PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

PLANEACIÓN Y REFORMAS ECONÓMICAS EN EL MÉXICO POSTMODERNO

Jorge Isauro Rionda Ramírez (CV)

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ORÍGENES “DE LA DERECHA” EN MÉXICO

La invasión bonapartista a España en 1808 lleva a la promulgación en el Puerto de Cádiz el 19 de marzo de 1812 de la Constitución Política de la Monarquía Española. Bajo la influencias de la Ilustración y revolución francesa de 1789, el contenido de esta carta magna es abiertamente jacobina y basa en gran medida los derechos de las personas en cuestiones de orden natural y no divino, lo que atenta contra los estamentos y privilegios de las clases cuyos títulos de nobleza parten de indulgencias de la Iglesia católica, como de la Monarquía española.
Las constituciones de Francia de 1793 y 1795, dan a las cortes amplios poderes, lo que reduce el poder de la monarquía, le otorga un papel de mero poder ejecutivo, se establece el poder del pueblo, viene a abolir la inquisición, otorga libertad de expresión como de imprenta. Aspectos que aparecen como componentes importantes en la constitución de Cádiz de 1812. En esta última también se establece la paridad entre Metrópoli y colonias en cuestión de representación de las cortes y peso en los empleos de la administración pública. Se divide a la Nueva España en 5 provincias con autonomía de gobierno entre ellas, por lo que el poder virreinal se deduce a solo una provincia, la que le alberga (México), (Del Río, 2001, 11).
La Independencia de México, tal como lo afirma Francisco Martín Moreno (2007) es resultado no del movimiento independentista iniciado por Miguel Hidalgo en 1810, que culmina con el fusilamiento del mismo en 1811, sino de la conspiración alentada por la Iglesia católica de la Mitra que se reúne en la Iglesia de la Profesa, en la ciudad de México en 1820 (Del Río, 2001; 9). En dichas reuniones destaca el personaje del Coronel Agustín de Iturbide.
El interés en promover la independencia de la nación mexicana del la Corona Española por parte de la Iglesia católica tiene que ver con respecto a no admitir se gobierne bajo las leyes que emanan de la Constitución de Cádiz de 1812, impuesta al Rey Felipe VII por una revuelta en su contra por el pueblo español, que desea se gobierne bajo una constitución (la herencia que deja la invasión bonapartista a España). Para 1820 en la península ibérica se promulgan leyes nuevas que proclaman los derechos del Hombre, el sufragio universal. La libertad de imprenta como de expresión, como se decreta la separación de la Iglesia del Estado, tema que supone en los virreinatos que necesariamente viene a ser replicado.
La revolución de independencia de 1810- 1811 en Nueva España pierde fuerza desde la muerte de sus principales caudillos. Para 1820 le sobreviven de manera aislada algunos combatientes tales como Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, principalmente.
El Coronel Agustín de Iturbide logra incorporar a su ejército lo que queda del ejército insurgente cuyo principal representante es Vicente Guerrero, lo que viste al movimiento de aparente legitimidad y autenticidad como movimiento pro independentista.
Consumada la Independencia de México en 1821, la Iglesia católica trata de restablecer el orden institucional prevaleciente desde tiempos coloniales, aunque ahora como parte de la vida independiente. La cuestión es no dañar las bases estamentales que sostiene su poder en la sociedad mexicana, como los títulos de nobleza y privilegios que gozan los criollos desde tiempos coloniales. El fundamento de la nueva era independiente para la Iglesia católica no es reformar, sino fomentar: de ahí el peso que adquieren ciertos grupos de criollos conservadores tales como Esteban de Antuñano y Lucas Alamán una década después de consumada la Independencia.
Al desconocerse a la Monarquía española, se cuestionan el orden que esta había establecido en la Nueva España, el México independiente entonces tiene necesidad de contar con una nueva monarquía que re establezca y de nueva legitimidad a los estamentos como a los títulos de nobleza con que goza tanto la clase clerical, la militar como la de los criollos. Dichas clases, bajo el liderazgo de la Iglesia católica alientan entonces la formulación del primer Imperio mexicano, cuyo monarca es Agustín de Iturbide (Moreno, 2007).
