ANÁLISIS DEL SECTOR TURÍSTICO COMO CLAVE PARA LA DEFINICIÓN DE ESTRATEGIAS DE MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA COSTA DE NAYARIT

ANÁLISIS DEL SECTOR TURÍSTICO COMO CLAVE PARA LA DEFINICIÓN DE ESTRATEGIAS DE MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO EN LA COSTA DE NAYARIT

Alejandra Guadalupe Gutiérrez Torres (CV)
Susana María Lorena Marceleño Flores (CV)
José Irán Bojórquez Serrano (CV)
Edel Soto Ceja (CV)
Eduardo Meza Ramos
(CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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Impactos económicos del cambio climático en el sector turístico

Los beneficios económicos son probablemente la principal razón por la cual muchos países están interesados en invertir en el sector turístico. En este sentido la contribución de este sector a la economía mundial es, evidentemente importante; el turismo es actualmente la segunda industria más grande del mundo, señala Brida et al., (2008). La relación que existe entre el turismo y el crecimiento económico, es medida por la participación que tiene este sector respecto al producto interno bruto; sin embargo en literaturas más recientes, los autores buscan definir cuáles son los efectos del sector.  Ivanov et al., (2006), refieren que el aumento de la participación del turismo en el PIB puede ser el resultado del estancamiento de otros sectores.
Al respecto Brida et al., (2008) señala que  los principales impactos económicos positivos del turismo se relacionan con los ingresos por divisas, la contribución a los ingresos públicos y la generación de empleo y oportunidades de negocios. Por lo que identifica que el gasto turístico tiene tres tipos de impactos. Los impactos directos, que se reflejan en el aumento de los ingresos por ventas de las empresas de servicios turísticos. Estas empresas pueden comprar bienes y servicios a proveedores generándose así los llamados encadenamientos. Los efectos indirectos, resultan cuando los proveedores directos compran sus insumos a otras empresas de la región que, a su vez, le compran insumos a otras empresas y así sucesivamente. Y finalmente los efectos inducidos, los cuales surgen cuando los propietarios de las empresas y empleados gastan sus ingresos. Esto, a su vez, desencadena una serie de compras por empresas intermediarias, además de mayor consumo, sumado al PIB y al empleo.
En un estudio en Portugal, Proença et al., (2005), mediante un ejercicio de correlación, encontraron que un incremento del 1% en la capacidad de alojamiento en el sector del turismo induce a 0,01% de aumento del producto de ingresos por habitante. En otro estudio se encontró que el crecimiento en el número de turistas per cápita produce un efecto positivo sobre el crecimiento económico de los países con los niveles bajos y medios del ingreso per cápita, pero no en el grupo de los países ricos (Brida et al., 2008). Sin embargo como mencionan Cárdenas et al., (2008), las condiciones climáticas favorables han jugado un papel importante en el desarrollo de los destinos turísticos, principalmente en el modelo de sol y playa. De ello el interés por entender que efectos tendría en el sector turístico, un posible incremento en las temperaturas.

Respecto al cambio climático, México se ubica entre los países con mayor vulnerabilidad ya que 15% de su territorio, 68.2% de su población y 71% del PIB se encuentran altamente expuestos al riesgo de impactos adversos directos del cambio climático (Cárdenas, 2010).  Se prevé que el cambio climático tendrá un impacto significativo en la participación en la recreación al aire libre a través de los cambios en las condiciones climáticas y modificaciones a los entornos que usan los visitantes. El turismo costero puede ser particularmente afectado por estos impactos, ya que los visitantes de la playa están fuertemente influenciados por las condiciones climáticas, y el aumento del nivel del mar podría tener un efecto significativo en la apariencia de las costas (Coombes et al., 2009). Los ambientes costeros y marinos han sido identificados como altamente vulnerables y "pueden ser especialmente afectados" por el clima, con implicaciones importantes para las actividades de turismo que tienen lugar en ellos (Moreno et al., 2009).

Los huracanes son una amenaza para el sector debido a la pérdida de empleos, infraestructura y atractivo turístico. Para la formación de estos fenómenos son necesarios, al menos, dos requisitos básicos: calor y humedad; como consecuencia, sólo se desarrollan en los trópicos, entre las latitudes 5° y 30° norte y sur, en las regiones y temporadas en que la temperatura del mar es superior a los 26°C (CENAPRED, 2007).

