LOS COMPONENTES ÉTICO-POLÍTICOS EN LA IDEOLOGÍA DE LA REVOLUCIÓN CUBANA. PRIMERA PARTE

LOS COMPONENTES ÉTICO-POLÍTICOS EN LA IDEOLOGÍA DE LA REVOLUCIÓN CUBANA. PRIMERA PARTE

Raúl Quintana Suárez (CV)
Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona

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5,7.- Antonio Bachiller y Morales (1812-1899)

Como profesor, historiador, periodista, humanista, bibliógrafo y americanista de vasta cultura, Antonio Bachiller y Morales (1812-1899)  se destaca entre los reformistas ilustrados cubanos que realizó importantes aportes a nuestra cultura, fundamento esencial de nuestra identidad. De ideas políticas liberales debe exilarse en 1869 a causa del acoso a que es cometido por las autoridades coloniales por sus criterios opuestos al colonialismo.
Para el Apóstol, este ilustre intelectual, hombre erudito, que incursionó con éxito en diversos campos del saber, al igual que todas las relevantes personalidades que nutrieron con su saber a nuestra cultura, merece la siguiente reflexión, al conocer de  su muerte,  en 1899:
“Caballero cubano, americano apasionado, cronista ejemplar, filólogo experto, arqueólogo famoso, maestro amable, abogado justo, literato diligente y orgullo de Cuba [...] Pero estas tumbas son lugares de cita, y como jubileos de decoro, adonde los pueblos, que suelen aturdirse y desfallecer, acuden a renovar ante las virtudes, que brillan más hermosas en la muerte, la determinación y la fuerza de imitarlas. Y la lección tiene más eficacia cuando no es el muerto uno de aquellos hombres preparados por el fuego de la imaginación o la intensidad de la conciencia, al heroísmo que lleva en su singularidad y en sus desdichas como el decreto de no imitarlo; sino un carácter manso y acaso tímido, apegado a los goces y honores del mundo, y a la calma celeste de la sabiduría, que con su labor de toda la existencia, con su resolución en un momento heroico, con su serenidad en los años de desdicha, con su paz ejemplar y el crédito de su nombre, enseña a los cobardes que para ser cauto, y hombre de casa y felicidad, no se necesita dejar de ser honrado”. (68)