ECONOMÍA POLÍTICA DE LA GLOBALIZACIÓN

ECONOMÍA POLÍTICA DE LA GLOBALIZACIÓN

Mario González Arencibia (CV)
Universidad de las Ciencias Informáticas

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Globalización, capital y plusvalía

Considerando la observación anterior, y aplicando el principio de análisis de lo lógico a lo histórico, se examinará otra arista que indica que a pesar de la existencia de nuevas manifestaciones de este proceso, en lo esencial, es el resultado histórico del mecanismo de acción y utilización de las leyes que rigen el funcionamiento del capitalismo. Este fenómeno se puede explicar a través de la teoría marxista de la acumulación y reproducción del capital. Esta nos muestra que el fin último de la producción capitalista es la obtención de plusvalía, y pone al descubierto una de las contradicciones más importantes de este proceso, que obliga a los capitalistas en determinado momento a "romper" las fronteras nacionales.
Para explicar este proceso habría que distinguir el estrecho nexo existente entre el desarrollo de la producción y el mercado mundial, el mismo se puso de manifiesto en las etapas tempranas del capitalismo, con la particularidad de que el lugar determinante en esta interacción correspondía a la industria capitalista.
Marx, como resultado de su minucioso estudio de extensos datos históricos, llegó a la conclusión anterior, ubicando las bases del proceso de internacionalización del capital en el siglo XVI y en parte en el siglo XVII. Así concibe dos factores importantes que dan lugar a la expansión del sistema, por un lado, destaca la súbita intensificación y extensión del comercio, y de otro, la creación de un nuevo mercado mundial, los cuales en su conjunto ejercieron una influencia predominante sobre el colapso del viejo régimen de producción y el auge del régimen capitalista.
Profundizando en el análisis sobre los grados de internacionalización y su vínculo con la base nacional señaló: "El mercado mundial constituye de por sí la base de este régimen de producción ya creado”. Sin embargo, al profundizar en las bases de este fenómeno identifica a la producción como el eje sobre el cual se mueve la expansión del mercado mundial. Concluyendo con la afirmación siguiente, “no es el comercio el que revoluciona la industria, sino a la inversa, ésta la que revoluciona el comercio".1
El sistema teórico marxista sugiere la idea de que el surgimiento de los mayores grados de internacionalización, son elementos constitutivos de un proceso más amplio: la transformación gradual del capitalismo en un sistema socio-económico mundial, lo cual se convierte en una necesidad imperiosa, en tanto es consustancial a su dinámica (en oposición a los modos de producción que le antecedieron). Por lo que se podría concluir señalando, que la producción capitalista se vuelve inconcebible sin el comercio exterior y las distintas formas de vínculos económicos externos.
El reconocimiento de esto, conduce a esta investigación a distinguir que el proceso de internacionalización, tiene por base el valor o desarrollo del trabajo abstracto materializado en el producto y su transformación en trabajo social. Para ello como dijera Marx -refiriéndose a este proceso- y que es válido para el desenvolvimiento del actual proceso de globalización- “son indispensables el comercio exterior y el mercado mundial. Estos factores son pues a la vez, condición y resultado de la producción capitalista".2
