COMPETITIVIDAD REGIONAL DE LAS EMPRESAS MANUFACTURERAS DE MÉXICO

COMPETITIVIDAD REGIONAL DE LAS EMPRESAS MANUFACTURERAS DE MÉXICO

Genaro Sanchez Barajas (CV)

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Introducción

La presente propuesta da seguimiento al proyecto de investigación  que  el H. Consejo Técnico de la Facultad de Economía autorizó para que el suscrito realizara del 01 de febrero de 2007 al 30 de enero de 2008, cuya instrumentación corrió a cargo del mismo quien se  coordinó con el Dr. Joel Bonales Valencia de  la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo y, de la Dra. Francisca Parra Guerrero de la Universidad de Málaga (España), estudio que se denominó:
 “AGRUPAMIENTO EMPRESARIAL DE PRODUCTORES Y EXPORTADORES DE AGUACATE  DEL ESTADO DE  MICHOACÁN A ESPAÑA Y LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA”

Dentro de las recomendaciones sobresalientes de ese estudio, destacó la de estudiar posteriormente la factibilidad de igualar el nivel competitivo entre las empresas regionalmente, tanto individual como colectivamente, es decir, en agrupamientos empresariales con el objetivo de que éstas asociaciones por su efecto masivo contribuyan a alcanzar metas comunes de mediano y largo plazo, metas orientadas hacia el  desarrollo de la competitividad de las escalas de producción , para que ésta se manifieste en la factibilidad de introducir conjuntamente innovaciones tecnológicas, cuya implementación sin afectar la ecología, pueda incidir en las cadenas de valor por medio del aumento en la productividad de las empresas y del incremento en la eficiencia de su organización y administración colectiva, para que en turno, incidan en el abatimiento de sus costos directos e indirectos de producción, de comercialización y distribución,  tanto en los mercados nacionales como en los internacionales.

Se estima que al generarse el círculo virtuoso regionalmente, al aumentar la rentabilidad y productividad de las empresas con el incremento en su competitividad, ello permite el uso permanente de procesos de fabricación y de servicios estratégicos que usen materias primas, mano de obra, insumos, maquinaria y equipo locales, así como el incremento y consolidación de mejores sueldos y salarios cuyo efecto inmediato será la mejoría que se obtenga en la calidad de vida las familias de los trabajadores, y de la población en general, por el efecto multiplicador que producen los salarios y las inversiones rentables de las empresas competitivas local y mundialmente.

Conexión con las empresas manufactureras
La factibilidad de este enfoque de crecimiento regional basado en el desarrollo competitivo de las empresas tanto en mercados internos como externos, se fundamenta en la capacidad que se observa tienen las empresas para agruparse, estimulada ésta última por la relativa facilidad que ahora tienen (sobre todo las empresas manufactureras) para usar las TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunicación), que en su carácter de pilares de la sociedad del conocimiento, permiten el acceso por medio del internet (y de otros medios de vinculación) a la información que les admita mejorar su eficiencia operativa en cada uno de los módulos ( departamento de producción, de finanzas, de personal, de mercadotecnia, etc.) que las integran sin importar el espacio en que se encuentres. En sí, ahora es posible que una empresa “Investigue globalmente y opere localmente”.
Bien, si se han ampliado las fronteras de los mercados y si existe información suficiente para conocer y tipificar a más consumidores (demanda) que antes, entonces su información aunada a la de los Censos Económicos que elabora el INEGI, constituyen el basamento  para  evaluar las políticas públicas y empresariales aplicadas hasta el momento geográficamente en su apoyo, así como para formular estrategias de desarrollo regional de los tres órdenes de gobierno  para  los cuatro tamaños de empresas manufactureras, con objeto de incrementar el uso de su capacidad instalada ( mucha de ella ociosa) , para así fortalecer sus cadenas de valor, para corregir los desequilibrios que afloran en su operación desarticulada entre sí, y, para fomentar el empleo y dinamizar la economía con el uso prioritario de mano de obra y materias primas locales . En este contexto, por el impacto que tiene el sector industrial con su valor añadido en el desarrollo territorial, lo anterior constituye una buena oportunidad para dinamizar la economía y para combatir el flagelo del desempleo que campea a lo largo de los casi 2500 municipios del país distribuidos en las 32 entidades federativas del país.

Justificación de la investigación que se propone
Así: a).-  Por los beneficios macro y micro económicos antes descritos que puedan tener las empresas manufactureras y; b).-  Sabiendo claramente que se puede aprovechar la experiencia obtenida con la  investigación anterior para garantizar resultados sustentados científicamente; c).-  Considerando que su realización indudablemente incrementará mi formación académica, y d).- Pensando que los resultados de ésta investigación aplicada a la economía real, fortalecerá el lazo de unión entre la academia, el sector público y las empresas, consideré pertinente proponer a la Facultad de Economía darle continuidad al estudio de hace cinco años, puesto que:
1.- Estoy seguro que el fomento del desarrollo regional es la piedra de toque para dinamizar la economía y para resolver muchos de los problemas económicos nacionales dentro de los que destacan: a).- El uso cuestionado del gasto público que incide en la atonía económica local; b).- El desencanto de los jóvenes por no contar con un empleo permanente y bien remunerado en los lugares en que residen, así como c).- La creciente capacidad ociosa del aparato productivo nacional porque las empresas no exploraran mercados alternos a los tradicionales;
2.- Al subsistir estos problemas debemos continuar tratando de resolverlos; al respecto, creo que parte de la problemática descrita se debe a que no hay una planeación territorial  apropiada de las diferentes escalas de producción  en el país, situación que ha producido la macrocefalia en el altiplano mexicano, el incremento en los costos de los servicios que el Estado está obligado a proporcionar a los mexicanos y, la cancelación de la alternativa de gestar nuevos polos de desarrollo que incrementen y consoliden el tejido socio-económico  nacional;
3.- En este contexto, puesto que la Carta Magna  iguala oportunidades entre los ciudadanos, cualesquiera que sea el  lugar en que se hallen,  cabe preguntarnos, si su expresión social  y espacial  representadas por la población y por la geografía correspondiente a la división política de los municipios y entidades federativas, ¿ Realmente se hallan en equilibrio?, es decir,  si por motivos prácticos partimos de la consideración de que  por desarrollo regional se entiende el equilibrio que exista entre el crecimiento de la población y el de  la economía en un espacio  y tiempo determinados, ¿Realmente  existe?
4.- En este sentido también conviene indagar sí hay satisfacción entre los mexicanos por la inadecuada aplicación del gasto público entre las entidades federativas, la cual ha traído  como consecuencia la existencia de varios Méxicos: el especializado en las exportaciones y localizado preferentemente en la frontera norte, el hacinado y con graves problemas de contaminación ambiental, localizado  en el altiplano, así como el marginado y que algunos estudiosos del tema lo ubican en mucho en el sureste mexicano.   
5.- Ahora bien, esta vinculación de la población y de la economía con un espacio geográfico determinado, visto ahora en el ámbito de las empresas, bujía del crecimiento económico, me pregunto si en lo que se refiere a las cadenas de valor: productivas, comerciales y de distribución, ¿Existe equilibrio entre los cuatro tamaños de empresas? , concretamente en el sector industrial, en otras palabras, conviene indagar ¿Sí existen las grandes empresas remolcadoras, motivadoras o  subcontratadoras  de los otros tamaños de escalas de producción para que éstas últimas exporten directa o indirectamente?    ¿Son suficientes? ¿Se localizan en lugares estratégicos o en lugares con altos índices de hacinamiento y contaminación que incrementan los costos de operación de las empresas y de limpia y salvación ecológica por parte de las autoridades?
6.- Estas preguntas como otras tantas que surgen una vez iniciado el proceso de investigación deben ser contestadas, no hacerlo, significa seguir derrochando el erario público en desequilibrios  secto-regionales por tamaño de empresas que poco o nada coadyuvan a contener el éxodo migratorio, a la dinamización de la economía y a la creación de empleos y, que de  continuar con esta inercia ausente de toda racionalidad en el uso del gasto público espacialmente, darán la pauta para que sectorialmente    crezcan a mayor velocidad los sectores del comercio y de los servicios, que no añaden valor a la economía y, en lo que atañe  a la vinculación de los diferentes tamaños de empresa, se acelerará la creación y consolidación de los monopolios ( grandes empresas) en detrimento de las micro y pequeñas empresas que, según mis últimas investigaciones, manifiestan una creciente mortandad  que es urgente eliminar o por lo menos reducir, dado que se estima que ellas generan  un alto porcentaje del empleo y del  PIB. 