Es el primer Imperio cuyo monarca Agustín de Iturbide el antecedente más directo en la historia de México de posterior corriente ideológica y política que ahora se nombra como demócrata cristiana.
La independencia de México en nada revierte el reparto económico que la conquista hace entre españoles (blancos) e indígenas. De los españoles ricos, las propiedades son heredadas a los criollos ricos (dominantemente blancos, aunque ya existe entre éstos mestizaje). El pueblo, indígena y mestizo sigue siendo la mano de obra, el peón, el empleado, el dependiente dentro de la sociedad mexicana dominada por los grandes mercaderes, mineros, militares, clérigos y otros tantos empresarios criollos.
La existencia de la masonería yorkina fundada en 1824 en la nueva nación independiente alienta a personajes que son parte de su cofradía como el propio Vicente Guerrero, Nicolás Bravo, Guadalupe Victoria, Santa Anna para socavar el imperio de Iturbide e instaurar la República. Los criollos se encuentran divididos entre dos bandos: quienes quieren reformarlo todo y seguir los pasos de Inglaterra y los Estados Unidos de América en el desarrollo capitalista, y quienes desean que todo continúe igual, solamente fomentando el desarrollo de un capitalismo incipiente y más autónomo.
La corriente conservadora del periodo independiente de México del siglo XIX es el antecedente más directo de la derecha de este país. No obstante, la derecha no tiene como única raíz a los liberales fomentistas, sino también en ulterior momento se le suman los propios liberales reformistas. Lo que queda claro es que si bien la derecha se compone de fomentistas y reformistas, sobre todo se compone de un fuerte sesgo ideológico liberal y procapitalista.
La fundación del partido conservador, por Lucas Alamán y Escalada (1792 – 1853) establece un programa político que viene a dibujar lo que posteriores partidos conservadores hilvanan como fundamento ideológico de lo que hoy se considera la democracia cristiana: en pro de la Iglesia católica, como principales aliados, a favor del latifundismo y el poder de la plutocracia. El ideario de Lucas Alamán y Escalada es replicado de varias formas en los ideales del Partido de Acción Nacional desde su fundación en 1938.
Afirma Del Río (2001; 19) que “A partir de la Revolución Francesa, en donde por cuestiones de colocación los defensores de las ideas diabólicas de cambiar las cosas se situaron a la izquierda, mientras que los que defendían los derechos “divinos” estaban a la derecha, se empezó a hablar de IZQUIERDA y DERECHA. Los de la Izquierda eran los liberales o partidarios de la libertad, y los de la Derecha los que luchaban por conservar sus tradicionales privilegios. Unos querían cambios, otros se oponían a ellos. Y no es por nada, pero los que no querían cambios lo hacían porque tenían todo…”
La cuestión citada por Del Río es un punto de vista interesante entre lo que hoy se conoce como derecha e izquierda, pero a diferencia de este autor, quien esto escribe considera primero, que ambos bandos son liberales (fomentistas del capitalismo con fuertes atavismos feudales o reformistas en pro de un capitalismo abierto). Por otra parte, después de la revolución mexicana, ambos bandos (compuesta por la clase alta del país) se integra en un solo bando político: el PAN. La izquierda a mi parecer viene a darse con el movimiento de los trabajadores del país cuyo principal antecedente es la formación del la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM)1 en 1918. Sin negar la fundación de la Casa del Obrero Mundial 2 en la ciudad de México en 1912 integrada por obreros mexicanos y anarco sindicalistas españoles ligados a la Confederación Nacional del Trabajo 3 de España.
El liberalismo suma a los dueños de la riqueza del país que para el caso de México se integra por empresarios, comerciantes, mineros, militares y clérigos, dominantemente población blanca, quienes conforman la llamada derecha cuyo principal componente ideológico es la democracia cristiana, aunque el liberalismo conlleva una fuerte cimiente protestante o ingrediente de la revolución conservadora de Martín Lutero, lo que lleva posteriormente a dividir a la derecha con respecto a los cristiano católicos. No obstante el pragmatismo de la clase burguesa se impone, de ahí la llamada “doble moral” de este grupo político.
La derecha en sus orígenes (siglo XIX) sostiene como principales baluartes de lucha política los siguientes puntos:

