquierda Unida (IU), volviendo a ser reelecto en los comicios del 83, en donde los representantes de los partidos nacionales no tuvieron presencia negándoseles la aceptación por parte del pueblo.

A mediados de 1985 en adelante, la confrontación entre el partido de gobierno y la izquierda (específicamente el Partido Unificado Mariateguista - PUM), dominaría el escenario político regional; sin embargo, la victoria en siete de las diez provincias puneñas – incluida la capital departamental – en las elecciones municipales de noviembre de 1986 parecía colocar al partido de gobierno muy cerca de desplazar al PUM de la dirección del movimiento regional, pues se tenía al frente de la Alcaldía de Puno a Luis Dueñas Peralta, de filas del Partido Aprista Peruano (PAP), así como los representantes de las provincias de Chucuito, San Román, Lampa, Melgar, Carabaya y Huancané, provenían de las filas del PAP.

La Federación Departamental Campesina del Perú (FDCP), seguía resistiendo los intentos del régimen de aprovechar la “reestructuración” para crearse una base social campesina, es decir, aprovechar las bases de las zonas rurales para seguir adelante y tener presencia en la política puneña, o en peor de los casos, ser el impulso o aliado de alguno de los movimientos y poder lograr los triunfos y derechos que por ese entonces se estaban disputando.

Por otro lado, específicamente en Juliaca, se venía percibiendo el crecimiento de una nueva organización que llevaría la voz del sector rural y rápidamente ganaría adeptos, el FRENATRACA teniendo como antecedente políticos el MOSIC. El tema del FENATRACA está fuertemente ligado a la presencia de los hermanos Roger y Luis1 Cáceres Velásquez, quienes empiezan a defender una serie de reivindicaciones populares y pro campesinas pidiendo el voto de los analfabetos, la reforma agraria, la jornada de descanso semanal y una corporación de desarrollo para Puno, entre otras.

Su estrategia de ganar las bases populares asumiendo sus reivindicaciones se combina con la creación de un instituto de estudios de la realidad puneña y el uso político temprano de la radio “Sol de los Andes” lo que le permite una serie de triunfos políticos, comenzando por el control de los gremios y frentes populares de Juliaca, el municipio provincial y un escaño en el parlamento (Diez, 2003: 19).

Es decir, que dentro de la ciudad de Juliaca emergería una corriente que lograría organizar decenas de sindicatos campesinos y promovería la inscripción de electores rurales y “sus representantes lograrían acceder al Parlamento y controlar varios municipios” (Rénique, 1991: 85) desplazando en el ámbito regional a diversos movimientos y partidos de injerencia nacional, por lo que supo mantener y aprovechar la coyuntura de ese momento.

El FNTC-FRENATRACA ganó adeptos que le respaldaban en las acciones políticas que llevaba adelante, siendo que, desde sus antecedentes como MOSIC, ha venido copando alcaldías de diversas municipalidades del interior de la región, hasta en la misma provincia de San Román desde los años 60 estuvo dirigiendo la municipalidad, siendo uno de sus últimos alcaldes de filas del FNTC-FRENATRACA Vidal Chavez (1990 – 1992)
Durante los 90s, se observa el alejamiento y caída del FNTC-FRENATRACA de la escena regional puneña, una sensible ausencia de la izquierda y la cuasi desaparición del APRA, esto por el surgimiento de nuevas tendencias políticas como Cambio 90 que sería la nueva fuerza política a nivel nacional, la cual no necesariamente tuvo injerencia en los procesos políticos de la región de Puno, ya que a partir de la entrada a la arena política de Cambio 90-Nueva Mayoría, en las provincias de Puno no se contaba con representantes de partidos nacionales que hayan liderado alguna municipalidad provincial, por eso, los grupos pro fujimoristas y una serie de pequeños partidos independientes empiezan a tomar posición en la escena política en la región de Puno; sin embargo, el representante de la municipalidad de Puno aún sería un candidato de tendencia independiente, Juan Sotomayor (90-92/93-95), siendo, que en el período de 1996 a 1998 asume la alcaldía Víctor Torres Esteves, como representante de las filas de IU, con inclinaciones al fujimorismo.

