ECONOMÍA POLÍTICA DE LA GLOBALIZACIÓN

ECONOMÍA POLÍTICA DE LA GLOBALIZACIÓN

Mario González Arencibia (CV)
Universidad de las Ciencias Informáticas

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Vulnerabilidades del Estado frente al capital

En este complejo escenario en que se redefine la relación trabajo capital, el Estado ha desempeñado un notable papel, en la entrega al capital privado de la explotación de las obras de infraestructura o empresas construidas bajo su mando donde el capital no tuviera que realizar ninguna inversión y gozara así de ganancias aseguradas con las privatizaciones; en los países subdesarrollados se ha desarrollado la entrega de las mismas al capital transnacional, quedando el trabajo a expensas de la regulación privada. De otra parte, el Estado ha aumentado la carga de impuestos regresivos al consumo y disminuido los impuestos sobre las ganancias y los sectores de mayores ingresos.
La consecuencia de lo anterior es que ha tiene lugar una contrareforma fiscal que hace recaer cada vez más el peso de mantenimiento del gasto público sobre los hombros del trabajo asalariado, mientras el capital se beneficia de los subsidios directos a determinadas ramas de la producción que se encuentran en decadencia o son poco competitivas. Basta mencionar la política agropecuaria común europea que otorga subsidios a los agricultores y ganaderos de centenares de miles de millones de dólares para no expandir su producción o directamente para no producir, mostrando el derroche de recursos que esto significa, al servicio de mantener la rentabilidad de los grandes productores agrícolas.
El Estado también se ha hecho cómplice de la reducción de las prestaciones a la clase obrera, con lo que se echan por tierra las concesiones que el capital se vio obligado a hacer para mantener la “paz social” en la postguerra los subsidios al desempleo, la seguridad social y el sistema de pensiones, lo que constituye una transferencia de plusvalía a favor del gran capital monopolista. En ello es relevante la privatización del sistema de pensiones que se está dando en muchos países capitalistas desarrollados e incluso subdesarrollados, lo que significa la utilización del salario diferido de los trabajadores como fuente de financiamiento de los capitalistas. El capital se hace garante de esta apropiación del ahorro obrero para su utilización como fuente de financiamiento.
Mientras el Estado asegura mayor libertad de movimiento de los flujos de mercancías y capital, impone cada vez más restricciones y controles al libre movimiento de fuerza de trabajo. Si en el periodo del “boom” el imperialismo alentó la inmigración, hoy en día cada vez más inmigrantes se ven sometidos a leyes restrictivas y racistas. Los datos sobre las migraciones indican que las personas que viven fuera de su país representan tan sólo entre el 2% y el 3% de la población combinada de los países de ingreso bajo y mediano y menos del 1% de la población de los países industriales.1 Estamos en presencia de una de las modalidades más convencionales del funcionamiento del Estado en el capitalismo: fragmentar “por abajo” y consolidar la dominación por arriba.2

1 Las migraciones en busca de trabajo se han mantenido al nivel de la década del 70. Ver: El mundo del trabajo en una economía integrada. Informe sobre el desarrollo mundial 1995. Washington, Banco Mundial ISBN 0-8213-2902-2, 1995 p. 11

2 Carlos M. Vilas. Pobreza, inequidad social y deterioro laboral en América Latina: ¿“asignaturas pendientes” o resultados sistémicos?. Ponencia presentada al evento de Globalización y Problemas del Desarrollo, La Habana  enero de 1998 p. 22.