PROPUESTA

Se propone  estudiar     las distribución geográfica de las empresas industriales de México con el fin de evaluar su operación, sus   resultados  en términos de los indicadores que presentan los Censos Económicos que publica el INEGI para indagar cómo  y porqué se llegó a ellos, así como para analizar las consecuencias que ello produjo, de manera que una vez hecho el diagnóstico correspondiente, estemos en condiciones de recomendar acciones de política pública y empresarial que incidan regional y sectorialmente en beneficio de la empresa, de la  economía y de la sociedad local.
Así, el sector industrial  se estudiará en el periodo de 1998 a 2008. Las estadísticas mínimas a utilizar para hacer el diagnóstico corresponden a las que publican la SHCP, SE y otras fuentes, así como las de las 32 entidades federativas  para los cuatro tamaños de empresas industriales que publica INEGI y que están  registradas en  los Censos Económicos de 1998,2003 y 2008, mismas que se refieren a las siguientes variables económicas: 1.-  Número  de empresas; 2.- Personal ocupado; 3.- Remuneraciones; 4.- Activos fijos y 5.- Valor agregado censal bruto; también se evaluarán las opiniones de los empresarios vertidas periódicamente en la Encuesta Nacional de Micronegocios,  como mínimo a utilizar.   

 

1.- ALCANCE  DE LA INVESTIGACION CON RESPECTO A LA ANTERIOR

1.- Regionalmente, la anterior fue interesante porque fue focalizada en una sola rama de producción del sector primario de exportación y a una sola región: El Aguacate de  Uruapan, Michoacán. Para el mismo producto esta región fue comparada con la zona productora y distribuidora de Málaga, España;
2.- Se estudiaron los diferentes tamaños de empresas en las relaciones productivas, de comercialización y de distribución del aguacate en ambos países.
3.- Se detectaron y evaluaron los diferentes tipos de redes empresariales que se usan para trabajar en grupo el producto de los dos países, ambos mostraron casos exitosos que debidamente adecuados,  pueden ser replicados sin mayor problema.
La nueva propuesta
1.- Su cobertura geográfica es para todo el país, las 32 entidades federativas;
2.- Su cobertura sectorial ya no será sólo para un solo producto (aguacate)  sino para todo el sector manufacturero de México, comprendido en los cinco indicadores antes descritos que publica INEGI en los Censos Económicos cada cinco años;
3.- Se hará análisis comparativo entre las 32 entidades federativas con el fin de detectar sus fortalezas y debilidades en términos del número de empresas, de sus trabajadores, de sus remuneraciones, de la capacidad de sus plantas productivas y del valor que generen, así como de su dinamismo e incidencia en la creación  del PIB estatal, cuando sea posible:
4.- Derivado de lo anterior, se estará en condiciones de conocer si la FEDERACION a través del gasto público ha igualado oportunidades entre las entidades federativas, en particular,  si lo ha logrado por medio de las inversiones en  infraestructura básica, social y productiva para atraer la inversión privada a los estados.
5.- Se evaluarán los resultados de esta política pública de desarrollo regional basada en la Ley Federal de Competencia que regula la sana competencia entre las empresas e impide la concentración de las mismas en grandes corporaciones, así como en los capítulos de desarrollo regional contenidos en la  Ley de Egresos de la Federación, que para cada año fiscal explica cómo el Estado mexicano  aplica el gasto público en el fomento  de la competitividad territorialmente,  entre otras fuentes.
6.- Derivado del análisis anterior, se harán sugerencias para corregir los desequilibrios regionales con base en: a).- las modernas teorías de la competitividad y  b).-  de los programas exitosos del desarrollo regional  mexicano.      
Objetivos de la investigación
1.- Con base en la teoría de la competitividad seleccionada, identificar los desequilibrios en el desarrollo económico de las 32 entidades federativas, por indicador económico y por tamaño de empresa;
2.- Cuantificar los desequilibrios sectoriales y espaciales en términos de la dinámica observada de los indicadores antes descritos;
3.- Evaluar las consecuencias que ello ha provocado en  lo que se refiere a  la competitividad observada tanto   macro (entorno institucional)  como  micro (impulso del desarrollo empresarial) en cada una de las 32 entidades federativas;
4.-  Con base en la identificación de la localización geográfica de la demanda industrial mundial, determinar la pérdida  de oportunidades que ha ocasionado el desarrollo desigual de  las entidades;
5.- Sugerir las acciones de política institucional y empresarial que fortalezcan la competitividad macro y micro económicamente  de los Estados,  para así igualar oportunidades y para acceder  a los   beneficios que produce una política de desarrollo regional equitativa.