En este contexto, la izquierda en su conjunto pierde peso electoral durante la primera mitad de los noventa, empezando a recuperarse en la segunda mitad a partir de la constitución de Unión por el Perú (UPP)” (Diez, 2003: 50).

Durante la segunda mitad del 90 la escena regional es dominada por los nuevos partidos “independientes”. Sin embargo, varios de ellos presentan candidatos con una trayectoria de militancia izquierdista o afín (Idem).

Actualmente, bajo el marco común de la crisis general de los partidos, aparecen nuevas agrupaciones “independientes” con marcado signo político de izquierda o, en su defecto, proclamando su carácter local.

Elecciones a nivel nacional.
Las elecciones regionales del 2002.

En principio, los resultados electorales han favorecido como gran ganador al APRA. Efectivamente, después del regreso de su líder Alan García Pérez, ha recobrado su capacidad de movilización, organización y adhesión política. A primera vista, la victoria de 12 de las 25 regiones se muestra contundente, sobre todo sabiendo que, a excepción de Unión por el Perú (UPP) - Frente Amplio, no existe otra organización política que haya ganado, al menos, en dos regiones; ni siquiera el oficialismo de ese entonces, pues Perú Posible apenas triunfó en la región del Callao.

Los movimientos regionales agrupados indistintamente bajo la etiqueta de “independientes”, aparecen como segundos en el cómputo electoral. Sin embargo, estos movimientos a simple vista autónomos, no logran conformar un bloque homogéneo ni coherente, debido a sus particularismos y a sus anclajes locales. Escasamente vinculados entre sí, no consiguen construir una “fuerza electoral” nacional sino simplemente una expresión más de la fragmentación política heredada de los últimos años.

Uno de los principales argumentos esgrimidos durante el debate sobre la constitución de regiones fue la presumible incapacidad de las élites regionales para poder administrar eficientemente la estructura del gobierno regional. La administración pública en general no goza de una buena reputación. Ello, sumado a la “novedad” que suponía el autogobierno de jurisdicciones subnacionales, fue considerado por un importante sector de tecnócratas como una debilidad para el proceso de descentralización.

Sin embargo, dos tipos de actores políticos llegaron a las presidencias regionales, como lo mencionamos líneas arriba:

militantes del Partido Aprista Peruano (algunos con más recorrido que otros), pertenecientes a la organización política más sólida a nivel nacional, y dirigentes de movimientos regionales (caudillos), que más allá de pertenecer a alguna “organización nacional” o no, deben su capital político a su propia trayectoria personal y a una propuesta regional que a los réditos que les pueden otorgar las siglas electorales a través de las que participaron en los comicios (Melendez, 2003: 34).

Primeras elecciones regionales en Puno (2002).

A partir de la dación de la Ley de Elecciones Regionales número 27683, se ha podido observar el incremento de agrupaciones políticas con el afán de participar en los comicios, así en el año 2002 se tuvo la participación de 07 agrupaciones políticas que aspiraban al sillón regional de Puno. Daremos un breve recuento de los tres candidatos que obtuvieron los primeros lugares.

a. David Jiménez Sardón, un descendiente de antiguas familias de hacendados de Juli, de profesión ingeniero agrónomo, egresado de la Universidad Nacional del Altiplano (UNA) y antiguo líder estudiantil local vinculado al partido izquierdista Puka Llaqta. Ha sido funcionario del gobierno regional y consultor, regresa a Puno luego de casi 20 años de ausencia habiendo sido consultor por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Fue apoyado por su familia, estudiantes y algunos docentes de la UNA; contó con el soporte del diario El Mercurio, la revista Reporte y Canal 13 Visión (Diez, 2003).

b. Alberto Quintanilla Chacón, también de familias notables, abogado e ingeniero graduado en la UNMSM y la UNI, antiguo líder de izquierda con su trayectoria regional desde los años setenta, fue diputado por Puno, decano del Colegio de Abogados y asesor de la FDCP (Diez, 2003).