Algunos autores refieren que un incremento en la temperatura de entre 1 y 2°C puede ser positivos; más allá es probable que los efectos resulten negativos  (Tol, 2009). Nordhaus (2007) estimó la pérdida de bienestar por un calentamiento de 3.0°C, lo que representa una pérdida de 1.3% del PIB. Ahora bien, se estima que las emisiones del turismo crecerán a un ritmo de 152%, entre 2005 y 2035 de no tomarse medidas para reducirlas (Olivera, 2008). Si bien alrededor del 10% del PIB mundial se utiliza ahora para la recreación y el turismo (Bigano, et al. 2006); por elcambio climático al que también ha contribuido este sector, pueda afectarse el PIB de -0,3% a +0,5% en 2050. Cifra que podría verse incrementada en el orden de 1% a 2% del PIB por el calentamiento asociado con una duplicación de la concentración atmosférica de dióxido de carbono en fechas posteriores al 2050 (Pham et al., 2010).

El cambio climático puede afectar el PIB de entre 0.3% a 0.5% en 2050. Aunque en fechas posteriores al 2050 las estimaciones económicas de cambio climático están en el orden del 1% al 2% del PIB para el calentamiento asociada con una duplicación de la concentración atmosférica de dióxido de carbono. Como estos estudios excluyen la participación del turismo, esto implica que los impactos económicos regionales puede haber sido subestimados en más de un 20% (Berrittella, 2006).

Perry (2000), discute que el cambio climático para el turismo no solo plantea nuevos retos; también da lugar a oportunidades de inversión turística para aprovechar  las nuevas condiciones ambientales. En este mismo contexto, Pham et al., (2010) afirman que en el corto plazo, es posible que la  actividad turística pueda incrementarse en algunos destinos vulnerables al cambio climático, como resultado de curiosidad del viajero; pero a largo plazo parece más probable para inducir impactos más adversos, ya que las nuevas condiciones climáticas afectaran el número de llegadas de turistas, así como propiciaran cambios en las temporadas vacacionales.

Al respecto Cárdenas et al., (2008), encontraron una relación negativa entre la temperatura y la salida de turistas al exterior, al mismo tiempo que una mayor humedad ambiental alentaba a tomar vacaciones en el extranjero durante el mismo y el siguiente año. Por su parte, el turismo nacional mantiene una relación positiva con la temperatura y negativa con la precipitación. Agnew et al., (2001), encontraron una relación negativa entre la temperatura y la salida de turistas al exterior. En el caso de las llegadas, la relación con la temperatura se estimó positiva, de la misma manera que unas condiciones más secas y soleadas se asociaban al aumento en la llegada de turistas.

Existen numerosos estudios que estiman la relación del clima y el turismo, entre los principales aportes, Subak et al., (2000) analizaron el efecto de las anomalías climáticas en Reino Unido en el año de 1995 y los principales impactos que estas generaron para los sectores económicos. En el análisis implementaron las variables de ocupación de camas, número de viajes e ingresos. Las series resultaron ser menos sensibles a las fluctuaciones climáticas del verano que en otras estaciones. La tasa de ocupación de camas y el número de viajes mostraron una clara e inmediata relación con el clima. Cuando el tiempo es bueno y soleado, las series muestran un alza. La relación entre el gasto y el clima es más compleja y menos fácil de entender. El gasto interno cae unos seis meses después de una temporada de calor, por lo cual los cambios en los gastos como resultado de calor en 1995 se estima en alrededor de 239 millones de libras esterlinas.
En otro estudio, Agnew et al., (2006) analizaron tomando con base el año con datos anómalos la sensibilidad  del turismo de Reino Unido a la variabilidad climática (en escalas inter-anuales). Los resultados indicaron que los flujos salientes de turistas son más sensibles al cambio climático y la variabilidad del año anterior, mientras que el turismo interno es más sensible a la variabilidad dentro del año en el que realiza los viajes. Para el turismo hacia el exterior, condiciones más húmedas y más apagadas de lo normal en el año anterior parece animar a más viajes al extranjero. Mientas que condiciones más secas y las condiciones más cálidas de lo normal muestran un aumento en los viajes internos del mismo mes, pero un cambio en la dirección en los subsiguientes meses, lo cual es indicativo de la falta de elasticidad en el sistema. Los resultados sugieren que generalmente las condiciones más cálidas y secas del año 1995 beneficiaron a la industria turística nacional, se estima que los ingresos representaron 309 millones de libras esterlinas.
Previo a este estudio, Agnew et al., (2001) mediante un enfoque cuantitativo del modelo de regresión complementado con un enfoque cualitativo a través de encuestas de percepción de los efectos del clima, buscaron estimar los impactos del clima sobre el turismo internacional y nacional de Reino Unido, Países Bajos, Alemania e Italia.
La variable  denota el índice de interés (por ejemplo, las llegadas de turistas internacionales) y depende de su valor en el año anterior. La variable y = t es el tiempo. W representa la variable climática que se planteó la hipótesis de  la influencia de X. Dado que el clima de un tiempo anterior puede influir en el comportamiento actual, el valor de un año rezagado de W  también está incluido, y u denota el error. Los resultados indican que la temperatura se considera generalmente como la variable que tiene el mayor impacto al influir las salidas internacionales. Un aumento de 1°C en la temperatura en verano de los Países Bajos aumentó el turismo hacia el exterior en el año siguiente en un 3.1%. A nivel mundial, la temperatura del verano óptimo para el país de destino se estimó en 21°C, y los distintos países muestran poca desviación del valor global.