Productos que se obtendrán con la realización de este proyecto de investigación:
1.- Se consolidará mi especialización en desarrollo empresarial sectorial, regionalmente y por tamaño de empresa, dado que profundizaré en el tema y cuando proceda aplicaré las experiencias exitosas que obtuve de una entidad federativa que exporta exitosamente como lo es Michoacán;
2.- Se contará con  un diagnóstico actualizado sobre la situación del uso del territorio mexicano dedicado a promover el desarrollo equilibrado entre la sociedad  la economía regionalmente;
 3.- Se conocerá si existe una relación significativa entre los diversos tamaños de empresas generadoras del valor agregado manufacturero;
 4.-Se evaluará el efecto provocado por el gasto público y privado en el fomento de la competitividad por entidad federativa;
5.-Se identificarán los movimientos de la oferta y de demanda de la producción industrial en términos de la inversión privada,  del poder de compra de las familias y de los trabajadores, todas regionalmente;
6.- Se conocerán las oportunidades de inversión y de empleo para las empresas y para la clase trabajadora del país;
7.-  Se contará con información adecuada para sugerir una política pública de fomento espacial que iguale oportunidades entre los estados para mejorar su competitividad macro económica y para inducir el desarrollo empresarial equilibrado entre los cuatro tamaños de empresas manufactureras. 
8.- Se darán a conocer en foros académicos especializados los hallazgos de esta investigación (AMECIDER, RIIC, etc.) y de ser posible, se publicarán, como sucedió con el estudio anterior (Ver publicación que se hizo).
Guión de trabajo
Introducción
Capítulo I. Marco teórico del desarrollo regional
1.-  Vínculos entre el espacio, la economía y la población;
2.- Teorías que explican cómo lograr el equilibrio entre el crecimiento de la economía y de la sociedad en un espacio determinado;
3.-  Relación entre el desarrollo regional y la competitividad macro y micro económicamente de una entidad federativa;
3.1.- Indicadores que expresan y cuantifican la competitividad que tiene una entidad federativa;
3.2.- Evaluación de la competitividad de que dispone cada entidad federativa.
4.- Identificación  del problema que ocasiona la falta de competitividad sectorial y regionalmente.
5.- Planteamiento y verificación de hipótesis que sustenten el fomento de la competitividad para igualar oportunidades territorialmente en el país.
6.- Conclusiones y sugerencias para promover el equilibrio en el crecimiento de la economía y de la sociedad espacialmente.

Cronograma de actividades para realizar la investigación

 1.- Con base en los objetivos del estudio, se empezarán a estudiar las modernas teorías de la competitividad, así como las políticas y programas de desarrollo regional establecidos por el Estado mexicano; todo ello con el fin de  elaborar el  marco  teórico que sirva de referente para la selección del método científico a utilizar, así como para la identificación y construcción de  los indicadores al igual que para elaborar la metodología que haga factible su elaboración, su análisis e interpretación. Tiempo estimado: dos meses: enero-febrero, 2012;

2.- Se confrontarán la teoría seleccionada con el desarrollo espacial alcanzado por las  entidades federativas en el periodo 1999-2009; el balance o desbalance observado dará la pauta para identificar el problema, su magnitud, su distribución espacial, las repercusiones económicas que ello provoca y en lo que se refiere a las empresas, detectar si existe equilibrio en su operación conjunta, es decir, si juntas generan las cadenas del valor en términos  de producción de los  artículos manufacturados por los cuatro tamaños de escalas de producción  existentes en el país:  Tiempo estimado: el mes  de marzo de 2012;  
3.- Se plantearán las hipótesis cuya verificación nos permitirán sustentar las soluciones que formulemos  para resolver los desequilibrios macro económicos  (la entidad y el sector) y micro económicos (entre  los cuatro tamaños de las empresas). Tiempo estimado: el mes de abril de 2012;
4.- Se harán las conclusiones y recomendaciones pertinentes durante los meses de mayo, junio y julio de 2012.
   
1.1.-Marco de Referencia

a). Origen

Históricamente el ser humano se ha planteado dónde  y cómo vivir para adquirir con eficiencia y oportunidad los bienes y servicios que requiere para su sobrevivencia y para su progreso material  e intelectual. Los registros más antiguos revelan que ha procurado asentarse a la orilla de grandes cuerpos de agua, de colinas y bosques como de planicies que muestran tener potencial y disponibilidad de recursos naturales, mismos que al ser consumidos  en forma continua, en cantidades suficientes prácticamente en su estado natural, hicieron posible el paso de su vida nómada a la sedentaria, la cual   dio origen el establecimiento   de los núcleos poblacionales en los espacios geográficos que hoy conocemos en el  mundo.

Ejemplos de los asentamientos humanos así concebidos son los registros de las civilizaciones de la  antigüedad  a lo largo de  a los ríos Tigris, Éufrates y del Nilo en extensiones territoriales con una fuerte vocación agrícola, que con mucha posteridad se volvieron a repetir en Inglaterra con la construcción de la ciudad de Londres  en las riberas del río Támesis, la ciudad de París que es atravesada por el río Sena, Córdoba a un lado del Guadalquivir, Moscú y Chicago, cuyos ríos les dieron sus nombres a estas ciudades.

