PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

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PLANEACIÓN ECONÓMICA Y DEPENDENCIA

Si bien, el endogenismo económico latinoamericano se guía primeramente por la influencia democrática norteamericana de la administración del presidente Franklin Delano Roosevelth en la década de los años 30 del siglo XX, es a partir de la posguerra que bajo la influencia de la CEPAL se establecen las directrices de la planeación económica en toda la región. No obstante, las naciones admiten paulatinamente y con singularidades las recomendaciones de este organismo multilateral, la autonomía de los estados no se ve truncada hasta los años 70 en que la crisis del fordismo estadounidense lleva a las cuentas de balanza de pagos de la región a déficit persistentes, lo que inicia una espiral creciente de endeudamiento sistemático de estas economías.
El ocaso del fordismo visto en los años 70 del siglo pasado es causa de que las economías latinoamericanas caigan en un endeudamiento creciente, donde destacan las principales economías emergentes como lo son México, Brasil, Colombia y Argentina. Mediante la solicitud de nuevos créditos los organismos financieros internacionales multilaterales como son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional imponen las directrices de la planeación económica a las naciones deudoras, es cuando la autonomía se empieza a perder, así como la propia soberanía nacional.
Realmente la autodeterminación y la autonomía económica vive de los años 30 a 1976 su época de oro, puesto que los Estados latinoamericanos delinean sus políticas con base a sus criterios de crecimiento estratégico como prioritario. El endeudamiento excesivo se traduce, entre otras cosas, a la subordinación en materia de decisiones políticas públicas a las directrices impuestas por organismos financieros internacionales como de otros gobiernos acreedores, de donde destacan los integrantes de la OTAN como de la OCDE.
Es a partir de la crisis del sistema de cambios basado en el oro - dólar de 1976 que se pierde la capacidad de los gobiernos latinoamericanos en establecer sus propios programas de desarrollo económico. La injerencia extranjera empieza a tomar peso de forma cada vez más acentuada des dicho año a 1988. En este último año, con la administración republicana de George Busch (padre), ante el excesivo y sofocante endeudamiento de las economías de la región, y por iniciativa de los Estados Unidos de América, se plantea la "Iniciativa para las Américas", que obedece al Consenso de Washington en materia de patentar tanto la doctrina Monroe (de 1823), como la doctrina Truman (de 1947) que consisten en concebir a América para los americanos e intervenir en aquellas geografías donde haya que respaldar la libertad, la justicia y la democracia. La iniciativa para las Américas realmente viene a imponer las tesis neoliberales a los gobiernos de la región a cambio de un relajamiento de sus compromisos financieros con la Unión Americana.
Durante el último lustro de los años 70 y durante toda la década de los años 80 la planeación económica pasa a ser una mera ilusión, cargada de elementos indicativos pero con un carácter meramente enunciativo.
El neoliberalismo es el costo social y político del endeudamiento excesivo latinoamericano. Lo impone norte América para lograr dar término al régimen proteccionista basado en el esquema de sustitución de importaciones. Donde finalmente el interés que se abran estas economías a la inversión extranjera como al comercio internacional, bajo acuerdos preferentes para los norteamericanos como lo es el TLCAN que establece ventajas fiscales principalmente en un trato que da ventaja a quienes lo integran respecto al resto de los socios comerciales que no son parte.
En México la planeación económica a partir de 1989, bajo la administración de Carlos Salinas de Gortari se unifica a las directrices dadas por el Consenso de Washington, por lo que vuelve a ser una planeación que se aplica y no solo es enunciativa, solo que ahora obedece a los intereses de transnacionalización y globalización y no a las ingentes necesidades locales y nacionales.
En México la planeación económica pasa de endogenista sectorial (estratégica) en manos del Estado y de tipo proactiva a exogenista regional (prioritaria) que deja al mercado el destino de la nación de tipo reactiva y coyuntural. De la autodeterminación a la sujeción económica, ya no a las grandes potencias sino a los grandes corporativos transnacionales.
El tratado de libre comercio con América del norte (1994) entrega las directrices del desarrollo económico de la nación mexicana a los intereses de las empresas extranjeras que invierten en el país, con base a sus intereses de costeo y competencia (eficiencia), sin concebir las demandas sociales de los mexicanos.
Las administraciones federales de 1988 a la actualidad en México presentan una planeación que inscribe los intereses de reproducción de las transnacionales en el país, y sujeta las demandas sociales de los nacionales a su condicionamiento a dichos intereses y en la cabida de ventaja en atenderlas en abierta subordinación. Es entonces que el estado mexicano no solo resulta un estado de ultraderecha, sino ultra burgués, plutonómico y plutocrático, fascista y en nada democrático… prueba de ello es el papel de las principales empresas del país donde destacan las televisoras en los comicios de 2006 y 2012.