Bigano et al., (2005) investigaron los efectos de los fenómenos meteorológicos extremos en  los sistemas socio-económico de algunos países europeos a través de los dos análisis cuantitativos y cualitativos. En general, la temperatura es el indicador más fuerte del turismo interno. La relación entre el turismo y la temperatura es en general positiva en el mismo mes en toda Europa, excepto en las regiones de deportes de invierno. El impacto del clima depende también del tipo de destino, por ejemplo los centros turísticos costeros responden más favorablemente al verano. Por otra parte, no es sólo la temperatura lo que cuenta, sino también las expectativas sobre los niveles de temperatura futuros, la presencia de fenómenos meteorológicos y la ocurrencia futura. 
Donde  expresa en tiempo en la dimensión del modelo,  denota las noches camas y la llegada de turistas,  representa las observaciones anuales,  es la variable climática asumida por la influencia y denota el término de error.

En otra investigación, los mismo autores (Bigano et al., 2006a), realizaron un estudio econométrico con datos de 45 países de diferentes continentes y climas, e implementando las variables de llegadas de turistas internacionales, ingreso per capta del país destino, distancia entre los dos países y temperatura media anual del país destino. El cambio climático induciría a las personas a evitar los meses julio y agosto, y tener vacaciones en junio y septiembre en su lugar (en el hemisferio norte). Aunque un cambio estacional del turismo estaría limitado por las vacaciones, en el lado de la demanda (las familias que viajan en vacaciones escolares), así como en el lado de la oferta (los estudiantes forman un suministro de mano de obra temporal). Turistas de climas más cálidos responderían con más fuerza que los turistas de los lugares más fríos. Esto implica que los centros turísticos en los lugares que puedan ser demasiado calientes, deberían fortalecer la lealtad de sus visitantes de los lugares fríos, pero no de lugares con climas más calientes.

Bujosa et al., (2011) analizaron en España, la alta participación del mercado de los turistas británicos (27.4%) y alemanes (17.5%), por lo que la salida de los turistas internacionales frenarán su crecimiento ante los diferentes escenarios de cambio climático. Para estimar el impacto del cambio climático, implementaron el método de modelos de elección discreta ya que les permitía modelizar las elecciones tomadas por los individuos cuando éstos se ven obligados a elegir una opción de entre un conjunto de alternativas mutuamente excluyentes.
Donde  es la parte no estocástica de la utilidad indirecta recibida durante la ocasión de elección si el destino es visitado. De esta manera, son los atributos observados que caracterizan las alternativas disponibles para el turista y  es el vector de coeficientes estimados para cada uno de los atributos que entran en Finalmente, el término de error  captura la variación en las preferencias de los distintos turistas. Así, asumiendo que el turista visita el destino que le reporta la mayor utilidad posible, la probabilidad  de elegir la alternativa