c. Eufemio Flores Mamani, de origen campesino, profesor graduado en la Escuela Normal, docente y pequeño empresario (posee una empresa de derivados lácteos y una radio local), fue alcalde reelecto de Lampa, candidato al Congreso sin éxito. Fue apoyado por sus alcaldes distritales y pequeños empresarios y comerciantes.
Los tres candidatos y listas con mayor votación muestran tres perfiles diferentes, que ilustran por un lado los diversos agentes políticos en pugna y por el otro las diversas opciones y visiones de la política regional puneña: Jiménez presentó una combinación de diversas fuerzas, echando mano a su trayectoria tecnócrata; en cambio Quintanilla, exhibe una larga andanza de presencia política izquierdista y el contacto con el movimiento popular; Flores, a diferencia de los dos primeros que forman en último término parte de una burguesía antigua profesionalizada, viene de una familia popular y muestra el ascenso social y económico característico de una porción dinámica y emergente en la población puneña, que pugna por ocupar espacios políticos.

en primer lugar, el número de listas por provincia fluctuó entre 7 y 22, provocando una dispersión impresionante del voto. Por otro lado, ninguna agrupación o partido aparece como mayoritario o dominante en el escenario regional y, lo que es más notorio aún, el movimiento ganador de las elecciones regionales tiene una prácticamente nula representación distrital y provincial (obtuvo sólo 4 alcaldías distritales). Unión Regional, Somos Perú y PDR son los tres grupos que obtuvieron la mayor cantidad de alcaldías, dispersas en diversas provincias de la región (16, 15 y 12 respectivamente) (Diez, 2003: 21).

La mayoría de estos independientes postularon por cuenta propia por un acertado cálculo político o por deficiencias en los procesos de selección de candidaturas de algunos partidos políticos nacionales que no ofrecían garantía alguna a los precandidatos y que, por el contrario constituían verdaderos obstáculos para su triunfo electoral (Melendez, 2003: 26).

Muchos de los candidatos que postularon independientemente no tenían una noción clara acerca de lo que se venía, solo por el hecho de no compatibilizar ideas con el centralismo, armaron sus cuadros políticos con el fin de participar en las elecciones, desapareciendo de la política al culminar éstas. Sin embargo, algunos se mantendrían en la arena política para las siguientes elecciones y participar aunque no teniendo incidencia en el transcurso de la llegada a las siguientes elecciones regionales.
En ese sentido, si vemos los resultados que tenemos en la tabla N° 03, el porcentaje por el cual ganó David Jiménez, es de un 2.84% por encima de su competidor, en cambio la ventaja de obtuvo por su competidor Eufemio Flores fue notoria. A pesar de ello, se debe tener en cuenta que:

Puno es otra región caracterizada por su fragmentación política. El movimiento Regional MARQA sólo existió a nivel regional, pues no consiguió ninguna alcaldía provincial. Las consejerías regionales restantes y las alcaldías provinciales han sido copadas, en su mayoría, por movimientos regionales de escasa expansión política (Melendez, 2003: 40).

Elecciones del 2006: y los anteriores dónde están.

El desarrollo de las elecciones del 2006 estuvo lleno de sorpresas, por un lado el incremento de agrupaciones políticas, y por el otro el ganador de las elecciones regionales 2006 fue un acontecimiento que sorprendió a la población puneña.

Para un mejor desarrollo, analizaremos el tema de las elecciones del año 2006, pues a partir de este momento, gran cantidad de movimientos independientes empiezan a surgir con la finalidad de llegar al poder, de la misma forma, son varias las agrupaciones que participaron de las anteriores elecciones y que en éstas hacen gala de su ausencia.

Incremento de agrupaciones políticas.

En estas elecciones, el incremento de las agrupaciones políticas fue toda una explosión, de 07 agrupaciones que participaron en el 2002 pasamos a tener 12 agrupaciones políticas entre partidos y movimientos regionales. Muchos de ellos sin una base ideológica, ni planes de desarrollo que puedan beneficiar a la región, llegaron a inscribirse y participar. Cada agrupación estaba liderado por un caudillo que decía tener la solución para llevar adelante a la región. Eso también ocasionó una fragmentación en el voto de la población, al ver tantos movimientos y caudillos no fue fácil la elección.

