ANÁLISIS TEÓRICO E HISTÓRICO DEL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN AMÉRICA LATINA 
EN EL SIGLO XX

ANÁLISIS TEÓRICO E HISTÓRICO DEL DESARROLLO DEL CAPITALISMO EN AMÉRICA LATINA EN EL SIGLO XX

Lucina Aguilar Orejel (CV)
Universidad Autónoma de Nayarit

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INTRODUCCIÓN.

PROPÓSITOS.

Son 4 los propósitos fundamentales de esta investigación:

  1. Comprender desde un nivel teórico como ha sido el desarrollo del capitalismo en América Latina.
  2. Comprender desde un nivel histórico las particularidades del desarrollo capitalista en América Latina.
  3. Estudiar cuales han sido las tendencias de los procesos de integración económica en el desarrollo del capitalismo en América Latina.
  4. Determinar si los procesos de integración económica latinoamericanos crean posibilidades para gestar procesos de desarrollo económico en América Latina a través de un cambio en la relación imperialista.

Propósitos secundarios:

  1. Plantear los problemas de conocimiento en torno al problema del desarrollo del capitalismo en América Latina descubiertos a lo largo de la investigación.
  2. Sugerir estrategias teóricas para el conocimiento de los problemas del desarrollo económico latinoamericano.

PLAN DE OBRA.
Para construir el cuerpo teórico e histórico que da forma a este análisis que fue hecho para descubrir la realidad económica latinoamericana, se hará un esfuerzo de reconstrucción conceptual de la visión de dos teóricos marxistas en torno a como es le desarrollo económico del capitalismo en América Latina, con la finalidad de analizar el problema desde el nivel más abstracto posible y asimismo tener interpretaciones claras  y lacónicas que expliquen las tendencias claves del capitalismo que se despliega históricamente en latinoamericana.

Asimismo para la comprensión histórica del desarrollo del capitalismo en América Latina en el siglo XX se requiere establecer un criterio de periodización que por conveniente estará basado en el tipo de crecimiento capitalista posible en América Latina. Dicho estudio se engloba en dos modelos de crecimiento, sobre ellos se profundizará:
El primero es el modelo de crecimiento hacia adentro, de los ‘30s a los ‘80s del siglo XX, el cual será abordado a partir del enfoque de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), por ser el pilar que sostuvo la ideología y las políticas directrices de la época. Las categorías de análisis de la CEPAL no excluyen la unidad del análisis crítico que se pretende realizar, por el contrario desentraña históricamente las debilidades e inclinaciones categóricas en el análisis del problema y señala las orientaciones que siguieron los países latinoamericanos en el marco de un contexto internacional. Asimismo se aborda el problema con categorías cepalinas para enriquecer el análisis, ya que este estudio es previamente abordado con categorías marxistas.

El segundo es el modelo de crecimiento  hacia afuera, de los 80s hasta la actualidad, dicho modelo se estudia a partir del análisis que realiza José Valenzuela Feijóo del modelo neoliberal, con la finalidad de evidenciar las causas y condicionantes que mantienen a los países latinoamericanos lejos del desarrollo al mantener políticas de tipo laissez-faire, por lo que claramente se quiere desmentir y desenmascarar a las políticas de corte neoliberal.

Posteriormente se hará un recorrido histórico de los procesos de integración latinoamericanos según el modelo de crecimiento, con la finalidad de estudiar cuales han sido las tendencias de la integración según las particularidades históricas, esto debido a que los procesos de integración son derivaciones directas del modelo de crecimiento ensayado, y además porque tienen la cualidad de acentuar o desacelerar las contradicciones del desarrollo del capitalismo en América Latina. Además se determinará si los procesos latinoamericanos de integración económica crean posibilidades para gestar procesos de desarrollo económico en América Latina a través de un cambio en la relación imperialista. Con esto se busca encontrar y explorar posibilidades que creen escenarios favorables para el desarrollo económico de Latinoamérica.

