EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE COOPERATIVO EN LA FORMACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESTUDIANTES UNVERSITÁRIOS

EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE COOPERATIVO EN LA FORMACIÓN MATEMÁTICA DE LOS ESTUDIANTES UNVERSITÁRIOS

Arnaldo Faustino (CV)
Ermelia del Pozo Gutiérrez
Olaysi Arrocha Rodríguez

Universidad “Agostinho Neto”

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CARACTERÍSTICAS DEL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE  COOPERATIVO EN LA MATEMÁTICA

Como se expondrá a continuación, el proceso de enseñanza-aprendizaje cooperativo en la matemática es una metodología que atribuye un papel primario a la interacción estrecha entre estudiantes en un grupo, aunque no haya sido pensado como método específico para la enseñanza-aprendizaje de la matemática, se puede relacionarlo sin reticencias a la familia de la enseñanza-aprendizaje comunicativa. Como se verá, si las dinámicas psicológicas y sociales de los individuos que forman un equipo son el punto de partida, entonces sus dinámicas comunicativas en la enseñanza-aprendizaje de la matemática, es el punto de llegada. Es decir, el estímulo de relaciones cooperativas en un grupo puede devenir fuente de comunicación real González, D. (2002: 124).

En lo teórico, muchos profesores en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Matemática creen que trabajar de forma cooperativa significa “juntar” a un grupo de estudiantes de forma arbitraria, o bien, darles la libertad a ellos para que escojan a sus compañeros sin tener en cuenta si esa “elección” beneficiara o, por el contrario, perjudicar al grupo. En la praxis, esto lleva a que los grupos de trabajo formados arbitrariamente no rindan lo suficiente y, en consecuencia, no funcionen de forma efectiva en la solución de problemas en la mayoría de los casos, lo que dificulta el proceso de investigación de los estudiantes.

Eso implica que desde una educación matemática crítica se puede aportar ideas para lograr que la enseñanza de las matemáticas permita a los ciudadanos ser parte activa de una sociedad democrática. Más allá del aprendizaje matemático individual de cada persona,  lo que hace necesario formular reflexiones sobre las consecuencias colectivas de este aprendizaje en la sociedad actual. En la escuela, el proceso de enseñanza-aprendizaje de las matemáticas y el aprendizaje cooperativo puede ejercer una gran influencia en dos sentidos totalmente opuestos: por un lado, las matemáticas se pueden presentar como reducidas a meros cálculos rutinarios, lo que puede reforzar actitudes pasivas y complacientes o, por el contrario, con un sentido más amplio y en consecuencia puede desarrollar el pensamiento crítico y alternativo.

En realidad  el principio de enseñanza-aprendizaje reclama atención a las conexiones entre aspectos cognitivos afectivos e instruccionales. Por tanto, una enseñanza efectiva de las matemáticas requiere saber y comprender qué es lo que los estudiantes saben y necesitan aprender de las matemáticas y luego motivarlos para que las aprendan bien a solucionar problemas.

En el marco de la formación matemática se asume un principio de interacción, según el cual, la enseñanza de las matemáticas es considerada una actividad social. La interacción entre los estudiantes y entre los estudiantes y el profesor puede provocar que cada uno reflexione a partir de lo que aportan los demás y así poder alcanzar niveles más altos de comprensión.   Los estudiantes,  en lugar de ser receptores  de una matemática  ya elaborada,  son considerados como participantes activos del proceso de enseñanza aprendizaje, en el que ellos mismos desarrollan  herramientas y comparten sus experiencias unos con otros. La negociación explícita,
la intervención, la discusión, la cooperación y la evaluación son elementos esenciales en un proceso de aprendizaje constructivo en que los métodos informales del aprendiz son usados como una plataforma para alcanzar los métodos formales.

Ovejero, B (1990), afirma que la falta de comunicación efectiva en el proceso de enseñanza aprendizaje, los grupos de trabajo tradicionales se explica, en parte, por la ausencia de un sentido riguroso de lo que es (y cómo funciona) un grupo. Por eso, según este autor, es importante en la enseñanza-aprendizaje de la Matemática diferenciar el equipo de colaboradores formados para cooperar de forma efectiva, con estudiantes que no se conocen y que no han recibido información específica para colaborar como iguales.

En algunos planteamientos didácticos de enseñanza-aprendizaje cooperativo Carrillo, J., Climent, N. (1999) y Rico, L. (2000), insisten que todas las actividades tienen que realizarse en clase en equipos de pocos estudiantes porque se parte de la base de que no saben trabajar en equipo y que, por tanto, se les debe formar. Esto obliga al profesor en el proceso de formación matemática enseñar estrategias sociales para que puedan trabajar en equipos. Estrategias de dialogar, escuchar al otro, leer, socializar conocimientos en lo matemático.

El insuficiente nivel en el desarrollo de la competencia comunicativa en el proceso de enseñanza de la matemática, en sus macro-habilidades fundamentales: dialogar, escuchar al otro, leer, socializar conocimientos en lo matemático, que es una preocupación generalizada que muestra un interés  particular  encontrado  en  el  estudio  de  forma  independiente  de  cada  una  de  las habilidades comunicativas antes expuestas.
La acción comunicativa en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Matemática se refiere a la interacción de al menos dos sujetos capaces de lenguaje y de acción que (ya sea con medios verbales o con medios extra verbales) promueven una relación interpersonal. Este concepto se entiende por una acción comunicativa que se expresa entre: Profesor-estudiante-profesor que se
establece durante el proceso formativo matemático en que ambos son agentes activos y responsables de dicho proceso.
Es decir, la solución del problema como la conclusión natural del proceso mental, en la cual durante este proceso toda interrupción, antes que se alcance el final, se considera en el futuro profesional como un fracaso en la dignidad emocional pensante que vincule el dinamismo del proceso mental con lo escuchado, a pesar que toda vida psíquica está vinculada a la actividad practica, lo cual las necesidades e intereses en los aspectos emocionales expresan las vivencias subjetivas con respecto a su ambiente y están implicados en todo proceso sociocultural que lleva implícito la comunicación matemática desde la diversidad humana.
La comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la Matemática está incorporada a los procesos de construcción del conocimiento teórico científico, ellos permiten reconocer entonces, que el enseñanza-aprendizaje cooperativo en la matemática, se dinamiza a través de la comunicación, se orienta a la construcción de conocimientos matemáticos que deriva de su cultural acumulada desde la diversidad sociocultural.
Precisamente,  algunas  investigaciones  de  Arriola,  L.  (2000)  y  Abrantes,  P.  (2002),  hacen hincapié en la importancia de desarrollar dentro del grupo cooperativo de la matemática esas destrezas sociales para facilitar el trabajo en equipo, crear confianza entre ellos, mejorar la comunicación matemática, resolver problemas y tomar decisiones oportunas en la interacción del grupo.