PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

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PLANEACIÓN ECONÓMICA

Ahora que inicia una nueva administración federal surge la interrogante al respecto de ¿cuál es el objetivo de la planeación económica? Lo primero a considerar es la de comprender la inscripción ideológico - política de la misma, en especial con base a los problemas sociales y económicos relativos a México con base o referencia a distintas corrientes de la teoría económica, de tal forma que adquiera el sentido crítico necesario para comprender el origen causal de los mismas y los criterios que se deben considerar para la resolución de problemas desde una planificación central de orden institucional y público.
En materia de economía política hay una polémica al respecto de si debe o no existir planeación económica, la que deriva de la cuestión de cómo entender la homeóstasis del sistema económico la cual deriva de concebir al capitalismo como el orden natural de inspiración divina donde opera "la mano invisible" de Dios ordenándolo todo, o bien, es un esquema social derivado de la imperfecta acción humana por lo que la justicia, la equidad y la igualdad son tres temas que el Estado debe garantizar mediante una acción directa en el mercado.
La planeación no es un proceso uniforme como sistema. La planeación se modifica dependiendo de las tendencias que se aborden dentro de las élites económicas y políticas que actúen dentro del Estado (Hernández, 2012; 4).
La planeación económica, después de la crisis de 1929 (la llamada Gran Depresión), adquiere especial relevancia puesto que tanto desde la óptica del liberalismo democrático como de los regímenes propios de la planificación central se admite que las fuerzas del mercado operan bajo condiciones imperfectas por lo que ambos esquemas, con variantes y grados de intervención distintos, admiten su necesidad. En este sentido, el interés de al respecto de la planeación económica es conocer o bien, evaluar los alcances que tiene en las regiones y tiempos donde se le implementa.
Es por ello que el principal punto del que se debe partir es la propia concepción que se tenga al respecto de qué es un plan. Es un documento donde se plasman todas las decisiones explícitas y congruentes para asignar recursos a propósitos pre establecidos (Miklos, 1998). Es por ello que en el Plan Nacional de Desarrollo de una administración entrante se espera se reflejen precisamente de las líneas de trabajo en que se utilizarán los recursos financieros del Estado atendiendo las demandas sociales y económicas en dos dimensiones: las consideradas estratégicas y las consideradas prioritarias. En lo público no se olvide que el interés es lo colectivo, y en este aspecto, lo que se procura finalmente es la equidad.
La elaboración de un plan nacional de desarrollo debe partir necesariamente de demarcar debidamente conceptos fundamentales respecto a temas tales como las diferentes acepciones relativas a planeación, plan, planificación, programación, planeación estratégica, planeación económica, entre otros conceptos. De no tener en claro estos aspectos sinópticos parten confusiones que en muchas ocasiones son uno de los principales causales de que lo perseguido quede simplemente como una mera enunciación o bien, como una intensión fallida (veleidad). En México la planeación económica se califica constantemente como veleidosa o meramente indicativa. Es por ello que lo primero es tener bien en claro la siguiente definición: ¿qué es la planeación? Es el proceso requerido para la elaboración del plan.
Por plan se entiende un conjunto de acciones sistemáticamente ordenadas para lograr de forma eficiente y eficaz cierta o ciertas finalidades ante un contexto que implica oportunidades, riesgos, fortalezas y amenazas. En ello se habla de acciones (inversión) como orientaciones (instituciones). Entre las fuerzas políticas consideradas de derecha (liberales y neoliberales, panistas, niños verdes y priístas), la planeación va más hacia las reformas institucionales que con respecto a la inversión pública. Contrario, la izquierda trabaja más por la inversión pública o participación directa del estado en la economía (keynesianos y marxistas, perredistas y rojos del PT).
La planificación es un concepto distinto a la planeación. Por ello es debido también definirla ¿Qué es la planificación? Es el ejercicio de la planeación, la aplicación concreta, vinculada con la instrumentación teórica requerida para transformar la economía o la sociedad.
De la planificación deriva necesariamente otro concepto de interés: la programación ¿Qué es la programación? Es el tratamiento económico entre el Estado y la empresa privada, en su afán de estimular el crecimiento de actividades dinámicas. Se articulan cronológicamente actividades que coadyuvan de manera armoniosa los esfuerzos y recursos aplicados al logro de lo perseguido. La programación de las fuerzas de la derecha es menos relevante que aquella que realizan las fuerzas de izquierda puesto que para los primeros una injerencia mínima del estado en la economía es lo sugerible, mientras que para las fuerzas de la izquierda una intervención álgida en la economía es lo recomendable y necesario.
En la planeación económica es importante categorizar las necesidades de actuar en lo estratégico (de lo que depende el desarrollo y de largo plazo, de lo que depende el destino de la nación), respecto a lo prioritario (de lo que depende el crecimiento y es de corto o inmediato plazo, de lo que depende el bienestar). Se  tiene por ello la necesidad de definir qué se entiende por planeación estratégica ¿Qué es la planeación estratégica? Es el proceso de relacionar las metas de una organización, determinar las políticas y programas necesarios para alcanzar objetivos específicos en camino hacia esas metas y establecer los métodos necesarios para asegurar que las políticas y los programas sean ejecutados, o sea, es un proceso formulado de planeación a largo plazo que se utiliza para definir y alcanzar metas organizacionales (Caldera, 2004; 2).