Finalmente se especificarán los problemas y las estrategias de conocimientos identificadas a lo largo de la investigación.
CRÍTICA A LAS METODOLOGÍAS AMBIGUAS Y JUSTIFICACIÓN DE LA METODOLOGÍA USADA.
Los constructores del actual “cuadro teórico” burgués, situándose en una perspectiva ahistórica, abstracta y ambigua, y abandonando los rigores de la ciencia y el análisis de clase, “explican” el mundo actual a través del fácil camino de la especulación corto placista y de la ideología de mercado.  Estos pensadores orgánicos sienten aversión por el análisis marxista y las contradicciones dialécticas, los conceptos y cuerpos teóricos críticos que permiten la valiosa comprensión de la intrincada metamorfosis global del capital contemporáneo, el cual esta transfigurando la totalidad capitalista y las fuerzas productivas sobre las que este descansa. Este proceso no está reñido con la dialéctica del propio capitalismo ni significa un cambio en su esencia, por  lo que la amplia literatura vulgar en torno al capitalismo actual solo intenta embellecer el carácter parasitario, depredador y dominante del imperialismo capitalista, frases y nociones de mercado como: “pre-industrial”, “tradicional”, “modernización”, “aldea global”, “fábrica global”, “sistema-mundo”, “mundo sin fronteras”, “fin de la geografía”, “nave espacial”, “globalización”, “nueva babel”, “tercer mundo”, “cuartomundistas” “sur”, “norte”, “emergentes”, “en vías de desarrollo”, “menos desarrollados”, en fin, todo un arsenal semántico paralógico orientado a la defensa y justificación del actual imperialismo capitalista, que da la impresión de un “fin de la historia”, es popularizado rápidamente a través de todas las redes mediáticas del capital trasnacional, hasta convertirse ahora en una clave del lenguaje cotidiano, académico y político a nivel planetario; esas palabrerías de moda producto del abandono de la búsqueda de las relaciones esenciales, las leyes y categorías del imperialismo, son falacias discursivas, engaño político y sobre todo enajenación del pensamiento científico crítico de la propia realidad.

Pero pese a la hegemonía actual de las concepciones ideológicas del capitalismo, un estudio serio de la situación actual nos permite desmitificar el estado actual de las cosas, develar las causas y contradicciones que apresan a nuestra región.  Por lo que para aclarar teóricamente como es la realidad del desarrollo económico capitalista en Latinoamérica y por qué, se hará un análisis marxista, por considerarlo un gran elemento teórico crítico que desenmascara la ideología de las interpretaciones interesadas o supuestamente “neutrales”, y de “análisis” con “insuficiencias analíticas” o deformantes.

UN ANTICIPIO Y JUSTIFICACIÓN.
El apelativo de América Latina cambia históricamente pero todos se relacionan con la idea de región pobre, obsoleta o de región subordinada, apelativos como región “dependiente” o región ”subdesarrolla”, ¿Qué significan? ¿Qué nos quieren decir esos conceptos tan difusos, tan cercanos que tienen un dejo de humillantes y que han grabado en la frente de todos los países de América Latina, desde el Banco Mundial, pasando por el FMI, CIA World Factbook y hasta las mismas Naciones Unidas? Además ¿Cuáles son las ataduras que impuestas nos impiden desarrollarnos? ¿Por qué se habla tanto de los procesos de integración? ¿Será moda o acaso la integración permite generar desarrollo?

Hoy América Latina es la región con mayor desigualdad  en el mundo. Y explorando un poco los cuentos y las fábulas que viven en el mundo de información que da testimonio de nuestro estado económico podemos escribir algunos datos y cifras impersonales y escalofriantes:

Según el informe del 2003 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), “el decil más rico de la población de América Latina se queda con el 48% del ingreso total, mientras que el decil más pobre sólo recibe el 1.6%” 1. Siguiendo con esas cifras, la Organización Panamericana de la Salud señaló que la mitad de la población vive con menos de dos dólares diarios, y cerca de la mitad de ese total vive en la indigencia sin cubrir sus necesidades fundamentales. Pero no solo los 551 millones de latinoamericanos2 vivimos en países que son subdesarrollados, sino que “más de tres cuartas partes de la población mundial viven en países del “Tercer Mundo” (85 por 100 si se cuentan también las naciones en transición de la antigua Unión Soviética y los países de Europa central y oriental). A principios de los años noventa ese 85 por 100 apenas efectuaba el 13 por 100 de la producción mundial, mientras que el 15 por 100 restante, que vivía en los países ricos miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), generaba el 86 por 100 de esa producción. Se estima que en el año 2025 únicamente el 10 por 100 de la población mundial vivirá en los países hoy miembros de la OCDE. El resto lo hará en países subdesarrollados o en las hoy economías en transición que, en su mayor parte, se están ‘tercermundizando’3 ”, es decir consolidándose en su condición de subdesarrollados y dependientes.

