El termino ecoturismo aparece normalmente referidas al turismo interesado en visitar espacios naturales protegidos y conocer la flora y la fauna de los países y comarcas que se visitan (Sanz Domínguez, 2002).
El ecoturismo es la forma de recreación más sana y gratificante de que dispone el ser humano para salvar las barreras que se interponen entre sus sentidos y la naturaleza, es decir, para entrar en contacto directo y a plenitud con el medio natural que le sirve de escenario a su existencia. Es una forma diferente a las tradicionales de aprovechar o beneficiarse de la naturaleza, de entrar a sus recintos sagrados con el debido respeto y cuidado para no causar daños a los habitantes del bosque, mar, costa, río o montaña.
Aunque el ecoturismo no es de ninguna manera una idea nueva, tampoco lo es el hecho de que, desde hace tan sólo unos pocos años, su conocimiento ha comenzado a ser abordado de una manera sistemática (Sandoval, 2007).
El ecoturismo no es un turismo de masas, sino precisamente la alternativa a esa práctica de turismo, una alternativa para esa práctica ambientalmente insostenible, que sobrecarga recintos naturales muy frágiles, poniendo en riesgo en muchas ocasiones valores ecológicos esenciales y únicos de la naturaleza, que provoca una demanda de recursos por encima del disponible por una persona promedio (Jiménez, 1992).
Por su parte, el ecoturista, es toda persona que tiene la capacidad de apreciar, distinguir y cuidar todos aquellos elementos, ambientes y recursos del entorno natural, que tienen atributos o características muy singulares, sobresalientes, únicas o que conservan la esencia de lo original. El ecoturista tiene un alto sentido del asombro, disfruta a plenitud de todo aquello que ni la tecnología ni el desarrollo pueden crear, y sobre todo, no daña, no contamina y respeta el orden establecido por la naturaleza. Por eso se afirma que ecoturista no puede ser cualquier persona.
El ecoturismo es ante todo una práctica responsable y respetuosa del orden natural establecido. De esta manera, la persona que lo practica, en lugar de alterar o perturbar, puede contribuir a que la vida se exprese con todo su esplendor, garantizando el libre tránsito de las especies y el flujo energético que sostiene todos los procesos vitales y esenciales del planeta.
Según la Organización Mundial del Turismo, el turismo en la naturaleza es una motivación al alza con un crecimiento relativo del 60% en los últimos años. El aumento de la polución y de la población en las grandes ciudades y una mayor conciencia medioambiental son las causas directas. El objetivo que se busca con este tipo de turismo es un cambio del ritmo de vida, huir del estrés y de la contaminación urbana.
3.3.1 Las potencialidades ecoturísticas en Republica Dominicana
República Dominicana dispone de una gran variedad de recursos aptos para la configuración de productos ecoturísticos, y para en un futuro poder competir con las grandes potencias mundiales de esta tipología de turismo, como son Kenia, Costa Rica, Belice, Estados Unidos e Isla de Madeira.
En República Dominicana encontramos 122 áreas protegidas, muchas de ellas acondicionadas para la visita de la población residente en el país y de los turistas. Ofrecen una gran variedad de recursos para la práctica del ecoturismo; playas únicas, los manglares más expresivos del arco de las Antillas, una impresionante biodiversidad, espectáculos indescriptibles del soplo y salto de la ballena jorobada, una gran diversidad de senderos, una gran cantidad de balnearios termales, aguas azufradas, rutas de flora y fauna, y un sinfín de recursos más. A través de estos recursos un ecoturista puede realizar desde caminatas descalzo sobre la arena, ascender montañas, penetrar por cavernas y cuevas, montar a caballo, bote, piragua o bici, contemplar las puestas de sol, observar flora y fauna, pasear por el bosque, bañarse en río, playa, balnearios naturales o piscinas, hasta trepar por las diversas cascadas que encontramos en el país, entre innumerables aventuras más.
Por lo tanto, encontramos que Republica Dominicana cuenta con una gran diversidad de recursos para la práctica del turismo ecológico, con grandes posibilidades para realizar actividades diversas dentro de sus áreas protegidas. El reto ahora será como convertir todo ello en producto ecoturístico, promocionarlo y comercializarlo.
Hasta ahora, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales sólo ha creado tres productos relacionados con el turismo en la naturaleza: eco-ruta Santo Domingo Este, ecoruta Santo Domingo Oeste y eco-ruta María Trinidad Sánchez.
3.3.2 Las eco-rutas existentes en Republica Dominicana
A continuación explicaremos las tres eco-rutas existentes en el país.
Eco-ruta María Trinidad Sánchez: es una ruta donde se observan los tesoros naturales más hermosos de la costa atlántica en Republica Dominicana, apreciando paisajes muy hermosos que elevan el espíritu y transmiten la fuerza y la energía que solo la naturaleza puede ofrecer. Los hermosos cocoteros y las playas de la bahía escocesa conducen por estaciones de un itinerario de ensueño. Es la principal ruta ecoturística del país. Los puntos de especial interés en el itinerario son los siguientes:
Eco-ruta Santo Domingo Oeste: es un itinerario que recorre los principales recursos ambientales de interés del oeste de la ciudad de Santo Domingo. Las paradas que encontramos en la realización de la ruta son las siguientes:
Eco-ruta Santo Domingo Este: es un itinerario que recorre los principales recursos medioambientales de especial interés del este de Santo Domingo. Las paradas que encontramos en la realización de la eco-ruta son:
Tras mencionar y explicar las tres rutas ecoturísticas existentes en República Dominicana, en el siguiente capítulo abarcaremos los planteamientos metodológicos utilizados en la investigación.