Con la teoría del mercantilismo que motivaba a comerciar entre países y el desarrollo pleno de la industrialización    de los siglos XVIII al  XIX, se desarrolló la transportación marítima más que en el renacimiento e hizo posible traer de otros países la mano de obra y materias primas  que demandaban los procesos productivos de los bienes manufacturados que se comercializaban en gran escala en Europa y los EEUU.
 Lo anterior en cierta forma dio origen a una división regional mundial promovida por la colonización europea en gran escala en otros continentes, situación que llegó describirse como la relación entre la metrópoli y sus colonias, donde éstas últimas proveían de materias primas y de fuerza de trabajo a las primeras, que al contar con las innovaciones tecnológicas de la época,  estaban en condiciones de procesar y vender en los dos mercados, ahora,  los bienes industriales que se caracterizaban por contener valor agregado ( la fuerza de trabajo) a las materias primas.
En pleno siglo veinte la conveniencia de industrializar zonas geográficas  hizo que se construyera en torno al río Volga en la extinta Unión Soviética, así como las grandes inversiones en infraestructura hidráulica  en Estados Unidos  como la presa Hoover o en la cuenca del Mississippi, coadyuvaron  al desarrollo regional  de las entidades federativas alineadas a su alrededor.   
Puede decirse que a medida que surgieron las innovaciones tecnológicas,  los recursos naturales fueron transformados en productos manufacturados cuya producción emanó, por lo general,  en muchos casos, del uso de la mano de obra y de los   insumos y materias primas existentes localmente. Sin embargo, a medida que creció el mercado internacional ya no fue suficiente el acopio local para procesar volúmenes  crecientes de bienes manufacturados,   por lo que hubo que pensar en traer de otras latitudes las materias primas o este tipo de  bienes en sí mismos.   
En  el siglo XX, precisamente la búsqueda de materias y su acopio correspondiente fue uno de los factores que influyó  en el estallido de las dos grandes conflagraciones  mundiales: la de 1917-1919 y la de 1939-1945.
Al término de ésta última  los EEUU emergen prácticamente como la gran potencia que, conjuntamente con otra vencedora: la extinta Unión Soviética, redefinieron el uso de la  geografía mundial.   En  este contexto, el hemisferio occidental y concretamente en el continente americano, la región de América Latina quedó en el área de influencia de los EEUU, país que llegó a considerarla como su proveedora de materias primas y obviamente pero con menor preferencia, también de mano de obra.

En este periodo  también surgen las Naciones Unidas que poco hicieron por criticar la nueva división territorial del mundo; no obstante,  impulsaron  los estudios de desarrollo regional al interior de los países. Así fue como surgieron y se difundieron por ejemplo, las teorías de Perrox,  de los polos de desarrollo; de Walter Issard, que identificó y explicó la fuerte relación económica que puede existir entre dos o más regiones, etc.

Origen y evolución de la teoría económica espacial, fuente del desarrollo regional.