Archivos enormes, datos, bits, todo nos dice que la desigualdad es pues global y enorme; por lo que parece que no solo a nosotros, los latinoamericanos, nos colgaron la insignia. Pero esto no nos dice nada sobre cuales son los problemas del desarrollo del capitalismo en América Latina. No se deben de creer las verdades a medias como las que dice el Banco Mundial (BM) que aseguró que es la pobreza la que impide a América Latina alcanzar tasas altas y sostenidas de crecimiento 4, no se debe de confundir la causa con el efecto, la esencia con la apariencia.

Hay indicios de que la brecha, existente entre los países más desarrollados del mundo y las naciones menos desarrolladas, como si cobrara vida avanza, y se hace cada vez mayor. No es que la tendencia tenga vida propia, ya que todo es sostenido por intereses legítimos de fracciones de clases. Son las clases sociales las que permiten el desarrollo del capitalismo con todas sus particularidades históricas. Y no sortilegios o manos invisibles.

¿Pero como es pues el desarrollo del capitalismo en América Latina? Hasta principios de los años sesenta la mayor parte de los economistas pensaban que el crecimiento económico5 y la modernización de fachada conllevaban desarrollo. Crasso error, muy “inocente”, talvez… ahora se hace evidente, por la experiencia de muchos países del “mundo menos desarrollado”, que un aumento sostenido del producto o de la renta puede coexistir con el incremento de la pobreza, la desigualdad o el desempleo. Ese maldito fenómeno de "crecimiento sin desarrollo" es una evidencia más que clara, para aquellos que quieren ver, de que el desarrollo es una marcha que exige mucho más orden que el crecimiento, mucho más que la espontaneidad del mercado, no obstante el crecimiento resulta ser una condición necesaria, aunque no suficiente para el desarrollo económico. El "desarrollo del subdesarrollo" esa ironía reveladora de la que hablaba el economista André Gunder Frank, solo puede ser el “sarcástico” sobrenombre de “los procesos de desarrollo” que no logran combinar todos los elementos del conjunto, esos que se escuchan pero que a pesar de ello no se ven. De una vez se puede decir que sin lugar a dudas son 3 las cuestiones fundamentales que se deben de registrar simultáneamente para lograr resolver los problemas que acucian el desarrollo económico del capitalismo en la región: 1) crecimiento económico, 2) industrialización en base a nuestros propios fundamentos, y 3) sobre todo mejoras sustanciales en el nivel y la calidad de vida de la población, sobre todo de la más marginada.

Ya podemos imaginar y entrever que el atraso del desarrollo económico del capitalismo tiene causas de fondo. Causas que también han querido ocultarse a través de la ambigüedad de la definición de crecimiento, esa condición indispensable que ha sido vulgarmente identificada con rendimiento, es decir, con el aumento del beneficio, la productividad y la producción, esto tiene implicaciones y consecuencias en términos de estancamiento, opresión e injusticia; ya que cuando el desarrollo es identificado con el crecimiento cuantitativo y la modernización superficial o de fachada, sobre bases y dentro de los marcos del mercado mundial, se obstaculiza la generación de condiciones para un desarrollo integral, debido a que las transformaciones estructurales previas o concomitantes de la industrialización y los aspectos sociales son evaluados y desdeñados por ser según dicen obstáculos al crecimiento.

Sin precisión conceptual todo esto se vuelve muy difuso, por eso este trabajo analizará metódicamente el desarrollo económico del capitalismo latinoamericano tanto a nivel teórico como histórico.

Asimismo se analizaran esas medidas insinuadoras que coquetean con resolver el problema del desarrollo del capitalismo en América Latina. Y en este desentrañar y entrar a las causas del problema se topara con la resonada integración económica de América Latina. ¿Integración económica de América Latina? ¿Eso quien lo invento? Se estudiara como ese proceso ha sido teñido por dichas tendencias interpretativas y más que ello han sido envueltos por las diversas consecuencias de la interpretación.