En una dimensión más profunda se podría explicar la relación existente entre la globalización y el proceso de producción de plusvalía, esto se fundamenta en la contradicción existente entre la aspiración del capital de producir una mayor cantidad de plusvalía, ampliar su escala de producción y la limitación de la "capacidad de consumo" de la sociedad. Esta contradicción del capital encuentra su salida en la ampliación de su campo de circulación, la cual se logra a través de mayores niveles de integración con el sistema de economía mundial, la que constituye el tercer momento de la circulación del capital, revistiendo en sus inicios la forma de comercio exterior. Esto se logra orientando la producción nacional cada vez más hacia el mercado exterior.
Caracterizando este proceso Marx señala que “la condición de la producción basada en el capital, es la creación de un campo cada vez mayor de circulación; da igual si este se amplía de manera directa, o con la creación de una mayor cantidad de puntos de producción". 3 De esto se puede concluir que la base del proceso de producción capitalista y su extensión hacia otros países está en el afán de obtención de plusvalía, creando múltiples puntos de producción de acuerdo a la dinámica de esta ley.
Desde el punto de vista de la creación de plusvalía, lo antes explicado, se expresa en el hecho de que el capital se extrema en "arrojar a la vida una mayor cantidad de plustrabajo en calidad de complemento de sí mismo: an fond esto significa la tendencia a extender por todas partes la producción basada en el capital".4 En términos de obtención de plusvalía relativa esto se manifiesta en que: "primero, se exige la ampliación cuantitativa del consumo existente; creación de nuevas necesidades, mediante la extensión de las ya existentes en un campo más amplio de circulación; tercero, producción de nuevas necesidades, descubriendo y creando nuevos valores de uso". 5
Un ejemplo de los aspectos planteados se podría ver en la actualidad, en como la crisis por la que está atravesando el proceso de acumulación capitalista, ha implicado modificaciones importantes en el proceso de reproducción del capital, lo cual tiene como finalidad favorecer el rendimiento del capital. En este contexto el proceso de producción de plusvalía se ve cada vez más afectado por factores de alcance global, donde el mecanismo de obtención de ganancias se modifica, de la competencia inter e intramal a la de países, y de esta a la de bloques regionales, junto a la acción que ejercen las grandes empresas transnacionales.
Lo anterior se observa con mayor nitidez en como el mecanismo de acumulación esta envuelto en una crisis que ha llevado a un proceso de financierización del capital, es decir, a que el capital se fije en su forma dineraria, obteniendo una renta que no podía obtener en la producción, liquidando todas las trabas que impiden el libre flujo del mismo. Y conduciendo a una producción cada vez más basada en el endeudamiento, cobrando así, un carácter cada vez más parasitario la producción capitalista.
Ello viene a confirmar lo planteado por Marx y desarrollado por Lenin, de que es “propio del capitalismo en general separar la propiedad del capital y la aplicación de este a la producción, separar el capital monetario y el industrial o productivo, separar al rentista, que vive sólo de los ingresos procedentes del capital monetario, y al patrono y a todas las personas que participan directamente en la gestión del capital”.6
Si comparamos la inversión en stock de capital de la economía en su conjunto, con el item en el sector de la manufactura, durante un periodo de largo plazo, (1960-1989) para tres de las economías más importantes del mundo, (EEUU, Europa y Japón) se podría constatar la disminución del peso de la manufactura, con relación al total de capital. El resto del crecimiento corresponde a actividades como los servicios no productivos, a los mercados inmobiliarios y formas varias de actividad especulativa. (Ver cuadro siguiente).
PORCENTAJE PROMEDIO DE CRECIMIENTO ANUAL DEL STOCK DE CAPITAL
(EN PARÉNTESIS MANUFACTURA)