En  opinión de Oreste Papescu ( 1957:X) la teoría económica espacial deriva de la evolución que ha venido experimentado la teoría económica general, la cual puede describirse en tres etapas. La primera etapa   se caracteriza por “ la toma de conocimiento y el análisis del fenómeno económico en su dimensión substancial “; en esta etapa se concibe e integra su marco teórico con diversas  teorías dentro de las que pueden mencionarse la del valor, precio, renta de la tierra, salarios, ganancia del empresario, interés, capital y algunas muy acabadas como la teoría monetaria y la del comercio exterior de un país, que culminaron con  la teoría del equilibrio general , “ con la  cual pareció que nuestra ciencia había alcanzado la forma definitiva”.
Este autor comenta que no obstante este gran logro, enseguida se escucharon voces de insatisfacción por que aun cuando se reconocía el avance alcanzado en la conceptualización, se afirmaba que ello apenas era el primer paso en la ruta del desarrollo “científico- económico”, ya que se requería de una “segunda aproximación” en la que se explicara que los fenómenos económicos requieren de tiempo para surtir sus efectos en la sociedad, dado que antes se suponía que éstos la impactaran de inmediato.
Así, la segunda etapa  se inicia  en el momento que los teóricos “encaran el análisis del fenómeno económico en su dimensión temporal.  A esta etapa se le denominó de  “Dinámica Económica” ; misma que en mi opinión constituye el fundamento del estudio de las fluctuaciones de las variables económicas, ya que se pudo identificar desde sus movimientos en el corto plazo ( estacionalidades)  hasta la tendencia secular : variación en el largo plazo. Lo anterior en cierta forma es la base de lo que hoy se conoce como “Teorías del crecimiento y del desarrollo económico”.
Puede decirse que la conjugación del pensamiento económico en las etapas uno y dos, constituye  el acervo básico de la “teoría de la forma del mercado y de su conexiones con  la teoría del circuito económico”, al igual  que de las teorías monetaria y económica general.
No obstante el notorio avance de la teoría económica en los ámbitos conceptual y temporal, ésta aun no describía satisfactoriamente la realidad en que actuaban los agentes económicos, i.e,, faltaba darle el sustento espacial en que operan éstos. Ahora parece extraño que la “vida económica” se concibiera en ausencia total del territorio en que se gestaba; pero así fue durante mucho tiempo
Esta incongruencia emanada del planteamiento irreal en que se suponía se manifestaba la economía, dio la pauta para el inició de nuevos estudios cuyos resultados posteriormente ensancharían y profundizarían  la teoría económica, porque ésta se enriqueció con el nuevo enfoque: el espacial.
Así, “la tercera etapa” de la teoría económica comienza, pues, a partir del momento en que los investigadores toman conciencia e inician el análisis económico en su dimensión espacial, por consiguiente, esta es la etapa en que surge la teoría económica espacial.
Dicha etapa en opinión de este investigador ( Popescu, 1957) apareció y se desarrolló en el lapso que comprende las dos guerras mundiales del siglo XX, “ como un producto  exclusivo de la ciencia alemana, y sobre la base de las contribuciones de Heinrich, Von Thunen y Alfred Weber; él considera que sus discípulos más sobresalientes fueron A. Predohl, O. Englander, H Retchl, H. Weignann, T. Palander y August  Losch .
¿ qué hizo August Losch?
Fue un ciudadano alemán nacido el 15 de octubre de 1906 en Oebringen ( Wurtemberg). Su buena actuación como estudiante le permitió obtener una beca para iniciar “estudios económicos, filosóficos e históricos con los profesores Eucken, Schumpeter y Spiethoff en las Universidades de Tubingen, Friburgo, Kiel y Bonn de 1927 a 1932.
Comenta Popescu ( 1957: VII) que para incursionar como alumno en la universidad tuvo que hacer estudios en economía, de suerte que un trabajo estadístico de dos años le permitió descubrir “ondas demográficas”  y ser contratado como docente en la Universidad de Bonn.  
Escribió mucho entre los años de 1943 y 1939, periodo en que publicó su obra “Teoría Económica Espacial”. Hasta su muerte en 1945 publicó bastante sobre el tema y en Estados Unidos tuvo adeptos como Walter Isard y E. Hoover. En Francia tuvo seguidores como Claude Ponsard y F. Perroux, Este último hizo una interesante aportación sobre la determinación de la naturaleza de los espacios económicos.
En lo que se refiere exclusivamente a Losch, sus contribuciones a este nuevo campo versan sobre:
1.- La localización de los mercados; y
2.- La localización de las materias primas.
Hay coincidencia general de que su contribución más original es “su exposición  de la naturaleza de las regiones económicas”, referente básico de “ la determinación de la naturaleza de los espacios económicos” de F. Perroux.
La originalidad de sus pensamientos en este campo del conocimiento es que él para determinar ua región no considera indicadores tan importantes  como el factor de la movilidad, como tampoco a existencia de mercados ni de las fuentes de materias primas ni de los transportes. Lo que hace es definir la estructura de una región, i.e., “la interrelación de todas las variables pertinentes, con un mínimo de suposiciones que, con un verdadero genio, han sido elegidos deliberadamente lo más generalizados posible” (ídem: XIV).
Stolfer dice que Losch “no intenta la definición de una región como medio para analizarla; tampoco anda en búsqueda de características especiales ( ergo, movilidad, demanda, homogeneidad o autoabastecimiento”. “Su planteamiento del problema concierne a las interrelaciones    de las unidades de producción y de consumo individuales, a la ubicación eventual de mercados y de centros de producción, de líneas de transporte, de distribución de la población  y de las ciudades; todo eso a determinarse simultánea y mutuamente. Lo decisivo es la estructura complicada, la Gestalt,  y no las características de una superficie”.    
En síntesis su enfoque metodológico consiste en identificar y cuantificar la estructura de una región, cuya fundamentación es el estudio de las interrelaciones  con otras regiones, puesto que con los datos de una sola región aislada poco se puede hacer en materia de desarrollo regional.
Así, quien se interese en profundizar en el pensamiento de este pionero del desarrollo de la teoría económica espacial,  puede iniciarse abrevando en su obra intitulada “ Teoría Económica Espacial”, publicada por Editorial El Ateneo, impresaEn Buenos Aires, Argentina, en 1957, de la cual sugiero leer su:
Capítulo I.- Localización;
Capítulo II.- Regiones Económicas;
Capítulo III.- Comercio; y
Capítulo IV.- Ejemplos.
Culminación del predominio alemán e inicio del liderazgo anglosajón en el desarrollo de la teoría económica espacial.     
En este contexto, Juan Hortalá Arau ( 1971: XV) informa que con las investigaciones de Losch termina la hegemonía del pensamiento alemán en  la Conformación de la teoría económica espacial, en virtud de que a partir de 1940 se inicia el protagonismo de los estudios de este campo de origen anglosajón.
Dentro de estos últimos destacan los de Walter Isard (1971:XV). Él representa la continuidad de los estudios de Losch en lo que se refiere al equilibrio espacial general; en contraposición a los seguidores de Alfred Marshall, que también dieron continuidad al equilibrio pero al  parcial  (protagonizado por estudiosos como Fetter, Smithies, Ackey y Enke)
 Sobresale su obra “Location and Space Economy”  qu apareció en 1956; en ella se ve, como en la de Losch, la prioridad que se le asigna a la localización. Señala en esta obra que su objetivo es construir un modelo de carácter general, i.e., “ mejorar las bases espaciales y regionales de las disciplinas que comprenden las ciencias sociales, particularmente de la economía,  a través del desarrollo de una más adecuada teoría general de la localización  y del espacio económico”.
Puede decirse que sus estudios enfatizan la construcción de un modelo en el que la localización óptima supone la minimización del coste de transporte; con ello pone de relieve  su interés por estudiar prioritariamente con un sentido amplio al factor transporte, es decir, incluye la distancia  en el estudio económico general. En este sentido es que define al factor transporte “como el movimiento de una unidad de peso a lo largo de una unidad de distancia”. Con ese enfoque dio un gran impulso a la micro economía espacial porque involucra al concepto de distancia en el ámbito productivo y en el campo del intercambio regional de bienes y servicios. Ello dicho en otras palabras significa que estudia la producción en un territorio determinado en conjunción con el costo de transporte. Todo encuadrado en la conceptualización o marco teórico que proporcionan la economía y la geografía, padres de la región que se pretende analizar.
Al respecto, para analizarla utilizó el instrumental económico- estadístico. El primero para definir el tipo de actividades económicas a estudiar; el segundo, para cuantificar sus efectos territorialmente y para dar soporte estadístico a los resultados encontrados en el proceso de investigación espacial.
En ese contexto su obra “ Métodos de Análisis Regional: Una introducción a la ciencia regional”, comprende una gama de métodos y de indicadores con los cuales se puede tipificar económica y estadísticamente con rigor técnico, tal que sus valores sustentan la toma de valores para  el fomento de una empresa o actividad económica en un espacio determinado. Su obra consta de 13 capítulos en los que explica cómo se puede hacer análisis con la metodología allí sugerida. Así, él empieza describiendo los métodos a usar en la proyección de la población como los que usa para medir las corrientes migratorias. Enseguida expone la metodología para hacer contabilidad social y estimación de la renta regional.
Con ese referente posteriormente enuncia los principios sobre el análisis de flujos interregionales y de balanza de pagos, mismos que dan la pauta para  luego adentrarse en el análisis del ciclo regional y del multiplicador del mismo nombre.
Después introduce al lector en el análisis de la localización industrial  y medidas afines, así como al manejo de las técnicas input-output regionales e interregionales. En este sentido es que enseguida profundiza en el sector industrial al proponer cómo estudiar los complejos industriales.
 Habla de la importancia de la programación lineal intrarregional, de los modelos de interacción gravitales, potenciales y espaciales, al igual que de los canales de síntesis y culmina  con una recapitulación y perspectivas.

Desarrollos contemporáneos   

Cabe señalar que su metodología, criterios e indicadores no han perdido vigencia y que su aplicación en la actualidad se hace de manera amigable con los modernos softwares que aplicados a las computadoras procesan con rapidez la vasta información que requiere un estudio de corte regional.
Dentro de los softwares  especializados que sugiero usar con más frecuencia sobresalen: Geuda, ArcView, ApaceStat, Matlab, etc.    