Posteriormente los mismos autores (Bujosa et al., 2013), encontraron que en España la temperatura juega un papel central en la explicación del patrón observado de viajes interprovinciales basados en carretera. El efecto no lineal de la temperatura sobre probabilidades de elección pone de manifiesto la existencia de un nivel de umbral en el que el aumento de temperaturas conduce a una reducción en la probabilidad de un destino particular que se elige. El modelo emplea las variables longitud de las playas, playas urbanas, distintivo bandera azul, fondeo, distancia en relación con las temperatura alta, media, baja, presenta una bondad de ajuste del 28.03%. Los resultados les permiten a los autores concluir que el aumento previsto de las temperaturas afectará negativamente a las provincias situadas en la costa sur de España, en términos de probabilidades de elección, mientras que las provincias costeras del norte se beneficiarán de este aumento de las temperaturas.

En el análisis realizado por Lise et al., (2002), respecto los destinos de la OCDE, mediante un análisis factorial y de  regresión encontraron las temperaturas óptimas para los diferentes turistas y las diferentes actividades turísticas.
La variable   se incluye para filtrar las tendencias. La variable representa la posibilidad de que los países más grandes pueden recibir a más turistas.   es la densidad de población. La variable   capta el potencial de vacaciones en la playa. La variable  estima los niveles de los precios del lugar de destino, así como el disgusto de los turistas por la pobreza.  es el promedio de la temperatura del día y noche del mes más cálido.  es el promedio de la precipitación acumulada en junio, julio y agosto. Los resultados indican que una temperatura media de alrededor de 21°C es la ideal para la gran mayoría de los turistas internacionales. Esta preferencia es en gran medida independiente del origen del turista. Esto implica que el cambio climático tendrá un fuerte efecto en la demanda turística. Un calentamiento gradual podría  inducir a los turistas que busquen unas vacaciones en un destino diferente o en otra temporada del año.
Sookram (2009), en su estudio busco estimar el impacto económico del cambio climático en el sector del turismo en nueve países de la Cuenca del Caribe: Aruba, Barbados, la República Dominicana, Guyana, Jamaica, Montserrat, Antillas Neerlandesas, Santa Lucía y Trinidad y Tobago. Mediante una  función de la demanda turística, con la llegada de turistas como la variable dependiente
 es la llegada de turistas en el país de origen en el tiempo.  es el producto interno bruto de los países de origen.  es el ingreso per cápita en el país de destino.  es el índice de precios al consumo en el país de destino.  es el precio del petróleo.  es la temperatura y  es la precipitación. Los resultados de esta investigación proporcionan pruebas de que el sector turístico de la subregión del Caribe se verá profundamente afectado por el cambio climático. Es por lo tanto muy importante que los países caribeños promuevan medidas de adaptación y mitigación contra el inminente cambio climático, para sostener el crecimiento del sector turístico.

En estos estudios cualitativos, Gӧssiling et al., (2006) identificaron  que los  modelos expresan el comportamiento de los turistas como una función de tiempo, el clima y otros factores (como los gastos de viaje, la duración de la costa, etc), y por lo tanto necesitan ser vistos como enfoques deterministas a la comprensión de la elección entre la interacción de viajes y el clima. Las principales debilidades de los actuales modelos de predicción de los flujos de viajeros son:

  • La validez y estructura de bases de datos estadísticos
  • Suponen la temperatura como el parámetro de tiempo más importante
  • La falta de importancia de otros parámetros meteorológicos en gran medida desconocidas (lluvia, tormentas, la humedad, horas de sol, la contaminación del aire).
  • El papel de los extremos climáticos desconocidos.
  • El papel de la información en la toma de decisiones.
  • El papel de los parámetros no climáticos poco claros (por ejemplo, el malestar social, inestabilidad política, el riesgo, percepciones).
  • Existencia de variables problemáticas (terrorismo, guerras, epidemias, desastres naturales).
  • Linealidad supuesto de cambio en el comportamiento realista.
  • Los costos futuros de transporte.
  • Los niveles futuros de la renta personal disponible (presupuesto económico) y la disponibilidad de tiempo libre (presupuesto de tiempo) que se asignan para viajar seguro.

Por lo cual tanto desde el enfoque cualitativo como cuantitativo es importante analizar la relación entre el clima y la afluencia turística.