NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

NATURALEZA, CULTURA Y DESARROLLO ENDÓGENO: UN NUEVO PARADIGMA DEL TURISMO SUSTENTABLE.

Salvador Luna Vargas (CV)

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Problemática ambiental en el estado de San Luis Potosí

El plan de Ordenamiento Ecológico del Territorio del estado de San Luis Potosí evaluó la degradación de los suelos por unidades paisajísticas contenidas en sus subcuencas. Se intentaron tomar como base cartográfica la información del proyecto “Evaluación de la degradación del suelo causada por el hombre en la República Mexicana a escala 1: 250 000”, este documento fue realizado por la SEMARNAT en colaboración con el Colegio de Posgraduados; pero la información no cumplió con los requisitos exigidos por el Plan de Ordenamiento Territorial, ya que más del 20% de las validaciones realizadas en campo no correspondían a la información contenida en el estudio, así que se optó por usar como fuente esencial al Programa Estatal de Ordenamiento Territorial San Luis Potosí, que fue elaborado en el año 2001 por las empresas Solta Pruna S.A. de C.V., verificado por personal especializado, además también se consideró el trabajo de Inventario de áreas erosionadas y unidades de suelos del estado de San Luis Potosí, elaborado en 1981 por la empresa Geo exploraciones y Construcciones, S.A., para la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.
En el (Anexo XVII) se muestran los resultados de la erosión eólica en el estado, dando como mayor resultado en la Huasteca potosina el tipo de erosión ligera en gran parte de la Planicie Costera del Norte, principalmente los municipios de Ébano, Tamuín y Ciudad Valles, siendo intersectada por una franja prácticamente sin erosión, pero que existe una pequeña extensión con alto grado de erosión en el municipio de Ébano, probablemente el área donde se extrajo petróleo durante muchos años. En el caso de la Región Geomorfológica de la Sierra Madre Oriental se encontró que es una región sin influencia de erosión eólica.  Siguiendo hacia el Oeste del estado en las últimas porciones de la Sierra Madre Oriental y comenzando la Llanura de Rioverde, se encontró que casi todo el territorio se encontraba de alguna forma erosionada que va desde la forma ligera hasta la Alta y Muy Alta. Las áreas con mayor influencia de la erosión eólica son en la Zona Media, en los municipios de Cerritos y Villa Juárez, con erosión Muy Alta. En la Zona Centro las áreas más afectadas son la capital del estado de San Luis Potosí y el municipio de Santa María del Río, que tienen grandes manchas con un grado Alto de erosión. Por parte del Altiplano el municipio con más afectación es el de Matehuala con un grado Alto de erosión.
Este proceso de erosión se deriva de la explotación forestal, minera desde la colonia en la mayor parte del Altiplano, Centro y Zona Media, y petrolífera en el municipio de Ébano a principios del siglo XX. Una nota muy clara proveniente de “El Correo de San Luis” en la época del Porfiriato (1877-1911) expresa las desventajas y limitantes que la naturaleza impuso a los hombres, esto como producto de la depredación humana de las áreas arboladas. Así se describía en aquella época:
Fuera de toda discusión está ya que las grandes arboledas atraen las lluvias y que una buena parte del Estado de San Luis las necesita, para que no sean la palma, el maguey, [la gobernadora] y el nopal las únicas plantas que crezcan trabajosamente en las extensas llanuras y quebradas desde los límites con los Estados de Jalisco, Zacatecas, Nuevo León y Coahuila, hasta donde comienzan los partidos de Oriente. La zona occidental del Estado es árida y estéril, y en gran parte se debe, quizá más que a la elevación del suelo, a la tala inconsiderada de los bosques, y a la falta de previsión de nuestras autoridades. En un antiguo expediente […] encontramos que en la sierra de Mexquitic, distante de nosotros unos cuantos kilómetros, había bosques de cedros, y por tradición sabemos que la sierra de San Miguelito, a cuya falda se asienta la ciudad, llegaba hasta ésta, humedeciendo y embalsamando su atmósfera. Las necesidades de una población creciente, el deseo de lucro, y quizá la ignorancia del mal que se causaba, hicieron que se comenzase por cortar los árboles que se hallaban más a la mano, [era necesario] andar algunas leguas a fin de encontrar una pequeña arboleda por el rumbo de San Miguelito. Y a pesar de que se conoce el mal, la fatal práctica continúa, los dueños de esa tierra, que es de todos y de ninguno, la talan día por día con verdadero furor, determinando más y más la aridez de nuestro suelo, por la mayor escasez de lluvias (Camacho, 2009:251).
Fue sobre todo en el último cuarto del siglo XIX cuando la escasez de líquido quedó documentada en los estudios realizados por el médico Miguel Otero, Apolinar García y el ingeniero Mariano B. Obregón. Los autores refieren que la tala de las sierras de Mexquitic, San Miguelito y Álvarez, que delimitan el Valle de San Luis, contribuyó al cambio en el régimen de lluvias, tanto en cantidad como en duración (la precipitación pluvial oscila entre los 235 y 398 milímetros al año). La paulatina pérdida del agua que llegaba a las calles de la ciudad, y que nutría por filtración tanto a pozos particulares como públicos, se agravó en la década de 1890 (Camacho, 2009:231-232).
Un factor que ha resultado en el empobrecimiento de las tierras de la Huasteca es el monocultivo de caña de azúcar (Saccharum spp.), que se introdujo en la Huasteca desde 1532 como supone Ruvalcaba Mercado (2004), sustituyendo a los cultivos como el de algodón y el cacao, a los que se dedicaban los nativos de estas tierras.
Para ingresar el cultivo de caña tuvieron que talarse grandes extensiones de bosques, siendo que no todos los suelos eran aptos para el cultivo de esta gramínea. Actualmente la zona cañera ocupa “una superficie de 124,181ha (89,158 ha correspondientes al Estado de San Luis Potosí y 35,023 al Estado de Tamaulipas)” (Aguilar et al., 2010:5). En el (Mapa VIII) se observa el área del territorio dedicada al cultivo de caña, coloreada en verde.
En el siguiente (Mapa IX) se puede observar las áreas con poca aptitud para el cultivo de caña de azúcar, y que a pesar de eso se sigue cultivando en la mayor parte del centro y noroeste de la Huasteca potosina, trayendo como consecuencia una baja producción y el empobrecimiento de las tierras, siendo Ciudad Valles el municipio con Muy Bajo nivel de aptitud para el cultivo de la caña.
El siguiente (Mapa X) muestra las áreas del territorio nacional destinadas al cultivo de caña, mostrando que son la Huasteca potosina, tamaulipeca y veracruzana junto con la zona central de Veracruz, las mayores extensiones de cultivo de caña de azúcar, probablemente por el clima que favorece a este cultivo, sin embargo, no siempre es favorecido a nivel edafológico.