En este sentido conviene señalar las obras realizadas por estudiosos del tema como las siguientes:

1.- “Econometría Espacial”, de J. Paelink, Cliff y Ord, L. Anselin;
2.-“ Econometría Espacial”, de Pätricio Aroca, IDEAR- Universidad Católica del Norte, Antofagasta, Chile;  
3.- “Ejercicio de econometría espacial o regional”, Apéndice C; http://cantarina.u de la p. ;
4.- Econometría Espacial”, ciencia regional, de Jorge A. Pérez Pineda, Investigación Económica;oct-dic., año/vol.LXV, número 258; karinanp@economía.unam.mx;
5.- “El uso práctico de las técnicas de econometría espacial: la productividad del trabajo industrial”, de Angel Alañon Pardo, Universidad Complutense, España;
6.-“Introduction to Spatial Econometrics, de James P. Lasage, Kelley Pace, Editorial Taylor & Francis;
7.-“Econometría Espacial”: nuevas técnicas para el análisis regional. Una aplicación a las regiones europeas”, de Rosina Moreno Serrano y Esther Vayá Valcarse.
 
b).- Incidencia en México: aplicación del gasto público en mejorar la competitividad macro económica.

Esto ideas de potenciar el uso económico del espacio disponible en función de las    necesidades de la sociedad local, hicieron eco en el Estado mexicano  cuyo gobierno federal  desde el sexenio del Presidente Lázaro Cárdenas, que al introducir la planeación como directriz de las acciones gubernamentales,  se preocupó por hacer una aplicación adecuada de los recursos fiscales en las diferentes entidades federativas del país. Así fue como en ese periodo se gestó en algunos casos la creación y en otros  del fortalecimiento de las instituciones públicas que debían impulsar el desarrollo regional, destacándose entre otras, la consolidación de Nacional Financiera como promotora del sector industrial, de la empresa Ferrocarriles Nacionales cuya función principal  fue enlazar  a los territorios y de mover a bajo costo los flujos comerciales que en ellos se gestaban, de la creación de la Comisión Federal de Electricidad y de la expropiación petrolera como garantes de la energía necesaria para la proliferación manufacturera, etc.
En este lapso surgieron los teóricos del desarrollo regional mexicano quienes además de transmitir en las aulas las teorías de los extranjeros, concibieron las suyas propias, mismas que permearon entre los funcionarios responsables de elaborar en cada año fiscal la Ley de Egresos de la Federación, mediante la cual se indica el monto del gasto público así como su asignación a los programas prioritarios  para el desarrollo nacional sostenido y sustentable.
Dentro de los expertos de las décadas de los  cincuenta y sesenta conviene recordar a los profesores y luego investigadores: Ángel Bassols Batalla, al Ingeniero Jorge Tamayo y al doctor Ricardo Carrillo Arronte, cuya influencia se reflejó en los nuevos criterios usados para optimizar el gasto público regional y sectorialmente, tanto en infraestructura básica, como social y productiva, es decir,  en el aumento propiciado institucionalmente de la competitividad macro económicamente. Dentro de los criterios utilizados por el sector público con esos propósitos sectoriales y espaciales, es grato recordar la Administración del Presidente Miguel Alemán Valdés que modernizó al turismo y dio a México una imagen de modernidad. Con este antecedente es que la Administración del Presidente Adolfo Ruiz Cortines en materia regional se caracterizó por impulsar la “Marcha al Mar”. Enseguida,  durante la de su sucesor don Adolfo López Mateos,  se inició y culminó la  Presa del Infiernillo en Michoacán que en su época fue la más grande de Latinoamérica generando múltiples beneficios: eléctrico, acuícola y agrícola; como puede observarse, él  como Lázaro Cárdenas,   también procuró asegurar el suministro oportuno y suficiente de energía, en este caso, la eléctrica que  nacionalizó durante su mandato.        
Así fue como a grandes saltos observamos que se empezó a trabajar con método en la presupuestación del gasto público con propósitos regionales. En este contexto, fue interesante ver como en la Administración del Presidente Echeverría empezó a instrumentarse la técnica para la elaboración  del presupuesto por programas, mismos que privilegiaron la creación turística de Cancún como resort de tipo internacional, la construcción de la Siderúrgica Lázaro Cárdenas, el complejo agro-industrial de la Chontalpa, etc. entre otros.
Con esta inercia de desarrollo regional fue posible que en la Administración del Presidente López Portillo, en que se profundizó en el uso de la planeación territorial  para ordenar el crecimiento de los Asentamientos humanos, es que se visualizó el crecimiento de la economía en “ciudades medias” para ya no saturar las grandes conurbaciones creadas en torno a la ciudad de México, de Guadalajara y de Monterrey,  así como en cuatro puertos industriales  ( Lázaro Cárdenas, Salina Cruz, Coatzacoalcos y Tampico/Altamira)   que  al ser polos de desarrollo detonarían el crecimiento regional. Estas acciones fueron acompañadas de  la  clasificación e impulso  de las entidades y de los municipios  de acuerdo con su vocación como prioritarios  para una u otra actividad, tal que determinaron que  se construyera el Complejo Petroquímico Morelos que dio un claro lanzamiento a la industrialización del país, que se vigorizó con la construcción de grandes presas en el sureste. Posteriormente,  con la ampliación sustantiva de autopistas que hizo el Presidente Salinas con el fin de incorporar a México a la modernidad, incrementó su  competitividad  mediante la creación de un entorno institucional favorable para el desarrollo de toda la economía en lo que se dio en llamar la “globalización irreversible”.

c).- Proliferación  académica

La concientización  de que el desarrollo teórico y práctico de la geografía nacional era la piedra de toque para dinamizar la economía en beneficio de la sociedad, influyó en el sector académico que a partir de los años ochenta instrumentó cursos, especializaciones, maestrías y doctorados   sobre el tema  tanto a nivel municipal como estatal.
Dentro de los grupos académicos especializados en el tema destacó la creación de la Asociación Mexicana  de Ciencias para el Desarrollo Regional: AMECIDER, A.C. que aglutina expertos de la mayoría de las universidades y centros de investigación superior del país que trabajan intelectualmente este tema.
En este contexto es que en la UNAM como en la Universidad Michoacana de san Nicolás de Hidalgo, UMSNH,  se fomentó profusamente la docencia, la  investigación y extensión de esta disciplina con el fin de masificar su conocimiento y concientizar a la ciudadanía sobre la importancia de conocer las teorías, métodos y acciones a seguir para que se  generen  y se pueda acceder a los mínimos de bienestar  en los lugares que residan.  
En la UMSNH este esfuerzo lo llevó a cabo de manera significativa el Instituto de Investigaciones Económicas y Empresariales, ININEE, institución en que trabaja  desde hace tiempo el Dr. Joel Bonales Valencia, quien se ha especializado en el desarrollo regional del aguacate uruapense. Sus investigaciones sobre el tema han sido reconocidas como de alta calidad por CONACYT que invariablemente suele financiar su realización. En una de sus investigaciones es que invitó al suscrito a participar en su realización, cuyo nombre es el que aparece al inicio de este documento.
Dado que los resultados de este estudio satisfizo a las autoridades que nos financiaron el proyecto, porque además de contribuir a nuestra superación académica, brinda ideas sobre las opciones que pueden adoptar los aguacateros en el ámbito local e internacional para exportar exitosamente sus productos a los mercados  de los EEUU y España,   es  que  propongo que nuevamente unamos esfuerzos en este  nuevo proyecto de investigación.

