PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

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PLANEACIÓN DEMOCRÁTICA

En un régimen democrático la planeación económica adquiere un carácter indicativo o sugestivo. Se debe tener en cuenta que en el capitalismo, el individualismo es derivado de la libertad, puesto que no es un concepto social sino de decisión de cada sujeto. Por ello, en la toma de decisiones el individuo es la base de la democracia. En el liberalismo el papel económico del Estado es ser un juez que emite leyes, un policía que supervisa se cumplan y un gendarme que resguarda a la nación.
No obstante, la libertad se acota a un juicio social con la influencia del pensamiento social demócrata. La experiencia keynesiana y el desarrollo del Estado de bienestar de los años 30 a inicios de los 80 del siglo XX admite que debe haber cierta injerencia estatal en el mercado, de ello se habla de las responsabilidades cívicas que implica la elección personal y por ello, el liberalismo como tal se ve como una tesis en desuso. La social democracia habla por ello de una libertad acotada, restringida, con responsabilidad cívica.
Otra corriente importante es la democracia cristiana, que con base a consideraciones éticas derivadas de pensadores propios de la corriente neoliberal indican que la libertad acotada cívicamente, no obstante, debe ser una restricción mínima a la liberta de elección de los ciudadanos. En ello el neoliberalismo considera que aparte de las tres funciones que le concede el liberalismo al Estado, otros aspectos de su mínima intervención deben competir a la competencia económica, la eficiencia económica y las externalidades negativas de la producción.
Como caso extremo aparece el concepto de libertad desde la óptica socialista. Mientras la planeación económica socialista pretende orientar la economía a una formación comunista, en el capitalismo democrático la orientación va orientada al crecimiento con equidad, justicia, igualdad y estabilidad a largo plazo.
En el capitalismo, bajo un régimen basado en las libertades individuales y la democracia la planeación adquiere un carácter indicativo. El principal objetivo de la planeación económica indicativa es la estabilidad de precios, una situación satisfactoria de la balanza de pagos, una distribución más equitativa del ingreso, una provisión pertinente de servicios públicos básicos, prosperidad material, desarrollo incluyente y convergente a nivel regional, aumento en la eficiencia y la productividad y condiciones de competencia económica libres, concurrentes y reguladas.
La planeación socialista tiende a ser central, la socialdemocracia supone una planificación descentralizada, en el neoliberalismo más allá de la descentralización está el federalismo democrático como fundamento de la planeación.
En el México actual la planeación tiene un marcado sello neoliberal. La justificación de la injerencia estatal en la economía con base al neoliberalismo es que solo el Estado tiene la capacidad de realizar megaproyectos, que no son viables para un particular y sí son necesarios socialmente, como es el caso de ciertas obras públicas como presas gigantescas, redes de comunicaciones terrestres muy amplias, ferrocarriles a dimensiones nacionales, por citar algunos.
La ventaja de una planificación de corte dictatorial, como lo es la dictadura del proletariado en una economía socialista, es su carácter impositivo, por lo que son altamente efectivas, aunque se cuestionan los costos sociales y de derechos civiles de quienes sufren una dictadura. Existen algunos regímenes fascistas no socialistas, como fue la dictadura de Augusto Pinochet en Chile (de 1973 a 1998), que no obstante siendo altamente efectiva en materia de política económica, resulta nefasta en lo social y en lo político. Las dictaduras en el capitalismo, contrario al socialismo, no procuran la imposición  de la justicia, sino la imposición de fórmulas de injusticia social, son fórmulas de imposición sobre el derecho, donde el interés de algunos suprime el estado de derecho. En el socialismo, la dictadura del proletariado es el garante de la supremacía de la justicia sobre el interés de los intereses de los individuos.
En una sociedad capitalista, de corte democrático la planeación económica es indicativo - sugestiva por lo que su efectividad es cuestionable por dar resultados a largo plazo y con costos económicos altos, aunque se tiene un Estado de derecho respetuoso, libre, transparente y democrático. En la planeación económica capitalista el interés parte no de lo colectivo y la equidad, sino del bienestar individual (que se confunde con el confort material), la prosperidad y la mejora de las oportunidades para las empresas.
En la posguerra, las naciones occidentales de Europa implementaron regímenes capitalistas con fuerte sesgo socialdemócrata, destaca Francia en ello que incluso tuvo administraciones regidas por partidos socialistas. El mismo caso es para Inglaterra bajo las administraciones del partido laborista.
En Inglaterra la planeación económica no obstante no reviste como en Francia un carácter en favor de los trabajadores, sino de los empresarios. Se trata de proveer servicios en favor de la industria y su prosperidad, fomentando el mercado, el libre comercio e implementando políticas que vengan a abatir la tendencia descendente de la tasa general de ganancia.
El ejercicio de la planeación a nivel mundial desde inicios del siglo XX es un vaivén de posturas diversas que van de posturas radicales (liberalismo Vs. Socialismo) a modalidades más tolerantes (democracia cristiana Vs. Social demócratas), que en la tónica de la teoría económica se matizan en polémicas entre neoliberales y keynesianos. En México, las tesis neoliberales dominan desde 1988 a la actualidad, los resultados se expresan en agravamiento de la polarización económica, estagnación, exclusión, injusticia, inequidad y desigualdad crecientes. Lo que explica el sistemático aumento de la violencia en el país.