Resultados de las elecciones 2006

Los resultados de las elecciones 2006 fueron algo sorprendente porque no se estuvo al tanto de un candidato que estaba trabajando por las zonas rurales a través de su medio radial, por ello el resultado sorprendió a propios y extraños.

Si bien es cierto que en las elecciones anteriores los candidatos estaban y eran conocidos por la población electoral “empresarios locales con éxito en los negocios, personajes pintorescos que calaban en la identidad local, populares locutores de radio…” (Meléndez, 2003: 28), las elecciones del 2006 trajo consigo el regreso del outsider2 .

Los tres primeros candidatos que escudriñaban el poder tenían perfiles que les caracterizaban:

a. Hernán Fuentes Guzmán, nacido en el distrito de Asillo-Azángaro, abogado de profesión no registra antecedentes políticos, sin embargo, se tiene información extra que simpatizaba con movimientos estudiantiles de tendencia en la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, donde ha cursado sus estudios superiores.

b. Alberto Quintanilla Chacón, nacido en Juliaca, abogado e ingeniero graduado en la UNMSM y la UNI, líder de izquierda y del movimiento regional Poder Democrático Regional (PDR), vendría a ser su segunda postulación al gobierno regional.

c. Javier Bernal Salas, nacido en la ciudad de Juliaca, Subprefecto de la provincia de Puno, con sólida formación en el Partido Aprista Peruano.

En una encuesta realizada en aquél año, 9 de cada 10 encuestados no conocían al electo presidente ni sus propuestas para el desarrollo de la región de Puno. Al preguntarles ¿Qué opina del nuevo presidente regional de Puno? Indicaron “no conocerlo3 .

Veamos cómo se desarrolló el tema de las elecciones en la región de Puno del 2006.

El domingo 19 de noviembre, los principales medios de comunicación en Puno dieron como virtual ganador a Alberto Quintanilla del Movimiento Regional Poder Democrático Regional (PDR), de acuerdo a las encuestas de boca de urna. Sin embargo, los resultados de la zona de Juliaca y el norte de la región se hicieron escuchar con el paso de las horas, difundiendo el nombre de Hernán Fuentes del movimiento Avanza País a la cabeza del Gobierno Regional, lo cual hace ver que la población de la zona norte (según Tabla N° 01) por la cantidad de población que converge tiene mayor peso electoral al momento de elegir al representante regional.

Sin embargo, eso no libra de tener un representante regional, ya que el nombre de Hernán Fuentes no era bien recibido por la comuna puneña por no haberlo sentido presente durante todas las elecciones, pues mantuvo una campaña pobre y libre de toda controversia con otros partidos o movimientos de la región de Puno, siendo de utilidad su medio de comunicación (Radio Perú) para llegar a los lugares donde a otros candidatos les es imposible tener acceso.

En ese sentido “Hernán Fuentes es la expresión de un liderazgo que no se sostiene en apoyos ni organizaciones, ni personales sólidos. Su discurso encendido y confrontacional le dio el porcentaje mínimo con el que logró la presidencia, sin garantizarle márgenes importantes de control político sobre su departamento” (Cotler y otros, 2009 - a: 50).

Por ello, Puno es considerado un escenario de tan alta volatibilidad y fragmentación, donde, el planteamiento de medidas y propuestas cada vez más radicales eleva las posibilidades de ganar las elecciones. Así, Hernán Fuentes, alcanzó la victoria con 18.803% de los votos válidos, 0.36% de diferencia de su más cercano contendor político Alberto Quintanilla líder del Movimiento Regional PDR, es decir, no es posible mencionar que el electo presidente gozara de la aceptación plena de la población puneña.
Del análisis descrito hasta este momento, el caso de Puno se presenta de manera peculiar y única, por la ausencia de centro organizadores de la dinámica social y política en el departamento. La fragmentación política imperante en el departamento es reflejo de una gran fragmentación social, que es aprovechado por caudillos en una sociedad con un alto nivel de rivalidad, en el que las actividades económicas centrales son el comercio y el contrabando. No existen organizaciones gremiales articuladas fuertemente en frentes u otras formas de organización. Este escenario pone de manifiesto que las dificultades políticas en Puno no se encuentran únicamente en el campo de la representatividad de los actores políticos, sino también en los de la representatividad de la sociedad.