 

 

1960-1973

1979-1979

1983

1989

EEUU

3.7    (4.0)

3.5 (2.3)

2.8 (1.3)

3.5 (2.1)

 

EUROPA

5.2    (5.1)

2.9 (1.3)

2.6 (0.8)

3.4 (2.0)

 

JAPÓN

12.4(12.4)

7.3 (5.4)

6.5 (5.4)

9.4 (7.6)

 

Fuente: Tomado de: Gryn Armstrong and Harrison. “Capitalism since 1945” Oxford, 1991 p. 32
Lo anterior es indicativo de que en la actualidad el proceso de valorización del capital se tiende a trasladar a la esfera no productiva, lo que no significa que se abandone la esfera productiva.  En ello han desempeñado un papel importante las innovaciones tecnológicas, las cuales propician los instrumentos técnicos que posibilitan la movilidad del capital financiero, operando en tiempo real. Esto permite una ampliación de los distintos puntos de circulación del capital, creando nuevas necesidades y nuevos valores de uso, a través de la compra de bonos, acciones o cualquier instrumento financiero desde una plaza como puede ser Manila en otra tan lejana como pueda ser New York.
Con ello se extiende por todas partes el proceso de valorización del capital de manera directa, por los niveles de interdependencia que crea, y de forma indirecta, por las implicaciones que tiene para el resto de la economía mundial, la cual queda siempre sujeta a los intereses del capital. De aquí se deriva la conexión de la valorización del capital con la globalización financiera, representando un proceso dirigido a la unificación del mercado financiero mundial, desarrollando el continuo, y más fluido comercio de capitales, por parte de agentes, que consideran las operaciones financieras nacionales e internacionales como parte integral de su actividad.7
Este proceso ha permitido sostener la perspectiva en el crecimiento y aumento de riqueza de la economía, a pesar de la crisis de acumulación iniciada a fines de los 60´, y principios de los 70´. 8 En Estados Unidos, según estimaciones, (1998) el valor de las acciones alcanzaba los 10.9 billones de dólares, mientras que el producto interno bruto llegó a los 8 billones de dólares. 9 Esto se explica en las mismas leyes del desarrollo capitalista; Marx argumentó esto, colocando su atención en el funcionamiento clásico del capital a interés (fracción de la plusvalía suplementaria obtenido por el préstamo de un capital y que es inferior a la ganancia media).10
Lo planteado se fundamenta por el hecho de que con el desarrollo de la actividad bursátil, capitalistas e instituciones de crédito invierten su capital dinero en acciones para obtener por medio de estos préstamos, la tasa media de interés como parte de la ganancia del capital, y el interés obtenido varía en proporción a la tasa media de interés que rinden las acciones, y el interés obtenido se mueve conforme a la ganancia realizada.
Por consiguiente, en las condiciones de funcionamiento del capitalismo actual es cada vez más típico su carácter parasitario, convulsivo y desigual, manifestándose su carácter destructivo. 11 Ello particularmente sucede bajo un periodo de crisis de acumulación capitalista, donde no se ha logrado recuperar la tasa de ganancia capitalista a los niveles necesarios para asegurar una adecuada valorización del capital, que permita re-impulsar el proceso de acumulación capitalista acorde con las ganancias esperadas.
Este es el fundamento que permite explicar el auge especulativo bursátil, con una diferencia para EEUU, según los datos anteriores, de más de 2 billones de dólares entre la producción real y su valuación bursátil.  Ello está dado en que las operaciones bursátiles se realizan con altos niveles de riesgos, lo cual se recarga al precio de las acciones y por lo tanto, el volumen total negociado tiene estas proporciones gigantescas con esta brecha creciente.
El carácter esencial de estas operaciones radica en la crisis de ganancia en que se ha visto envuelto el gran capital, asociadas a transformaciones estructurales del sistema, la cual tiende a ser compensada por múltiples factores. 12 Entre estos factores, en los últimos tiempos han tenido una connotación particular, el acrecentamiento del capital por acciones (explicado en el epígrafe anterior) y el desenvolvimiento del comercio exterior.
La rapidez con que crecen actualmente el comercio mundial y los mercados de capitales, comparado con la producción,13 sugiere la idea de que estos comportamientos están dirigidos a compensar los problemas de rendimiento de capital. Esto ha tenido como resultado una intensificación y expansión sin precedentes del proceso de globalización montado en los avances tecnológicos, de lo que se deriva la interrelación de este movimiento con la acumulación y reproducción del capital y el proceso de obtención de plusvalía.
Como conclusiones parciales de esta sección, se puede plantear que el debate conceptual sobre la globalización está dando lugar a una nueva perspectiva epistemológica, para explicar las interrelaciones globales, las cuales tomadas en su conjunto, permiten observar grados de racionalidad e irracionalidad, debido a su carácter complejo y contradictorio.
Tal vez, estemos ante el surgimiento de una nueva ciencia social que supera el marco de explicación del Estado-nación. Sin embargo, ello no excluye la base conceptual ofrecida por el marxismo, pues la ley de la plusvalía esencialmente, continua rigiendo tales procesos, sólo que ahora, se tiende a expresar con particular fuerza en el creciente entrelazamiento del capital financiero internacional, en los procesos de integración que se despliegan en el mundo, y en la profundización de la dependencia de los países subdesarrollados.
La aparición del concepto de globalización en el pensamiento contemporáneo es síntoma de los cambios estructurales por los que está atravesando el sistema capitalista de economía mundial, y que indican importantes modificaciones en la forma de concebir el desarrollo desde una lógica global. Ello indudablemente se expresa en el comportamiento de la relación trabajo-capital.