De la planeación estratégica el rubro de mayor peso es la respectiva a la económica ¿Qué es la planificación económica? Es un conjunto de esfuerzos sistemáticos para asegurar, acelerar y encauzar los procesos de crecimiento económico en una dirección  y objetivos pre establecidos, donde destaca la estabilidad a largo plazo, que se traduce en el fundamento de la prosperidad.
La planeación económica se inscribe en un proceso de decisiones políticas. De ello depende el grupo político en el poder o partido y su adscripción ideológica a la derecha o a la izquierda. Los primeros son dogmáticos y tratan más sobre orientaciones impuestas a las organizaciones, mientras que los segundos son más pragmáticos y hablan de acciones directas que coadyuvan con las organizaciones o empresas. El corte ideológico de política económica cambia en grado el grado de intervención estatal ¿Qué es la política económica? Es el conjunto de acciones y orientaciones que se implementan desde el Estado para coadyuvar al desarrollo con estabilidad a largo plazo.
La Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos define tácitamente la planeación de la economía como una actuación estatal autorizada por la ley de la República, que busca racionalizar los recursos humanos y naturales en el campo de la producción, distribución, utilización y consumo de los bienes, con el fin de lograr un desarrollo integral (López, 1992; 359).
Por lo anterior y ajeno al sesgo ideológico o político (intereses de clase), en una concepción meramente técnica, se tiene que el concepto de planeación es el siguiente: la planeación como una intervención del Estado dirigida a ordenar el desarrollo de la actividad económica y social, mediante la exigencia de un conjunto de alternativas para realizar los objetivos y las metas deseadas, con el mínimo de costo social, a través de programas y proyectos, tomando como consideración tanto de los recursos como de los medios disponibles.
Finalmente la planeación tiene un doble carácter: actuar en lo correctivo de los problemas vigentes, y de manera preventiva ante las amenazas y riesgos posibles. Y como ya se especificó líneas atrás el Estado puede actuar de dos maneras: indicativa o sugestivamente mediante las instituciones o leyes (la derecha), y mediante una injerencia directa de forma coercitiva o impositiva o inversión pública (la izquierda). En México es importante concebir estas diferencias puesto que la planeación económica en diferentes momentos de su historia moderna viene en vaivén entre una y otra tendencia política, por decir durante el desarrollismo domina la concepción socialdemócrata o de izquierda, mientras que a partir de 1982 viene a ir tomando peso la planeación de corte derechista o demócrata cristiana bañada de juicios liberales y neoliberales.
La corriente socialista afirma que la planeación económica que el Estado burgués lleva respecto a la economía capitalista obedece a la ley de la tendencia descendente de la tasa general de ganancia.
La teoría de la regulación nacida en Francia a fines de los años 70 del siglo XX cuyo principal autor es Michel Aglietta (1999) afirma que el Estado y su participación en la economía con empresas públicas y regulaciones económicas, se manifiesta en amortizar el descenso de la tasa general de ganancia y recurrir a la autonomía relativa del Estado para recubrir cualquier vicisitud que pueda poner en riesgo todo el esquema del modo de producción latente.
La teoría de la regulación comprende al Estado como una configuración política instrumental por parte de la burguesía donde la clase dominante lo detenta para mantener su supremacía ideológica, política y por supuesto económica (Poulantzas, 1979; 200 - 244).
Desde la teoría del marxismo clásico y contemporáneo se puede comprender a la planeación como una herramienta del Estado instrumento o sujeto de una clase dominante, que la aplica para defender, organizar y delimitar los intereses de esta misma clase y sus relaciones con las demás clases dominadas.
No obstante, la planeación, sea del corte ideológico que sea, implica un supuesto de optimización en el manejo de los recursos para el logro de los fines. En la instrumentación de la planeación económica hay dos conceptos que deben delimitarse para poder evaluar los resultados y la productividad de las política implementadas: la eficacia y la eficiencia.
Eficacia se refiere al logro cabal de los fines perseguidos. Es un concepto de maximización.
Eficiencia se refiere al uso debido y pertinente de los recursos disponibles en cuanto a su utilización de la mejor forma, de tal manera que se usen en lo mínimo posible, en el menor tiempo, con el menor costo, con el mínimo de esfuerzo o sacrificio. Es un concepto de minimización.
Las etapas de la planeación son: Diagnóstico, estrategia, objetivos, costos y financiamiento.
El diagnóstico se refiere a una breve descripción de la problemática a desarrollar. La estrategia se refiere a la presentación de los instrumentos elegidos para alcanzar el objetivo. La parte financiera obedece al manejo del presupuesto en la mejor asignación de gasto para lograr el avío de toda empresa de forma óptima, por lo que el objetivo se refiere al fin perseguido, mismo que debe ser cuantificable o mesurable.
En México, la planeación obedece a cuestiones técnicas o tecnocráticas. Desideologizada, trata de ser apolítica y atender cuestiones que no impliquen costos políticos o implicaciones de corte normativo. Se acepta la realidad tal cual es y no se le idealiza como debiera ser con base a la visión de alguna clase social o grupo político. La visión de la economía en equidad es un asunto que se desea pueda verse despolitizadamente, donde la norma democrática deje de lado aspectos como la posición socioeconómica, el acceso a las oportunidades, la injusticia … entre otros temas. Aunque la realidad indica que necesariamente la planeación debe partir de los intereses existente al respecto de la lucha de clases.