La victoria de Hernán Fuentes no estuvo distanciada de manera muy característica, pues la ventaja que obtuvo del segundo lugar, Alberto Quintanilla, no fue más de dos mil votos que lo llevó a la victoria, pero, al igual que las anteriores elecciones, el movimiento Avanza País, estuvo limitado en cuanto a su presencia a nivel regional, puesto que los nuevos representantes de las diversas municipalidades, tanto provinciales como distritales, estuvieron copados por movimientos independientes o por aquellos que sólo tenían presencia local confinada, es decir, que sólo hacían sentir su presencia en su jurisdicción.

Durante todo el gobierno de Hernán Fuentes, la población estuvo al tanto de las irregularidades que se venían cometiendo en el Gobierno Regional, durante todo su gobierno se ha avocado a tocar temas que iban en contra del gobierno central (en ese entonces el APRA) a través de su discurso confrontacional, sin embargo, no tenía dentro de sus planes proyectos que puedan contribuir al desarrollo de la región.

Lo más resaltante y escandaloso, fue su propuesta del “federalismo” la misma que fue rechazada por la población e incluso llevó a que se pronuncie organismos estatales como el Tribunal Constitucional. Por ello, todas sus contradicciones fueron enarboladas con mayor magnitud por la prensa nacional, llegando incluso a mencionarse, que su afán de ese entonces era perseguir el gobierno nacional.

Según todo lo anotado, no cabe duda de que este gobierno estuvo marcado de mucha contradicción, ideas sin sustento social ni político, y lo peor de todo es que, se venía arrastrando la concepción de que el Estado era considerado como el botín del caudillo, esta afirmación no hace más que revalidar su postura por todos los hechos vistos. En ese sentido consideramos que Hernán Fuentes, fue un “outsider” sin partido ni programa que desde el primer momento que tomó el poder como presidente regional, anunció como estrategia de un discurso que estaba en contra del centralismo, olvidando su función principal como autoridad local.

Elecciones del 2010: una segunda vuelta.

Una de las modificaciones que se realizó en la Ley de Elecciones Regionales fue la dación de una segunda vuelta, a fin de que el ganador de los comicios regionales fuera avalado por una cantidad de votos válidos que le dé legitimidad.

A consecuencia de ello, se dispuso que entre los dos candidatos que obtuvieran el mayor porcentaje de votos pasarían a una segunda vuelta, a menos que en la primera el virtual ganador obtuviera un 30% de los votos válidos, cosa que en la región de Puno no se venía ver por la gran cantidad de movimientos inscritos para los comicios de 2010, generando una fragmentación social muy fuerte y no sería factible que un candidato obtuviera dicha cantidad de votos4 .

Y más movimientos… o caudillos?

Unas de las características que tuvo la región de Puno en éstas elecciones, como lo mencionamos líneas arriba, es el incremento de agrupaciones políticas de manera extraordinaria, muchas de ellas que venían de conformarse en vísperas de las elecciones regionales, y otras haciendo gala de su segundo y hasta tercer intento para ser inquilino del gobierno regional; sin embargo, en éstas elecciones ya no sería ganador aquél candidato que obtenga la mayor cantidad de votos, sino, aquél que obtuviera un 30% de los votos válidos, a fin de buscar legitimidad en los gobernantes regionales y evitar los crasos errores cometidos en las anteriores elecciones del 2002 y 2006, donde los candidatos no llegaron ni al 20% de votos válidos, teniendo al día siguiente de las elecciones a más de la mitad de la población en contra, sin embargo, aquellas elecciones eran legales y justas.

Cabe afirmar, que Puno se caracterizó por ser una de las regiones que más agrupaciones inscritas tenían para las elecciones regionales, recordando que siete y doce fueron las agrupaciones en las elecciones de 2002 y 2006 respectivamente, siendo para las elecciones de 2010, veinte movimientos inscritos.

