La  econometría parte de instrumentos estadístico – matemáticos de lo más complejos  para poder estimar la conducta de las variables económicas y predecirlas. El  tema es cómo pasar de un bien diagnóstico a un pronóstico con un grado de  certidumbre aceptable. El afán de predecir el futuro se basa en adelantarse a  los hechos, especular, creyendo saber qué va a pasar mañana, para controlar,  manipular o bien sacar ventaja (oportunidad). Es por ello que conviene tener en  claro algunos conceptos al respecto de adivinar los que esperamos suceda en el  futuro. Los economistas no cuentan con la bola de cristal, pero si infieren,  deducen e intuyen con base a la experiencia cómo se comportan ciertas variables  y qué esperar de ellas.
  Se  inicia con definir augurio, se entiende profecía, presagio o indicio de algo  futuro.
  Por  profecía se entiende un don natural que consiste en conocer por inspiración  divina las cosas distantes o futuras.
  Por  presagio se entiende una especie de adivinación por medio de intuiciones y  adivinanzas que predicen lo futuro o pretensión supersticiosa de descubrir las  cosas ocultas por medio de agüeros o sortilegios.
  Lo  que implica un augurio, presagio, indicio es la necesidad de previsión ante el  riesgo de que lo esperado no suceda. La contingencia o “plan B” es un elemento  importante en la planeación puesto que previene qué hacer ante el siniestro. 
  La  previsión es el antecedente de la planeación. Por previsión se entiende el  esfuerzo en el que convergen las tareas del Estado. Por planeación se entiende  la búsqueda de modificar factores para incidir correctiva o preventivamente es  sucesos esperados.
  Por  pronóstico se entiende el procedimiento estadístico de proyección a corto plazo  para variables coyunturales (Arana, 1990; 35).
  Por  prospectiva se entiende elaborar un cuerpo de hipótesis sobre el curso de la  historia. El país que más elabora planes previsorios fue la ex Unión de  Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Ahora bien, la cuestión de la  previsión es saber qué hacer para manipular el futuro y llevarlo a los  escenarios idealizados por el Estado. En la Unión Soviética la planeación  procura desde su inicio construir el socialismo, paso transitorio al comunismo.  En el capitalismo la prospectiva va con base al crecimiento de las  organizaciones y propiamente del mercado como de la economía. Entonces la  prospectiva conlleva políticas que coadyuvar a construir el futuro que se  quiere, y es la labora del Estado, sea socialista o demócrata.
  No  obstante durante el diseño de políticas que arman la prospectiva, la coyuntura  en que éstas se dan vienen a modificar o alterar lo originalmente propuesto,  incluso lo originalmente procurado. Por decir, la planeación en la Unión  Soviética se arma en distintos momentos de la historia mundial con coyunturas  diferentes que llevan a objetivos distintos a razón de eventos tales como la  primera guerra mundial, la crisis de 1929, la segunda guerra mundial, la crisis  de 1971, pasando desde el comunismo de guerra hasta el capitalismo de Estado.  En ello hubo 6 planes quinquenales.
  Es  por ello que es importante en todo esquema de planeación económica partir de  escenarios donde se vislumbren las amenazas y riesgos que hay implícitos en la  prospectiva creada. En México se puede afirmar que el escenario más importante  a considerar en su desarrollo es el de su principal socio económico y vecino:  los Estados Unidos de América, puesto que de cómo les va a ellos en gran medida  se explica cómo le va a la economía mexicana. El grado dependencia de ellos es  tal que el 95% de las exportaciones mexicanas tienen por destino la Unión Americana,  y el 95% de las compras en el extranjero del país provienen de la misma nación.  La estabilidad económica depende precisamente del balance comercial con los  norteamericanos, necesariamente la expectativa de crecimiento, al menos para el  80% de los negocios del país.