  1. Defender un régimen basado en la propiedad privada.
  2. Va contra toda influencia extranjera, a favor de preservar los valores culturales de la nación mexicana.
  3. La defensa de los intereses y privilegios de la Iglesia católica.
  4. La defensa de los intereses y privilegios de la clase empresarial como propietaria de la riqueza de la nación.
  5. Se muestran en pro de un gobierno de carácter oligárquico (originalmente en el siglo XIX centralista, aunque a fines del siglo XX la derecha va en pro del federalismo).
  6. El rechazo a la democracia.
  7. Temor al cambio.

Posteriormente (siglo XX) su ideario cambia a una expresión más posmoderna:

  1. Defienden la propiedad privada y el libre comercio, van contra toda forma de intervención estatal.
  2. Ven como ideal la forma de vida anglosajona la cual importan e imitan.
  3. Defienden los intereses políticos de la Iglesia católica y buscan rescatar sus privilegios perdido, mas no tanto de la religión católica. El pragmatismo luterano les influye.
  4. Domina la ideología pequeño burguesa, reaccionaria y de un conservadurismo cuestionable ante los intereses económicos.
  5. Son federalistas, pero más que de un federalismo de poder, se trata de un federalismo fiscal, a favor del desarrollo regional del país contra la concentración de la vida pública y empresarial del Distrito federal.
  6. Ven a la democracia como un medio, mas no como un fin, lo importante es arribar al poder. Siguen teniendo una abierta simpatía al sinarquismo.
  7. Cuestionan el cambio cuando lesiona los intereses de los grandes corporativos nacionales, como son sus apologetas cuando el son convenientes.

Controvertida, la derecha se integra finalmente de dos corrientes que en algún momento de la historia de México se enfrentan: los fomentistas y los reformistas, grupos finalmente liberales integrado por los ricos criollos del país. Posterior a la revolución mexicana ya se les ve como frente político unido encubierto por la formulación de un partido de abierta derecha: el PAN.
La derecha a mudado de piel según el grado de desarrollo capitalista que adquiere el país, como de su integración a la comunidad internacional. No obstante, sigue siendo un cuerpo político bastante fuerte, que aliena a políticos de distintos partidos tales como son del PAN, el PRI y el PVEM, principalmente. Incluso la llamada corriente “democratizadora” dentro del PRD liderada por los “chuchos” viene en esta línea.
Transitan de un conservadurismo profundo de tipo decimonónico a un pragmatismo abierto en el siglo XXI, pero cuyas reminiscencias sirven de principal lastre y estigma político que le entorpece en su programa de gobierno al presentarse como un cuerpo desunido, con fuertes componentes de desintegración y conflictos. Con fuerte atavismos estamentales y de intereses de grupos plutocráticos, su anquilosamiento no obstante emana de los intereses de una institución cuyo peso le sigue siendo muy alto: la Iglesia católica, principal institución conservadora del país.

1 Tomado de la Internet el 17 de mayo de 2012 del portal http://es.wikipedia.org/wiki/Confederaci%C3%B3n_Regional_Obrera_Mexicana

2 Tomado de la Internet el 17 de mayo de 2012 del portal: http://es.wikipedia.org/wiki/Casa_del_Obrero_Mundial

3 Tomado de la Internet el 17 de mayo de 2012 del portal:  http://es.wikipedia.org/wiki/Confederaci%C3%B3n_Nacional_del_Trabajo