1  Carlos Marx. El Capital, Tomo III. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana 1980, p. 354. En la actualidad esta idea es utilizada por algunas de las posturas no marxistas que colocan en el tapete de las discusiones teóricas el “mito del libre comercio”, con ello cuestionan este planteando que: “la industria y no comercio, es la principal fuente de prosperidad”. : Esta proposición parte de la idea de que cuando la liberalización del comercio promueve la industria, eleva la productividad en su conjunto, así como el nivel de vida; pero cuando promueve los servicios a expensas de la industria, la productividad y los ingresos reales disminuyen. Ravi Batra. El mito del libre comercio Una propuesta audaz y provocadora para el futuro de la economía mundial. Op. cit. pp. 27-28..

2 Carlos Marx. Historia crítica de la teoría de la plusvalía. Editorial Venceremos, Vol. 2. La Habana 1965, pp. 250-251.

3 Carlos Marx. Manuscritos económicos (1857-1961), Parte I. Moscú (en ruso). 1980, p. 388.

4  Ibíd, pp. 388-389.

5  Ibíd, p. 389.

6 Vladimir Ilich Lenin. El imperialismo, fase superior del capitalismo. Editorial Progreso, Moscú 1983 p. 66

7 Vea: Sección Bursátil. “El proceso de globalización financiera en México”. En: Mercado de Valores, No. 14,  op. cit. p. 26.

8  La creación de riqueza se tiende a basar cada vez más en el crecimiento del capital especulativo que ha llegado a dominar sobre la economía que produce bienes, servicios y tecnologías reales. Si en 1970 el 90% del capital empleado en transacciones internacionales era “real”, en 1995 no era más que el 30%. Se calcula que por cada dólar surgido de la economía real, hay entre 30 y 50 dólares surgidos del mercado financiero girando en la ruleta de la economía “casino”. Esto ha colocado la economía mundial al borde de un proceso de destrucción de fuerzas productivas como es la crisis económica. Osvaldo Martínez Martínez. El efecto dragón. CIEM, Mimeo La Habana 1998 p. 4.

9  Ver: Juan Chingo y Julio Sorel. Elementos para una explicación marxista de la crisis del capitalismo imperialista. Dossier Economía Capitalismo Hoy. En: Estrategia Internacional No. 7 Marzo-Abril (Internet) 1998. P. 14.

10  “En tanto que el interés se presenta ahora como fruto propiamente dicho del capital…En este caso la forma fetichista del capital y la representación del fetiche capitalista llegan a su culminación. Es la capacidad del dinero o de la mercancía de hacer fructificar su propio valor, con independencia de la reproducción, es la mistificación capitalista en su forma más brutal. Es entonces en el capital productor de interés que se destaca con claridad ese fetiche mecánico: valor que se valoriza a sí mismo, dinero que engendra dinero. En esa forma, ya no ostenta las marcas de su origen” Carlos Marx. El Capital T III  op. cit pp.  395, 411-413.

11 La crisis asiática constituye un ejemplo particular de ello. Ver: Mario González Arencibia. La crisis asiática en el contexto de la globalización financiera. Revista Asia & Pacifico. Segundo Semestre. Centro de Estudio Sobre Asia y Oceanía. La Habana. 1999. pp. 17.

12  Ver análisis de Marx sobre las causas que contrarrestan la tendencia decreciente de la cuota de Ganancia. Capital Tomo III Capitulo XIV.

13  Ver: Panorama de la Economía Mundial. En: Anuario “el País”. España, 1999 p. 40-62.