d).- Fundamentación  de la nueva investigación

Esta sugerencia por iniciar a la brevedad posible el estudio,  se deriva de que yo en particular  he venido  estudiando la distribución espacial de los cuatro tamaños de las empresas manufactureras  en el territorio nacional, concretamente en las entidades federativas de 1998 a 2003, cuyos     resultados de mi análisis efectuado en ese periodo revelan que:

1.- la distribución espacial de las empresas industriales ha cambiado, situación que ha reorientado la demanda hacia nuevas entidades federativas, lo cual induce al diseño de nuevas políticas públicas y privadas para la asignación de recursos para ampliar o consolidar  la competitividad de las empresas en el nuevo entorno de desarrollo regional;
2.- Es preocupante que el gasto público aplicado al fomento de  políticas de desarrollo regional no haya igualado  oportunidades de inversión en el desarrollo industrial significativo de la mayoría de las entidades federativas;
3.- Es alarmante que  la gran empresa sea la que induzca las oportunidades de inversión y no las micro y pequeñas empresas  que generan la mayor parte del empleo, que son la principal escuela en la formación de empresarios y que hacen realidad los sueños de los emprendedores que aspiran a crear su propio negocio;
4.-  Es urgente revisar la política de desarrollo industrial regionalmente, no hacerlo es acentuar los desequilibrios en el crecimiento desigual de las inversiones públicas y privadas y por consiguiente en la competitividad macro y micro de las entidades federativas;
5.- El haber   privilegiado en el pasado reciente la inversión pública y privada en ciertas entidades del  país, hoy en día representa la amenaza de estar   convirtiendo al país en un típico productor  de bienes manufacturados para el mercado internacional y;
6.- En consecuencia, a su mercado interno, en un   centro de consumo de la producción industrial de las grandes empresas extranjeras dentro de su estrategia de operación global;
7.- Lo anterior indica que hay un crecimiento asimétrico entre los diferentes tamaños de empresa, se ha dinamizado el de las grandes en ciertas demarcaciones territoriales, en tanto que se ha reducido el de las micro y pequeñas unidades de producción.          

e).-Evidencia del crecimiento regional asimétrico.

El ideal de toda administración pública es armonizar el crecimiento de la economía con el de la población en un  territorio determinado para que los satisfactores que proporciona la primera mejoren la calidad de vida de la segunda. Para ello instrumenta políticas públicas que aumenten la competitividad de las regiones en términos de infraestructura básica ( presas, carreteras, etc.), social ( educación, salud, etc. y productiva ( parques industriales, formación de empresarios, capacitación de trabajadores, fomento del desarrollo tecnológico, etc.), mismas que fomentan las oportunidades de inversión, que debidamente instrumentadas con planes de negocios de inversionistas visionarios, generan un círculo virtuoso al construirse  la planta productiva en la que  los trabajadores transforman las materias primas y sus insumos adecuados en productos, que consume la sociedad que, al contar con un empleo, tienen ingresos y bienestar que influyen en su asentamiento prolongado en espacios en los viven más y mejores años.
Lo anterior no siempre es posible. En México los estudiosos de la materia indican que la macrocefalia que engendró el Gobierno Federal con el centralismo de sus acciones administrativas, se expresó en el uso desigual del espacio en que se realizaron las actividades económicas, las cuales se concentraron en unas cuantas regiones, algunas de las cuales se especializaron e hicieron competitivas, en tanto que la mayor parte del territorio nacional recibió exiguos recursos presupuestales, y se descuidó la optimización de sus recursos al aplicarse técnicas de producción rudimentarias. Esta dicotomía dio lugar a un desarrollo económico asimétrico, con un crecimiento concentrado que a la postre fue insuficiente para enfrentar las crecientes demandas de una población que experimentó una dinámica de crecimiento significativa. Esta inadecuada distribución del gasto público en la promoción del crecimiento económico en determinados espacios  tuvo orígenes en la administración de Porfirio Díaz que autorizó la traza ferrocarrilera con una clara tendencia hacia el norte del país, para satisfacer al mercado de los Estados Unidos. Después de la revolución, en lo que se ha dado en llamar “Modelo de Crecimiento con Estabilidad”, que se caracterizó por impulsar el desarrollo económico a partir de una prolongada política de sustitución de importaciones, con la que se pretendía industrializar la economía, haciendo que este sector fungiera como la bujía del crecimiento económico. Con esta política de sustitución de importaciones se esperaba( Unikel, 1976): “Lograr una Tasa de Crecimiento del PIB elevada y sostenida en el largo plazo, mediante la concentración de recursos de capital para estimular el ahorro privado y las inversiones internas, utilizando para ello la inversión pública para impulsar la formación de capital privado”.
La promoción de la industrialización exigió la protección de la planta productiva nacional de la competencia extranjera, lo cual se logró con el alto intervencionismo del Gobierno en la economía. Con este propósito, de 1940 a 1970, se fomentó el Desarrollo de Regiones identificadas como Polos de Desarrollo, las cuales experimentaron la profundización del modo de producción capitalista, cuya especialización requirió de cuantiosos recursos presupuestales, contribuyó a la concentración de las actividades económicas y al fracaso del desarrollo económico equilibrado espacialmente.

2.- El Desarrollo Regional.