A esto se debe sumar la aparición de más caudillos con el afán de hacer gala de sus propuestas y llegar al gobierno regional, por eso, no cabe duda que éste proceso electoral fue una competencia de caudillos que eran tan independientes que incluso dentro de sus organizaciones no eran capaces de construir un movimiento sólido a fin de llevar adelante la región de Puno.
Analizaremos la procedencia de cada unos de los tres primeros candidatos que ostentaron con mayor aceptación en la población puneña:

a. Mauricio Rodríguez Rodríguez, Natural de la provincia de Carabaya, periodista y abogado. Director Ejecutivo de Radio Pachamama. Profesor de la Universidad Nacional del Altiplano. Es su primera postulación a un cargo político (Reynoso, 2010).
                                   
b. Juan Luque Mamani, Natural de la provincia de Azángaro, Licenciado en Contabilidad. Rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez. En el 2006 postuló a la alcaldía de San Román quedando en tercer lugar (Reynoso, 2010).

c. Alberto Quintanilla Chacón, también de familias notables, abogado e ingeniero graduado en la UNMSM y la UNI, antiguo líder de izquierda con su trayectoria regional desde los años setenta, fue diputado por Puno, Ex - Decano del Colegio de Abogados y asesor de la FDCP (Diez, 2003), viene a ser su tercera postulación a las elecciones regionales, habiendo quedado en segundo lugar en las dos anteriores elecciones.

De esta manera, las elecciones de 2010 estuvieron bien reñidas, ya que se tuvo diferentes “propuestas” para la región de parte de los contendores, incluso algunos con varios intentos en su postulación5 . Siendo así, las posibilidades de ver algunas alianzas en primera vuelta era estéril, por la creencia que muchos de los candidatos podrían llegar a superar la valla del 30%, sino simplemente recordemos que Mauricio Rodríguez, líder del Movimiento AQUÍ fue sólo a las contiendas, de igual manera José Gutiérrez Alberoni (MAS).

Habiéndose llevado las elecciones regionales con toda normalidad, fueron elegidos, para disputarse el sillón regional en segunda vuelta: Juan Luque y Mauricio Rodríguez, líderes de RAICES y AQUÍ respectivamente.

Juan Luque, rector de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV) y ex candidato a la alcaldía municipal de San Román en el 2006, ha capitalizado los votos de esta provincia…; Mauricio Rodríguez, abogado y periodista, ligado a la iglesia progresista del Sur Andino y Director de Radio Pachamama ha obtenido su más alta votación en la provincia de Puno; en tercer lugar se encuentra el veterano político Alberto Quintanilla de la Gran Alianza…quien pierde por tercera vez la elección regional” (Vilca y otros, 2010: 4).

En los resultados que se ha obtenido de las elecciones en primera vuelta, vemos que la distancia en votos fueron notables, pues en caso de que no se hubiese dado la modificación a la Ley Electoral Regional, Juan Luque, líder del movimiento RAICES, habría ganado las elecciones en primera vuelta. Pero lo  más resaltante fue, a pesar que Luis Quintanilla, tejió una alianza con el Partido Nacionalista no obtuvo mayores resultados de lo ya visto en las dos anteriores elecciones, siendo que el segundo lugar le llevó por 1.92% de votos, lo que significa que ya había empezado a verse el declive de ciertas agrupaciones.

Rumbo a la segunda vuelta6 .

Ya se tenían los ganadores en primera vuelta Juan Luque y Mauricio Rodríguez obtuvieron el 23.336% y 15.200% respectivamente, ya había llegado la hora de formar alianzas., siendo “los nichos electorales de Luque y Rodríguez Juliaca y Puno… por lo que el principal reto de los dos candidatos será ganar el resto de provincias, para lo cual tendrán que establecer alianzas con otros movimientos” (Vilca y otros, 2010: 5). Sin embargo, las alianzas electorales, no fueron notorias, tal vez porque no era necesario incorporar a aquellas agrupaciones que perdieron o simplemente creían suficientes las propuestas lanzadas desde sus orillas partidarias.