La integración económica regional latinoamericana, la integración al mercado mundial ha sido siempre polémica; en cualquier modelo de crecimiento ha estado presente, y aun más comenzó hace medio milenio. No obstante la integración económica regional con las particularidades que hoy en día están en boga, surge desde los 50s donde se desarrollan propuestas e intentos de cooperación e integración. ¿Pero son propios? ¿Proporcionados? ¿Correctos? O a caso sus objetivos declarados, sus motivaciones reales y los argumentos doctrinarios y justificaciones, se dieron solo como respuesta adaptativa a las condiciones internacionales, que exigen un nivel de crecimiento económico y de cambios restringidos.

Los debates, las propuestas y políticas en torno a la integración y la relación de la integración con el desarrollo capitalista, se dieron bajo la influencia de diferentes teorías o doctrinas respecto a la integración económica y la relación de esta con los procesos de desarrollo, por ejemplo: las de la CEPAL, la teoría de la dependencia externa o las de la viabilidad nacional; empero los apretones, los empujes, la sugestión es la que terminó por dominar. Es decir en cuanto a su interpretación y por tal su quehacer los enfoques del viejo y el nuevo liberalismo son los que dieron el toque de queda a los procesos de integración económica regional. Por lo que el proceso de integración económica latinoamericana terminó por ser presentado como una especie de atajo histórico que por sí mismo y casi automáticamente promovería el crecimiento. La integración se pensó como si sólo requiriera de cambios restringidos; y hasta como si exigiera como condición indispensable convalidar las relaciones sociopolíticas vigentes, y el lugar de la región en la pirámide del poder mundial.

Crudamente y en otras palabras, el desarrollo del capitalismo en los países latinoamericanos se dio en el contexto de una incorporación subordinada al sistema internacional, y no por la integración estratégica de la región latinoamericana a los procesos globales del capital monopólico transnacional. Los proyectos de “desarrollo nacional” se eligieron y cumplieron por imitación e importación de los modelos de los países desarrollados, siempre en desfase y retraso respecto ellos. Ello implico aceptar los condicionamientos impuestos por las sucesivas etapas de los centros del capitalismo avanzado; los patrones de acumulación y los paradigmas tecnológico-productivos, predominantes en aquéllos y proyectados hacia la periferia; la internacionalización primero y la transnacionalización luego; las fases de división internacional del trabajo, etc. Dentro de la misma constelación se han dado las tendencias y modalidades de intervencionismo, autonomización y rectoría del Estado, y sus crisis.

El crecimiento requirió y dependió (y hoy más requiere y depende) de las exportaciones y de nuevos financiamientos por inversiones y préstamos exteriores desde los 30´s hasta los 80´s. Así se realimentó y reforzó el círculo del permanente endeudamiento; en el marco de un modelo de crecimiento hacia adentro llamado “sustitución de importaciones”. Los países latinoamericanos asumieron los rasgos y sufrieron los múltiples efectos de la subordinación, de la especialización reestructurante y de la descapitalización originados en los países desarrollados.

¿Qué tenemos pues en nuestras manos? Que el financiamiento por la exportación, los préstamos e inversiones del exterior, el endeudamiento creciente, sustituyeron al proceso endógeno de acumulación de capitales, y con ello a la producción de cultura, ciencia, y tecnología localmente generadas y controladas. Que a la par combinó la disponibilidad y el uso de mano de obra –abundante y barata- controlada por el intervencionismo proteccionista del Estado, con la tecnología importada.

Eso es verdad. Adelantando un poco se puede decir que el crecimiento y la integración internacional se dieron con mayor intensidad sobre todo bajo la forma de enclaves (técnico-económicos y socioculturales) que contribuyeron: a la creación de nuevos polos y ejes socioeconómicos y a la apertura de brechas internas en la economía, la sociedad, la cultura y el sistema político. Fracturas y reagrupamientos al interior se articularon con fuerzas y estructuras externas, por encima de las fronteras y dentro de la lógica de la integración internacional.