Como consecuencia de esta política es que el Desarrollo Regional se convirtió en el objetivo principal de la política económica, en virtud de que a través de el se consideraba que se lograría la mejor redistribución de la población y de las actividades económicas en el espacio nacional. En este contexto es que durante ese periodo el gasto público se convirtió en el instrumento vital para realizar especialmente las acciones del Gobierno Federal; con ello el Estado interventor pasó a ser  ejecutor directo en muchas actividades económicas, asumiendo un papel protagónico en la evolución de la economía al canalizar grandes recursos en infraestructura y en actividades productivas que, en su opinión eran prioritarias para el Desarrollo Regional.  El Desarrollo Regional experimentó un cambio de matiz en el periodo 1970-1982, en el que se empezaron a privilegiar las regiones que contaban con Centros Urbanos significativos. Estos últimos desempeñarían las funciones de promover el desarrollo económico y reordenar los asentamientos humanos hacia dentro a través del mejor aprovechamiento del territorio nacional. En 1978 el sustento de esta estrategia lo constituyeron los Planes Nacional de Desarrollo Urbano  e Industrial;  tanto a nivel federal como estatal y municipal. El primero “pretendía guiar a partir de la creación, impulso y/o consolidación de las llamadas “Ciudades de Equilibrio”, cuyo cometido era convertirse en polos de atracción de las nuevas actividades industriales y de servicios que iniciaran la desconcentración de la Ciudad de México. El segundo en gran parte se sustentaba en el impulso que recibirían los cuatro grandes puertos industriales: en el pacífico, Lázaro Cárdenas y Salina Cruz; en el Golfo de México, Altamira y Coatzacoalcos. De esta manera, se consideró que el desarrollo de las diversas regiones era una urgente necesidad ante el crecimiento explosivo y desordenado de las Ciudades y Regiones del país (Ornelas), había que redistribuir mejor la población con un sustento económico. Debía reducirse la polarización: grandes concentraciones urbanas sobre todo en el Valle de México y, en contraste, regiones semi pobladas sumamente dispersas.
Las acciones de esta política, contenidas en el segundo Plan ( Solis,1991)  se expresaron en el “otorgamiento de subsidios en el consumo de energía, en estímulos para quienes compraran y usaran maquinaria, equipos e insumos nacionales para el establecimiento competitivo de empresas en los cuatro puertos industriales, así como también al ingreso y al consumo de la población; la creación masiva de empleos en dependencias públicas y entidades paraestatales, así como el suministro altamente subsidiado por parte del Estado de satisfactores tales como alimentos, vivienda, agua potable, gasolina, electricidad y transporte”.
La evaluación hecha en retrospectiva indica que estos esfuerzos tuvieron un alcance limitado porque no se contuvo la concentración de las actividades económicas, con el agravante adicional de que frustraron la Reforma Fiscal ( quizás el avance más importante se dio en 1980 con  la regulación de potestades tributarias, la nueva Ley de Coordinación Fiscal  que regulaba las relaciones fiscales entre los tres órdenes de gobierno y la Coordinación Administrativa para el cobro de los gravámenes en vigor) que era necesaria para aumentar los ingresos tributarios que debidamente aplicados, en turno, debían generar un efecto multiplicador de la inversión. La consecuencia fue que en lugar de incrementar los precios y tarifas de los bienes y servicios públicos, se recurrió al endeudamiento externo, que si bien es cierto que incrementó la capacidad de explotación de los recursos petroleros, también lo es que hizo inmanejable el endeudamiento con el exterior, además que el desempleo empezó a mostrar  signos preocupantes.
            Esta situación demandó que a partir de 1983, se optara por corregir los excesos ocasionados por el fuerte intervencionismo del Estado en la actividad económica. Para ello la nueva política económica se elaboró a partir de las teorías neoliberales que coyunturalmente recomendaban la menor participación del Estado de la economía, dejando en manos del mercado ajustes necesarios para impulsar el desarrollo de los países. Estas teorías fueron impulsadas en Inglaterra por Margaret Tatcher y, en Estados Unidos, por el Presidente R. Reagan.
            Los resultados de su aplicación fue la transformación del Estado intervencionista en el Estado promotor; ahora la inversión privada sería fomentada para que actuara como el motor de la economía. Con este enfoque se gestaron: la apertura de la economía mexicana al comercio y la inversión internacional, así como la privatización de las empresas paraestatales , que redundaron en el aumento del desempleo.
            Al respecto, como señala el señor Jaime Ornelas, “para los aparatos Gubernamentales Mexicanos la adecuación de nuevas regiones y el énfasis en ambas “ventajas comparativas”, resulta esencial para llevar a cabo la política de modernización. Desregularización en materia ecológica, cambios en la Ley de Inversiones Extranjeras, facilidades para el establecimiento de las plantas industriales, contención salarial, flexibilización de las relaciones laborales e inversión en infraestructura, por ejemplo, son acciones gubernamentales encaminadas a servir a las empresas extranjeras y a la industria maquiladora de exportación, que encuentran condiciones óptimas de localización en las regiones del norte del país, que se han convertido en verdaderos polos de atracción para el capital extranjero”.
3.-  Redistribución Económica en el Territorio Nacional.
       El proceso de ocupación del territorio  dejo de ser guiado por el Gobierno, para obedecer incondicionalmente a las necesidades de integración económica de la economía mexicana con la estadounidense y a la revalorización del capital privado como bujía de crecimiento económico y social. Con lo anterior si históricamente la estructura del territorio nacional tenía como único polo ordenador a la Ciudad de México, en la actualidad un nuevo polo localizado externamente, empieza a ser determinante en la reorientación del territorio nacional. Así, las nuevas regiones de concentración, sobre todo las fronterizas del norte y las costeras, lo son en tanto han empezado a concentrar y centralizar la producción y el capital y se convierten en polos de atracción de la fuerza de trabajo, constituyéndose así en ciudades que crecen desordenadamente y padecen ya de todas las desventajas de su apresurado crecimiento. En este sentido por ejemplo, las maquiladoras de exportación encuentran en la frontera norte nuevos espacios de localización que les facilitan el acceso al mercado norteamericano.
Durante la administración de Ernesto Zedillo se publicó el Programa para un Nuevo Federalismo: 1995-2000, que pretendió corregir esta tendencia concentradora al impulsar la descentralización incidiendo fuertemente en el Municipio, mediante: a) la transformación del Sistema Nacional de Coordinación Fiscal en un Sistema Nacional de Coordinación Hacendaría en lo que se refiere al ingreso, gasto y deuda pública. Fueron sonados los fracasos de las reuniones de 1997 y 1999 en este sentido, por lo que no se logró mucho. Las recomendaciones de la Cuarta Convención Hacendaria  dadas a conocer en  agosto del 2004, no gestaron correcciones sustantivas al crecimiento asimétrico de las regiones económicas del país. La reforma fiscal de 2007 fue eminentemente recaudatoria y escasamente promotora del mejor uso del territorio en actividades productivas con alto valor agregado por parte de las micro y pequeñas empresas, fuentes principales de empleo y de la distribución del ingreso en México.