Durante el desarrollo de las campañas para la segunda vuelta, se venía analizando los resultados de los dos candidatos, algunos no muy contentos con los resultados y otros no accedían a que se le denominen caudillos “sin la guerra sucia que ha existido hubiera pasado el 30%7 aducía Luque; “yo no soy un caudillo sino soy parte de un movimiento con planteamientos, con un programa y una propuesta ideológica” afirmaba Rodríguez8 . Al margen de ello, se tendrían que ir a buscar alianzas con el fin de ganar las elecciones, aunque se niegue esa acción.

Finalmente, el 05 de diciembre de 2010, ganó el líder del movimiento AQUÍ, Mauricio Rodríguez.

el doctor Mauricio se acordó de su origen y trajinó sin descanso con ese atuendo por el interior de la región en busca del voto rural y hasta dentro del territorio del rival – Juliaca – Desde su emisora el nuevo mensaje incluyó a la provincia de San Román, adulando a los puntajes juliaqueños. 11 de 13 provincias le dieron su apoyo (Lazo, 2011: 7).9

Cabe mencionar que la diferencia por la cual ha sido sobrellevada la victoria es mínima, pero también es cierto que el flamante ganador cuenta con cierto respaldo por parte de la población electoral, cosa que no se veía en las dos anteriores elecciones, en ese caso, al modificarse la Ley de Elecciones Regionales, suponemos que éste debió ser su objetivo, que el presidente electo cuente con más de los 2/3 de votos de la población electoral y así buscar su respaldo social.

Por otro lado, en lo que concierne al Consejo Regional, el Movimiento AQUÍ no corrió la misma suerte, ya que 7 de los 13 cupos para concejales fueron copados por RAICES, lo que hace ver que como movimiento, calo en la región de Puno, a pesar de su independencia como grupo político. Así mismo, RAICES pudo apoderarse de 05 de las 13 municipalidades provinciales, en cambio, AQUÍ sólo pudo obtener una victoria en la provincia de San Antonio de Putina.

1 Roger Cáceres, natural de Juliaca, fue hijo del también político Enrique Cáceres Gonzáles, alcalde de Juliaca. En 1969, fundó el Frente Nacional de Trabajadores y Campesinos, más conocido como  Frenatraca. Fue activo líder sindical en Juliaca y Arequipa, desde las aulas de la  Universidad Nacional de San Agustín, llegando a ser Diputado por Puno.

2 El Outsider se define a la persona de fuera del sistema de partidos tradicionales y la clase política. El Outsider es el individuo que a ha ganado un reconocimiento y prestigio en otras actividades de la sociedad y que desarrolla un discurso independiente en el centro imaginario del ciudadano promedio de una sociedad frente al discurso político tradicional (derecha o la izquierda).

3 Entrevistas realizadas a: Jorge Ortiz, Aurelio Barrionuevo, Maria Quintanilla, Richard Belizario, Fabiola Rondón, José Mamani, Ernesto Lujano y Griselda Rojas – Revista Cabildo Abierto - Diciembre del 2006.

4 Recordemos que del total del electorado regional, 758,403, las provincias del norte; Carabaya, Melgar, Lampa, San Román, Azángaro, Moho, Huancané, San Antonio de Putina y Sandia concentran el 61.52% del electorado, mientras que las provincias del Sur; Puno, El Collao, Chucuito y Yunguyo ostentan el 38%. (Calderón, 2009: 6).

5 El caso de Alberto Quintanilla líder del Movimiento Poder Democrático Regional (GANA-PDR), quien sería su tercera participación electoral, habiendo quedado en segundo lugar en las dos anteriores; de igual manera de José Gutiérrez Alberoni, líder del Movimiento Andino Socialista (MAS) su segunda participación, habiendo quedado en sexto lugar en las anteriores elecciones.

6 Las elecciones regionales se desarrollaron el día 03 de octubre del 2010, programándose la segunda vuelta el 05 de diciembre del mismo año.

7 Entrevista a Juan Luque, Líder de RAICES. Octubre del 2010. Cabildo Abierto N° 53  6.

8 Entrevista a Mauricio Rodríguez, Líder del movimiento AQUI. Octubre del 2010. Cabildo Abierto N° 53  6.

9 El hecho de que el movimiento RAICES haya ganado las elecciones municipales en cinco provincias del departamento, a diferencia de AQUÍ que sólo ganó en una, puede configurar un desenlace previsible.