EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE COOPERATIVO EN LA FORMACIÓN MATEM�TICA DE LOS ESTUDIANTES UNVERSIT�RIOS

VENTAJAS DEL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE COOPERATIVO EN LA FORMACIÓN MATEMÁTICA

Para el estudio del proceso de enseñanza-aprendizaje cooperativo en la formación matemática se considera las investigaciones sobre este método  por su trascendencia y significación para las clases de matemática en la solución de problemas:

Reduce la ansiedad en la solución  de problemas: Este proceso figura entre los principales factores que repercuten en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la matemática, ya sea en un entorno formal académico como respuesta a una situación concreta (ansiedad de estado), pero puede ser también un rasgo importante en los estudiantes.

En el proceso de formación matemática, la ansiedad es un estado pasajero ya que normalmente se produce cuando el estudiante tiene que actuar en la solución del problema mediante el lenguaje y el pensamiento lógico matemático. Además  investigaciones realizadas recientemente en el contexto universitario Fernández, E., Morejón, N. (2001), concluyen que uno de los obstáculos en la ansiedad es precisamente la  incidencia de los bajos niveles de desarrollo de las destrezas comunicativas durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de la matemática. Como lo fundamenta Estrabao, A.(1998), que si a los estudiantes se les permite asociarse, su nivel de ansiedad para solucionar el problema matemático planteado, entonces se puede reducir considerablemente la ansiedad. Por tanto, el tiempo para pensar en las oportunidades, ensayar y recibir  retroalimentación  consiste  en  la  mayor  probabilidad  de  éxito  para  reducción  de  la ansiedad  mediante un aumento de la participación activa de los estudiantes en la enseñanza-aprendizaje de la matemática.

Fomenta la interacción  en la formación  matemática:  Este proceso en la enseñanza-aprendizaje  cooperativo  de  la  matemática    ayuda  a  los  estudiantes  más  tímidos  a  estaren seguros en la confrontación de ideas, ya que reciben el apoyo constante de sus compañeros de equipo. En este sentido en el proceso de enseñanza-aprendizaje cooperativo en la matemática, los estudiantes aprenden a operar con los demás y también tienen la seguridad de saber que tendrán varias oportunidades para ensayar su aportación antes de que les pidan para compartir con toda la clase.

Para que lo antes planteado sea posible es necesario que el profesor cree un entorno físico seguro en que los estudiantes puedan hablar con comodidad como lo aclara Naoko, A. (2000), que la colocación del mobiliario de la clase puede provocar situaciones inquietantes en algunos estudiantes porque la asocian con exposiciones orales, delante de todos puede incomodar el proceso de aprendizaje. “Si queremos que este tipo de estudiante ejercite su autonomía libremente en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la matemática, es necesario crear un entorno físico alternativo visible que permite abolir la amenaza que suponen los demás convirtiéndoles en compañeros que se preocupan por los otros" (:161-162). Lo cual incrementa la confianza y la autoestima en los estudiantes cuando solucionan problemas: si en la formación matemática se trabajaba en actividades cooperativas integrando diferentes habilidades como el lenguaje matemático los estudiantes desarrollan una mayor confianza en sí mismo para confrontar con el público y para participar en las discusiones durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de la matemática. En este sentido, el aumento de la autoestima favorece el proceso de enseñanza-aprendizaje cooperativo de la matemática. Esto es,   un aumento de confianza y autoestima en sí mismo produce un incremento de los esfuerzos de los estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Matemática y una mayor disposición a seguir intentando que sus opiniones sean comprendidas por los demás en el equipo.

Aumenta  la  motivación   en  la  formación   matemática: la motivación del estudiante en el proceso de enseñanza-aprendizaje cooperativa de la matemática puede producir un uso más amplio del lenguaje matemático y en consecuencia, un mayor dominio de ella para apropiación del contenido matemático.