Con éxitos no deseables, pero no sin los avances irreversibles, los dinamismos inherentes, ni los efectos multiplicados “que se esperaban”, desde la década de 1970, los procesos de integración presentan vicisitudes y vacilaciones, conflictos de incertidumbres, tendencias al estancamiento y a la crisis de la cooperación, regresiones, distorsiones en los propósitos y en los mecanismos fijados. Definitivamente la integración latinoamericana se debilita como idea y proyecto y como despliegue de realizaciones. Crecen o se acentúan la distancia económica entre los países de la región, la diferenciación de regímenes políticos, las divergencias y conflictos, y la reafirmación de los egoísmos nacionales. Los organismos de integración se debilitan en lo político-institucional y las desconfianzas recíprocas se refuerzan. Si… parece que hubo un tiempo en el que la integración económica regional constituía parte elemental de los procesos de desarrollo, pero múltiples contradicciones son las que hacen que los países latinoamericanos empiece a sufrir un triángulo compuesto por la crisis y descomposición económica, la disolución social y la anarquización política. Un incremento de la pobreza, la miseria, la desigualdad, la marginalización y la polarización socioeconómicas, las brechas y líneas de fractura en las sociedades nacionales son las manifestaciones que reclaman cambios en la estructura económica. En respuesta, y una muy mala, a esa realidad nuevas propuestas de crecimiento e integración internacional son la solución condicionada. Asimismo surgen como respuesta a los obvios requerimientos, dificultades y efectos negativos de la concentración del poder a escala planetaria, de la nueva división mundial del trabajo, de las estrategias de crecimiento y modernización, y de la naturaleza e implicaciones del neocapitalismo periférico (caída de montos y de precios de exportación, deterioro de términos del intercambio, debilitamiento de flujos de inversión, endeudamiento, dificultades de balanzas de pagos, etc.).

Como librar la tensión, como librarla se pregunta el capital. En dicha fase los principales actores y tomadores de decisiones presuponen e incluyen la aceptación de la concentración del poder mundial, la nueva división mundial del trabajo, el nuevo patrón de acumulación y el nuevo paradigma tecnológico-productivo de los centros desarrollados, y el estilo de crecimiento neocapitalista-periférico. La falta de experiencias previas y de pensamiento autónomo respecto de la integración favorece el predominio de concepciones prevalecientes sobre la economía internacional, de las reglas del GATT, de la ideología oficial de Estados Unidos y otros países desarrollados y de los organismos internacionales.

¿Qué paso que a partir de los ‘80s esos son los parámetros del “desarrollo” y de “la integración”?.

Se han generalizado las iniciativas, acuerdos y operaciones de tipo bilateral, entre países latinoamericanos, y de ellos con terceros países y grupos del hemisferio occidental y fuera de él.

Es decir la concepción de América Latina como totalidad y modelo de comunidad regional que se habría de lograr en determinadas formas y fases, es en mayor o menor grado desplazada por la diversificación bilaterizante y multilaterizante, sin organismos ni metas predeterminadas para la región como un todo. Por lo que se propugna la inserción por separado de cada estado-nación en la economía y el sistema político internacional; promovida de diferentes maneras por las grandes potencias se convierte en una constante histórica de los países de la región, en el marco de un nuevo modelo de desarrollo  hacia afuera que jura resolver tarde o temprano, hoy ya es demasiado tarde, los problemas que el desarrollo económico del capitalismo en América Latina ha ocasionado.

¿Por qué? ¿Las explicaciones del FMI (Fondo Monetario Internacional), el BM son adecuadas? ¿Cuál es la verdad?

1 ...Obtenido el 23 de octubre del 2006 en Noticias del país de Bolivia. www.boliviahoy.com/modules/news/print.php?storyid=6411.

2 Obtenido el 23 de octubre del 2006 en Revista electrónica zacatecana sobre Población y Sociedad.  http://sociales.reduaz.mx/art-feminizacion-gvalle.pdf

3 Obtenido el 23 de octubre del 2006 en www.artehistoria.com/historia/contextos/3649.htm

4 http://www.spanish.xinhuanet.com/spanish/2006-06/06/content_262560.htm

5 Expansión del Producto Interior Bruto –PIB.